Capítulo XIV: La Antigua Capital Visigoda
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Argentina, Año 1890, mes de Julio, para ser exactos, unas semanas antes del estallido de la "Revolución del Parque" que terminaría con el gobierno del Dr. Miguel Ángel Juárez Celman, cuñado del General Julio Argentino Roca y con quien hubo una gran bonanza económica hasta mitad de los Años 80 cuando la "Burbuja" explotó con la caída de la "Casa Baring Brothers" ubicada en Londres, Inglaterra.
La crisis económica y el plan de expulsar a su suegro del poder político y del "Partido Autonomista Nacional", por parte de Juárez Celman, lo llevarían a que pagara un precio muy caro junto a los mítines que oficiaban Leandro N. Alem y su gente de la futura "UCR", en ese momento "Unión Cívica" y que contaría con intelectuales, políticos y militares anti-fraude para enfrentar al aparato gubernamental.
Por las desiertas calles frías y lluviosas de aquel mes, una joven de cabello rubio y proveniente del Imperio Ruso iba caminando y acompañada por un muchacho de aquel país, quien vigilaba cada paso que daban y que no hubieran espías al acecho.
- ¿Vos sabes bien lo que vas a hacer, Camila?.- Preguntó el muchacho, quien traía consigo a un perrito callejero que había encontrado cerca de su casa y que ahora estaba bien alimentado, siendo fiel a su dueño y de que no tenía raza.
- Tranquilo, Joaquín, sé lo que significa esto, pero...- En ese momento, la joven rusa miró a los presentes y acarició un extraño marco con un misterioso contenido adentro. Pasó sus dedos y miró la fachada de un edificio ubicado en la Calle Cerrito, donde estaban colocando unas placas conmemorativas para varios intelectuales de aquel siglo.- Es un deber que la Familia Ivanisevic ha hecho y voy a cumplir. Esto solo lo podrán ver mis Sucesores.- Auguró y de ahí fue a hablar con los obreros, quienes recibieron un pago por sus servicios, colocaron el objeto dentro de una de las placas.- Allí permanecerá hasta que llegue el día en el que descubran la verdad: El "Santo Grial" debe permanecer oculto, tal y como lo hicieron los "Últimos Bizantinos" en el Siglo XVI cuando Nicolás Paleólogo halló el "Diario de Sir Percival".- Sostuvo con firmeza, mientras que Joaquín y el perrito, quien movía la cola, alegre, observaban como el sitio de la placa cubría al marco con su contenido misterioso.- Pasarán los años, yo envejeceré, lo mismo tú y tantas otras personas pero, cuando ellos descubran las pistas, sabrán cómo y dónde dar con él. La verdad pasará ante la Luz Sagrada y con ello vendrá un Futuro radiante.- Prometió ella, mientras que se retiraban de allí.
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Hopkins se hallaba dormido hasta que, de golpe, un "chispazo" lo despertó. Abrió los ojos y éstos cambiaron al color de su "Huésped", mientras que caminaba de un lado para el otro desde se encontraba. Se detuvo y miró a sus fuerzas. Pensó en lo insignificantes que podían ser los Humanos cuando se los empleaba para un beneficio propio. Ellos no eran más que meras hormigas bajo sus pies. El poder mismo que irradiaba era más que suficiente para darles unos cuantos cachetazos y acomodarlos en su sitio. Sin embargo, el cuerpo de Jacob Hopkins llegó hasta un espejo, en el cual se reflejó la imagen de un niño con cabello blanco y vestido con unas llamativas ropas.
- Al fin te puedo ver. Ya no eres una tierna "Sombrita".- Dijo el ex-Curador de "Grave Hills".
