Capítulo III: Enemigos de otro Mundo
Capítulo III: Enemigos de otro Mundo
Flashbacks:
Las almas de los difuntos, según la creencia de las distintas religiones de cada país, van hacia el Paraíso, mientras que los que cometieron terribles Pecados tienen el Infierno, reservado para los que son "Pecados Mortales", aquellos que corrompen el espíritu de la persona y los "Veniales" son para los que van al "Purgatorio" para expiarlos, limpiarse de esa desgracia y así tener la entrada al Paraíso. Para los Pecadores que llevaron a cabo atrocidades espantosas, el Infierno está reservado para ellos, donde sufrirán una Eternidad de dolor, tormentos y sufrimientos a cada momento que pasen allí, a manos de los Demonios, mientras que los que esperan limpiarse de los "Pecados Veniales", iban esperando todo el tiempo que tuvieran consigo para cumplir su objetivo. Para aquel que había sido uno de los más peligrosos de toda la vida, alguien desprovisto de todo tipo de moralidad y respeto, un verdadero monstruo en la Tierra, se hallaba allí, tirado contra el piso, su cuerpo exánime, inerte, sin posibilidad de moverse, su alma que sufría todo el peso de sus acciones, torturado por "Carceleros" invisibles que azotaban su espíritu hasta el final de los tiempos. Un respiro, no, nada de eso, tampoco había alguien que pudiera auxiliarlo: Estaba como el Rey Edipo de Tebas después de morir en combate y cuyo cuerpo no recibiera sepultura por haber sido una desgracia para aquella ciudad tan importante.
Insepulto, quedando allí tirado hasta que alguien lo recogió, sacándolo de su miseria y de ahí era llevado en los brazos de esa persona como si fuera Cristo después de la Pasión en la Cruz, su muerte y siendo llevado hasta el "Santo Sepulcro" hasta la Resurrección en el "Domingo de Pascuas".
Por allí era transportado, en medio de una devastada urbe, donde las antiguas banderas estaban descoloridas, secas, rasgadas, como si un animal les hubiera dado un zarpazo, entre escombros y demás símbolos destruidos, oxidados, convertidos en mera chatarra, sangre seca contra las paredes, ya coagulada desde hacía un buen tiempo, siendo ese el sitio por donde era llevado como un "Ídolo".
Aclamaciones en medio de un mar de esqueletos, gente que había recientemente ejecutada por esas masas enardecidas, los edificios no eran más que un montón de ruinas, abandonados desde hacía años, reducidos a una mera montaña de escombros. Los Cielos, aquel Firmamento, la "Bóveda Celeste", ya no era lo que fue antes, sino un manto de nieblas y nubes de color plata, metal y gris cubrían al mismo, impidiendo que los rayos se reflejaran. En algunas partes, las tonalidades variaban de un naranja a un rojo sangre, como si hubiera ocurrido algún tipo de matanza en las alturas. Los cuerpos en descomposición de los asesinos, muchos de ellos con uniforme militar, se pudrían a la vera del camino, siendo carroña de los buitres y de bandas armadas dedicadas a esa clase de profanaciones.
Los Cementerios, el "Campo Santo" donde los cuerpos de los fallecidos descansaban eternamente, tampoco se salvaron de la desgracia, donde grupos de delincuentes y desquiciados mentales irrumpieron con sus vehículos y motos, destruyendo monumentos, cenotafios, saqueando tumbas y mausoleos, tirando los cuerpos y ataúdes por doquier para robarse todo lo que fuera de valor, incluso las inscripciones grabadas en oro, plata y bronce.
Una auténtica "Pesadilla" a la Luz del Día, una completa locura donde solo podía describirse aquello que se cerní ante sus ojos, mientras que aquel cuerpo era paseado en los brazos de una persona que lo sostenía entre sus manos, mostrándolo, igual que cuando había muerto el Emperador Marco Aurelio de Roma al ser llevado a Roma por sus Legionarios después de haber caído víctima de una enfermedad. La gente que salía de entre los escombros, campamentos improvisados levantados en el interior de los edificios, mientras que lucían ropas hechas con pieles o los uniformes de los caídos, portando armas, tanto de fuego como fabricadas por ellos mismos, coches y otros medios de transporte que traían consigo, mientras que dejaban toda clase de "actividades".
