Mario entró a su casa saludando a su mamá y a Luigi, quien estaba abajo haciendo sus tareas. Una vez arriba, Mario comenzó a sentir una rara sensación, como si algo lo estuviera observando. Las palabras de Dark, sus sueños, lo que Daisy le habia dicho; todo eso daba vueltas en su cabeza y estaba comenzando a desesperarlo. Era capaz de unir las piezas, pero no quería aceptar el resultado al que llegaba. Fue entonces que sucedió: escuchó una voz en su cabeza.

-'No temas...'

Al inicio fue solo un susurro.

-'No rechaces tu naturaleza...'

-'Eres de los nuestros...'

Mario comenzó a seguir las voces, que cada vez se hacían más fuertes.

-'Mientras más rápido te aceptes ... menos sufrirás...'

-'Aléjate de la luz ... ven a las sombras...'

-'Solo así podrás proteger a los que te importan...'

-'Entrégate ... reparte justicia ...'

-¡Usame!...'

Mario estaba parado frente a la mesa de noche de su papá. La gabeta de arriba estaba cerrada con llave, sus ojos fijos en ella, un raro pensamiento taladrando su mente.

-"Hijo ¿que haces aquí?"

La voz de su padre lo regresó a la normalidad. Él aún estaba recostado en cama y se habia hecho a un lado para hablar con él.

-"Yo ... yo solo venía a saludarte ... es todo."

-"Bien, me alegro de que hallas venido sin problemas, y ... ¿que tal el encuentro?"

-"Bien ... si, bien."

Mario comenzó a caminar hacia la puerta, deteniendose en el umbral de la misma.

-"Papá..."

-"¿Si hijo?"

-"Has sido guardia de seguridad en la central de investigación por mucho tiempo ... ¿verdad?"

-"Así es, ha sido el único trabajo que he tenido ... ¿porque?"

-"¿Alguna vez oíste hablar de ... el clan sombra?"

El rostro de su padre se endureció, mostrando temor y preocupación.

-"¿Donde oíste hablar de ellos?"

Mario se volteo.

-"Aquí no ... eso es seguro."

-"Hijo ... no sabes de lo que hablas."

-"¿Y tu si?"

Su padre se levantó la camisa, revelando una cicatriz que Mario jamás habia visto. Tenía la forma de una cortada y recorría todo su torso en diagonal.

-"Son un grupo de malditos asesinos, y esto es de lo que son capaces ... pero no te preocupes, se extinguieron hace ya 11 años."

Mario no dijo nada más y salió de allí con dirección a su cuarto. Al entrar se desplomó sobre la cama y tomó el artefacto que usaba para hablar con Dark.

Mario : El clan sombra ya no existe ¿verdad?

DS07 : ¿Como sabes eso?

Mario : Mi papá me lo dijo.

DS07 : Pues sí, es verdad.

Mario : Entonces ... ¿porque me cuentas de ellos y cual es su relevancia conmigo?

DS07 : Cuando duermas hoy, piensa en tu padre ... puede que no se respondan todas tus dudas, pero algo aprenderás.

Mario ya no contestó. Siguiendo el consejo de Dark, se durmió pensando en su padre, pero no en la versión que él conocía ... sino en la versión jóven de sus sueños. Y así, volvió a tener otro de esos sueños, que más que sueños, cada vez comenzaba a creer más que eran visiones del pasado.

Esta vez se encontraba en lo alto de una torra abandonada, rodeada de varios escombros. Estaba en un pequeño bosque. De pronto, una adolescente de unos 15 años salió corriendo de entre unos árboles. Llevaba un pequeño vestido blanco que le llegaba a las rodillas, con zapatillas del mismo color. Su pelo era rubio y sus ojos verde esmeralda. Su parecido con Rosalina era enorme, tanto, que al inico Mario creyó que era Rosalina hasta que vio sus ojos y su rostro con más detenimiento.

Él la observaba jugar entre los escombros y entre la grama. Solo la observaba, como un cazador observa a su presa. En ese momento, otra joven salió del bosque, y Mario no pudo evitar paralizarse al verla: era su mamá, solo que más joven, de la misma edad que la otra muchacha. Ella llegó y comenzó a conversar con la otra joven.

Alguien apareció atrás de él.

-"James..."

Mario se volteo en automático y vio a otra persona de su edad observandolo. Llevaba puesta la máscara y se trataba de un jóven de pelo negro.

-"¿Que quieres Stan?"

-"Oye ... ¿esa es forma de hablarle a la familia ... a tu hermano mayor?"

Mario se sorprendió de lo que estaba escuchando ... ¿tenía acaso más familiares?

-"Yo le hablo a quien quiera como quiera ... mi único respeto es hacia nuestros padres y al líder supremo?"

-"Lo que digas hermanito..."

Stan se acercó a él y se paró a la par suya, colocando su mano en su hombro.

-"¿Puedo saber que haces espiando a dos jovencitas como todo un acosador?"

-"Es mi misión ... vigilar al enemigo. No lo entenderías."

-"¿El enemigo?"

-"Así es ... ellas dos son las más fuertes ... por eso las observo."

-"No se tú pero ... a mi me parecen bastante normales ... pero ya que estamos ... ¿que te parece si nos divertimos con ellas?"

Mario se zafó de inmediato del agarre, teniendo una enorme sensación de asco en su interior.

-"Quitate la máscara ... ahora."

-"Vamos James, no seas aguafiestas ... solo unos besitos y ya ... tu al menos, porque yo si planeo aprovechar, las dos se ven muy tentadoras..."

-"La máscara no te deja pensar ¿te estas oyendo? ¡Ellas son personas, no objetos!"

-"¿Y tu que sabes?"

-"Lo sé a la perfección porque yo si leí antes de ponerme esa cosa ... esta agudizando tus instintos naturales, no te deja pensar con claridad, solo aumenta tu lujuria."

-"¿Que más da si lo hace ...? Somos como dioses James ... y como tal, puedo hacer lo que me plazca y tener a las mujeres que me plazcan, así que si me disculpas."

-"¡No dejare que tu calentura arruine mi misión!"

Mario se lanzó sobre Stan y ambos calleron de la torre donde estaban. Al somatar el piso, Mario saltó hacia atrás y notó que no traía la máscara.

-"¿Que pasa pequeño James ... olvidaste la máscara?"

-"¡No la necesito para darte una paliza!"

Ambos comenzaron a pelear. A Mario le costó comprender que estaba pasando, pues todo se volvió nubloso, como si estuviera tratando de revivir un recuerdo borroso, uno difícil de recordar. Lo siguiente que pudo ver con claridad fue a Stan con un pie sobre él. El rostro de Stan tenía una cortadura bajo el ojo derecho y el ojo izquierdo morado. Su camisa estaba destruida y su brazo derecho lleno de sangre. Aunque Mario era incapaz de verse, estaba seguro que su estado físico era peor.

-"¿Sabes?" Comenzó Stan "Diste buena pelea hermanito, ahora comprendo porque te admiran tanto ... pero yo sigo siendo el mayor. No sé si de verdad estabas en una 'misión' o no, pero si lo estabas no te preocupes ... yo la terminaré por ti."

Una espada de sombra se formó en el brazo izquierdo de Stan.

-"Creo que a nuestros padres les gustará saber que tienen una boca menos que alimentar."

Stan iba a apuñalarlo cuando se detuvo, moviendose como si algo lo hubiera impactado en la espalda. La espada desapareció, y él comenzó a congelarse, para después explotar en una nube de trozos finos de hielo. A lo lejos, se escuchó la voz de una mujer.

-"¡Bien hecho Lucy!"

Las dos jovencitas que habia estado espiando llegaron y se colocaron una a cada lado de Mario. Ambas lo veían con lástima. La mujer que se parecía a Rosalina estaba enojada.

-"Malditos miembros del clan sombra" comenzó "¿que hiciste para merecer esto?"

-"Le haremos preguntas después Lucy ... por ahora debemos sanar sus heridas antes de que sea tarde."

-"Claro Jennifer."

Lucy sacó una varita de su bolsillo, la cual terminaba en una pequeña estrella amarilla.

-"Aquí no Lucy ... no sabemos que tanto llamó la atención la batalla. Hay que irnos de aquí ... ¡rápido! A casa con los demás."

-"Bien."

Entre ambas levantaron a Mario y cada una colocó uno de sus brazos alrededor de sus hombros. Mario se sentía cansado, y escuchó un horrible ruido a la distancia...

Mario despertó por culpa de su alarma, por lo que la apagó. Entonces, comprendio lo de sus sueños. No eran sueños ... estaba reviviendo las memorias de su papá...