- Por favor, haces que me sonroje. Ya basta.- Pidió el niño, mientras que pasaban a la acción.- Y veo que tú no eres un Humano cualquiera. Rebosas de odio y bronca contra aquellos que no te creyeron pero descuida, cuando obtenga lo que necesito, tú serás muy bien recompensado.- Le habló aquel joven de cabello blanco.- Ahora, lo que acabas de sentir, esa energía, son nuestros enemigos, se han adelantado unos cuantos pasos antes que nosotros.-
- ¿Debo hablarle a las tropas?.- Preguntó Jacob pero el joven negó con la cabeza, despacio y sereno.
- Deja que se preparen. Lo nuestro, cuando llegue el momento, verán de lo que somos capaces, tú y yo. Pero te lo advierto, no pongas en riesgo tu cuerpo, si mueres o algo peor, no podré hacer mucho por ti. Mis energías se están recuperando tras un tiempo en las sombras.- Le contó aquella advertencia al historiador, quien asintió en silencio.
- Tú no te preocupes, no dejaré que nada me pase.- Prometió y de ahí volvió a recostarse pero la imagen no se iba del espejo.- Oye, ¿acaso no duermes? ¿Quieres que te lea un cuento?.- Preguntó, ya que lo vio callado y con un extraño cambio en su mirada.- Lo digo en serio, ¿qué te sucede?.
- Oh, nada, tranquilo, no es nada grave.- Respondió el niño.
- Al menos me dirías tu nombre. Entre tú y yo hay confianza.- Señaló y eso era verdad. Al principio el peli blanco no supo si debía decirlo o no pero terminó por ceder.
- Me llaman "El Coleccionista" y vengo de las "Islas Hirvientes".- Se presentó con educación ante Jacob.
- ¿Lo ves? ¿Sabes cómo se llama esto?. Confianza. Entre tú y yo no pasará nada malo. Te lo prometo.- Le habló el chico de lentes.
- ¿Lo prometes?.- Preguntó el niño, mientras que el otro se paraba frente al espejo y ponía una mano sobre su "rostro".
- Te lo prometo. ¿Sabes?. Me haces recordar a mi hermanito. Lo quería mucho, yo era su hermano mayor y...- En ese momento, el joven se detuvo y bajó su mano, sintiendo que el peso del Pasado le hacía mella.
- Jacob, ¿estás bien?. Puedo traerte algo con mi Magia.- Intentó el albino en ayudarlo pero el ex-Curador se dio la vuelta, evitando para que no lo viera llorar.-
- Lo siento...Es que...Es que tú me recuerdas mucho a él...hasta que ocurrió esa maldita tragedia.- Se disculpó, llevando a que "sintiera" las manos del "Coleccionista" sobre sus hombros.
- Sé que nos estamos conociendo y todo. Tú me diste la confianza que yo necesitaba, ahora quisiera saber qué le pasó a tu hermano. ¿Qué ocurrió?.- Deseó saber el joven, llevando a que el otro se sentara en una silla.
- Lo había ido a buscar a la escuela. Era un día de mucha lluvia y conducía el coche de regreso para casa. Todo iba bien, nada en la calle, muy pocos autos...hasta que un imbécil, borracho, nos chocó. El auto que yo conducía, debido a la calzada resbaladiza, volcó y dimos contra un árbol. Yo salí vivo de allí pero no mi hermano. Al maldito, el hijo de un político, le dieron unos pocos años de cárcel e inhabilitación de la licencia pero al ser de familia poderosa, lo liberaron un tiempo después. Mi familia quedó destruida y todo por culpa de un solo estúpido.- Recordó éste, apretando los puños y sintiendo que la rabia le invadía.- No hay día en el que desee verlo pagar por su afrenta. Si tuviera la oportunidad, te juro que lo ahorcaría con mis propias manos.-
- Aún así, a pesar de todo, eres un hombre que ha salido adelante, a pesar de la tragedia, te has mantenido firme y fuerte, como un árbol.- Le animó el niño y llevando a que éste alzara la cabeza.
