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Capítulo XXIX: Las Ruinas de los Mundos

Capítulo XXIX: Las Ruinas de los Mundos

Scott Denoga había llegado hasta el "Santuario" levantado para Nega, caminó desde la Entrada Principal, admirando la construcción, el empleo de columnas griegas del estilo jónico junto a los capiteles y dinteles que reflejaban una rica ornamentación. El suelo de piedra blanca y losa del mismo color. Todo lo llevaba hasta unos tiempos pasados, unos donde él podría haber gobernado ese Mundo con todo su poder y al lado de Hailey pero se contuvo, cerrando los ojos, sintiendo que esa oportunidad se había esfumado. Su Guadaña era sostenida con fuerza, haciendo pequeños golpes contra la superficie y más por el movimiento al caminar por esos extensos pasillos. Veía que estaban iluminados por unas lámparas de gas y otras contaban con antorchas, a la manera Griega Antigua y Romana pero, por algún motivo, al ver a los "Plagados" que custodiaban el lugar, le daba un asco total. Esbozó un gesto de repugnancia al ver a esos "Subhumanos" allí, "contaminando" el lugar con ese asquerosa "Naturaleza" depravada, sin ningún orden más que el de sus más bajos instintos. Al sostener su Guadaña, deseaba acabar con ellos pero se contuvo, no valía la pena.

- Ah, llegaste justo a tiempo, Scott.- Le habló una voz extranjera, se volteó y vio que Roy Casagrande estaba allí.

- Ni siquiera te conozco, ¿quién carajo eres?.- Le cuestionó el joven filipino-coreano con frialdad.

- Eh, guarda con lo que dices, que yo no soy ningún pendejo con el que puedas meterte o tratarlo mal, ¿oíste?.- Le advirtió, dando un paso al frente.

- Hmm, como si me fuera a importar que alguien como tú, reclutado por la escoria del Comandante "Venom" fuera a darme órdenes a mí.- Le espetó Scott, yendo por un camino bastante "pedregoso".

- Jajajaja.- Se río y de ahí, desde las Sombras, emergieron Dado y Dómino, portando unas Armaduras Negras con las representaciones de Géminis en ambas.

- ¿Problemas con este estúpido, Jefe?.- Preguntó el primero.

- ¿Quiere que le demos su merecido?.- Añadió el segundo, haciéndose tronar los nudillos.

- Entre los otros tres le haremos sufrir y en especial para que recuerde su posición hacia nosotros, como los "Caballeros Heréticos".- Sostuvo Roy Casagrande, lanzándose al combate con los gemelos.

- ¡Imbéciles!.- Bramó Scott, alzando una mano en el aire y con la otra empuñaba su Guadaña Dorada. Ésta brilló bajo la luz de las antorchas, un fulgor anaranjado con tintes rojos como la sangre emergió junto a un viento huracanado que tomó por sorpresa a Roy, Dado y Dómino.

- ¡¿Qué?!.- Se preguntó el chico de la Familia Casagrande, mientras que sentía que sus pulmones eran "vaciados" por aquella misteriosa fuerza.

- ¡¿Así que yo soy "un pelele"?! ¡Les demostraré de lo que soy capa!.- El chico invocó un poderoso ataque que tomó forma en su mano libre, "fusionando" con la espada hasta adquirir una tonalidad gélida y que terminó por arrojar contra el piso.- ¡SUCUMBAN ANTE "LOS NUEVE ANILLOS DE LOS METEOROS"!.- Lanzó su ofensiva contra los tres, conformando una especie de "bombardeo" con su poder, sumido bajo su autoridad y provocando que un determinado número de esos "proyectiles", impactara de lleno contra Roy y los Gemelos, quienes cayeron contra el piso, abatidos.

El mexicano lo miró con odio, apretando los dientes con fuerza ante ese momento y más cuando, todavía, humeaba a más no poder por la última explosión que lo dejó allí. ¿Qué podía hacer?. Miró a su alrededor, tratando de hallar algún flanco débil pero la "Guadaña" fue empuñada por Scott, quien le llegó, casi, a decapitar con su filo y provocando que Roy debiera evadirlo cuanto antes.

