Capítulo XI: El inicio de la Cruzada (Parte II)
Capítulo XI: El inicio de la Cruzada (Parte II)
Una serie de "Chispazos" emergieron del propio Vacío, el aire se fue "cortando" a la mitad, mientras que David y Frida junto a Hilda tomaban posiciones de batalla. Kaisa y Jaeden fueron con los niños, Lúckacs se posicionó cerca de ellos, encendiendo el Fuego Elemental a través de sus pies, donde el calor viajaba a través del suelo hasta su cuerpo, encendiéndolo como si fuera el Sol. Natasha Jr fue congelando el aire, Liena aprovechó el agua que había en el ambiente, la humedad hogareña que se filtraba por el frío exterior, condensando y convirtiéndolo en poderosas "Lanzas" de los Nagas y Liale utilizaba el polvo para crear una "Guardia de Elementales de Tierra" para proteger a sus padres y amigos.
De golpe, desde los Cuatro Puntos Cardinales empezaron a emerger una serie de líneas que conformaron un "Portal". Desde el interior vieron emerger una Luz, luego la sombra, el silencio, como si todo rastro de sonido hubiera desaparecido en ese "estallido". Luego llegó un paso, alguien que salía desde el mismo y veían a una chica peli negra y a otra de cabellos blanco-plateados.
Al momento de que se fuera a producir algún altercado o intercambio de palabras, justo vieron de que alguien alzaba una mano al aire.
- ¡Tranquilos! ¡"El Águila ha aterrizado en Roma"!.- Habló cierta chica peli blanca-plateada, siendo reconocida por el matrimonio imperial, utilizando aquel "Código Militar" suyo.
- ¡"Ave César", los que van a morir te saludan"!.- Respondió Alexander ante ella y fue con Leni para recibirlos. Al momento de cruzar el "Portal", Alexandra sintió que Robba le agarraba por la cintura porque casi se "caía" pero fue, en realidad, una "pantalla de humo" para arrimarse contra sus atributos prominentes, llevando a que la Reencarnación de la Diosa Artemisa tuviera que cambiar su rostro desde una expresión neutral a una fría.
- Qué alegría de verte de nuevo, amiga.- Se acercó Leni, mientras que Robba se erguía.- Lo mismo para ti, Robba, ¿qué tal están? ¿Y por qué están los Green aquí?.- Inquirió ella.
- Esa es una buena pregunta que se las vamos a responder enseguida. Pero, por ahora, que pasen nuestros amigos aquí, ya que hubo alto bardo en el campo.- Relató la peli negra con tono serio, mientras que cruzaban los miembros de aquella familia de campesinos y cierto matrimonio que Alexander reconoció al instante, debido a la foto que Dimitri le había mandado hacía un tiempo atrás.
- Leni.- Susurró su marido y extrajo, de sus bolsillos, aquella fotografía que le había dado su amigo.-
- Son ellos, los que contó Dimitri.- Apuntó la rubia con asombro.
Aquel matrimonio dejó el "Portal", el cual se fue cerrando hasta quedar unas pocas "ascuas" mágicas que desaparecieron en el aire. Como si se trataran de chispas de Fuego, éstas revolotearon por los alrededores y de ahí no se vio nada más en la zona donde se hallaban. El hombre de cabello negro y lentes, acompañado por su esposa peli lila, contemplaron el lugar. Se sentía el frío que provenía del exterior. Alexandra les dirigió una mirada y con ello fue hasta donde estaba su versión masculina.
- De algún modo u otro, desconocimiento la causa y el por qué, ellos estaban con los Green cuando fueron atacados.- Relató la muchacha.- Llegamos a tiempo para serles de apoyo ante el peligro que había por allí.
- ¿Qué eran?.- Inquirió Leni sobre el enemigo.- ¿Cómo eran? ¿Máquinas? ¿Humanos? ¿Antropomórficos?.- Preguntó pero la peli blanca-plateada negó con la cabeza. Iba a responder pero fue el propio Souichirou quien se aproximó hacia ellos para dar su parte de la historia.
- Ninguno de lo otro. Simplemente eran misteriosos, ya que tenían aspecto Humano pero, a su vez, tampoco era así. Eran...¿cómo describirlo?...- Se quedó unos segundos pensativo.- Como si fueran Marionetas.
- ¿Marionetas?.- Preguntó Robba, ya que ella había estado peleando al lado de su amiga y el nipón asintió con la cabeza.
- En efecto y con ello aún quedan Lancer, Berseker e Ilya, los cuales ya deben de estar por llegar. Aún así, tarde o temprano, nos faltan "Rider" y "Assassin".- Comentó Medea/Caster en aquellos momentos.-
- Y también veo de que fueron ustedes los que se tomaron aquella foto con mi "Hermano" y amigo.- Se acercó Alexander con aquel objeto en sus manos.- Lo conocieron en Estambul y luego fueron para Bruselas. ¿Acaso son Viajeros en el Mundo? ¿Recorren Universos?.- Preguntó con educación y mostrándoles la foto.
- No, ninguno de ello, sino de que somos "Magos". Mi marido tiene su poder y yo el mío, así como también sabrán de mi historia.- Mencionó la esposa de Souichirou.
- Es Medea, la hija del Rey Eetes de la Cólquida y la Ninfa Idía, perteneciente a la Mitología Griega, sobre todo a la historia de Jasón y los Argonautas cuando fueron a buscar el "Vellocino de Oro".- Aportó Alexandra aquellos datos sobre la chica.- Una historia muy triste pero que, ahora, vives en un "Cuento de Hadas" dentro del contexto Presente. Demasiado interesante y a la vez es bueno saber de que alguien como tú merece una segunda oportunidad.- Rescató ella, llevando a que las mejillas de la joven peli lila se volvieran carmesí ante ese hecho.
- Oigan, amigos.- Intervino Gloria Sato.- Todo esto me sigue, todavía, dejando con muchas preguntas al respecto: Magos, Mitología, Magia, Medea, Rider, Lancer, ¿qué es todo esto? ¿Acaso nos vamos a vivir una especie de...no sé..."Guerra de Hechiceros"?.- Inquirió la nipona y de ahí cundió una atmósfera gélida, desprovista de cualquier efecto o sentimiento alguno.
- De hecho, ahora que lo mencionas, Gloria, sí, así es.- Respondió Souichirou.- Recuerda que lo que tienes, tanto tú como los niños Green, así como otros amigos suyos, es el "Sello de Mando". Pero esta "parada" en este lugar no será por mucho tiempo: Debemos volver para "Big City" para encontrar a los que faltan.- Apuntó el marido de Caster.
- No sé quién podrá estar detrás de todo esto, pero me sumo.- Señaló la nipona, tranquila.- Ya he decidido dejar atrás los miedos y quisiera darles una paliza a esos imbéciles de las "Sombras".
- Una vez que tengan lo que buscan, vuelvan aquí, nos iremos para España.- Se acercó Luz, quien saludó a Medea y su marido.-
- ¿A España? ¿Para qué?.- Preguntó Grillo Green y de ahí Alexander y Leni le mostraron el "Diario de Sir Percival" que cautivó la atención del chico.
- ¡Genial!.- Se alegró Nancy.- Siempre quise ir para allí, sus paisajes son hermosos y lo mismo sus montañas.
- Y estamos casi todos, salvo los que mencionó Souichirou y qué raro que Rob no esté...- Habló Amity con asombro y de ahí vieron que un "Portal" se abría, emergiendo el "Príncipe del Desmadre" junto a Saturnino, Tullip, Hilda y sus amigos.
- ¡¿Qué onda, gente?!.- Saludó el peli negro.- Me encontraba con Satu en Trollberg junto a Tullip cuando, de golpe...Ohhhh, jejejejeje.- En aquel momento, el joven sonrió, de manera picarona, sacó un peina de uno de sus bolsillos y procedió para acercarse a cierta chica peli lila.- ¿Cómo andas, Gloria?. Veo que se te fue la amsiedad.- Recalcó éste, llevando a que la otra lanzara un suspiro al aire.- Y...ohhh, pero miren a quién tenemos acá: Una nueva Waifu. ¿Cuál es tu nombre?.
- Me llamo Medea, hija del Rey Eetes de la Cólquida y la Ninfa Idía, perteneciente a la Mitología Griega y quien ayudó a Jasón con los Argonautas para encontrar el "Vellocino de Oro". Soy de la "Clase Caster" y te advierto que ya estoy informada de ti, Rob, la "Entidad Caótica", el "Príncipe del Desmadre"; entre otros tantos títulos que posees.- Respondió la peli lila ante esa "muestra" y desenfundó sus Dagas, colocándolas contra el cuello del chico.
- ¡A la mierda! ¡Tremenda tumbera es esa mina!.- Exclamó Saturnino, mientras que las hojas afiladas de la joven continuaban presionando aquella zona del cuerpo de su amigo.
- Y te dejo este aviso: No coquetees conmigo, no intentes hacerte el gracioso o querer besarme, porque yo ya estoy casada con el hombre que amo.- Señaló a su marido, quien miraba a Rob con frialdad.- Sumado a ello, él maneja la Magia en sus puños y no querrás acabar sin cabeza.- Sonrió de forma siniestra y casi hundía el filo en la piel del chico.
- Che, tranqui, que era una bromita.- Llevó Rob la calma, estando muy fresco y tranquilo ante aquellas advertencias que le dejaba Medea, la cual bajó sus armas.
- Menos mal.- Alegó la chica y guardó aquellas Dagas.- Pero te lo advierto: Una tontería como las que te mencioné y...- Con un rápido movimiento de sus manos, imitó una castración, llevando a que Rob se agarrara los bajos.
- ¡No! ¡Los huevos no!.- Pidió éste.
- No te ocurrirá si no te metes con ella, Rob.- Le tranquilizó Alexandra, caminando por donde estaban ellos. Ladeó su cabeza, sus cabellos blanco-plateados se movieron hacia donde estaba Grillo con aquel "Diario" y éste se lo entregó a Alexander.
De ahí, Hilda se dirigió para donde estaba Lúckacs, al cual le dio un abrazo, mientras que él le pasaba su mano por el pelaje blanco a Twig.
- Bueno, veo que llegamos justo a tiempo para una aventura.- Dijo la aventurera y miró a cierta asiática-americana.- Marcy, dime una cosa: ¿Estás lista?.
Lo pensó un rato. Pobre de ella, quien seguía teniendo, en sus recuerdos frescos, el momento en los que compartió las últimas horas de vida del Rey Andrias Leviathan. Podía oír que la pequeña aventurera la estaba llamando pero la peli negra seguía callada, silenciosa y, a pesar de estar rodeada por aquellas personas, solo podía sentir que los recuerdos del Pasado, unos que apenas tenía breves momentos de flashbacks, le golpeaban con fuerza hasta despertarla.
- ¿Marcy?.- Le llamó Hilda y ésta se desperezó. Agitó la cabeza y con ello los miró a todos. Anne fue hasta ella y puso sus manos en los hombros de la citada.
- Oye, Mar-Mar, ¿estás bien? ¿Quieres que pospongamos el viaje?.- Preguntó la chica tailandesa-americana.
- No, no quisiera...- Respondió Marcy, quien suspiró hondo.- Lo siento, yo...Yo necesito...
- Está bien. No hay problema.- Habló Leni.- Si necesitas unos días para sanar esas heridas por la muerte de Andrias, no pasa nada. Partirán cuando estén listos. Además, podrías darte una vuelta por aquí, como hicieron el año pasado. ¿Te gustó el "World Trade Center"?.
Ella asintió con la cabeza, tranquila.
- Muy bien. Puedes ir allí con tus amigas y lo mismo con mis hijos.- Recalcó Alexander.
- Creo que sería buena idea que esperemos, por lo menos, una semana antes de iniciar el viaje. Los niños Green junto a Molly, Libby y Andrea van a necesitar entrenarse para manejar la Magia.- Apuntó Medea, quien veía que la capacidad en aquellos que recibieron el "Sello de Mando" era muy bajo.- ¿Dónde podrían entrenar?.
- En los Valles hay sitio y también aquí, cerca de los bosques, pero no ataquen a los árboles. Ellos y la Madre Naturaleza no deben ser lastimados.- Respondió Liale.
- Buena idea, hijo, acompáñalos para que entrenen.- Le dijo su padre y éste, tras hacer una reverencia, los acompañó hacia el exterior.
- ¿Dijo que Molly, Libby y Andrea también los tienen?.- Se preguntó Gloria, mirándose su mano.- Increíble y yo pensé que era una quemadura cuando destruimos al "Núcleo".
- Eso pensábamos antes, ahora es otra cosa.- Respondió Tilly.- Awww, siempre quise ser una Maga, como mi heroína de mi programa de televisión favorito.- Sostuvo ella, imaginándose como ella, combatiendo al mal.
Mientras que cada quien tomaba su camino, permaneciendo allí y poniéndose en marcha para esperar a las otras que llegarían, en cualquier momento, Hunter se quedó allí, mirando a Marcy, con la cual tenía esos recuerdos cuando fue "poseído" por "El Núcleo", desde el punto de vista mental, llevando a que la asesinara y cuando ella fue revivida, gracias a la tecnología de Newtopia, había pasado a ser conocida como "Darcy" hasta que fue liberada.
- ¿Hunter?.- Oyó la voz de Alexander, quien lo llamó y éste se dio la vuelta, encontrándose con el "Emperador del Este" y su esposa. El muchacho tragó saliva al estar frente a frente con el padre de Lúckacs. Podía sentirse esa "tensión", "distanciamiento" por lo ocurrido hacía un tiempo atrás con el fallido atentado que hizo contra uno de los "Príncipes Imperiales", recordando el momento en el que éste le disparó y una de las balas había dado contra sus Placas Doradas, hiriéndole en los hombros, sintiendo, en carne propia, la balística que le quemaba por dentro.
- ¿Sí?. Su Majestad.- Reaccionó el chico, listo para hacer una reverencia pero vio que ambos lo detenían.-
- Tranquilo. No hace falta que lo hagas. Como puedes ver y en medio de todo este asunto, Lúckacs te ha invitado, para el día de mañana, a desayunar en el "Windows of The World".- Le hizo entrega de una invitación donde estaba agregada la dirección del lugar.- En el "Centro Imperial de Comercio", el "World Trade Center", la Torre Norte "Coronel Yuri Raichenkov", Pisos 106 y 107.- Agregó esos detalles, cosa que dejó sorprendido al chico rubio pálido.- Señaló a Willow, quien se acercó a su novio.- Ella te guiará al lugar. Ha estado allí con sus amigas y mis hijos.
- Oh, bien, muchas gracias, Su Alteza.- Dijo el chico, mientras que se alejaba de allí, temblando, un poco, por lo ocurrido y de ahí corrió hacia afuera, llevándose consigo a Flapjack.
Llegó al exterior del Palacio, un "Piquete" lo miró, éstos portaban las temidas picas y lanzas, así como también habían Patrullas de la "Guardia Imperial" y las "SS" que custodiaban el lugar, divididos en varios Destacamentos y Cuerpos. Éstos lo observaron y le dirigieron una fría mirada, llevando a que él se dirigiera a los bosques, donde encontró sitio en un tronco caído y tomó asiento en éste por un rato.
Se sentía mareado, casi con ganas de vomitar por lo que había hecho hacía un tiempo atrás. Quería sacarse esos pensamientos de la cabeza pero no podía, era como si se tratara de alguien que llamaba, insistente, ante la puerta y no lo dejaba en paz. ¿Qué era lo quería? ¿Por qué el Pasado no lo dejaba vivir tranquilo?. Flapjack frotó su cabecita contra su pecho, intentando quitarle ese mal momento de encima, sobre todo cuando atentó contra Lúckacs.
- ¿Hunter?.- Oyó él la voz de Willow, llevando a que el chico se quitara las lágrimas de encima pero ella fue más rápida.- ¡Hunter! ¿Qué tienes? ¿Qué te pasó?.
- No, no es nada, Willow, solo...Es solo...una pequeña alergia.- Mintió pero la chica no se lo creyó.
- No mientas.- Dijo ella, tomando de sus manos.- ¿Aún te duele ese momento?. Cuando viste morir a Belos delante de tus ojos y que fuiste manipulado por "El Núcleo".- Comprendió su situación.
- Sí...Yo...¿Cómo voy a poder vivir después de lo que hice?. Aún me persiguen esas desgracias. Trato de alejarlas, de ser feliz pero vuelven y golpean con tanta fuerte en mi mente que me lastiman por dentro.- Apuntó él, cayendo, rendido, en los brazos de su novia.- Lo siento, yo...yo no quiero hacerte sentir mal por mis acciones pasadas.
- No, nunca digas eso: Tú nunca harías una cosa así, de hacerme sentir mal por eso.- Le animó ella, tomando su rostro con suavidad.- ¿Recuerdas cuando nos ayudaste en la Batalla del Lago Helado de Brighton?. Tú solo fuiste quien destruyó el hielo que lo cubría y nos salvaste de las huestes de Andrias. Casi mueres, habías empleado toda tu Magia y fui yo quien te sacó de las aguas heladas, hasta te di mi calor corporal para que vivieras, mientras que los demás me cubrían.- Le relataba y eso llevó a que el chico abriera sus ojos como platos, recibiendo un fuerte abrazo motivacional de su novia.- Tú nunca serás un escollo ni nada por el estilo. Eres un buen chico, estás aprendiendo de tus errores y entiendo de que te cueste enfrentar esta parte, de lo que hiciste contra la Familia Imperial pero descuida, que pronto verás que te mirarán con otros ojos. Además, como dijo Alexander, nos invitaron para desayunar al "World Trade Center" y Lúckacs nos espera allí.- Resaltó con emoción, tomando las manos del chico y éste no pudo contener el rubor de sus mejillas.- ¿Qué dices? ¿No te gustaría ir allí y enmendar las cosas con él, en primer lugar?.-
- Sí...Sí.- Respondió, alzando la cabeza, intentando ocultar ese color en sus mejillas pero eso no sirvió, ya que Willow le descubrió.
- Owwww, tranquilo, no tienes por qué ponerte así, aunque lo reconozco, te hace ver más tierno.- Apuntó la chica peli negra, mientras que se iban de allí, tomados de las manos.
A su vez, en "Cognito", Reagan se debatía entre el bien y el mal por lo que había hecho: Establecer un "Pacto" con aquel sujeto de lentes pero, si quería mantener a su gente de pie, intacta y sin sufrir las consecuencias que "Los Túnicas" tuvieron por meterse en su camino, debió sellar aquella "Alianza" para proteger a los demás.
Y ahora, hallándose en la "Sala de Reuniones" que tenían ellos, con J.R siendo asistido por el Dr. Andre Lee, quien le estaba aplicando un poco de sus medicinas para sanar los golpes que había recibido por no liberarle el camino a Jacob, recibiendo una paliza nunca antes vista, además de que tenía uno de sus labios partido y con la sangre que no paraba de caer junto a su nariz.
- No te muevas mucho, J. R, tengo que cauterizar la fractura en tu tabique, has perdido mucha sangre y...- Pidió el médico de origen asiático pero el sujeto de lentes levantó su mano al aire y se puso de pie, yendo hacia la nipona-americana.
- Reagan.- Dijo éste con un tono serio.- ¿Se puede saber?. En el nombre de las conspiraciones, ¿qué es lo que has hecho?.- Preguntó éste.- ¡Nos has puesto a todos bajo la mira de un psicópata.
- Para empezar, J.R, recuerda de que yo soy la que está al mando de la empresa después de que mi padre fuera enviado a rehabilitación, ese es el primer punto y en segundo lugar...- Ella se calló y le hizo una seña para que todos ellos la escucharan con suma atención.- Yo no me fío de ese tipo, nos encontró, a Brett y a mí durante mis vacaciones en Grave Hills, diciendo que está buscando a alguien, así que, solamente, hay que seguirle la corriente, ¿sí?.- Pidió y señaló hacia la pantalla de las cámaras, en donde estaban volando unos extraños seres que vigilaban los movimientos de la gente.
- Santo Cielo y por el General George Washington, no...no puedo describirlo con mis propias palabras pero...esto es Surrealista.- Dijo el Super Soldado Glenn Dolphman.- ¿Cómo pudimos terminar en manos de alguien que ni conocemos?.
- Bueno, ya saben, tenemos a la "Jefa de Jefas", la "Reina de Reinas" quien nos introdujo al "Señor Psicópata y Mato a Los Túnicas".- Apuntó Magic Myc con su sarcasmo de siempre, mientras que se limaba sus tentáculos.
- Tú no te metas, Myc y para empezar, era servirle o morir, pero no pienso dejar que un don nadie me diga qué hacer: Lo ayudamos y listo. ¿Queda clara?.- Dejó Reagan las órdenes y poniendo punto a la situación.
En aquel momento, las puertas se abrieron, revelando a Jacob, quien vino acompañado por dos seres encapuchados y de ahí desplegó una especie de "Holograma" que resplandecía de Magia y colores vivos.
- Oye, tienes que decirme si esto es de "Disney", se ve genial.- Pidió Brett, intentando ganarse la confianza del nuevo.
- Solo te diré de que es algo mucho más superior a "Disney". Mucho más y ahora vayamos al "negocio".- Decretó Jacob y de ahí se pudo ver cómo una serie de imágenes cobraban vida, revelando un Mundo que ninguno de ellos conocía.- Como pueden ver, estas tierras son llamadas las "Islas Hirvientes" y mucho tiempo atrás estuvo regida por los "Titanes" hasta que desaparecieron. Luego de ello vino el Emperador Belos hasta que su muerte, hace poco, terminó por dejar al Reino abandonado, solo y sin que nadie que lo lidere.- Relataba con mero lujo de la palabra y de ahí algunos susurraban por lo bajo.- Y como ustedes se dedican a mantener los secretos y conspiraciones bajo llave, yo preciso de su ayuda para poder dar con el último "Titán" que debe de andar rondando por allí.
- Todo esto suena a una fantasía de los Años 80, sin ofender, Brett.- Habló Gigi y su amigo se mantuvo en silencio.- Pero ¿qué ganamos nosotros?. No te creas que esto es gratis.
- Oh, de eso no tienen de qué preocuparse, les voy a conceder todo lo que quieran. No les pienso fallar.- Prometió Jacob y de ahí fue saliendo de allí.- Partiremos en 24 horas, ya he enviado a mis Agentes a varios países del Mundo y ustedes también deberán preparar a los suyos porque será un viaje que nunca olvidaremos.- Prometió, entusiasmado, mientras que salía de allí hacia el pasillo y cerrando la puerta.
- Bueno.- Dijo Gigi, cruzándose de brazos.- O estamos ante un loco que se acaba de fumar los cargamentos de droga de Lee...
- ¡Oye!.- Exclamó el asiático.
- Ah, vamos, tampoco es para tanto. Si te vives drogando con tu propio material. Y volviendo a lo que dije: O estamos ante un loco que no para de abusar con los alucinógenos o es alguien que nos dice la verdad.- Apuntó la morena.-
- Le vamos a seguir el juego. Pase lo que pase, no debemos despertar sospechas en él.- Avisó Reagan.- Ahora vamos preparando todo para el viaje y recuerden: Sigan la corriente de este tipo.-
Creyendo de que todo estaba asegurado, de que nadie los escucharía, desde el exterior, a unos pocos metros de la "Sala de Reuniones", una pequeña pantalla apareció en la mano derecha de Jacob y éste sonreía, malvadamente, mientras que oía la voz de aquel niño en su interior y sus ojos pasaban a adquirir su color característico.
- Ya veremos quién ríe al último en este juego, mocosa.- Prometió, hablando con su voz y de ahí desaparecía en las sombras.- Dos pueden jugar al mismo.
A su vez, mientras que la tarde caía y daba paso a la noche, Reagan salía de "Cognito" junto a Brett en su coche. Los guardias habían sido reemplazados por las "Sombras" que había invocado Jacob y con ello partían de allí, con rumbo hacia su casa para poder descansar la mente y el cuerpo tras semejante regreso, inoportuno, por así decirlo, de sus vacaciones.
- Si quieres puedo ir a comprar comida afuera o te puedo cocinar una de mis deliciosas que hago cuando vivía solo.- Le ofreció su novio, tratando de animarla pero la chica terminó por tirarse contra el sillón y hundir su rostro con uno de los almohadones.- ¿Reagan?.
- Me gustaría comer pizza y beber una buena cerveza helada para olvidarme de lo que pasó hoy.- Habló la chica con tono desgastado y manteniendo su postura contra el mueble. Brett tomó asiento, al lado de su novia y la ayudó a sentarse en el sillón.-
- Oye, tranquila, ¿acaso le temes a ese tipo?. Yo no...Bueno, sí, le tengo miedo y mucho. Créeme, nunca sentí una cosa así desde que me dijeron que ese "Juego del Laberinto", por el lejano año 2005, no tenía nada y cuando tocabas el borde, ¡zas!, te saltaba un screamer horrible, sobre todo de la niña de "El Exorcista". ¡Ahhhhh, Dios, aún recuerdo cuando fui tan inocente y toqué el borde del Laberinto y mis hermanos se me estaban matando de la risa!.- Recordó el chico, mientras que revivía ese trauma infantil.
- Jejejeje.- Oyó la risa de la nipona-americana y él pudo atestiguar sus ojos tan cansados por no haber tenido el tiempo suficiente como para volver recuperada. Rápidamente, siendo un chico muy gentil con ella, tomó su rostro, tranquilamente y le dio un beso en los labios.
- ¿Por qué duermes un poco?. Yo voy a comprar unas pizzas y traeré de beber lo que deseas. Te hará bien.- Le aconsejó éste.
- Me gustaría pero...no quisiera quedarme dormida y que me llame mi papa.- Señaló ella a los cuadros donde su familia, en un tiempo lejano, era unida.
- Ohh, ya veo.- El tono de voz en Brett cambió al volverse uno muy pesado cuando ambos compartían un "Denominador Común": Eran de familias disfuncionales.- ¿Sabes?. Al menos tú tienes a tu madre y padre, yo sigo estando en las sombras, mientras que mis hermanos son la maravilla de los míos. Siempre se llevan todo, yo cuando intento ser alguien, me terminan echando como a un leproso y hay veces que me canso de verle el lado positivo a las cosas, quiero que me escuchen, que yo también soy parte de la Familia Hand pero no me tienen en estima, incluso me recibí en la Universidad, solo fue el Mayordomo a felicitarme porque ellos tenían mejores cosas por hacer. Ni estuvieron en el momento en el que le estreché la mano a mis profesores y cuando me dieron el Diploma.- Contaba el joven, quien, al principio, trataba de no enojarse pero terminó por ceder ante esas pasiones.- Ni siquiera vinieron a verme y felicitarme porque somos pareja.
- Tu familia es una mierda, Brett y deberías decirlo. A ti no te deberían tratar como a una basura, son ellos el problema.- Argumentó Reagan, poniéndose de pie pero cuando lo hizo, casi se caía por el cansancio, siendo rescatada por él.
- Lo sé, lo sé...Al menos nos tenemos el uno con el otro, sin importar los problemas, les hacemos frente y lo mismo con ese tarado de Jacob Hopkins.- Sostuvo el chico, sintiéndose motivado.
- Y cuando lo desenmascaremos, le daremos una golpiza que nunca olvidará.- Prometió Reagan, cerrando el puño e imitando la futura acción.
- ¡Tú lo has dicho!.- Le felicitó su novio y ambos se abrazaron por un buen rato hasta que el hambre se hizo presente.- Bueno, jejejeje, creo que hasta mi estómago y el tuyo están unidos por la comida. Pero no te preocupes, voy y vuelvo.- Prometió.- Hay una pizzería cerca y es bien Italiana con las pizzas.-
- Ve tranquilo, yo te espero y por ahí aprovecho para cerrar los ojos un momento.- Se despidió la chica de él y mientras que Brett tomaba las llaves de su coche, partía para su destino y de ahí, cuando quedó sola, ésta tomó su teléfono celular y marcó un número que tenía en su "Lista de Contactos".
- "Centro de Rehabilitación del Distrito de Columbia, ¿con quién desea hablar?".- Oyó una voz del otro lado de la línea.
- Rand Ridley, por favor.- Pidió la joven a la recepcionista.
- "Un momento, por favor, Señorita Ridley".- Respondió ésta y de ahí le puso en contacto con su padre.
- ¿Diga?.- Escuchó aquella voz y, al principio, Reagan deseó hablar con él, tratar de recuperar el vínculo perdido por tantos años donde Rand y Tamiko, su madre, habían peleado y destruido todo rastro familiar.- ¿Hola?. Habla Rand Ridley, ¿eres tú, Reagan?.- Preguntaba aquel hombre, quien se hallaba en su habitación de lujo del Centro de Rehabilitación.- Hija, ¿te pasó algo? ¿Qué tienes?. Cuéntame.-
No pudo hablar, simplemente cortó la llamada y de ahí dejó sorprendido a su padre. Pocos segundos después, la nipona-americana volvió a su "Lista de Contactos" y se topó con el número de un viejo amor, de alguien que...para ella...para todos los que lo tenían y consideraban su amigo, hermano, Camarada...ya no existía: Ron Staedtler. Marcó su número y esperó.
- "El número que usted ha marcado no existe en su localización".- Respondió el contestador automático, dejando a la joven devastada pero cuando vio las fotos que tenía, en su galería del celular, con Brett, abrazándose, pasando el día juntos e incluso esquiando y yendo a una convención de anime, haciendo cosplay: Él de Marty McFly y ella de Sailor Mars, le levantaba el ánimo y sonreía, a pesar de que su Mundo se hubiera hundido hacía mucho tiempo atrás.
- ¡Hola, hola, hola, "Ciudad Ridley", aquí llegó el "Fabuloso Brett Hand" para salvar el día!.- Reapareció el muchacho con varias pizzas y una caja de cervezas en su poder.-
Aquella noche iba a ser, para ellos dos, una pequeña fiesta para alejar lo que vendría a continuación: Abrieron la primera caja de pizza, destaparon la primera botella de cerveza y ambos comenzaron a beber sin parar, cayendo bajo los efectos del alcohol y con ello llegó un momento tan especial cuando se besaron apasionadamente hasta caer bajo el "Hechizo" de Morfeo, profundamente dormidos.
- Muy bien, chicas, veo que ya se han recuperado de esa "Fiebre" que tuvieron.- Les habló Ilya, a ellas.- ¿Están listas para partir para su destino?.
- Lo estoy. ¿Y ustedes, Libby, Andrea?.- Preguntó Molly a sus dos amigas.
- Sí, lo estoy.- Respondió la chica peli celeste y millonaria, quien estaba al lado de Lancer.
- Lo mismo digo. Puede que sea raro y más con los sueños que tuve con aquella chica llamada Artoria pero igual, yo también quiero descubrir qué es todo esto.- Se sumó la peli castaña oscura, teniendo a Gilgamesh consigo.
- Muy bien, entonces así será. No se separen, vamos a cruzar el "Portal".- Anunció la niña con Berseker a su lado y de ahí entraron en aquel camino, internándose hacia su nuevo destino que tenían consigo.
[Nuevo capítulo y con ello me disculpo por demorarme tanto. Sé que tenía pensado terminar esta historia para antes de Febrero pero me temo que no será posible por diversos motivos, así que tendrá su fecha de finalización para Marzo-Abril de este año.
Todavía quedan cosas por ver y descubrir en ello.
Así que bueno, amigos. Espero que les guste este capítulo. Nos estamos viendo y mando saludos y agradecimientos para todos ustedes.
Cuídense y que tengan un buen fin de semana de mi parte.].
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