- Sí, es verdad y ahora que estamos juntos, podemos hacer grandes cosas. Cumplir los sueños de cada uno.- Auguró éste, mientras que, afuera, Reagan veía el despliegue de las "Fuerzas de Cognito" frente a la lucha a la que se verían enfrascados más adelante.
Un par de científicos triangulaban la posición del enemigo, supervisados por el Dr. Andre Lee; mientras que el Super-Soldado, Glenn Dolphman, instruía a los efectivos y agentes sobre los pasos a seguir en la operación. A su vez, ROBOTUS mostraba los posibles encuentros con las "tropas enemigas", desconociendo, hasta el momento, quiénes podían ser éstos. Para Reagan, al mirar su celular, ésta notó que tenía varias llamadas perdidas de su padre, así como también mensajes de texto.
"Hola, cariño, ¿va todo bien?".
"Recibí tu llamada, me dijeron que querías hablar conmigo. ¿Cómo estás, pequeña?. Espero que bien, yo aquí ando...mejor pero te extraño. ¿Sabes cómo está tu madre? ¿Hay noticias de ella?".
Todas esas palabras la volvían loca, quería acallar esas voces interiores, así como también encontrar una solución para sus problemas pero, entre eso y las, todavía, presentes nauseas, ella tuvo que ceder y correr para el baño, vomitar y de ahí comer algo que le diera las fuerzas suficientes para paliar la resaca, cosa que en Brett ya se le había ido por completo, aunque las ganas de devolver estaban presentes en él.
- Oye, amiga, no quiero que pienses que soy una chusma pero lo noto: No estás bien, emocionalmente hablando.- Indagó Gigi, la Oficial de Publicidad, mientras que Reagan se limpiaba la boca de restos del vomito.
- ¿Qué?. No, no es nada.- Respondió ella con un poco de mareo en su tono de voz.
- Dejate de tonterías, Reagan: Mírate, estás hecha mierda y todo desde que tu padre fue llevado a Rehabilitación y que tuvieras que dejar ir a Staedtler.- Le hizo recordar a aquel joven Agente con el que había forjado un vínculo, una relación amorosa y que para muchos fue un gran amigo, un "Hermano" para Brett y que ahora estaba viviendo su nueva vida, con la mujer que él amaría y con la hija que tendrían, en el Futuro, mientras que la asiática-americana debió seguir adelante con la suya, separándose y causando un verdadero dolor en su alma.
- No tienes por qué mencionarlo a Staedtler, Gigi.- Le apuntó la joven a la morena, apoyándose contra una columna.- Él y yo no íbamos a tener nuestra vida de "Cuento de Hadas"...Solo nos viviríamos peleando porque yo estaría en la Cúspide del Poder y él intentaba mantener viva la llama de lo que empezamos.- Reconoció la científica esa triste, dura y gélida verdad acerca de lo que iba a significar entre tener un matrimonio feliz y uno disfuncional.
Las lágrimas bajaron por sus ojos, Gigi la vio y se compadeció de ella, abrazándola con fuerza.
- Tranquila, déjalo ir, ¿sí?. Nos tienes a nosotros, tus amigos y también tienes a Brett. A él nunca lo sueltes. Es un buen chico, un Caballero, te ama con todo su corazón y por ello deben estar juntos.- Le animó la morena, sin soltarse de la otra, quien no paraba de llorar ante todo lo sufrido.
- Solo quería ser feliz, Gigi, nada más que eso. No como tuvo mi papa que sufrir por culpa de sus propias acciones.- Intentó reflejar aquello y demostrar de que no contaba con la desgracia de su familia.
- Hey, mírame, mírame, ¿sí?: Lo que haya pasado entre tus padres es cosa de ellos. NO tu culpa, ¿de acuerdo?. No pienses en eso, no creas que ellos se odian porque tú hiciste algo. Ellos tenían sus problemas pero jamás te harían a un lado.- Siguió hablándole la morena, cuyas palabras eran una verdadera lección de vida.- Además, mírate, estás en la Pirámide del Poder en "Cognito", vas a ser una gran Jefa y puedes contar con mi apoyo y el de todos nosotros.- Sostuvo y eso la hizo sentir mejor.