Sumidos en una completa locura. Los podías ver cometer toda clase de desmanes, atrocidades que las palabras que no servirían para nada en la descripción misma del concepto y hasta incluso llevaría, en ciertos casos, a cuestionarse, incluso para uno mismo, lo que significaba, realmente, el término locura, demencia, desenfreno. Si Dios había castigado a Sodoma y Gomorra por sus atrocidades, reduciéndola a cenizas y solo dejando a aquellos que eran fieles a su Palabra para que se fueran, entonces ese Mundo estaba alejado de la mano del propio Creador.
Quizás la avaricia misma, en el corazón de los Humanos, había llevado a ellos a cometer atrocidades tan espantosas que eran imposible de describir o que permitieran dar a entender, desde cualquier plano e incluso en el intelectual, ya que era un Mundo devastado, muerto, así pero ¿en qué forma?.
El cuerpo de aquel caído, con una herida profunda en su pecho, justo a la altura del corazón, como si alguna Espada le hubiera atravesado dicha zona. Lo que parecía haber sido una Armadura, ahora no era más que polvo y cenizas a su alrededor, sostenido, únicamente, por sus ropas que consistían en una camisa naranja, jeans "Levis" azules, zapatilla blancas y lo que más llamaba la atención de todos: Una bufanda sobre su cuello. Aquel misterioso "Recién Llegado" fue transportado hasta detenerse frente a las ruinas de un vasto edificio con características Aristocráticas, Realeza Pura y perdida en el tiempo, en medio de un Mundo consumido por causas desconocidas, por el momento.
Quizás un "Cataclismo Nuclear" o alguna Peste fuera la causante de haber diezmado a la población, destruido todo rastro de progreso y orden junto a las leyes, convirtiendo a la gente en monstruos, seres desprovistos de todo tipo de compasión e incluso que actuaban como bestias. No se los podía comparar con los animales ya que estos eran más inteligentes, pero éstos eran todo lo contrario en las acciones que cometían, muchas de ellas horrorosas, desprovistas de todo tipo de Lógica o Racionamiento.
Desde uno de los pisos de aquel edificio, alguien observaba al recién llegado, sosteniendo una copa con vino, luciendo ropas Aristocráticas, de colores violeta, negro y rojos como la propia Sangre derramada. Lo miró y con un levantamiento de cabeza, salió al exterior, notando que un grupo de sus "Guardias Imperiales" vigilaban al que llegaba, sosteniendo el cuerpo del caído y de ahí lo alzaba, por lo que los presentes se arrodillaron ante los citados.
- ¿Qué es todo esto?.- Preguntó el personaje de ropas Aristocráticas y de ahí sus ojos se agrandaron como platos. Pronto, el que llevaba el cuerpo del caído, encapuchado hasta el final, lo levantó ante todos los presentes, llevando a que la gente se arrodillara, igual que los Peregrinos cuando llegaban a un Santuario para alabar y lanzar sus Plegarias ante algún Santo y Mártir del Cristianismo.
Los ojos del que vio ese cuerpo no paraban de salir del asombro. Se sentía atraído y más cuando, desde las profundidades del vasto edificio, una serie de figuras sombrías, ojos rojos brillantes como las Llamas del Infierno, emergieron y fueron hasta donde se encontraban. Una de ellas, morena, castaña y ojos negros, vestida como si se tratara de algún Emperador, con capa blanca, detalles marrones, botas oscuras y una Máscara Dorada con Cuernos, donde solo se podían ver aquellos orbes resplandecientes de un color sangriento, pudo percibir aquello que manaba desde el difunto.
