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Luigi se encontraba dormido pacíficamente hasta que los rayos del sol se empezaron a colar en su habitación por medio de su ventana, lentamente abrió sus ojos y dió un pequeño bostezo.
-Buenos días hermano- anunció y después miró hacia la cama de color rojo para luego percatarse de que estaba muy acomodada como si nadie hubiera dormido allí.
-¡Mama mía!,¡Mario!- gritó muy alarmado y entre caídas se fue de la habitación no sin antes tomar su poltergust 3000 para defenderse;el de verde bajo rápidamente por las escaleras hasta llegar a la cocina.
Su reacción fue de alivio al ver a su hermano cocinando.
-Buenos días Luigi- saludó el mayor -hoy me levanté temprano-.
-Pensé que ni siquiera habías vuelto a casa-
-Lo siento,estuve un poco ocupado- añadió -esa fuente me dió muchos problemas-.
Mario terminó de cocinar unos deliciosos panqueques,los sirvió en dos platos: uno rojo y otro verde seguido los acomodo en el comedor junto con los cubiertos y dos tazas de leche de los mismo colores de los platos.
Ambos hermanos tomaron asiento y comenzaron a desayunar; Luigi notó que su hermano estaba un poco serio no tanto como ayer pero al fin y al cabo serio.
Ojalá esto no sea como la vez que Pauline y el terminaron, ambos comían en silencio hasta que Mario preguntó algo muy curioso.
-Bro,¿Hoy tienes otra práctica de tenis?-
-Si,¿Por?-
-¿Podría acompañarte?-
El fontanero de verde se sorprendió tanto que comenzó a ahogarse con un pedazo de comida ya que esto pasó habló un poco dudoso.
-¿Seguro?,sabes muy bien que Peach también participará la próxima semana en el torneo de tenis así que por ende hoy estará practicando-
-Quiero arreglar las cosas con Peach-
Luigi aún tenía dudas,pero al ver que su hermano insistía le dijo que no había problema después de desayunar los hermanos cepillaron sus dientes y tomaron sus raquetas aunque no era probable que Mario pudiera unirse a la práctica.
Durante el camino Mario paso a una florería a comprar unas flores del mismo color de los ojos de la princesa,Luigi tenía sus dudas incluso empezó a dudar de los nervios ojalá Mario no se vuelva a declarar y ojalá la princesa no siga con ese humor de perros.
Peach y Daisy estaban practicando y manteniendo una conversación muy animada.
Por su parte Daisy se encontraba un poco más tranquila ya que la actitud de su amiga estaba más acorde a su personalidad.
-¡Te volví a ganar!,¡Sin duda Daisy es la reina del tenis!- Daisy festejó y empezó a bailar.
Peach rió por el baile de Daisy -te ves muy chistosa jaja-
La peliroja cruzó sus brazos y fingió estar enojada -Yo creo que estas celosa-
Ambas volvieron a reír y tomaron asiento en las bancas del lugar.
La peliroja estuvo hablando del fin de semana que han planeado Luigi y ella para divertirse.
-El viernes iremos al cine a ver una película de terror, después comeremos un helado en el parque y...- dejó de hablar ya que había escuchado unas voces que venían hacia ellas y era Luigi -¡Hablando del rey de Roma!-
Pronto la sonrisa de Daisy desapareció ya que Luigi venía acompañado de Mario,miró brevemente a su compañera que se encontraba boquiabierta tanto Luigi como Daisy se encontraban nerviosos por miedo a que Peach hiciera sentir mal a Mario.
-Hola princesas- saludó Luigi con una sonrisa nerviosa.
La rubia lo saludo un poco enojada,el menor de los hermanos Mario al notar la incomodidad de la otra princesa sugirió que fueran a practicar juntos haciendo que el fontanero de rojo quedará con Peach.
Pero por su parte la princesa del reino champiñón solo miraba como jugaban sus amigos y fingía como que Mario no estaba allí.
-Princesa,hay algo que necesito decirle- dijo tímidamente casi susurrando.
Peach solo lo miró con los brazos cruzados sin emitir ninguna palabra, Mario al ver esto siguió hablando.
-Lo siento mucho por haberle insistido aquella vez en la luna,fue muy tonto de mi parte-
La reacción de ella fue de sorpresa y entonces decidió contestarle.
-Mario sin ofender pero si fue muy imprudente de tu parte no es bueno insistir mucho además fue incómodo que Bowser y tú se peleaban por mi-
-Lo sé-
Mario agachó su cabeza,sin duda se veía que le princesa no aceptaría su disculpa.
Por su parte ella se sentía conmovida ya que Mario se dió cuenta de su error e incluso intentó arreglarlo.
-Te acepto la disculpa con mucho gusto pero no lo vuelvas hacer-
Mario abrió sus ojos como platos honestamente no esperaba que le fuera bien, con muchos nervios extendió su brazo para darle las flores que había comprado anteriormente.
-Son para usted princesas-
Ella tomó las flores y las olió un poco.
-Muchas gracias Mario,¿Amigos?- le extendió su mano.
-Amigos- el estrecho su mano con la de ella.
Se sentía feliz porque al menos ya se podían dirigir algunas palabras e incluso llevarse bien, pero no le agradaba mucho el término de amigos el sabía que ambos podrían ser una buena pareja y darse felicidad entre ambos.
Era una mezcla de alegría y decepción.
-¿Te parece que hagamos equipo para demostrarle a Daisy que no es la reina del tenis?-
-¡Yahooo!- el asintió y después ambos fueron hacia la cancha para tener una partida muy divertida.
Horas más tarde los hermanos se encontraban descansando en su casa mientras tomaban refrescos cuyo envase tenían de dibujo una flor de color azul,era el mejor refresco para beber en días calurosos.
-Bro, al parecer te fue muy con Peach- comentó el menor mientras bebia pequeños sorbos del refresco -Tan bien que incluso nos ganaron en la práctica-.
-Supongo que si- contestó seriamente.
-¿Supongo?- alzo una de sus cejas.
-Aún me sigue viendo cómo amigo- contestó un poco desanimado -No recuerdo que el amor fuera así de difícil-.
-Pauline y Peach don chicas diferentes además lo de Pauline fue una conexión inmediata,quisiera aconsejarte pero yo nunca me le declaré a Daisy-
-¿No?- Mario preguntó sorprendido.
-No,ella se declaró es una larga historia luego te la contaré-
Mario solo asintió,su hermano no podía ayudarle mucho; aunque no sería mala idea preguntarle a Daisy.
Unos minutos más tarde se escuchó que tocaron la puerta mientras gritaban:
-¡Correo!-
Mario fue hacía la puerta y la abrió,un Toad de puntos rosas le entrego un montón de cartas y se retiró;Mario vio todos los sobres y absolutamente se dirigían a al negocio de Luigi.
-Son para ti bro- le extendió la mano y le dió las cartas
-Gracias-Luigi las leyó rápidamente,se levantó y fue por su aspiradora especial -Hermano tengo que irme,hay fantasmas que sacar de casas-.
El chico de verde se fue de la casa así dejando solo a su hermano,estaba pensando como tener éxito con su declaración;fue al teléfono y marcó al número de Daisy esperó algunos minutos pero nada,de seguro estaba muy ocupado.
El fontanero recordó la ayuda de Rosalina así que decidió llamarle para agradecerle.
-Hola Rosalina- saludó.
-Hola Mario- respondió de manera cortés.
-Te agradezco mucho por el consejo Peach me perdonó- agradeció muy alegre.
-No hay de que Mario,¿Y ya tienen planes o algo así?- preguntó curiosidad.
Mario quedó en blanco,nunca pensó que haría después de disculparse por primera vez en su vida no tenía mi un plan.
-¿Mario?,¿Dije algo malo?-
-No sé preocupe princesa pero es que no tengo un plan,¡Mama mía!-
Rosalina permaneció pensativa unos instantes.
-Veo que mi consejo de disculparte con tu ser querido funcionó así que te propongo algo,yo te ayudo a qué de lleven mejor y te deje de ver cómo amigo su tú me ayudas a conseguir amigos en la tierra-.
Era una petición un tanto rara pero Rosalina es muy mala socializando y tal vez ya estaba aburrida de la soledad.
En cambio Mario es todo lo contrario,siempre le pareció fácil tener nuevos amigos; ambos ganarían mucho así que era un buen trato.
-Esta bien,¡Hecho!-
-Muy bien, mañana hablamos en el planetarium del comenta-
-¡Oki doki!-
Continuará
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