- Gracias, amiga.- Agradeció ella, dándole un abrazo de regreso.
- No es nada. Pero dime: ¿Estás mejor?.- Preguntó y Reagan asintió con la cabeza.
- Mucho mejor, más liberada.- Respondió la científica.
- Así se habla y con llorar para soltar el dolor desde adentro no es malo, todo lo contrario, nos ayuda a liberarnos de ese malestar, de un dolor que tanto nos está costando en seguir con nuestras vidas, así que sin temer, amiga. Sin miedo.- Le apoyó Gigi y de ahí notaron que ROBOTUS se acercaba a ellas.-
- Disculpen si debo interrumpirlas pero tenemos un problema.- Les anunció éste y cuando iban para allá, notaron que Jacob también salía de su tienda.
- ¿Qué pasó?.- Inquirió éste con tono serio en su voz.
- Vaya, hablando del Rey de Roma, por la Puerta asoma.- Se dirigió Reagan a él, siendo observada por sus ojos fríos.- Bueno, ya que estabas tan cómodo en tu "Cuartel General", te aviso de que hemos captado una presencia en la zona de Toledo, España.
- ¿España?.- Preguntó Jacob y se quedó pensativo.- Hmmm, sí, yo también lo sentí. Es posible que nuestros enemigos vayan para allá, sin embargo, no les seguiremos el paso.-
- ¿Qué? ¿Cómo que no?.- Intervino Glenn.- Un militar como yo sabe que si le das libertad a tus enemigos, éstos se reorganizarán y atacarán como nunca.- Advirtió.- Si hacemos eso, entonces nos jodemos todos.
- No, tranquilo, ya lo tengo todo controlado.- Prometió el ex-Curador de "Grave Hills".- Ustedes sigan mis órdenes, nos moveremos para Toledo, pero una parte y para eso irán Reagan, Brett y una pequeña tropa de mi gente. Lo mismo tú, Dolphman.- Les encargó esa misión.
- Espera, esto no...- No tuvo tiempo el Super-Soldado en terminar su oración, ya que Jacob había decretado la orden y debían obedecer, sobre todo cuando emergieron esas misteriosas "Sombras" encapuchadas que le cerraron el paso.- Oh, está bien. Nos trajimos a la "Guardia Pretoriana". Oigan, ¿alguno de ustedes habla?. Digan algo que me ponen los pelos de punta.-
- Glenn, déjalos, no dicen nada. Son fríos como el Hielo.- Reconoció Andre a aquellos sujetos.- Vayan a cumplir con su misión, yo estaré bien junto a los demás. Buena suerte.- Finalizó y les deseó para regresar a su puesto.
Tanto Andre como Myc se miraron entre sí, notando, en el rostro de Reagan, un claro aviso de que mantuvieran su papel como tenía que ser.
- ¿Crees que el "Señor Elegante" nos vaya a dar algo a cambio?. No sé tú, Andre, pero yo no me fío de ese payaso y...- En ese momento, le hizo una seña para que se agachara y le susurrara algo.- Lo escuché hablar con alguien en su tienda.- Señaló hacia la misma.
- ¿Crees que está loco?.- Preguntó el científico, alzando una ceja pero su amigo hongo mágico se encogió de hombros.
- ¿Te piensas que soy Sherlock Holmes?. Tú eres el nerd, yo soy el amante de las fiestas y de emborracharme hasta que no pueda ni pensar.- Alegó éste, dándole un toque con uno de sus tentáculos.- Ufff, con toda esta mierda, mataría por una buena cerveza o un Martini fresco. ¿No tienes algo en tu laboratorio portátil?.
- No, tú mismo lo dijiste: Soy el nerd...¡pero que prueba su propia mercancía!.- Exclamó y mostró su arsenal de pastillas y drogas.