- ¡JEFE!.- Corrieron los Gemelos Dado y Dómino en su ayuda.

- ¡No interfieran, insectos!.- Bramó Scott, atacándolos con sus "Meteoros", provocando que ambos recibieron una docena de impactos en sus cuerpos. De no haber sido porque sus Armaduras les protegieron, habrían perecido pero, aún así, el ataque fue rotundo y llevó a que ambos chicos quedaran heridos y sin posibilidad de levantarse.

- ¡No! ¡Dado, Dómino!.- Gritó Roy con preocupación al ver a sus amigos y Guardaespaldas yacer heridos contra el piso. Uno de ellos intentó ponerse de pie pero Scott lo pisó con fuerza contra el suelo.

- ¿Qué dije?. Las cucarachas como ustedes se deben quedar entre la inmundicia.- Les espetó con frialdad y eso llevó a que el chico de México sintiera aún más odio, por lo que, destruyeron ese ataque, se lanzó en picada contra él.

- ¡"EXPLOSIÓN DE GALAXIAS"!.- Le lanzó Roy al otro pero éste la esquivó y dirigió un nuevo puñetazo que impactó, esta vez, contra el pecho de éste, provocando que volara y diera contra el suelo, perdiendo la consciencia.

Scott, una vez cumplida su parte, se quitó la sangre de encima y les dedicó una mirada de desprecio. Podía ver a Dómino queriendo ponerse de pie para enfrentarlo pero, al final, terminó cediendo, perdiendo el control de su cuerpo y de ahí terminaba al lado de su hermano gemelo. No les dirigió ni una sola palabra, solo con esa expresión gélida era más que suficiente para destacar quién era el que tenía el control sobre sus decisiones, por lo que, iniciando su retirada, el chico de Filipinas-Corea del Sur se dirigió hacia los pasillos y se perdió en sus oscuros y fríos sitios de desolación.

- Vaya, vaya.- Apareció UnAnne, acompañada por sus dos amigas.

- No me jodas, pendeja.- Le advirtió Roy, poniéndose de pie con dificultad.

- Hmmm, como si me fuera a importar tu estado. Lo tuyo era no provocarlo y tienes un problema, Roy: Eres demasiado orgullos como para querer enfrentarte a alguien quien domina, a la perfección, ese Pecado Capital. Tú no lo tienes. Aún cuando te digas que posees Orgullo, en realidad, lo que te mueve a ti es la Vanidad. Piensas que todos están a tu merced. Pobre imbécil.- Se burló la tailandesa-americana con burla, llevando a que el chico quisiera atacarla pero ésta empleó su poder de la Naturaleza y formó una capa de hierbas venenosas que la protegieron hasta que desapareció.

- ¡¿Por qué mejor no peleas como es debido, cobarde?!.- Bramó el chico de México, harto de tanta palabrería barata.

- Porque...- Se acercó UnSasha hasta él.- Si el "Ídolo" lo quiere, podríamos estar degollándote junto a tus amigos subnormales pero los necesitamos, así que guarda silencio, no cuestiones o te las verás con nosotras.- Advirtió la joven rubia alterna.

UnMarcy no les dirigió ni una sola palabra. Simplemente continuó su camino, alejándose con sus dos amigas de esa zona, sabiendo muy bien lo que tenían que hacer para cuando llegaran los intrusos. Roy las miró, apretando los puños con fuerza, recomponiéndose de esa paliza y de ahí fue a ayudar a Dado y Dómino para que pudieran volver a levantarse.

- Gracias, Jefe.- Agradeció el primero de los gemelos.- No pudimos hacer nada por usted. Lo sentimos.

- No, no digas tonterías, Dado. Tú y tu hermano dieron una buena pelea. Estos pendejos hijos de puta de los "Herejes" se piensan que pueden doblegarnos a nosotros, que lo intenten. Ya lo verán. Les seguiremos sus reglas pero, cuando llegue el momento, conocerán nuestra furia.- Prometió Roy, mientras que, cambiando de escena, se podía ver a las tres amigas alterna conversar sobre los próximos pasos a seguir en el plan de conquista.