- Después de tanto tiempo, ¿no creen?.- Preguntó la figura con voz femenina, pasando su mano enguantada sobre el rostro del difunto.- Después de años, quizás habrán sido Siglos o quién sabe pero al fin lo pudimos hallar. Pobre de ti, chico. ¿Qué te hicieron?.- Acarició al joven y de ahí pudo ver la herida en su pecho, meneando la cabeza.- Vamos a tener que prepararlo para cuando llegue el gran momento, ¿no creen?.
- Necesitaremos de Aliados, gente capaz de cumplir con la misión.- Habló otra chica con Armadura y un Casco que le cubría el rostro por completo, solamente viéndose sus cabellos rubios con mechones.
- Hmmmm.- Murmuró una tercera femenina, ésta iba con una especie de túnica con capa y capucha junto a una máscara anti-gas con unos inyectores que desprendían una serie de vapores venenosos, además de tener rasgos Orientales, más bien de China y Taiwán.- Me parece que tendríamos que esperar. Uno no sabe qué clase de peligros puede haber.
- Solo conocemos una forma pero aquellas que estaban, antes que nosotras, las que conocían ese poder consigo, ya no están en este Mundo ni en los otros.- Argumentó la que era castaña y llevaba una especie de uniforme escolar cubierto por placas con musgos y líquenes junto a unas hojas secas en su cabeza y cabellos.
Un chico de cabellos castaños, rasgos Orientales, cabello cortado al estilo "Cyberpunk Edgerunners", una serie de líneas negras confluían por su rostro y sus ojos, cubiertos por unos lentes de Sol negros, al igual que sus ropas, salvo por una camisa y corbata color vino, se hallaba acompañado por una muchacha de su misma etnia y cabellos pero con toques picudos que le llegaban hasta la nuca y conformaban dicha forma así como también unos ojos biónicos con detalles plateados al estilo "rejillas".
- Si es tan fácil, ¿por qué no lo llevamos a cabo el plan? ¿O es que somos unas gallinas?.- Preguntó el muchacho, haciéndose tronar los nudillos y mostrando una expresión desafiante.
- Paciencia: Solo hace falta buscarnos unos cuantos Aliados. Gente que sepa con quién trabajar y que nunca cuestionarían al Amo, siendo unos perros muy obedientes que no se atreverían a preguntar de por qué les vuelve a lanzar la rama para que la recojan.- Dijo la chica con atuendos imperiales.- Una lástima que hayan ciertas "personas" que no supieron admirar este poder que recibimos pero se "entiende". Quizás, con unas buenas "sesiones", ellos lo logren entender. Paciencia, solo eso se pide.-
Dicho y hecho, todo el lugar quedó sumido en la Oscuridad más profunda.
Fin del Flashbacks:
Volviendo para el Multiverso, en Trollberg, Hilda y sus amigos vivían una nueva aventura en los bosques y colinas, disfrutando del aire fresco así como también se podía decir lo mismo de Molly con Scratch, Libby, Andrea y los Hermanos Chen en Brighton.
- Vaya, uno sabe qué clase de aventuras puede tener. Nadie sabe qué es lo que le puede deparar el camino hacia el Futuro y más cuando se crece.- Señaló la chica castaña, contemplando las maravillas de la Naturaleza, el resplandor del Sol sobre uno de los lagos, cual brillante como Perlas de una Corona, se reflejaba en la superficie.
- Tú lo has dicho.- Le respaldó David, tomado de la mano de Jaeden, su Marra de coletas rubias.
Aún, con las aventuras que ellos vivían, por su parte, en el Universo donde se encontraba Lutza, ésta se hallaba acompañada por su hermano, Nathaniel Jr, por un lugar repleto de edificios. Se trataba de una instalación de la OTAN abandonada y dentro del "Imperio del Este" de su Mundo y en el cual emergieron cientos de enemigos, estando ella armada con un M-16 modificado y su hermano traía consigo una AK-47, entregada por los Oficiales Imperiales, por lo que ambos se quedaron mirando a los oponentes.
- Tienes los ovarios bien grandes como para venir junto a tu hermano y querer darnos pelea.- Le dijo uno de ellos, tirando su cigarrillo de marihuana contra las botas de la joven rubia.
