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El secreto de Rosalina

Mario iba camino a la academia sin hablar con su hermano. Aún se sentía incapaz de creer lo que le estaba pasando. Debía saber más del clan sombra, porque ahora sabía ... que él era parte del mismo. Por eso sus poderes, por eso su instinto asesino ... por eso sus papás lo recluyeron. Pero aún no sentía que podía decirles que sabía, no, no lo haría ... ellos le mintieron, lo engañaron ... ¿pero como pasó? ¿Como pudo su mamá enamorarse de su papá, siendo él un asesino? ¿Porque su papá la llamó 'el enemigo'? Esa joven que se parecía a Rosalina ¿será su mamá? En ese caso ¿porque su mamá nunca le dijo, porque nunca los presentaron? ¿Sabrán sus papás sobre la muerte de los de Rosalina? ... una última y fatídica duda cruzó la mente de Mario como un relámpago.

¿Habrá sido su papá quien ... quien los asesinó...?

-"Mario ... estas bien..."

-Enojado "¿¡Que quieres?!"

-"¡Hey, hey, tranquilo! Soy ... soy yo, Erick, tu amigo."

-Relajandose "Lo ... lo siento. No ... no era mi intención."

Mario se sentó en su escritorio, pues ya habia llegado a su clase. Erick se sentó a la par suya.

-"Hoy estas algo ... disperso."

-"¿Disculpa?"

-"Pareces ido ... como si tu mente estuviera en otro lado."

-"Yo ... solo tuve una mala noche."

Las clases se le hicieron eternas a Mario, el tiempo pasaba diez veces más lento que de costumbre. Al sonar la campana, salió corriendo velozmente a la biblioteca. Nunca antes habia ido a una. Al entrar, centenares de estantes llenos de libros se sucedían delante de él. Ayudado por los letreros, comenzó a buscar desesperadamente un libro que pudiera ayudarlo. Comenzó en el estante de historia.

-Murmurando "Historia ... historia ... historia ... ¡bingo!"

Mario sacó un libro bastante grande del estante.

-Leyendo el título "La historia del universo, desde el origen hasta la caída de la oscuridad" "Suena prometedor."

Mario comenzó a caminar hacia una mesa, cuando se topo con un rostro familiar.

-"¿Mario?"

-"Pri ... eh digo, Lana ... ¿que haces aqui?"

-"Podría preguntarte lo mismo. Veo que eres fanático de la lectura pesada ¿eh?"

-"Bueno ... no me va muy bien en ciencias sociales, así que pense en acrecentar mi interés por ellas ... empezando por historia."

-"Vaya Mario, realmente eres un estudiante ejemplar."

-"Vamos Lana, no digas eso de mí, ambos sabemos que no es cierto. La única estudiante ejemplar es Rosalina."

-"Bueno ... yo no la veo a ella aquí."

Lana se acercó un poco a Mario.

-"Veras, yo ... quería preguntarte algo."

-"¿Que cosa?"

-"Bueno, es que ... como eres tan inteligente y a mí me cuesta un poco estudiar ... pues pense que tal vez..."

-"¡Allí estas Mario!"

Rosalina se asomó al pasillo donde ambos estaban. Mario volteo rápidamente.

-"¡Lina!"

Lana volteo a ver.

-"Hola Rosalina ¿que te trae por aquí?" Dijo Lana de manera amistosa.

-"Pues, busco a mi mejor amigo, evidentemente."

-"Lamento no haber dicho nada." Dijo Mario.

-"No te preocupes, no debes estar siempre con nosotros. Es solo que ... sin ti no es lo mismo."

Los tres se mantuvieron unos segundos en silencio.

-"Y bien ... ¿que ibas a decirme Lana?"

-"Yo ... ehm, nada ... sabes, creo que regresare con mis amigas, deben estarme buscando."

Lana salió del pasillo mirando a Rosalina de reojo.

-"La realeza es un misterio ¿no crees?" Preguntó Rosalina.

-"En definitiva."

Mario continuo su camino llegando a una de las mesas. Colocó el libro y comenzó a buscar. Rosalina se sentó a la par de él.

-"¿Puedo saber que buscas?" Preguntó.

-"Respuestas."

Finalmente, Mario llegó al capítulo titulado 'la caída de las sombras'. Este venía acompañado por el dibujo de una persona que él conocía ... era el tipo que se sienta en el trono en sus sueños ... bueno, en los recuedos de su padre. Mario pasó página, encontrandose con la cara de la misma persona, pero esta vez con la máscara puesta.

Rosalina tenia la mirada perdida en la imágen, los recuerdos llegaron a su mente. El terror, la tristeza, la incapacidad de comprender lo que estaba pasando. Su propio llanto mientras sostenía su peluche de conejo, el lamento por su madre que no despertaba, la voz de la muerte.

-'Ahora se una buena niña y quedate quieta ¿si?'

La voz de Mario se oía a lo lejos, como si la estuviera llamando desde el otro lado de la biblioteca.

-"Lina ... Lina ... ¡Lina!"

Finalmente, ella logró reaccionar.

-"¿Te ... te encuentras bien? Estas ... llorando."

Efectivamente, algunas lágrimas salían de los ojos de Rosalina.

-"Yo ... lo siento."

Rosalina se levantó y salio corriendo a toda prisa de la biblioteca, empujando a cuanta persona se le pusiera en frente.

