Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo XX: Combates Callejeros (Parte II)

Capítulo XX: Combates Callejeros (Parte II)

https://youtu.be/zzfOlFLdsFA

- "No deis lo santo a los perros ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que los pisoteen y se vuelvan y os despedacen", "Mateo 7:6".- Recitó Alexander esa frase de la "Sagrada Biblia", teniendo ésta, de su religión, Cristiano Ortodoxa, sobre el escritorio de su Estudio y Biblioteca, acompañado por Leni y varios más a su lado. La cerró y miró al Sacerdote recién llegado, el Padre Kotomine Kirei, quien había arribado hacia poco.- El enemigo siempre se ha guiado por una vanidad al querer enfrentarnos, se creen que ellos pueden ser los "Héroes" de la historia pero están equivocados: Esa misma vanidad los conduce, en forma de "Pecado Capital", hacia la perdición. 

- Eso es lo que ha llevado a muchas civilizaciones al hundimiento, tal y como fue con los "Titanes".- Apuntó Kirei con aquella voz tan tranquila pero repleta de frialdad que podía congelar a cualquiera que se encontrara ante él.- Nadie puede salvarse de un destino como la muerte, a menos de que sea inmortal, como ustedes.

- En efecto y con ello están aquellos que solo se guían por la "capacidad" de ganar sin importar o medir las consecuencias de sus acciones. Por eso nuestros se han entrenado para cualquier enfrentamiento, al igual que hicieron sus amigos.- Continuó Leni, quien se hallaba sentada al lado de su marido.

Éste juntó sus manos, cerró los ojos y miró a aquellos Agentes que le traían información acerca del avance que estaba haciendo ellos en la Argentina.

- La última vez que estuvieron en la Ciudad de Buenos Aires, ellos fueron atacados por el "Señor X" y sus fuerzas para querer arrestarlos. Aún así, cometieron el error de no tomar las precauciones necesarias a la hora de enfrentar a nuestros hijos.- Dijo y adquirió su postura seria al respecto.- Ellos tienen su Elemento y han sido representados por cómo son, en especial la personalidad de ellos. Lúckacs es uno de esos, a pesar de que Natasha Jr, Liena y Liale tengan la parte buena y amable de mi querida esposa, también poseen, sobre todo ella y Lúckacs, la furia de los Ivanisevic, aquella que bulle y arde como un volcán, despertando esa furia que todos mis Ancestros han llevado consigo...¡Aquellos que se proclaman "Héroes" y son solo fanfarrones que buscan robarnos el "Santo Grial" no lo pienso permitir! ¡Si es necesario darles guerra a esos malditos, se hará como tiene que ser! ¡Y por eso confío en Mis Niños para que los hagan pedazos y derramen su Central impura contra el suelo!.- Exclamó, tomando las manos de su esposa, la cual se puso de pie.

- ¿Qué es lo que los mueve a ellos? ¿Por qué son así?.- Preguntó Kirei, interesado por aquella fuerza de voluntad que tenían los hijos de los "Emperadores del Este".

- El Espíritu Patriótico y el de proteger a aquellos que aman.- Respondió Leni al Sacerdote.- La Familia Ivanisevic, su "Primera Generación, contrajo matrimonio con mis Ancestros en el Siglo XVII en Escocia, cuando el Primer Duque Alek Ivanisevic se casó con Lenaria Loud, mientras que Boris, hermano del primero, contrajo nupcias con Lynngus Augustus y Vladislav Ginovaeff, amigo de Alek, se casó con Luna Marie Loud. De ahí hubo una unión entre las dos Casas Dinásticas, ya que los Paleólogo se habían unido con los Ivanisevic a mitad del Siglo XVI.- Contó esa historia familiar.- El Secreto del "Santo Grial" ha estado en esta familia desde un largo tiempo y esto es solo el principio. Si lo hallamos, será un gran paso para la Humanidad y será llevado aquí, la Capital Imperial, Sarajevo.

- Ya veo.- Comprendió Kirei esas palabras y de ahí miró al matrimonio.- Por lo que tengo entendido, Tohsaka Rin y Archer ya han llegado a Buenos Aires. Han sentido la presencia de un combate contra el enemigo. ¿Acaso será que ellos también desean el "Grial" o no es más que una simple cortina de humo para algo más?.- Cuestionó el proceder de los beligerantes del otro bando.