- Hmmm, espero que sepan que esta mierda está prohibida aquí y ustedes, ratas cancerosas, se encuentran en los dominios de los "Emperadores del Este".- Advirtió ella, sacándole el seguro a su fusil y apuntó.- Les daré 5 putos segundos para que se vayan corriendo de aquí, con las manos en el culo y llorando como las putitas que son, antes de que les llene de Plomo.- Sentenció pero solo hubo risas y comenzó el ataque.- Bueno, bueno, hermanito, parece que hoy corre sangre.
- Jejejeje, no sabes lo que tanto he ansiado por esto.- Pidió el chico rubio, desatando una feroz balacera contra todo lo que se moviera, oyéndose como huesos y carne eran desgarrados por la metralla, ráfagas enteras de las mismas atravesaban los cuerpos de los oponentes hasta que no fueran más que coladeras por donde la sangre corría sin parar, a borbotones, empapando el suelo y las paredes, mientras que ambos hermanos no dejaban de tirar hasta que, en pocos minutos, no quedaron más que un sendero de cadáveres y el aire impregnado por una mezcla entre la pólvora y la sangre.
Pronto, Nathaniel Jr se colgó su AK-47 en el hombro y sonrió, no sin antes apagar, con la punta de sus zapatos negros, el porro que aquel desgraciado había tirado frente a su hermana y quien yacía en el piso, agonizando, por lo que le encañonó con el arma de fuego.
- Vaya, pero miren a quién tenemos aquí: Al "Señor Cancelador y Funador". Se nota que hoy no era tu día de suerte.- Advirtió el chico rubio, ejerciendo presión contra el citado, quien trataba de respirar.- ¿Qué debería hacer contigo?.
- ¿Por qué, mejor, no me la chupas, putito?.- Preguntó con burla pero eso llevó a que el "Príncipe Imperial" le propinara una patada contra costado izquierdo y gritara del dolor.
- Menudo hipócrita saliste: Supuestamente defiendes a aquellos que quieres pero, al final, no eres más que un falso, un mentiroso. Patético como los "SWJ" que mamá ejecutó, empaló, decapitó, ahorcó y fusiló sin piedad alguna.- Sentenció Nathaniel Jr y de ahí su mano comenzó a cubrirse con su Magia de Escarcha.- Vuelvo a hacer la misma pregunta: ¿Te mato ahora, con un tiro o convierto tu vida en un Infierno de Hielo?.- Preguntó pero, al no obtener respuesta, decidió ir por la prima opción.- Jajajaja, buen viaje al Infierno. Saluda a todos los "intelectuales" que matamos nosotros. Falsos como la mayoría.- Apuntó y de ahí vino el disparo final.- Regresemos a casa, hermana, que aquí ya le diremos a nuestra gente para que vengan y ocupen este sitio. Es un buen lugar para que sea una estación de radar y Aeródromo.
- Tú lo has dicho.- Le apoyó Lutza y partieron de allí.
Lutza Ivanisevic-Loud, hija de Alexandra y Loni, era una de esas chicas que no era como cualquiera que se encontrara en el camino, tratándose de una persona "delicada". Todo lo contrario: Ella, desde temprana edad, demostró tener una gran pasión por el arte militar, igual que su madre y al cumplir los 14 años ingresó en la "Academia Militar Imperial" de Sarajevo, donde se graduó con honores y recibiendo el rango de Teniente Primera pero también había despertado el uso de la "Luz Sagrada" y la Magia de las Sombras del "Vacío", cosa que, al principio, le costó controlar, en especial con el segundo tipo ya que, en comparación con su contra-parte masculina, Lúckacs, la chica rubia y "Princesa Imperial" podía oír las voces de los "Dioses Antiguos" que intentaban descontrolarla hasta que, un buen día, ella se impuso pero no fue la única en obtener una habilidad así: Su hermano, Nathaniel Jr, había despertado la "Magia de Escarcha" y con ello habían unido sus fuerzas, no solo en lazos sanguíneos de hermandad, sino también de auténtica Camaradería, desatando un sin fin de terror en las filas de los enemigos del "Imperio del Este" que se querían interponer en su avance.