- Al parecer.- Alegó, finalmente, UnMarcy, quitándose, por un breve lapso de tiempo, su máscara de Oxígeno, lanzando, desde su interior, una nube de vapores tóxicos, mostrando un rostro completamente pálido como un cadáver y unos ojos de color rojo como la sangre, al igual que las demás.- Parece ser que nuestros "amigos", aquellos que el tarado de Cristian reclutó, son una buena utilidad pero, a la vez, comparten la debilidad misma. No saben lo que les espera.

- La debilidad que comparten es la que los apega a los suyos, en especial Roy.- Admitió UnSasha, meneando la cabeza.- Solo necesitamos a verdaderos Guerreros como lo es Scott. El resto, como lo fue el Comandante "Venom", solamente fueron "Carne de Cañón" así que vamos a ver qué pueden hacer contra nuestras huestes. Pronto las lanzaremos contra los otros Mundos y...- Anunció ella pero, de golpe, se detuvo al escuchar los pasos de UnLiale, el cual llegaba hasta ellas.- 

- Me disculpo.- Hizo cual reverencia ante ellas, a pesar de su posición como "Príncipe Imperial". Se mostró congraciante y tranquilo pero, en el fondo, se ocultaba un monstruo, al igual que sus otros hermanos, aquellos cuatro que fueron capaces de destruir lo que su padre y madre habían forjado, al igual que los demás.- Pero tenemos un "pequeño" problema.- Informó, llevando a que las chicas alzaran una ceja.

- ¿Cuál es?.- Inquirió UnMarcy.

El joven desplegó un Orbe de Tierra Negra a su alrededor, mostrando una imagen de lo que parecía ser las ruinas de una urbe, una, en la cual y antiguamente, había sido un Paraíso para la gente y más por sus playas y demás geografía, ahora no era más que un páramo desierto, sin vida, yermo. El viento que azotaba aquella extensa superficie polvorienta y que solo el cantar de las almas asesinadas eran la única "Prueba de Vida" que quedaba. En un momento dado, UnLiale señaló a un numeroso grupo de personas allí reunidas junto a una chica de Hawai, la cual parecía estar en un estado catatónico, callada y abrazada a sus rodillas.

UnAnne frunció el ceño y miró con odio hacia su versión No-Corrupta al igual que sus amigas.

- Vaya, se nota que no me transformé en lo que soy ahora.- Dijo, meneando la cabeza.- No importa. Le haré sufrir cuando mate a su "Segunda Familia".- Prometió, esbozando una sonrisa malvada.

- No vayas tan rápido, amiga.- Oyeron la voz de UnNatasha Jr y UnLiale, quienes aparecieron ante ellas, saliendo desde las sombras y las aguas de ese sitio.

- Oh, pero si parece que hay algunas ratas que han conseguido llegar hasta aquí.- Observó UnLuckacs, en especial a su rival No-Corrupto.- Increíble que este malnacido siga en pie después de matar a Adán. 

- Nos sacó un problema de encima.- Recordó UnHilda aquella pelea que vieron desde su Mundo.- Jajajaja, patético: Mucho ruido y pocas nueces como para caer de la peor manera.- Remarcó aquella aventurera corrompida, mientras que reflejaba un aura de pura maldad, habiendo llegado su influencia maldita hasta la "Isla de las Hadas".- 

- ¿Y qué hacemos con ellos ahora?. Scott dio pelea pero, al parecer, no pudo porque sus sentimientos hacia Hailey le han impedido cumplir con su misión.- Quiso saber UnLuz junto a su pareja.

- Yo dejaría que vengan a nosotros y así tenderles una trampa.- Propuso UnGus.