- A eso es lo que yo me refería. Dame un toque, una buena línea de la más pura. De la que dejó tartamudo a Porky.- Pidió Myc, frotando sus tentáculos y de ahí se fueron a darse un buen "descanso".
Toledo, España, la antigua Capital del Reino Visigodo, tierra de leyendas y Reyes que se enfrentaban por el poder. En donde instalar un heredero al Trono Real terminaba en una auténtica guerra civil, la sangre entre hermanos se derramaba y con ello vino la Invasión de los Musulmanes en el año 711 D.C al mando del General Tarik. Ahora, más de mil años después de esos hechos históricos, la urbe conservaba su tradicional estructura y arquitectura antigua, medieval y hasta moderna, siendo recorrida y visitada por incontables turistas.
De ahí, hacia el Sur de Toledo, un resplandor se hizo presente y allí emergieron los miembros del "Equipo Super Driver Nexus", siendo Rob el primero en salir junto a Saturnino y los demás. El peli negro respiró hondo y pudo sentir la fragancia a España, el aroma de las flores en Primavera y la llegada del buen tiempo que se haría presente allí.
- Estaría genial hacer un poco de turismo, ¿no podríamos ir a dar una vuelta por la Ciudad, Rob?.- Propuso Gus, interesado por ese lugar.-
- Se puede, che, pero no deberíamos separarnos mucho de nuestro objetivo.- Remarcó el chico con preocupación.- No digo que sea cagón, pero ¿quién sabe lo que nuestros enemigos pueden hacer?.- Apuntó éste.- Aunque...sí, un paseíto podemos darnos, como un lujo.- Sostuvo, encogiéndose de hombros.
- Sí, así puedo comprarme unos chocolates para mí y también para llevarles a mama y papa.- Dijo Natasha Jr con emoción.
- Cómo le gusta lastrar a la Viktoriya rubia y Banshee.- Murmuró Saturnino para sus adentros.
- ¿Dijiste algo, Satu?. Porque me parece haber querido oír la "Palabra Prohibida".- Preguntó la chica, mientras que el aire se congelaba y ella sonreía de una manera un tanto siniestra.
- ¿Eh?. No, no, Naty, no, solo dije que te gusta mucho el chocolate.- Apuntó el pelirrojo.
- Awwww, qué tierno.- Alegó ella, dándole un abrazo, mientras que él era arrimado contra sus atributos prominentes.
- "Las tiene tan suaves como la Viktoriya Serebryakov Original y lo mismo a los de Millie. Qué grande Moxxie en dejarme ser abrazado por ella".- Pensó el amigo de Rob para sus adentros.
- Saturnino.- Oyó la voz de Lúckacs, poniendo su mano en su espalda, pero sin sentir el Fuego.- Si ya dejaste tu fantasía, andando.- Pidió con un tono calmado.
- Mira qué loco, el Tanya Von Degurechaff de sexo dudoso no me disparó su Fuego Elemental o Vil por primera vez.- Quedó el pelirrojo asombrado por ese hecho.
- No lo hago porque estamos en "Tierra de Ancestros", así que no pienso hacerlo pero no te pases de listo.- Le advirtió el rubio, quien caminaba cerca de Hilda y sus amigos, además de proteger a sus hermanos.- Por cierto, ¿quién lleva el "Diario de Sir Percival"?.- Preguntó Lúckacs a sus amigos.
- Yo, no te preocupes, estoy tratando de descifrar estas líneas Góticas.- Dijo Tulip, quien se ajustó sus lentes y de ahí entraron en el Casco Antiguo de Toledo.
Mientras que se internaban por las calles adoquinadas y antiguas de la Ciudad, Libby estaba pensativa, el recuerdo de Saber, su encuentro con ella en Avalon, antes de morir y la Espada, aquella que había blandido y empleado por la Justicia, por su Patria y su pueblo, ahora descansaba en las aguas de aquel lago de Inglaterra. Cerró los ojos, se recostó contra una fachada del edificio y de ahí se quedó pensativa un rato.