- Nadie lo sabe, Padre. Solo puedo decirle que esto no se zanjará con una simple retirada. Habrá sangre.- Advirtió Alexander, teniendo confianza en que sus hijos y amigos lo conseguirían.- Si tienen que destruir cualquier rastro, incluso un papel, una carta o un auto, lo hacen sin rechistar. No son máquinas, son seres humanos con inmortalidad pero siguen siendo lo citado. No existe, en la Tierra, gente que pueda autoproclamarse como Dioses cuando solo están repletos de falsedades. Lo que destruyó a Roma no fue el Paganismo, ni tampoco el Cristianismo, aunque sí cometieron el terrible error de destruir la Biblioteca de Hipatia de Alejandría, así como también matarla y quemar sus obras. El crimen del Emperador Teodosio I El Grande fue llevar la ignorancia, empleando al Cristianismo como un arma. Usted es un Sacerdote Católico, Padre Kotomine Kirei, yo soy Cristiano Ortodoxo y Leni es Protestante. Aquí, el error de todas las "Guerras de Religión", no fue el bando al que pertenecías, sino de que el poder político fue lo influyó en todo. La gente no sabe cómo manejarlo, se dejan corromper y lo usan para lastimar a los demás. Pero aquí, en el "Imperio del Este", tal y como mi hermana Natasha me dijo hace un largo tiempo atrás: "Siempre deben haber un Emperador y una Emperatriz para que gobiernen juntos y en equilibrio".- Concluyó con aquella frase del Pasado.

Kotomine permaneció callado, juntó sus manos y miró a su alrededor. La Biblia Ortodoxa que Alexander tenía sobre su escritorio estaba cerrada pero pudo atestiguar un "Marca-Páginas" en la página citada. Su mano derecha fue hasta el mentón y de ahí se quedó pensativo acerca de lo que podría suceder de ahora en adelante.

Volviendo para el Parque General Las Heras, la gente que pasaba por allí salió y otros prefirieron quedarse con el fin de ver esa pelea que estaba por desatarse. Varios fueron testigos de los golpes que aquel rubio dirigió contra esos agentes y esa provocación, la llamada al combate, llevó a que muchos comenzaran a grabarlo todo con sus celulares. 

Reagan, por su parte, estaba viendo cómo su plan estaba quebrándose en cuestión de segundos. Una mala maniobra ocasionó aquello, tres agentes suyos estaban heridos y recibían tratamiento para parar el sangrado que estaban teniendo. A su vez, Brett no podía creer que un solo chico estuviera desafiando a sus más experimentados hombres y mujeres en una lucha de todos contra uno pero eso no era lo que le inquietaba, sino algo más. Bajo sus pies, misteriosamente, sentía un calor nunca antes visto, parecía como si el suelo y el pavimento hirvieran a más no poder. Los Cielos, poco a poco y desde el Oeste, se iban cubriendo de espesas nubes, un frente de ráfagas con viento del Sur, frío, surcaba y se dirigía hacia ellos, mientras que Rin y Archer estaban a dos cuadras pero ya sentían lo que se estaba acercando.

- ¡Archer, allí!.- Señaló a una concentración de personas.- ¿Serán idiotas?. Si se quedan allí, se convertirán en víctimas.- Alegó con seriedad.

- No, es que sean idiotas, sino de que se sienten atraídos por la esencia del combate. Alguien debe de estar allí, esperando para pelear.- Apuntó el joven peli blanco, cosa de que, al momento de decirlo, varias personas atacaron a la vez.

https://youtu.be/bSHJy7fLhNY

Los agentes se lanzaron al ataque. Lúckacs los esperaba allí, de pie, tranquilo, mientras que éstos iban a puño limpio, cosa que le gustó que siguieran las "Reglas del Juego". En un momento dado, el primero de ellos se adelantó y estuvo por golpearlo, cosa que fue detenido por el rubio imperial, quien le agarró del brazo, alzándolo y tirándolo contra tres de sus compañeros, los cuales fueron arrojados hacia atrás, tirando a otros dos que venían como "Refuerzo". Inmediatamente, éste miró a los que venían por el flanco izquierdo. Eran cinco, por lo que atacó al primero de ellos, el más cercano, consiguiendo darle un puñetazo en el estómago, sacando todo el aire de su interior y de ahí le agarraba de la cabeza, dándole un rodillazo en medio de la boca, tirándole varios dientes que volaron, junto a la sangre, en cámara lenta.