- Hmmm, no es una mala idea, pero ¿y perdernos toda la diversión?.- Cuestionó UnWillow, quien venía con UnHunter.- ¡Ya lo tengo!.- Lanzó una risa malvada y peligrosa, reflejando, muy bien, el brillo en sus ojo.- Déjenme ir hasta allí para acabar con ellos.-

- No, ya peleaste contra la Willow Original y casi te mata porque te metiste con su Hunter.- Le advirtió UnAmity a ella.- No vale la pena que te sacrifiques por una tontería.

- ¡¿Qué?!.- La pregunta que UnWillow hizo llevó a que el suelo temblara, emergieran enormes zarcillos y plantas corruptas, mientras que su furia crecía a más no poder.- ¡¿Piensas que soy aquella a la que Boscha y sus amigas de mierda pisoteaban?!.- Bramó, desafiante y cuando se ponía así no había un Dios que la parara.

- Solamente te estoy aconsejando de que cometas una locura. Contra tus emociones. Si te dices ser, como todos nosotros, los "Herederos de las UnLouds", entonces no cometas errores ni tampoco te dejes llevar por tus sentimientos que intenten nublar tu vista. Concéntrate en el objetivo y triunfarás, Willow.- Apuntó la peli morada alterna, cruzada de brazos, llevando a que ésta se calmara.- Muy bien, entonces, ¿cuál es el plan?.

- Paciencia, paciencia: Veamos si consiguen avanzar por la "Carretera de los Universos Condenados".- Sugirió UnNatasha Jr, sosteniendo aquel Orbe de Tierra Negra de su hermano menor.- Jejejeje, no saben lo que ansío por entrar en combate pero, si queremos ganar, hay que debilitarlos y de la peor manera.- Apuntó con maldad pura en su corazón.- Todo por nuestro "Ídolo". Por Nega.- 

- ¡Por Nega!.- Exclamaron los demás, dando a entender su lealtad que tenían hacia aquel chico.

- Entonces.- Anunció UnHilda, quien formaba parte de aquella "Mesa Redonda".- Con nuestros enemigos, ¿qué hacemos?. Deberíamos atacarlos.- Sugirió pero UnAnne levantó una mano en el aire, calmando las dudas.

- Descuida, lo mismo los demás, ya he enviado una "Fuerza de Combate" que se hará cargo de hacerles frente. Si lo consiguen, aunque sea mantenerlos a raya, los atacaremos sin piedad.- Prometió la tailandesa-americana corrupta.

De golpe, el "Orbe de Tierra Negra" que sostenía UnLiale comenzó a brillar intensamente, emitiendo una serie de fulgores pálidos con tonos blancuzcos, mostrando dos zonas donde estaban avanzando otros enemigos que no se los esperaban.

- ¿Eh?.- UnLiale levantó una ceja en esos momentos.

- ¿De dónde han salido estos infelices?.- Quiso saber UnLuz, mirando con frialdad a aquellos que veía como "Inferiores".- No me esperaba de que pudieran cruzar el "Portal".

Se trataban de una chica de cabello plateado, lucía una Armadura Celestial" y venía acompañada por una nutrida "Fuerza de Combate" mientras que el otro, un Híbrido entre Humano y "Hellhound" se abría camino para alcanzar el rastro donde estaban sus enemigos.

- Me parece que hay competencia.- Anunció UnLuckacs.- Ufff, cómo odio que nos quieran arruinar la diversión.- Meneó la cabeza y luego observó el Trono donde estaba el cuerpo de Nega.- Tenemos que adelantar nuestro plan de traerlo a la vida: Daremos por comenzado el "Ritual" ahora mismo.

- Bien dicho.- Le dijo UnNatasha Jr.- ¡Enciendan el "Reloj de Fuego"!.- Ordenó y desde una torre comenzaron a aparecer varias Llamas alrededor de dicho artefacto, el cual tenía los Símbolos de cada uno de ellos.- Será mejor que pongas en marcha tu máquina que has creado, hermano. La vamos a necesitar.- Le indicó al citado, quien mostró esa sonrisa malvada en su rostro.

- Con placer.- Respondió el citado, desapareciendo entre la Oscuridad y dirigiéndose para traer la citada y prepararla para que entrara en operaciones.

