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Al fin había terminado el fin de semana,para Mario fue aburrido ya que durante ese periodo de tiempo no se reunió con la princesa Peach debido a la ausencia de su hermano y Daisy.
Trató de invitar a otros amigos pero ellos ya tenían planes para el fin de semana así que decidió quedarse solo,lo único que hacía eran trabajos de fontanería.
Era el día del torneo de Daisy y Luigi contra Donkey Kong y Diddy Kong,para la ocasión el de rojo había invitado a Rosalina para que pueda hacer amistades.
Luigi se había adelantado a su hermano para practicar unas horas antes junto con su compañera Daisy,así que Mario fue solo hasta el estadio a esperar a Rosalina.
"¿Por qué tardará tanto?,espero no haberle dado mal la dirección",llegaban muchas personas pero no había señal de Rosalina.
Peach y Toad llegaron directo a Mario.
-Buenos días Mario- Peach saludó de manera educada y seguido Mario hizo una reverencia -le pedí a los dueños del estadio que te reservaran un asiento junto al mio, espero no te moleste-.
-Muchas gracias princesa,es todo un honor- Mario sonrió.
Era la primera vez que sucedía,el fontanero estaba súper feliz por la noticia pero aún seguía preocupado por Rosalina.
Peach y Toad se retiraron para entrar al estadio dejando solo a Mario.
Pasó una hora y el esperado partido estaba comenzando pero Rosalina aún no llegaba,el Toad que acompañaba a Peach fue a dónde se encontraba Mario para ver qué había pasado con el.
-¡Mario!,la princesa lo está esperando-.
No hubo respuesta de parte del mencionado en cambio el solo miraba a la nada, Toad noto que el fontanero no estaba siendo el de siempre.
-Mario,¿Ocurre algo?- el sirviente de la princesa pregunto muy preocupado incluso su voz comenzó a temblar.
El castaño tuvo escalofríos y mal presentimiento,tendría que ir a buscarla.
-Toad...- estaba casi sin aliento -dile a la princesa que necesito hacer algo,no podré ir al partido-.
Toad asintió y después Mario se hecho a correr lo más rápido posible revisando todas las calles.
No importaba si se perdía su oportunidad de convivir más con Peach el tenía que buscar a su amiga y verificar si todo estaba bien.
Mario estaba sin aliento,ya llevaba media hora y nada;se sentía culpable.
"Que estúpido eres Mario,¿Ella como iba a conocer el lugar si nunca había estado aquí?"
"Nunca debí dejarla sola,si le llegará a pasar algo sería mi culpa" el de rojo se sentó en el suelo casi a punto de llorar hasta que pudo escuchar de manera lejana la voz de Rosalina,pero se escuchaba un poco histérica y a la vez asustada.
-¡Suéltame soy Rosalina no soy Peach!-.
-¡Buen truco princesa pero no caeré en eso!,¡Ahora que Mario no está cerca al fin podré casarme contigo y ser rey muajaja!-.
Mario se levantó rápidamente para dirigirse a dónde se escuchaban las voces;Bowser, Rosalina y su ejército de Koopa troopas estaban en la nave de Bowser,el intento llegar hasta ahí dando un súper salto pero todo su esfuerzo fue inútil,la nave se fue volando a gran velocidad
Primero pensó en ir al estadio de tenis para decirle a Luigi y así tener ayuda de su parte pero le pareció muy egoísta arruinar uno de los juegos más importantes de su hermano además el tenía que hacerse cargo de su error.
Lo mejor que se le ocurrió hacer fue ir a casa,escribir una nota y tomar una hoja tanooki que sería muy útil para el momento en el que el camino se pusiera difícil.
Después de escribir la nota y tomar su power up salió rápidamente de su casa.
Mientras tanto en el estadio de tennis Daisy y Luigi festejaban entre besos y abrazos su triunfo a la par que ambos tomaban el trofeo.
Después llegó la princesa Peach a unirse a su festejo y felicitarlos.
-Muchas felicidades a ambos,se lo merecen mucho- felicitó a ambos mientras los abrazaba.
-¡Gracias!- hablaron ambos en unisono.
-Disculpe Princesa,¿no sabe si mi hermano se encuentra aquí?- preguntó Luigi.
-Nunca entró al estadio- miro hacia arriba como si estuviera recordando algo -Toad me dijo que Mario tenía que hacer algo-.
-¡¿Y si king Boo lo volvió a secuestrar?!- chilló Luigi -Mario nunca falta a si nomás a partidos de tennis,tiene que haber una razón-.
-No seas paranoico cariño, vayamos a su casa y ahí lo encontraremos sano y salvo- la peliroja intentó calmarlo.
Al llegar a la casa de los hermanos notaron lo solitaria que estaba la sala principal sin duda Mario no estaba en dicho lugar.
-Rayos...-murmuró Daisy entre dientes.
Luigi se dirigió a la cocina con la esperanza de encontrarlo comiendo la lasaña que había guardado en el refrigerador antes del fin de semana aunque era probable que durante ese lapso de tiempo ya se la hubiera comido.
Para su sorpresa encontró una carta en la mesa,"espero no sea de algún villano que lo secuestro".
-¡Chicas hay una carta en la cocina!- llamó a las princesas que llegaron inmediatamente para ver a qué se debía tal llamado.
Luigi abrió el sobre, saco la carta y comenzó a leer en voz alta su contenido:
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Hermano y princesas lo lamento por no estar presente en el partido de tennis he cometido un error y ahora tengo que remediarlo.
Bowser secuestro a Rosalina y ahora voy a buscarla, será un camino muy largo y difícil por lo cual es posible que al momento en el que lean mi carta aún no la rescate y aún siga a medio camino o tal vez menos...
Bowser tiene la varita mágica de Rosalina,espero no se de cuenta del gran poder que tiene.
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Todos quedaron boquiabiertos por lo que Luigi acaba de leer y solo se miraron en silencio.
-¡Voy a buscar a mi hermano!,¡El necesita toda la ayuda posible!- Luigi habló en un tono heroico, fue a los cajones de la cocina donde guardaban power ups para emergencias y tomó una flor de fuego.
-¡Yo te acompaño!- sugirió Daisy entusiasmada.
-Les deseo mucha suerte,yo me quedaré en el reino champiñón para verificar si llegan antes y además no puedo dejarlo desprotegido- Peach afirmó un poco preocupada.
La rubia les regaló una pequeña bolsa con algunas monedas para que pudieran comunicarse en el caso de que encontraran algún teléfono;todos se despidieron y fueron por sus respectivos caminos.
El plan de Luigi era encontrar a Yoshi para que él pudiera ayudarlos a llegar rápido y olfatear a Mario.
Mientras tanto en el castillo del rey de los koopas Bowser estaba sentado en su trono con la mirada perdida en la varita mágica de Rosalina.
-Mi rey- anunció un goomba -¿Se puede saber que está haciendo?,lleva horas así-.
-Estoy examinando que es este palito que tenía la princesa entre sus manos-.
Bowser mordió la varita para verificar si se trataba de alguna comida extraña.
-¡Ahgggg mis preciosos dientes!- gritó y después se sobó las mejillas -¡Maldito palo del demonio,me desaré de el!-.
Bowser estaba a punto de lanzar la varita pero el goomba lo interrumpió.
-¡No la tire mi rey!-.
-¡¿Ahora que demonios quieres?!-.
-Esa es una varita mágica,puede utilizarla para hacer magia-.
Bowser se sintió como si se hubiera sacado la lotería,no tenía la menor idea del porque la princesa tenía un artefacto como este pero sería muy útil para acabar con Mario si este se atreve a entrar al castillo.
Poco a poco se formó una sonrisa de maldad en su rostro.
-¡Muajajajajajaja!- rió malvadamente.
Rosalina estaba encerrada dentro de una jaula que colgaba del techo de uno de los cuartos abandonados del castillo de Bowser.
Estaba demasiado angustiada,tenía miedo de que nadie se enterara de su secuestro y fuera olvidada para siempre, aunque ya estaba acostumbrada a estar sola y olvidada...
Pequeñas lágrimas se deslizaron por sus mejillas.
Continuara...
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