- ¿Libby?.- Preguntó Molly, yendo hacia ella pero Gilgamesh le detuvo.
- Sigan, yo iré a verla.- Prometió el rubio de Sumeria y caminó hasta donde se encontraba. Ella alzó la vista y luego volvió a su pose normal.
- Hola, Gilgamesh.- Saludó ella con un tono tranquilo.
- Luces agotada.- Observó el chico, pasando su mano por la cabeza.- No deberías guardártelo para tus adentros, tienes que soltarlo. ¿Qué te ocurre?.- Preguntó el joven y de ahí ella respiró hondo.
- Es esa chica a la que viste conmigo, en las Tierras de Avalon...- Le hizo recordar y las palabras de la castaña hicieron "click" en la mente del otro.
- Saber...Artoria.- Dio a conocer el nombre y ella asintió con la cabeza.
- Esa misma.- Añadió.- Yo sigo teniendo ese recuerdo en mi cabeza: Su Escudera, Sir Bedivere, quien devuelve su Espada al Lago, donde la "Dama" la recuperó y llevó hasta las profundidades.
Gilgamesh la miró y supo de que se trataba. Aún la amaba a Saber, pensaba en ella, a pesar de que ya estaba con Emiya, lo único que lo consolaba era que la chica rubia ya era feliz con la persona que amaba, a pesar de de odiarlo.
- ¿Sabes?. El corazón del Humano es un verdadero "Enigma", una "Caja de Sorpresas". Amamos a alguien, queremos estar junto a esa persona pero, cuando consiguen el verdadero amor, no podemos dejarlo ir, lo retenemos, evitamos que pueda seguir su camino.- Reflexionó el Sumerio.
- La amas todavía.- Reconoció Libby esa pasión que tenían el rubio y éste asintió.
- Y no lo niego.- Sostuvo él, encogiéndose de hombros.- Jamás lo olvidaría pero, mientras que ella sea feliz, en Avalon junto a Emiya Shirou, yo estaré tranquilo con ello.- Sostuvo.- Ahora, no tienes por qué temer ni cejar en tu misión, estamos todos juntos en la misma y, pase lo que pase, sé que podrás desarrollarte en la Magia. Tú tranquila, todo en esta vida tiene su solución. Nada es imposible.- Le animó y con ello se dio la vuelta.- Bueno, ¿seguimos?.- Preguntó y ella asintió pero, al momento de reanudar la marcha, Libby le tomó de la mano a Gilgamesh.
- Bueno, veo de que tuvieron su charla motivadora.- Les observó Medea al rubio.
- Fue algo importante para Libby. Tenía que hacerlo.- Repuso el Sumerio a la Griega.
- Y se nota que tenes muchas cosas importantes para hablar, ¿no, Medi? ¿Te puedo llamar así?.- Propuso Rob a ella, colocando sus manos en los hombros de la chica, quien se volteó, rápidamente pero antes de atravesarlo con sus Dagas, Souichirou llegó a tiempo y lo sacó de donde estaba su esposa.- ¡Ehhhh, che, para, ponja, tranqui, que era una jodita!.- Exclamó, divertido pero al ver el gélido rostro del peli negro, Rob dio encogerse de hombros.- Je, sos igual al Bosnio, serían re amigos junto a AbuHop.
- ¡Te escuché!.- Exclamó el abuelo de Sprig y Polly.
- Deberías no faltarle el respeto a tus mayores, Viajero Interdimensional Rob.- Le recalcó Souichirou con seriedad.- Y no vuelvas a tocar a mi esposa o la próxima te decapito de un puñetazo. Te lo advierto.
- Jejejeje, ni sentiré dolor, ya sufrí mucho.- Alegó éste, confiado pero era mejor no hacer enojar al hombre de lentes negros.- ¿Y, che? ¿Así que conocieron a Dimitri? ¿Cuándo?.
- En Estambul, cuando estábamos de vacaciones. Curiosamente, ese mismo día habíamos ido a una antigua Fortaleza Bizantina en el Bósforo cuando nos topamos con dos hombres provenientes de Bruselas, Bélgica y su perro, ya que estaban de visita pero los atacaron en ese lugar, así que Dimitri estaba allí también, por lo que cooperamos para descubrir quién era el responsable de los ataques y era por motivos de una herencia.- Contó Medea, mientras que iban caminando por las calles hasta llegar al Centro de Toledo.
- Qué loco y justo en ese momento estábamos...- Rob se detuvo cuando notó que Marcy caminaba cerca de ellos.- Bueno, ya saben.
- Lo vimos.- Respondió Souichirou.- En el "Toisón de Oro", aquellas "Estrellas Fugaces" tras destruir a esa Amalgama.
- Sí, éramos nosotros.- Respondió Liena.- Volvíamos tras combatirlo en Amphibia.
- Todas las historias tienen una cadena que las unen.- Dijo Liale.
- Es verdad.- Le respaldó Souichirou.- Por cierto, Ilya, ¿qué sabes de Tohsaka?.
- Uhhhhh, otra Waifu más.- Se refregó Rob las manos, llevando a que Saturnino se lo llevara de allá con Kaisa.
- Dejate de joder con tener fantasías con todas las chicas que conozcas, boludo.- Le pidió su amigo pelirrojo.
- ¿Y qué queres que haga, Satu?. Yo me río de los "Simp".- Dijo el otro, encogiéndose de hombros.
- Chicos.- Oyeron la voz de Tulip, quien se detuvo frente a la Catedral de Toledo.- Vean esto.- Pidió y fueron para ver qué había allí.- Escuchen: "Por donde la sangre de los Reyes que corrió por Hispania hasta el Guadalquivir, todos fueron a descansar bajo el responso del Todopoderoso. Cobijados bajo su Luz Divina, ahora descansan los Eternos Reyes Visigodos".- Dijo la chica pelirrojo.- La Catedral de Toledo.
- Sí, antes fue empleada, tras muchas reformas en su arquitectura por el paso de los distintos Movimientos Artísticos, en la Sede del Poder Religioso de los Visigodos que, hasta ese momento, eran Arrianos, una herejía que negaba la Naturaleza Divina de Cristo y lo consideraba un simple Mortal.- Dijo Luz en ese momento.- Si preguntan, he avanzado mucho en la escuela, además de mis avances en la Magia.
- Excelente, amiga.- Le respaldó Willow.- Ahora hay que entrar aquí y hallar lo que se trate.-
- Estoy con ella, ¿vamos?.- Preguntó Hunter, tomando su mano.
Lo que ellos desconocerían era que el "Grupo de Avanzadilla" de Reagan había llegado hasta allí, sin conocer el lugar y tomando posiciones para averiguar sobre sus adversarios. Varios agentes estaban fotografiando a los mismos y con ello se podía percibir cierta tensión en el aire.
- Nada de abrir fuego.- Ordenó ella.- Si los detenemos, solo será para interrogarlos.- Sostuvo con seriedad y de ahí todos le obedecieron.
- Tranquila, todo irá bien.- Le animó Brett, el cual la abrazó.- Por cierto, ¿qué tal tu padre?.
- Lo volveré a llamar, ahora quería sacarme esto de encima. Pero lo haré.- Prometió la castaña y de ahí dio la señal para rodear la Catedral de Toledo.
[¡He vuelto!. ¿Se pensaron que la llegada a España iba a ser tranquila?. Me temo que no y esto es solo el principio.
¿Qué hallarán nuestros amigos en la Catedral de Toledo? ¿Funcionará el plan de Reagan?. Eso lo veremos en el capítulo que viene.
Cuídense, amigos, nos estamos viendo y que tengan un buen comienzo de día Miércoles de mi parte.].
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