- Que Scott también se prepare junto a Roy y los dos tarados que le acompañan: Empieza la guerra.- Anunció UnSasha a los presentes, llevando a que se fueran alistando para cumplir con su cometido.

Mientras que UnMarcy traía a varios "Cultistas", quienes elevaron plegarias y oraciones para el "Ídolo" y uno de ellos traía la "Flecha Dorada" que el Comandante "Venom" empuñó consigo, ésta fue colocada sobre una especie de "Altar", en donde se combinaba el poder de la Ciencia con la Magia, llegando a lanzar las primeras columnas de Energías Divinas hacia el cuerpo del joven albino alterno. 

En aquel momento, alzándose desde ese "Altar", una serie de gélidas emanaciones que aferraban el Poder Divino de Alexander eran succionadas y lanzadas hacia el "Ídolo" allí entronizado. Sentado, muerto, quizás en coma, nadie sabía cómo describir un acontecimiento como ese, salvo por los que estaban allí y no habían perdido su sentido de la razón. Sin embargo, desde el exterior, llegaban los gritos de aquellos más fanáticos que se ofrecían como sacrificio para ser inmolados en las hogueras y demás Altares construidos, donde encapuchados de negro les atravesaban el pecho con afiladas dagas, extrayendo el corazón, todavía palpitando y con sus víctimas en plena agonía, donde lo devoraban como fieras salvajes. Aquello podía ser descrito, por cualquiera con uso de la palabra y estando en la realidad, como un acto de salvajismo puro, donde no faltaban las alabanzas y gritos a favor de ese chico albino.

Locura tras enfermedad, plaga y pestes, siendo observados por Scott Denoga desde uno de los pisos de aquel Santuario, estando en su habitación, pero se dio la vuelta, asqueado, cerrando las cortinas y caminando hasta su cama para pensar acerca de lo ocurrido.

- "Hailey tuvo suerte de que ese malnacido de Rob y su gente llegaran a tiempo para rescatarla pero no se las pondré tan fácil. Además, ¿se piensan que yo voy a arrodillarme ante un parásito como Nega?. Están equivocados: Yo soy una Autoridad del Pecado del Orgullo, no fue él quien me lo otorgó, aunque se parecía a Nega, tal vez era alguien que tomó su forma. Si, puede ser verdad aquello. Como ha sucedido a lo largo de la Historia, como en la Mitología Griega".- Pensó el filipino-coreano, reflexionando acerca de los acontecimientos ocurridos y con la esperanza de poder acabar con sus rivales cuanto antes. Miró su Guadaña, la había limpiado de aquella sangre derramada pero, todavía, juraba verla manchadas y goteando. Respiró hondo. No tenía tiempo para ser un patético Ser Humano que sentía pena por los que mató, ahora tenía que tomar cartas en el asunto, por lo que, poniéndose de pie, partió para el Pasillo Central.

Volviendo con Rob y el "Equipo Super Driver Nexus", después de su primera batalla contra aquellos enemigos, los cuales estaban desde el interior de aquel túnel hasta el exterior, desperdigados por doquier tras el duro enfrentamiento dado, habían tomado la decisión de descansar unos minutos antes de continuar con su avance, ya que Hailey Banks estaba con ellos después de rescatarla de aquel enemigo, alguien en quien ella tenía confianza, tuvo de amigo pero que no supo jugar bien sus cartas en el destino y luego lo precipitó hacia su caída. La pobre parecía estar en un "Estado Catatónico", no decía nada, estaba paralizada, se abrazaba a sus piernas y estaba dura, congelada, helada como una estatua, mientras que tenía la mirada perdida.

- Hailey.- Rompió Rob su silencio y se agachó.- ¿Qué pasó? ¿Qué es lo que ha ocurrido acá?. Vamos, decime. Esto es serio, amiga. El "Multiverso" corre un serio peligro, ¿entendes?. Tenemos que detener a esta gente cuanto antes.- Le decía pero ella no parecía responder a sus llamados. En un momento dado, la chica de Hawai se puso de pie, temblando, casi al borde del llanto pero conteniéndolo cuando observó la devastación de su Mundo, la ciudad a la que había amado y que la vio crecer, ahora no era más que un montón de ruinas, muerte y sangre por doquier. Se sintió mal, quería vomitar, por lo que fue corriendo hasta alejarse unos 20 metros del grupo, yendo para expulsar aquellas toxinas en un agujero cercano en las calles.

- ¡¿Qué pasó?!.- Corrió Tulip hacia donde estaban Rob y Saturnino, quienes auxiliaron a la pobre chica de lentes.- Esperen, denle esto.- Tomó de su mochila un termo cargado con un jugo que se había preparado para el viaje.- Le puse un poco de azúcar, debe de tener bajo sus niveles en la sangre.

- Gracias, Tulip, sos un "Pan de Dios".- Le agradeció Rob y le tendió el contenido a la otra, haciéndole sentar en unas ruinas cercanas.- ¡"Príncipes Imperiales"!.- Llamó el citado a los cuatro hermanos, quienes llegaron hasta él.

- ¿Cuáles son tus órdenes, amigo?.- Preguntó Liale, cargando su MG-44 consigo.

- Establezcan un "Perímetro de Seguridad" por esta zona. Vigilen los Cuatro Puntos Cardinales, ¿quién sabe si esos hijos de puta nos están vigilando?.- Pidió el peli negro, llevando a que apuntara hacia las ruinas de unos edificios cercanos.- 

- No estaremos mucho tiempo acá.- Miró Saturnino con seriedad el sitio.- En cuanto se recupere Hailey, seguimos el camino.

- Descuiden.- Oyeron la voz de Hailey, quien se estaba recuperando de lo sucedido, volvía a su color natural y con ello le devolvía el vaso del termo a Tulip, poniéndose de pie con un poco de dificultad.

- No, no, debes descansar.- Le aconsejó Luz, quien estaba cerca de ella.

- Aún así, necesito ir...y detener a Scott o...lo que es que reemplazó a mi amigo. Alguien en quien quería, confiaba y todo pero que no supe cómo hacer frente a mis emociones, rompiendo su corazón y yo terminé siendo la que condené a mi Mundo a este "Armagedón" mucho peor del que había visto en esa visión del Futuro.- La hawaiana se mostraba apenada, le costaba creer que ella fuera la responsable de semejante acto, a pesar de sus buenas acciones que intentó llevar a cabo, con el fin de salvar a su hogar de la debacle.

- Al menos no causaste un genocidio como hizo cierta rubia que decidió destruir la Magia.- Rob se cruzó de brazos y le dio su apoyo.

- Igual, es peor, porque traicioné la confianza y el corazón de Scott, Rob.- Hailey se puso de pie, sintiéndose molesta consigo misma.- ¡Yo lo convertí en lo que es ahora! ¡En un monstruo, alguien que dice identificarse con el Pecado Capital del Orgullo: Scott jamás haría una cosa así pero alguien lo tentó, lo llevó a convertirse en lo que es!. Antes me ayudaba, incluso cuando selló ese Pacto pero ahora es un peligro, ¡miren lo que ha hecho! ¡Mató a todos los que amaba, incluso a mi familia y yo...yo...!....Yo...- No pudo seguir, estaba quebrada y para cuando cerró los ojos, el peso de sus acciones cayó, profundamente, en ella, causando que comenzara a llorar, siendo abrazada por Rob en aquel momento tan duro.

- Pobre.- Miró Willow a la chica.- Se siente culpable de lo que no es, aún cuando comparte ese sentimiento por su amigo. ¿Quién sabe lo que puede uno causar cuando sus deseos se convierten, quizás, en avaricia?.- Remarcó la chica de lentes. Hunter se hallaba a su lado, dándole a Flapjack una parte de un sándwich que se había armado cuando oyó a su novia hablar.- Lo que podemos hacer, al final, si no lo controlamos, terminamos causando una desgracia. Yo...Yo me pregunto qué pudo haber llevado a aquella Willow Alterna se corrompiera de esa manera. ¿Será que así es cómo uno no sabe cómo enfrentar sus problemas, se termina convirtiendo en lo que odió ser?.