De cabello rubio, de parte de su padre, ojos rojo-escarlata como su madre, atributos prominentes y cintura esbelta era lo que la caracterizaba a ella como su hermano, aunque la distinción era la vestimenta: Mientras la primera lucía su uniforme de Oficial, gabardina "Hugo Boss" negra, gorra de plato con el Águila Imperial, el Fénix y la "Calavera de la Totenkoph", las condecoraciones, guantes y botas de montar, su hermano iba más por llevar una camisa blanca con corbata negra, saco y zapatos del mismo color con unas hebillas doradas y azules que representaban, en cada una de ellas, las Constelaciones y Signos del Zodiaco, además de traer, casi siempre, una katana que su Madrina Demetria Ginovaeff-Yoshikage le había dado cuando cumplió la mayoría de edad, mientras que su hermana cargaba su preciado fusil "Mauser K98" con el cual empleaba para matar a sus enemigos.
Mientras tanto, en el "Windows of the World, ubicado en la "Torre Norte" del "WTC" de Sarajevo, allí se encontraban Alexander y Leni acompañando a Rob y Saturnino, desayunando tranquilamente, aunque, la diferencia era que el peli negro comía con un gran apetito mientras que era observado por su amigo peli naranja y los "Emperadores del Este". El primero se tuvo que tapar los ojos, pedirle a uno de los mozos si le podría traer un café y de ahí Rob alzó la cabeza para añadir otro.
- Y también una fuente más de panqueques, Master.- Le pidió y con ello miró a la pareja, lanzando un eructo, antes, así como también se limpiaba con una servilleta, sin prestarle atención a las demás personas que desayunaban tranquilamente.- Bueno, che, tampoco es para tanto. No se hagan los "Fifi".
- Rob, por favor, controlate, que estamos en un lugar privilegiado y puede que sea la última vez que entremos acá.- Intervino Saturnino para que demostrara tener un poco de Sentido Común y modales.
- Tampoco es para tanto, Satu. Vos tranqui. Fuma tranquilo, como dicen los argentinos o mejor: Tómatelo con soda.- Le tranquilizó su amigo peli negro, poniendo una mano en el pecho del otro. Luego se dirigió hacia la pareja.- Leni, Bosnio, no saben lo mucho que me alegra de poder pasar un ratito con ustedes acá.
- No es nada, amigo y tampoco nos debes agradecer por ella.- Señaló la Emperatriz de cabello rubio.- Veo que tenían hambre. Menos mal que se me ocurrió esta idea de venir aquí. Alex siempre me trae a este lugar, después de terminar con nuestro trabajo, nos damos un descanso. También venimos con los chicos. A ellos les encanta estar aquí.- Contaba Leni en esos momentos.
- Ohh, cariño, haces que me sonroje.- Sostuvo Alexander, tomándola, suavemente de las manos y besándola.- Para mí es un honor venir aquí contigo. Además, tú lo has dicho: La vista es espléndida.- Extendió una mano y se pudo apreciar toda la Capital Imperial en su vasta extensión. Luego de ello, lanzando un suspiro, contempló, a lo lejos, uno de los Monumentos a la Familia Ivanisevic.- Aunque hay días en los que me hubiera gustado que ellos estuvieran aquí.- Dijo, con cierto tono de pesar, mientras tomaba su taza de café y le daba unos pequeños giros con el líquido en su interior.
Aquello llamó la atención de Rob, justo cuando llegaba uno de los mozos con el pedido y lo depositaba con el café para Saturnino.
- Gracias, che. Toma una propina de mi parte.- Le extendió un billete pero no era el del "Imperio del Este".- Emmm, che, Satu, ¿tenes algún "Marco Imperial"?.
- No me dijiste que trajera, bolu.- Respondió el peli naranja.
