Intervalo
Intervalo:
Lo había visto, había sido testigo de la incompetencia y la negligencia. Una operación que debía ser extremadamente cuidadosa, bien planificada y con todos los recursos puestos sobre la "Mesa de Apuestas"...todo terminando en la basura. Meneó la cabeza, se hallaba sentado en una silla y viendo el fracaso de "Cognito". Maldecía el momento en el que tuvo que reclutarlos. Eran una panda de inútiles que se la pasaban perdiendo, no podían hacer frente a un simple grupo de enemigos. Luchaban y acababan derrotados. La última derrota, en la Batalla de París, había colmado su paciencia, por lo que Jacob se puso de pie y miró a "El Coleccionista"; quien se hallaba flotando en el aire y jugando con un balero que llevaba consigo.
Se puso de pie y caminó de un lado para el otro. Volvió la mirada hacia el "Orbe". Sus enemigos se hallaban en aquella limusina, moviéndose a toda velocidad para el Noroeste de Francia, atravesando la autopista que unía París con Soissons, cosa que no les tomaría más que unas simples horas, en términos de la Tierra, para alcanzar su objetivo. Le invadió un profundo odio y golpeó la mesa con todas sus fuerzas.
- No tienes por qué ponerte así, Jacob.- Le habló aquel niño albino.- Las cosas pueden fallar, pero eso no significa que vayamos a perder, todavía.- Auguró pero el joven de lentes permanecía callado.
- Fue un error. Un estúpido error el haber contratado a esos retrasados mentales de "Cognito". Esta última derrota, la de París, me ha hecho abrir los ojos, darme cuenta de que, sin importar qué tan buenos sean, son unos completos inútiles a la hora de enfrentar al enemigo: Reagan, una que pasó de ser la líder para querer darle caza a ese que llaman Rob, Glenn Dolphman, mucho "Super Soldado" pero terminó siendo aplastado, en reiteradas ocasiones, por Lúckacs, incluso Myc y Andre, Gigi, Dios, perder contra una chica que domina el Agua, ¡son una manga de tarados, hijos de puta!.- Sentenció y golpeó la mesa, nuevamente, con todas sus fuerzas.
El niño le miró y pasó sus manos alrededor de su rostro, flotando y tratando de adivinar aquello que le molestaba. Pensó y de ahí tuvo una idea. Desapareció un instante y volvió con aquel Frasco, en cuyo interior bullía poder, reverberaba algo que hipnotizaba a Jacob hasta el punto de que quería saber qué era. Extendió una mano y, por un momento, lo pudo sentir.
- ¿Sabes quién es esta masa que parece Alquitrán?.- Preguntó "El Coleccionista".
- Por un momento...tuve...tuve la impresión de conocerlo más a fondo, saber quién era él...Solo veía a una persona imponente, llena de poder, ataviada con una Máscara Dorada y unos ojos que brillaban de un color azul gélido pero...hasta ahí...además de que tenía una especie de capa blanca...y hasta ahí.- Relató el joven peli negro, agarrándose la cabeza por los mareos sufridos.
- Exacto: Lo que viste era al Emperador Belos de las "Islas Hirvientes", ahora ya no existe y te daré una explicación: Murió a manos de "Darcy", la amiga de Anne Boounchuy que fue poseída por "El Núcleo" hasta que fue rescatada pero, ahora, él ya no existe, ya que ella lo mató atravesando su pecho, por lo que no tenemos de qué preocuparnos pero su "Esencia" sigue aquí, era resguardado por esos idiotas de los "Aquelarres" como un homenaje y recuerdo hacia el hombre que los lideró pero, ahora, eso ya no existe, salvo por este líquido y nada más. Solo déjate poseer por él y obtendrás grandes poderes conmigo.- Refutó el niño, mientras que abría la tapa y unas corrientes de Magia iban saliendo, girando a su alrededor, igual que un tornado o un huracán, moviendo todo lo que se hallaba en la habitación.
Jacob lo dudó un instante: ¿Debía hacerlo? ¿Podían haber consecuencias?. Por un momento, sus ansias de poder y venganza fueron diluidas por aquel líquido, temía de que algo pudiera ocurrir, así que tomó un profundo respiro, extendió la mano y volcó el contenido contra el piso. No pasó nada hasta que unos segundos después, emergiendo como si fuera una especie de "Coloso" de la Mitología Griega, Romana, Celta o Nórdica, aquella viscosidad tomó características "Humanas" pero más bien parecidas a las de un Muerto saliendo de su tumba, casi sin carne, piel pálida, expuestos los huesos y ese color gélido en sus ojos. El ex-Curador de "Hills Grave" sintió pánico, quería escapar pero cuando esa masa fue adhiriéndose a su pie, fusionando carne, hueso, espíritu y poder entre él, "El Coleccionista" también se sumó a aquel "juego", mientras que el Humano gritaba del terror, se revolcaba contra el piso, sus ojos se ponían blancos y casi le salía espuma por la boca, debido a las contracciones musculares.
¿Cuánto pudo durar? ¿Qué clase de sufrimientos tuvo que padecer ese joven?. No lo sabía pero cuando la tempestad hubiera terminado, él se fue levantando, con mareos, cansancio, ganas de vomitar pero todo terminó por desaparecer en cuestión de segundos. Se miró en un espejo, ahora sus ojos brillaban de ese color, una Magia, un poder nunca antes visto, hervía y rezumbaba en su interior. Disparó un hechizo contra una puerta, la cual se destruyó y luego volvió a la normalidad, llevando a que éste se sintiera complacido.
- Bueno, ¿qué piensas de este regalo?.- Le preguntó el niño desde su mente.
- Que este ha sido el mejor de todos, algo que por fin voy a disfrutar pero antes, dime una cosa, ¿no crees que deberíamos engrosar las filas de nuestros Ejércitos con más gente?.- Respondió Jacob y aquella sonrisa siniestra se dibujó en su rostro.
- ¡Por supuesto que sí! ¡Ahora somos imparables y el "Multiverso" se arrodillará ante nosotros! ¡Y cuando tenga en mi poder a King, nadie nos podrá detener! ¡Nadie!.- Juró el joven, mientras que ambos se reían y desaparecían en una niebla profunda e impenetrable, dirigiéndose, como primer destino, a las "Islas Hirvientes".
En aquel sitio, los Cielos se nublaron, parecía que se venía una intensa tempestad clásica de esas tierras, la gente iba para sus hogares, los negocios cerraban pero en una de esas edificaciones, dos hombres se hallaban metiendo unas macetas que estaban afuera, tomando aire y floreciendo sin parar.
- Justo a tiempo.- Respiró el Señor Gilbert Park, quien cerró las ventanas y sus postigones junto a su pareja, Harvey, el cual colocó las macetas en un sitio seguro.
- Ufff, de la que se salvaron. Solo espero que Willow esté bien.- Pidió el hombre de tez morena y barba castaña, llevando a que su pareja le pusiera una mano en sus hombros.
- Tranquilo, ¿sí?. Ella sabe lo que hace, además, tiene a sus amigos y a Hunter, su novio. Pero...- En aquel momento, el hombre peli negro respiró hondo y miró una foto en la que estaban ellos dos junto a Willow cuando era pequeña, en un parque, sentada en una hamaca y ellos moviéndola, viéndola divertirse. No pudo contener unas lágrimas que bajaron de sus ojos por la emoción.- Crecen tan rápido...Era tan solo una niña cuando íbamos allí y ahora...ya es toda una jovencita valiente, fuerte y encima Capitana de su equipo...- Relató y fue Harvey quien le abrazó con fuerza.
- Tranquilo, sé que pasamos malos momentos cuando "El Núcleo" casi ataca las "Islas Hirvientes", temimos por Willow pero tú lo has dicho: Se ha vuelto alguien capaz, incluso de dar pelea contra un enemigo tan poderoso como lo fue el citado. Todo va a estar bien, te lo prometo.- Le juró el moreno, dándole un beso en la mejilla y los labios a su esposo, llevando a que se calmara.
- Tienes razón.- Sostuvo él y sonrió.- No sé por qué sentía miedo, ni que fuera a ocurrir algo malo de nuevo.- Añadió, encogiéndose de hombros pero cuando la felicidad estaba por imponerse, una misteriosa explosión de Magia hizo temblar a toda la Ciudad de Bonesborough.
Aquello parecía superar a lo normal que se vivía en aquellas tierras mágicas. La gente salió a sus casas, muchos temían de que fuera algo peor. Los niños abrazaban a sus padres, Harvey y Gilbert también se hallaban allí hasta que, de improvisto, una misteriosa "Oleada de Magia" color violeta, repleta de Estrellas y Planetas emergió desde aquella "Pared", dirigiéndose hacia las personas. Uno de ellos y luego varios más cayeron contra el piso, siendo cubiertos por dicho poder. Podían oír los gritos, ambos padres de Willow se horrorizaron cuando uno de los caídos se iba retorciendo, ante la mirada de las personas y de ahí se levantaba del suelo, moviéndose, contorsionándose de una manera sumamente pesadillezca.
Aquella "Oleada de Magia" no se detenía, iba avanzando, poco a poco, hasta llegar y cubrir toda la urbe. Gilbert y Harvey veían el pánico, el miedo en las personas que huían, en un vano intento por alcanzar alguna zona elevada o ir hacia los Bosques para ponerse a salvo. Los niños lloraban y sus padres los abrazaban. Para aquellos dos hombres, nada se podía hacer, ya que la "Ola" iba hacia ellos, cerrándose igual que un cerco enemigo, por lo que el moreno abrazó con fuerza a su pareja, protegiéndose ambos hasta el final.
Pronto, aquella luz los envolvió y los gritos fueron cesando.
Desde su "Puesto de Mando", Jacob-"El Coleccionista" contemplaron los resultados de aquel "experimento" realizado sobre las "Islas Hirvientes" pero el niño albino abrió más "Portales"; donde fue filtrando su Magia, cayendo sobre "Big City", envolviendo a sus habitantes, convirtiéndolos en sus "Sirvientes", incluyendo a Chip Whistler y otros tantos que no tuvieron la misma suerte.
- Je y pensar que el imbécil de Andrias casi salía victorioso con "El Núcleo" pero el estúpido cedió, comenzó a llorar como la puta cobarde que era porque había "roto su amistad del Pasado". Patético. Si quieres ganar, entonces debes obtenerlo por la fuerza, triunfar y aplastar al enemigo hasta que éste no pueda defenderse. Lo intentaste, Andrias, llegaste tan lejos como para fracasar.- Argumentó aquel joven de lentes, rezumbando aquel poder que no paraba de crecer, unidos ambos en una sola tarea.
- Y ahora, Mi Amigo, ya que yo cumplí con mi parte, ahora es tu turno: Vayamos por King, gobernemos el "Multiverso" sin nadie más que nosotros.- Fue el deseo que impuso el albino y Jacob asintió con la cabeza.
- Lo haremos pero, ¿qué pasará con esos imbéciles de "Cognito" y el "Equipo Super Driver Nexus"?.- Inquirió el joven de lentes.
- Descuida, pronto, cuando nuestros Ejércitos estén listos, les daremos su merecido.- Prometió aquel muchacho y de ahí desaparecieron sin más, poniendo rumbo hacia un punto que solo ellos conocían.
[Un Intervalo corto pero tenso. Ya no hay vuelta atrás en esto. Solo quedan 6 capítulos y la carrera contra el tiempo ha entrado en su fase decisiva.
Mando saludos y agradecimientos para shadowbellatrix, erickshakespare20089, eltíorob95 y los demás seguidores.
Cuídense, amigos y buen inicio de día Jueves de mi parte.].
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