- No, Willow, no digas eso.- Escuchó el rubio pálido las palabras de la chica.

- Pero es la verdad, Hunter.- Ella se giró, teniendo los ojos empapados por las lágrimas.- ¿Y si esa Willow que se corrompió fue porque no supo cómo hacer frente a los peligros o porque Boscha la lastimó a más no poder?.- Se preguntaba, por lo que el chico la abrazó con fuerza.

- ¿Recuerdas el día de la Batalla del Lago Congelado, cuando yo destruí aquella capa de hielo para salvarlos de las huestes de Newtopia?. Bueno, tú, a pesar de que fui el enemigo, me sacaste de las gélidas aguas, salvaste mi vida. Pudiste haberme dejado morir pero tú tienes algo que esa UnWillow o como quiera llamarse no tiene y es que tú tienes un corazón tan grande y de oro. Uno que no dejaría que nadie resulte lastimado.- Le habló, haciendo énfasis en los recuerdos del Pasado, poniendo su mano por los cabellos de la chica.- No digas eso. Tú nunca serás como esa corrupta. Nunca. Ni tú, ni Gus, Luz, Amity, yo, nadie. Jamás.- Continuó hablándole, secando las lágrimas de la chica en aquel momento, mientras que ambos compartían un fuerte abrazo.

- Al parecer vamos a movernos de aquí y continuar hasta dar con el enemigo.- Sostuvo Gus en ese momento, hallándose con Liale, quien montaba guardia con el moreno experto en "Ilusiones.- 

- ¿Tú tienes un camino por el cual debamos tomar?.- Preguntó el "Príncipe Imperial" peli blanco-plateado, sosteniendo su MP40 en su poder.

- Tengo uno, puede que sea el que buscamos o no. Hay una fuerte concentración de Magia pero es una que supera a que nosotros usamos. No es como la de las "Islas Hirvientes", la de Hilda o la de ustedes.- El moreno alzó la vista y se lo veía serio.- Hay algo que no me gusta de este "Multiverso Olvidado", Liale. Es como si la misma Atmósfera fuera a aplastarnos, como si nos estuvieran esperando para atacarnos.

- No estás errado.- Le respaldó el hermano menor de Lúckacs, Natasha Jr y Liena.- Yo también lo siento.

- Y no solo eso, sino que, también, presiento que tendremos otros enfrentamientos, además de los que vamos a tener con aquellas versiones corruptas.- Alertó el moreno en ese momento.- Siento que ese Silva Hound y la Teniente Lute pueden estar tras nosotros.

- ¿Tú crees?. Pero si les dimos una feroz paliza.- Liale se quedó pensativo y recapacitó.- Puede ser que tengas razón, esos dos son insaciables, saben muy bien lo que quieren: Lúckacs mató a Adán y todos nosotros le dimos una paliza a Silva Hound que nunca olvidará.- Sostuvo con una mano en su mentón.

- Por eso deberíamos tener cuidado, borrar nuestras huellas, quizás, pero...No, no vale la pena. Ellos pueden rastrearnos y...- Lanzó un suspiro y se sentó al lado de su amigo.- Liale, ¿tú crees que esto será diferente?. A ti y a tus hermanos los noto muy serios, casi callados...Con excepción de Liena, quien se ve tranquila.- Apuntó hacia la rubia blanquecina, todavía llevando el cosplay de "Sakura Card Captor", mientras que recogía unas flores que habían sobrevivido y las ponía a salvo.-

- "A Saturnino le interesarán".- Pensaba ella, mientras que el peli naranja la miraba desde otro punto.- "Yo quisiera que supieras cuánto extraño tu presencia aquí y no, no me atrevo, es que sí te veo no sé qué decir. ¿Por qué? ¿Por qué?. Quiero volar contigo por el Cielo, te daré mi amor, solo a ti, quiero volar. Yo te atrapo, tú me atapas para siempre. Lo que quieras puedes pedirme. Me querrás, lo sé, es solo cuestión de tiempo. Yo te esperaré y no te dejaré porque te amo, te amo, Mi Amor. ¡Eres el mejor!".- Cantaba ella su canción favorita, llegando hasta los oídos del amigo de Rob. Éste estaba un tanto alejado del peli negro, oyéndola, sintiendo esa presión en su corazón, casi al borde de querer decirle algo, hablar con ella, recordando aquel baile que habían tenido, en medio de la Batalla del World Trade Center, donde acabaron con un gran número de Mercenarios de "Los Cuervos Errantes" y "Los Plagados" pero, ahora, aquel peli naranja sentía algo en el fondo de su corazón, una especie de sentimiento de temor, de angustia tanto por ella como por Natasha Jr.

- Satu.- Le llamó Rob a él.- ¿Qué te pasa?.- Quiso saber, mientras que Hailey estaba con éste.- ¿Estás bien, che? ¿Qué tenes?.

- Nada. No es nada, Rob.- Respondió el joven pero éste, notando que tenía unas lágrimas en sus ojos, no quiso meterse en el asunto.

- Che, si queres ir con ella, anda, vos tranqui. No te persigas.- Le animó, sabiendo muy bien lo que se refería el otro, dándole la vía libre para que fuera hasta Liena, por lo que el joven asintió y fue hasta ella, quitándose las lágrimas de encima.

Caminó en silencio, siendo observado por los demás hasta alcanzar la zona en donde la "Princesa Imperial" cosplayer estaba recogiendo flores y dándoles agua a las zonas que se hallaban desérticas, logrando hacer reverdecer el sitio.

- Perfecto, así me gusta.- Decía ella con tranquilidad en su voz cuando, de golpe, una sombra cubrió la Luz del Sol y desde un sector de la calle que estaba levantada, pudo ver la figura de aquel chico que la estaba mirando.- Oh, Satu, ¿pasó algo?.-

- Tranquila, todo está bien. Vine a ver si necesitabas algo.- Respondió el citado, pegando un salto pero ella fue más rápida y lo atrapó en sus brazos.- Gracias.

- ¿En serio?. Te noto algo asustado, nervioso, ¿tienes miedo a algo?. No tienes por qué preocuparte, yo te protegeré, igual que como hicimos en Sarajevo contra los "Plagados", a los cuales les dimos su merecido.- Decía ella con inocencia y ternura, reflejando que no se dejaba aplastar por ningún enemigo, llegando hasta los oídos del peli naranja, el cual se dio la vuelta, con los ojos empapándose con sus lágrimas.- ¿Satu? ¡Satu! ¡¿Qué pasó?! ¡¿Qué tienes?!.

- Nada. No es nada, Liena, tranquila.- Respondió con una sonrisa calmada, secándose las mismas en ese momento, dejando esa "Mentira Blanca" pero no se escapaba de la percepción de la rubia blanquecina.- Tú tranquila, sé que lograremos acabar con esto, recuperar la Esencia Divina de Alexander y volver a Sarajevo con un gran Triunfo.- Prometió el joven, dando unos pasos hacia adelante, siendo observado por ella pero, en esa distancia que mantuvo, él sintió una horrible sensación en su pecho, como si su Magia le estuviera advirtiendo de algo que podía llegar a pasar y que sería devastador para todos.

[Con este capítulo y los últimos diez que nos quedan, les aviso que todo se irá volviendo más difícil para el "Equipo Super Driver Nexus". No solo los miedos de Saturnino son los únicos allí presentes, sino mucho más y encima están en territorio enemigo. 

Nada bueno les deparará allí. Solo una feroz guerra en camino.

Mando saludos y agradecimientos para MoisesMorocoimaShadow-FanFicsMrR199eltíorob95 y los demás seguidores.

Cuídense, amigos y será hasta el capítulo que viene.

Buen Martes de mi parte.].







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