- Uhhh, la concha de la lora.- Bufó Rob y miró al joven mozo.- ¿Aceptan "Guaraní"?. Es la Moneda del Paraguay.- Preguntó y le dejó un billete de unos 10.0000, cosa que llamó la atención del joven, encogido de hombros y aceptándolo.- ¡Pero qué buen servicio!.
- Jejejejeje, Rob, de hecho ese chico te entendió a la perfección y te lo dejó pasar pero, para la próxima, solo trae "Marcos Imperiales".- Río Leni tras darle ese consejo. Acto seguido, la muchacha dirigió su mirada hacia su marido, quien miraba para afuera y luego a la taza de café que sostenía.- Ohhh, Mi Amor, ¿estás bien? ¿Te pasa algo?.
- Si, Bosnio, habías hablado de que les hubiera gustado, a los tuyos, poder estar acá y ver todo desde aquí.- Comentó Rob.- Se nota que los extrañas.
- ¿Cómo olvidarlos a ellos, amigo?. Aunque me pasa algún que otro día aleatorio, te lo juro, incluso antes de casarme con Leni, había noches en las que no dormía, donde no podía tener Paz, Rob: Por la noche, ella durmiendo tan tranquila, tan hermosa y serena, yo no podía. Te lo juro, era algo que me impedía ser feliz, Rob. En esas noches, los muertos ensangrentados de mis Camaradas Caídos en la "Guerra Nacionalista" me visitaban y eso era algo tan doloroso el saber que muchos de ellos, amigos míos, gente con la que nos entrenamos, con los que teníamos una relación de "Hermanos de Trinchera" y que fuimos al combate, ya no están más en este Mundo. Lo mismo con mi familia.- Meneó la cabeza, cerrando los ojos, recordando todos esos momentos cuando, sintiendo las manos de Leni sobre las suyas, un calor de ella le hizo volver a recuperarse.-
- Pero lo conseguiste y eso es lo que vale: Pudiste cerrar el Pasado, aún cuando tengas momentos de nostalgia, no hace nada de malo en recordarlos, porque siempre vivirán en ti, en tu corazón y alma.- Dijo ella con suma tranquilidad y sonriéndole.- Sé que fue duro pero, ahora, tenemos al Futuro desde aquí, en el Presente y eso es lo que importa.- Al decir aquello, su marido abrió los ojos y respiró hondo, mirándola con ternura en los ojos, así como también dándole un dulce beso en los labios.
- Awwwww.- Los observó Rob.- Y además de ello, tenes cuatro hermosos hijos a los cuales queremos mucho, Alex.- Remarcó y eso llevó a que el joven peli blanco-plateado asintiera con la cabeza sobre ese punto.-
- Sí, sobre todo en la personalidad.- Añadió Saturnino.- Mira a Lúckacs, por ejemplo, quien me dejó quemaduras de Tercer Grado porque, la última vez, durante la Fiesta de Halloween y por el cumple de Natasha, estaba vestido de Tanya Von Degurechaff y yo pensaba que era una chica nueva.- Mostró el peli naranja las quemaduras, todavía, en su pecho y espalda.- Luego suma a la Viktoriya rubia y Banshee que no para de comerse los chocolates que me traigo.
- Jajajajaja, awwww, Naty es así: Heredó el amor por los chocolate como mis hermanas.- Río Leni sobre ese punto a favor de su hija.- Lo mismo Liena. ¿Sabías que ellas piensan hacer de Rem y Ram de "Re Zero" para un evento junto a Lúckacs y Liale?.- Contó ella.- Mira, aquí hay unas fotos de ambas. Es para el Orfanato de Sarajevo, donde los niños lo han pedido, antes de ser adoptados.
- Me gustaría ver eso. Brindo por ellos, amigos y...- Justo en aquel momento, un "Portal" se abrió, directamente, frente a ellos y desde su interior surgieron un grupo de Agentes vestidos con camisa blanca, corbata, pantalones y zapatos negros. Éstos se detuvieron, ante la mirada y posición de alerta de los "Guardias de Seguridad" que custodiaban ese sector, cuando, de golpe, los recién llegados dejaron pasar a una chica de cabellos castaños, cola de caballo, lucía una bata de laboratorio, pantalones caqui, camisa verde oliva y zapatos marrones. Era de origen nipón-americana y le acompañaba un hombre joven, castaño, parecido al personaje Marty McFly de la Trilogía de "Volver al Futuro" y vestía camisa blanca, saco con pantalones azul oscuro, al igual que sus zapatos y corbata negra.
Rob levantó una mano, los "Guardias de Seguridad" se detuvieron y de ahí el peli negro interdimensional se puso de pie, siendo acompañado por Saturnino.
- Bosnio, Leni, ustedes sigan tranqui. Yo voy a ver qué quieren estos panchos, ¿sí?.- Pidió y caminó hacia los presentes.
- De acuerdo, amigo pero no te luzcas tanto.- Le aconsejó la esposa de Alexander, tomando la mano de su marido y de ahí el "Príncipe del Desmadre" se volteó, guiñó el ojo y llevó la calma.
Pronto, al estar cara a cara con los recién llegados, teniendo a la científica japonesa-americana mirándolo con seriedad, mientras que su novio le guiñaba el ojo y lo saludaba con un choque de cinco, Rob se detuvo para hablar con ella.
- ¿Qué pasó, qué pasó, qué pasó?. Vamos ay.- Habló éste.- ¿Qué tal estás, Reagan Ridley, Waifu Bonita y Preciosa?.- Preguntó y le tomó de las manos, sin darle tiempo a ella para darle un beso en los labios.
Aunque aquello duró unos segundos, la chica empleó una "Pistola Taser", la cual le produjo una feroz descarga al chico y de ahí quedó contra el piso, siendo agarrado por sus Agentes.
- ¡Quiero ver a mi abogado, quiero ver a mi abogado!.- Pedía, mientras que lo arrastraban, al estar debilitado.- ¡Satu, deciles eso! ¡Insisto: Quiero ver a mi abogado! ¡Yo no me robé ningún secreto de ustedes, manga de giles!.- Al decir aquello, le volvió a guiñar un ojo a Reagan.
- Siempre con el mismo "Modus Operandi".- Se lamentó la castaña, mirando hacia arriba y lanzando un suspiro. Luego se giró hacia los "Emperadores del Este".- Su Majestad.- Saludó a ambos con respeto.
- Hola, Reagan. Les mandamos saludos a tu padre.- Dijo Leni a ella, convidándole a ella y Brett Hand un poco de café con galletas de chocolate.- ¿Qué tal, Brett?
- Me alegra verlos, amigos y descuiden, Rob solo está actuando. Nada de qué preocuparse.- Llevó la calma la chica, mientras que disfrutaba de ese momento.-
- Solo queremos tener una pequeña charla. Nada más y no hay de qué preocuparse.- Llevó Brett la calma a la pareja.
Alexander miró a ambos, pensando que, no hacía poco tiempo atrás, habían sido enemigos durante la "Cruzada del Santo Grial" y ahora las cosas habían cambiado. En medio de sus pensamientos, un "Guardia de Seguridad" se acercó hasta él para susurrarle algo.
- El Teniente Coronel Dimitri Sasha Ginovaeff-Yoshikage ha pedido hablar con ustedes, Mi Lord.- Informó el citado, por lo que Alexander asintió con la cabeza, dando el aviso de que viniera su amigo y "Hermano Menor", casado con Luna, una de las hermanas de Leni, para ver de qué se trataba el asunto de la charla.
Una vez que Reagan y Brett hubieran tomado ese pequeño descanso con posterior refrigerio, se despidieron de los "Emperadores del Este" y se dirigieron hacia el "Portal".
[Y aquí, como dije, es donde, poco a poco, comienza a dirigirse esta historia hacia la "Parte Central".
Nos vemos en el capítulo que viene, amigos. Mando saludos y agradecimientos para todos ustedes y que tengan un buen día de mi parte, Camaradas.].
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