- ¡¿Quién demonios es ese tipo?! ¡Está masacrando a nuestras fuerzas!.- Exclamó Andre, horrorizado, viendo que no había formado de parar a aquel combatiente.- ¡Reagan!.-

- ¡Esperen!.- Pidió la científica castaña, tomando su computadora portátil y de ahí estaba intentando buscando información del responsable.

- ¡Jajajaa, mira a Lúckacs, Satu, mira cómo los está haciendo concha!.- Se reía Rob al ver ese combate.

Un segundo enemigo fue hacia atrás, listo para apuñalar al "Príncipe Imperial" y consiguió hacerle una herida cortante en la mejilla izquierda, debajo del ojo pero éste, al tantearse la sangre caliente, sonrió y sus ojos pasaron a un color dorado, tomando al rival por el cuello, alzándolo y de ahí lo tiró contra las rejas del Parque General Las Heras, derribándolas y cayendo por donde estaban las personas paseando a los perros. Varios de sus colegas fueron en su auxilio mientras que el rubio se pasaba un dedo sobre la herida, sintiendo el gusto metálico de su sangre.

- ¡Jajajajajajajaja!.- Estalló de la risa el chico, mirando a sus contrincantes, los cuales yacían  heridos, sin posibilidad de ponerse de pie por los golpes recibidos. Sus amigos estaban impresionados, sobre todo sus hermanos y Hilda con sus amigos. La niña lo animaba y él se giró para verlos, estando tranquilo y de ahí curaba su herida con el "Forjadolor Mo'arg".- ¡¿Eso es todo lo que tienen?! ¡Encima atacando por la espalda!.- Se burló éste pero mostrando sus respetos.

- Esperen, ya lo tengo. Es...- Justo en aquel momento, la computadora de Reagan se vio afectada por un misterioso Fuego Verde que la tomó por sorpresa, tirándola y protegiéndose de una explosión.- ¡¿Qué?!.- Se preguntó y a lo lejos vio a cierto peli negro, siendo éste el responsable del ataque.- ¡Tú!.- Lo reconoció.- ¡Yo te conozco!.

- Reagan, ¿estás bien, amiga?.- Preguntó Gigi junto a ROBOTUS.

- Casi te mata esa explosión de tu computadora. Al parecer, pude rescatar los datos que buscabas.- Le informó aquel sujeto robótico de cabello naranja y siendo éste una versión del Presidente de los EEUU, quien desplegó un holograma, señalando la lista de personas.- Hmmm, vaya, parece ser que esa gente es sumamente "interesante" y aquí está.- Señaló a la persona responsable del incendio.

- A ver.- Pidió ella y de ahí lo pudo divisar. Tenía una orden de capturada en varios Mundos por los desastres causados y estaba acompañado por aquel peli naranja que era su amigo y compañero de viajes.- ¡ROB!.- Lo reconoció con rabia.- ¡Agentes, vayan tras ese maldito!.- Ordenó y de ahí, en medio del duelo, Lúckacs notó que alguien se acercaba para combatir contra él.

- ¿Así que eres un militar?.- Preguntó un sujeto híbrido entre Humano y Delfín, luciendo su uniforme de Oficial verde y las condecoraciones.- Bueno, yo también lo soy y has pateado a mis chicos como si nada. Ahora esto es más que personal.

- ¡Glenn, ¿qué haces?!.- Le llamó Brett pero éste se volteó para llevarle calma.

- Tú tranquilo, hijo, deja que yo me encargue de este infeliz de sexo dudoso.- Tranquilizó el "Super Soldado", haciéndose sonar los nudillos y de ahí se tomaba aquel líquido que Reagan le había dado.