-"¡Lina!"

Mario dejó el libro en la mesa y salió corriendo tras ella, mas no la encontró. El receso terminó y tuvo que regresar a su clase, ya no la vio en el resto del día. Al día siguiente, día de examenes, no tuvo oportunidad de hablar con ella hasta que los examenes pasaron. La encontró sentada en una de las mesas, con la mirada fija en el cielo. Llegó y se sentó a la par de ella, pero ella no lo volteo a ver.

-"Oye ... ¿te ... te encuentras bien?"

Rosalina no respondio.

-"Lina ... por favor. Sabes que puedes confiar en mí."

Nuevamente, ni siquiera lo volteo a ver.

-"Entiendo ... solo quieres estar sola."

Mario se levantó y comenzó a caminar hacia otro lado hasta que la voz de Rosalina lo detuvo.

-Seria "Lo que estabas viendo en ese libro ... ¿porque lo veias?"

Mario la volteo a ver. Sus ojos estaban rojos, como si hubiera estado llorando. Mario no estaba seguro si decirle, él ... él no quería perderla. Si le decía, lo vería como un monstruo ... lo que no estaba lejos de la verdad.

-"Por ... propositos académicos. Y porque uno de ellos atacó a mi papá."

Mario volvio a sentarse a la par de ella.

-"¿De ... de verdad?"

-"Sí ... y uno de ellos mató a tus padres ... ¿verdad?"

Rosalina se hizo un poco a la orilla de la mesa contraria a Mario, pero él se acercó más a ella.

-"No tienes porque hablar de ello, pero ... si quieres, que sepas que yo siempre estare para apoyarte."

Rosalina no pudo más y abrazó a Mario mientras rompía en llanto.

-"Tranquila ... tranquila ... déjalo salir, si te lo guardas solo te haras más daño."

-Entre lágrimas "Yo lo vi Mario ... vi sus cuerpos sin vida tirados en el pasillo ... lo vi a él sosteniendo una espada manchada con su sangre ... yo era la siguiente en la lista..."

-"¿Era ... era el de la imágen?"

-"No ... no lo sé. Solo reconozco la máscara ... esa maldita máscara. Aún a día de hoy tengo pesadillas ..."

Mario la abrazaba mientras ella seguía desahogandose. De lejos, varias personas los observaban, en su mayoría mujeres. Entre ellas estaba Lana.

-"Y ... ¿como lograste sobrevivir?"

-"A ... alguien me salvó. Nunca me dijo su nombre, e iba con el rostro cubierto. Ni siquiera podría identificarlo por su voz, pues ya casi no la recuerdo."

-"Gracias por decírmelo Lina."

-"No Mario ... gracias a ti por apoyarme ... de verdad lo aprecio."

Ambos se separaron al mismo tiempo, quedandose sentados uno frente al otro. Todavía habian algunas lágrimas en el rostro de Rosalina, las cuales ella limpió con su mano.

-"Bueno ... creo que deberíamos ir con los demás." Dijo Rosalina.

-"Yo ... yo pienso lo mismo."

Ambos comenzaron a caminar hacia donde estaba el resto de la academia. Naturalmente, el grupo que los espiaba se separó mucho antes de que ellos se voltearan. Al llegar, ninguno de los dos se llevó sorpresas desagradables en cuanto a sus notas, es más, Mario habia mejorado un poco respecto a la última vez. Al terminar el día, Mario se dirigía hacia la salida cuando Rosalina lo detuvo.

-"Hola Lina ... ¿que pasa?"

-"¿Puedes ... darme tu mano?"

-"Claro ... supongo."

Mario dejó que Rosalina tomara su mano, en la cual escribió algo con un lapicero que llevaba en la mano, para después doblarla y sostenerla entre sus manos.

-"¿Que escribiste?" Preguntó Mario bastante curioso.

-"Mi número ... eres la primera persona con la que hablo abiertamente sobre mi pasado y ... se que sonara egoísta pero, realmente me gusta tener a alguien dispuesto a escucharme..."

Mario colocó su otra mano sobre las de ella.

-"Ya te lo dije, yo siempre te apoyare Lina. Me siento orgulloso de ser tu amigo  ... porque eres la persona más fuerte de espíritu que he conocido ... realmente te admiro."

-"Gra ... gracias, eso fue bonito."

-Serio "Hermosas palabras para una hermosa dama, cuya belleza opaca a las flores del campo y a las estrellas del firmamento..."

Ambos se quedaron callados, y Rosalina no fue capaz de sostenerle la mirada, pues se habia sonrojado. Mario también se ruborizó una vez que calló en la cuenta de lo que había dicho, pues no habia sido intencional.

-Nervioso "Eh ... bien ... yo ... ¡Adios!"

Salió corriendo de allí, tropezandose con casi todo lo que estaba en su camino.

-En su mente 'Idiota ... idiota ... ¡idiota! ... ¿porque dije eso? ... Argh, ni siquiera pudo seguir viendome a los ojos ... que vergüenza ... espero que lo olvide...'

Una vez fuera de la academia, abrió su mano y pudo leer lo que habia escrito en ella. Era un número, y a la par este mensaje : Llámame ⭐❤.

Mientras, Rosalina se quedó observandolo de lejos, riendose ocasionalmente cada vez que se tropezaba con algo.

-En su mente 'Que caso tiene ya ... creo que ... él me gusta.'

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