- Uyyyyyy, carne fresca para el asador.- Oyó hablar a Lúckacs, quien se mostraba tranquilo pero había algo que inquietaba a los agentes heridos en el piso.-

- Glenn, no le prestes atención. Está...- Le advirtió uno de los suyos con el gesto de que se cuidara.

- Tiene que haber un modo de vencerlo.- Agregó otro, herido.

- El Tiempo y la Esperanza son una Ilusión.- Se burló Lúckacs de ellos.

- ¡BASTA! ¡DEJA DE DEPRIMIRNOS MÁS!.- Estalló uno de los Jefes, intentando ponerse de pie pero había algo que les impedía salir de allí, que drenaba sus fuerzas emocionales.

- Nadie puede escapar. El único consuelo, es el dulce alivio de la Muerte.- Apuntó Lúckacs, lanzando unas "Llamas Ígneas" que desaparecieron en el aire.

- ¡Agh, perfecto: Otro psicópata!.- Exclamó Glenn, mientras que el otro se reía, disfrutaba de su sufrimiento y de ahí atacó al rubio, dándole un golpe en el rostro. El cuerpo de Lúckacs retrocedió unos cuantos metros, derribando parte de los asientos de ladrillo y las rejas metálicas del Parque, volando escombros por doquier pero él se puso de pie. Glenn, por su parte, agarró una tubería de metal para dar el siguiente golpe.- Solo necesito darle con esto y todo terminará.- Sentenció y cargó contra el rubio.

En aquel momento,  al momento de dirigir su golpe, sintió que algo le impedía hacerlo. Notó que el rival se ponía de pie, mirándolo con aquellos ojos que habían cambiado al color dorado y de ahí inclinaba su cuello hacia un lado para verlo de frente.

- Glenn Dolphman.- Dio Lúckacs a conocer su nombre.

- ¡Habla, maldito Demonio!.- Exclamó éste, mientras que, sin darse cuenta, el suelo comenzaba a hervir bajo sus pies.

- He combatido contra los agentes que me lanzaron pero tú no has jugado limpio. Vi cómo te inyectaste un líquido te hizo volver a tu versión Humana. Je, qué patético: Destruir tu propia Naturaleza para volverte una "Amalgama", una vergüenza que ofende hasta tu mismo Yo.- Le dijo, señalando el frasco vacío y el cambio que había tenido.- Tú no eres un buen jugador, así que, por mi lado, abandona el duelo y vuelve a enfrentarme cuando estés listo. Si diriges ese golpe contra mí, todo intento de Probabilidad es nula, ya que, dentro de mi "Rango de Ataque", ¡está dentro del "Reino del Fuego" de Ragnaros!.- Exclamó pero eso no parecía surtir su efecto.- Intenta hacerme un rasguño, aún siendo el más pequeño de todos...¡Y CONOCERÁS EL PODER DEL "DEMONIO DEL DANUBIO"!.- Sentenció frente a él, quien, por un momento, lo pensó, creía que no sería una buena opción arriesgar todo pero, en aquel instante, trazó su golpe contra el rival, quien fue lanzado hacia atrás, ante la atenta mirada de sus amigos.

- ¿"Demonio del Danubio"?. No me hagas reír.- Se burló el "Super Soldado", mientras que los Cielos se habían cubierto por completo, bajo una gruesa capa de nubosidad y el Frente de Ráfagas que se hallaba arriba de sus cabezas, haciendo cambiar al Viento para el cuadrante Sur, llevando a que las copas de los árboles empezaran a moverse y volaran grandes cantidades de hojas amarillas, ocres y grises por las calles, arremolinándose, en algunos casos y lo mismo el polvo que había allí.

De golpe, una risa comenzó a percibirse desde donde se encontraba Lúckacs junto a la actividad eléctrica que se percibía en el ambiente.

- Jajajajajajaja.- Fue aquella risa gélida que llevó a que Glenn sintiera un profundo miedo, cambiando su paradigma de triunfador a uno completamente distinto.- Glenn Dolphman.- Oyó la voz del rubio, quien estaba bajo los efectos del "Fuego Vil" que recorría todo su cuerpo y el cambio de sus ojos bajo un color verde esmeralda brillante y que impresionó a más de uno.

¿De dónde venía aquello?. Notó que su oponente se estaba poniendo de pie, el viento iba aumentando en su velocidad, golpeando el suelo y de ahí desataba su vendaval sobre las hojas que salían volando por doquier, arremolinándose, llamando poderosamente la atención de la gente que estaba pasando por allí. Glenn observó a su rival ponerse de pie, haciendo sonar su cuello y el crujir de sus huesos junto a ese resplandor en sus ojos.

- ¡¿Qué?! ¡Te maldigo, hijo de puta! ¡¿Cómo es posible?! ¡Tú no eres más que un Peón del poder que llevas!.- Exclamó, totalmente equivocado.

- Fuiste un necio por creer que podías herirme así tan simple y que la dejara pasar. Jugaste sucio y encima de todo eres un hipócrita. Sin embargo, gracias a tu sueño oscuro de vencerme, no te has fijado en aquellos que están heridos y sufriendo en el suelo. Ahora mismo tú te has buscado el peor tormento: Sabrás de por qué me llaman "El Demonio del Danubio".-

- ¡Glenn, no te dejaré morir a manos de ese psicópata! ¡Atención a todos los agentes: Ataque Coordinado !.- Ordenó Reagan, utilizando su "Carta" de vital importancia para contener la derrota.

- No es Humano.- Advirtió ROBOTUS a la científica, analizando a aquel joven, viendo sus estadísticas y fuerza.- O sea, es pero no lo es a la vez, es como si hubiera sobrepasado los límites y fuera algo diferente. Lo mismo aquellos que lo acompañan junto a ese que llamas "Rob".

- ¿Qué quieres...decir?.- Preguntó la joven pero no pudo completar su oración. Tardó unos segundos en llevar la última palabra cuando vio un informe que aquel robot había elaborado, quedando sorprendida.- Dios...

- Lo sé y mira que carezco de las emociones Humanas pero, en este momento, estoy sintiendo terror: Glenn se va a enfrentar contra alguien que domina el Fuego en sus dos versiones. No podrá contra él y mira la temperatura del suelo. Por donde estamos parados, es normal y está bajando, producto del aire frío que viene desde ese Frente de Ráfagas pero, en donde están ese chico y Glenn está hirviendo, casi superando el umbral de lo permitido en la máxima. En simples palabras, él se encuentra parado en medio de un volcán a punto de erupcionar.- Espero que sepas dirigir este ataque. Si llegan a pisar esa zona, terminarán recogiendo las cenizas de los caídos.

Reagan lo pensó y fue entonces que hizo unas señas, dividiendo a sus fuerzas para que atacaran desde el Flanco Norte, manteniéndose fuera de donde se encontraban Lúckacs y Glenn, los cuales no se atacaban pero aquello era la calma previa a la tempestad.

- Esto no está bien.- Advirtió Hunter, quien presentía que algo estaba por ocurrir. De golpe, Flapjack le señaló el camino por donde venían avanzando varios grupos de agentes armados.

No lo pensó ni un segundo. Hizo y tomó determinación, blandiendo a su "Taliamigo" y de ahí corría para enfrentar al enemigo, justo cuando uno estaba por atacar a Willow. Al momento de lanzar una ráfaga de Magia contra el adversario, la chica de lentes reaccionó al mismo tiempo que su novio, haciendo crecer unas Raíces que emergieron desde el pavimento, arrojando a varios de ellos por los aires.

https://youtu.be/XGUy0__LJKw

- Que comience la joda.- Sentenció Rob, sintiendo que toda la estupidez e ignorancia de la Humanidad fluía por el piso hacia él, encendiendo, motivando y provocando un auténtico incremento en su poder, cubriendo sus puños de ese Fuego, mientras que Saturnino desplegaba a su "Taliamigo". Por su parte, Luz, Amity, Gus, Lilith, Eda, King, Hooty, en compañía de Molly, Scratch, Andrea, los Green y los demás se prepararon para el combate.

La Batalla de Recoleta había empezado.

[Bueno, se viene alto bardo en la zona más rica de la Capital Federal y este capítulo ha estado cargado de referencias.

Espero que les guste, Camaradas.

Mando saludos y agradecimientos para eltíorob95shadowbellatrix y los demás seguidores.

Cuídense y que tengan un buen comienzo de día Martes de mi parte.].


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro