Capítulo IV: Documentos Perdidos en la Historia

El hallarse de pie ante aquellas Puertas le traían un duro recuerdo de un Pasado muy reciente. Extendió su mano, cerrada en un puño, para llamar a la misma y que fuera recibido pero al hacerlo, solo sintió un profundo vacío, una descorazonada que le impedía ejecutar dicha acción por las imágenes que lo "azotaban": El día del atentado, la "Bomba Mágica" que falló, los disparos de aquel Chófer y del "Príncipe Imperial". Luego la verdad, un tiempo después. Maldecía a ese "Invitado", deseaba haber tenido la oportunidad de matarlo pero no pudo, había sido tarde y cuando "Darcy" surgió, su Tío Belos murió a manos de ella, solo quedaba él y ahora, con su intento de expiar los Pecados y errores del Pasado, aprender de ellos, estando frente a las Puertas del Palacio Imperial de Sarajevo era como si estuviera en una zona de cacería y él fuera la presa. Las personas que pasaban por allí apenas le dirigían la mirada, aún con haber dejado a los villanos y de ayudar en la lucha contra "El Núcleo" pero no lo podía negar: Él tenía parte de la culpa de las atrocidades cometidas durante la "Segunda Guerra Multiversal". 

De golpe, Flapjack pegó un salto y parecía estar "diciéndole" algo al oído.

- Lo sé.- Respondió Hunter con cierto tono de abatido.- Nunca quise cometer esa acción. Me dejé llevar pero...- En ese momento, él hizo una pausa para pensar y de ahí lo volvió a mirar a aquel Cardenal rojo.- ¿Crees que ella esté aquí?.- Preguntó y movió su cabecita, dándole una "respuesta".- De acuerdo. Lo haré.- Prometió el rubio pálido y llamó a la puerta.

Esperó unos segundos y al abrirse, una joven Oficial de cabello rubio le recibió, haciendo una bienvenida silenciosa, tradicional y de ahí le guío hacia el interior del Palacio Imperial, en donde pudo notar los cuadros, tanto óleos como fotografías de la Familia Ivanisevic, todos ellos lo miraban con ojos cargados de frialdad, un aspecto gélido en todos ellos y él se sentía intimidado. Volvió a oír los "consejos" que Flapjack le daba y siguió avanzando, no podía quedarse atrás hasta que llegó a la Planta Alta, unas escaleras lo conducirían hacia allí.

- Disculpe, sabe si...- Iba a preguntarle a la Oficial pero ésta ya se había retirado para cumplir otras funciones.- Gracias.- "Agradeció" con un tono sarcástico y de ahí comenzó a subir los peldaños hasta alcanzar el piso deseado.

Se sentía extraño, raro, a pesar del "apoyo" que el Cardenal Rojo le estaba "brindando", Hunter creía que era como un paria, un marginado, nadie lo quería tener cerca, los "Emperadores del Este" habían sido benévolos, en especial la "Emperatriz" pero el tema en cuestión era el atentado en el que Lúckacs había quedado metido y la bronca posterior. Ahora, frente a las puertas que daban paso a la siguiente Sala del Palacio Imperial, el chico tragó saliva, se puso frío, el sudor le perlaba la frente y casi se "cristalizaba" por los nervios. Le temblaba el pulso y fue entonces que juntó coraje, extendió su mano enguantada y procedió con abrir la puerta.

Dentro de aquella Sala, los personajes estaban allí reunidos y entre ellos estaba Marcy, la cual se sentía un poco mejor tras lo vivido con la muerte de Andrias. Oyeron como el picaporte se movía y terminaban viendo al siguiente en ingresar. Poco a poco, dejando de lado sus goznes, la puerta reveló a aquel chico rubio pálido y acompañado por Flapjack. Cundió el silencio, nadie dijo nada. Anne fue la primera en verlo pero los recuerdos de cómo él había matado a su amiga, delante de sus propios ojos y sus Camaradas, le llevaron a un viaje al Pasado un tanto ácido y desagradable.

Sasha, por su parte, lo observó con frialdad pero Marcy no parecía estar de esa manera, tan alejada, distante con el pobre chico. Willow, a su vez, le saludó pero mantuvo el silencio, no quería que se produjera algún "inoportuno" accidente o que alguien entendiera mal las palabras. Solo movió su mano derecha y le saludó. Sentados en unos sillones frente a la chimenea, allí estaban los "Emperadores del Este", quienes dirigieron su mirada hacia el rubio pálido.

- Lo...lamento...Creo que están ocupados, volveré más tarde.- Prometió, mintiendo y estuvo por volverse sobre sus pasos cuando notó que cierta dominicana le agarraba de los hombros y éste se volteaba.

- ¿Qué hay, Hunter?. Tanto tiempo.- Saludó Luz con tranquilidad, una sonrisa, a pesar de que su novia, Amity Blight, sentía esos recuerdos del Pasado tan afilados contra su alma.- ¿Por qué irte?. Si te estábamos esperando.- Argumentó la dominicana y eso lo tomó por sorpresa.

- ¿En serio?. Es que...todos ustedes...el silencio, yo...- Intentó explicarse pero no podía, el miedo le carcomía por dentro.

- Si te piensas que soy rencoroso, estás en lo correcto, lo soy, pero solo ante aquellos que inician su camino hacia la redención, cosa que tú estás llevando muy bien, al igual que hizo la Señorita Sasha Waybright, por lo que puedes pasar y quedarte aquí.- Habló Alexander y eso llevó a que el chico se riera, un poco nervioso pero quedó ante la mirada gélida del "Emperador del Este".- Hablo en serio.

- Ok. Ok.- Respondió Hunter, alzando sus manos y éste fue caminando hasta ver que Willow le había reservado un lugar junto a ella, Gus y los Gemelos Blight, Emira y Edric. Una vez que el chico tomó asiento, Leni le tomó de las manos a su marido y éste le dio un beso en los labios.- 

- Discúlpame, cariño, pero, después de lo que pasó, yo...- Intentó explicarle pero ella le tomó del rostro con suavidad.

- Lo sé, lo sé, pero recuerda: Él ya no es una amenaza.- Le tranquilizó la dulce rubia Loud, llevando a que el joven peli blanco-plateado cerrara los ojos, recibiendo un segundo beso, en los labios, por parte de ella.

- Ohhh, por cierto.- Habló Gus, poniéndose de pie.- ¿En dónde está Lúckacs?.- Deseó saber el moreno.

- Digamos que mi hijo está...¿cómo explicarlo?.- Respondió Alexander pero sin tener la respuesta adecuada con la que expresarlo sin ser tan "explícito".

- ¿Cumpliendo "Operativos Especiales" contra cierto grupo de enemigos?.- Fue la "respuesta" que Luz dio, sentada al lado de Amity y riéndose de lo que su amigo rubio hacia.

- En efecto. Esa es la correcta.- Alegó Leni.

https://youtu.be/jLw5MX7bZqI

En las calles de Sarajevo, entre cuerpos de "SWJ" sin vida, calcinados y otros reducidos, en pleno sentido de la palabra, a cenizas, un joven rubio y con sus ojos brillando bajo un intenso color dorado observaba ese "Cuadro", su "Obra de Arte" con una sonrisa malvada en su rostro.

- ¡NO, POR FAVOR!.- Rogó uno de ellos, mientras que él se acercaba hasta su oído izquierdo.

- Dolor...- Fue lo primero que le dijo.- Agonía.- Continúo.- Mi Odio arde desde las profundidades de la Tierra y el Sol.- Respondió, dejándolo sin palabras, tirándolo contra el piso y de ahí se veía la imagen de aquel Dragón del "Vuelo Negro" que lanzaba un feroz rugido que hacía temblar y quebrar los huesos, las montañas e incluso el propio Sonido. Acto seguido, estiró su mano y una Llamarada de "Fuego Elemental" cubrió al oponente y sus compañeros, quedando sus cenizas esparcidas por el suelo hasta desaparecer por obra del Viento.

- ¡No es Humano! ¡NO ES HUMANO!.- Gritaba otro, empleando esa "Palabra Prohibida".

- Por supuesto que lo soy.- Respondió el rubio.- Mi nombre es Lúckacs Ivanisevic-Loud y les doy la bienvenida a su peor pesadilla, hijos de puta. Qué lindo es matarlos a todos ustedes, manga de atrasados.- Sentenció y cargó su mano derecha con el "Fuego Vil".- "La Sangre Ivanisevic es Eterna".- Dio a conocer aquella frase que tenía su familia.- 

https://youtu.be/PRi0-qRT07o

Varios retrocedieron pero otros prefirieron pelear.

- Los felicito, a aquellos que quieren pelear, eso me hace sentir un pequeño "respeto" hacia ustedes. Pero los otros, me dan asco, pero descuiden, seré muy "benevolente" con ustedes.- "Prometió" y de ahí desenvainó a su Espada Imperial.- ¡La "Agonía de Escarcha" está hambrienta!. Y ahora verán por qué me llaman "El Demonio del Danubio".- Prometió y de ahí cargó contra ellos

Unos minutos después, la calle quedó cubierta de cuerpos sin vida, expresiones de terror, angustia, desesperación y dolor estaban reflejados en los rostros de los muertos. Otros habían quedado empalados por los "Batallones de Piquetes", aquellos que portaban las temidas picas y lanzas, las puntas de aquellas armas estaban empapadas con la sangre que goteaba contra el piso, formando sendos charcos y el olor a carne humana quemada impregnaba las fosas nasales pero para Lúckacs, aquello que demostrado de quién era él: El temido "Demonio del Danubio".

Volviendo al Palacio Imperial, unos minutos después, el "Príncipe Imperial" aparecía allí, aún con el Fuego que resplandecía a su alrededor hasta que se enfrío pero algunos, como Gus, Amity y Luz, pudieron notar que la Espada Imperial suya estaba empapada de sangre.

- Veo que ya vinieron, chicos. Lamento mucho la demora, tenía que..."ir a ver a unos amigos".- Se disculpó y de ahí fue hasta ellos.

- Tranquilo, recién llegábamos y trajimos a Marcy para que pase unos días con ustedes, así se recupera.- Le respondió Anne con calma y poniendo una mano suya sobre la espalda de su amiga.

- Ohhhh, Marcy, no sabes cuánto lo lamento por lo de Andrias.- Dijo Lúckacs, dándole su apoyo.

- Está bien, chicos. Se los agradezco.- Respondió ella, con la mirada baja.- Solo necesito descansar un poco y listo.- Agradeció por la ayuda recibida.- Es una lástima que Molly, Libby y Andrea no pudieran venir porque tenían clases y los Green se hallan en sus tierras, de vuelta.- Sostuvo con pesar.

- Ellos también te envían su apoyo, amiga. Descuida, solo es un momento pasajero. El Tiempo curará todas las heridas.- Le prometió Sasha.- Además, mira el lado amable, estás rodeada de gente que te protegerá.

- Sí, es cierto eso.- Reconoció la peli negra-americana.

- Por si les interesa, chicas.- Habló Leni, poniéndose de pie junto a su marido, quien les entregó una llave.- La Biblioteca Imperial está cerca, pueden ir allí y también acceder a la nuestra. Tienen nuestra autorización para entrar en cualquier sitio del edificio.

- ¡Gracias, "Emperatriz del Este"!.- Agradecieron las tres amigas.

- No es nada, jeje, vayan y pásenla bien. Liale, Natasha Jr y Liena los están esperando. Lúckacs, ¿los acompañas?.- Le encargó la rubia a su hijo esa misión y éste entrechocó los talones, tomando su posición militar.

- A la orden, mamá.- Respondió el joven.- Vengan, que yo los guío al frente.

- Pero no de batalla. No más luchas por un tiempo.- Pidió Gus, ya que necesitaba descansar tras muchos combates.

- El Soldado solo descansa cuando el enemigo esté muerto y bajo tierra. O convertido en cenizas.- Dio a conocer el "Príncipe Imperial" esa frase suya, cosa que dejó pálido a su amigo moreno.- Jajajaja, tranquilo, pueden descansar todo lo que quieran, nos lo merecemos.- Sostuvo el rubio, dándole un codazo en el pecho al experto en Ilusiones.

Hunter, por su parte, viendo que el grupo salía de esa Sala, se puso de pie pero mantuvo una distancia prudencial con respecto a los otros, justo cuando Lúckacs estaba llevándolos hacia afuera.

- ¿Hunter?.- Oyó la voz de Willow.- ¿Sucede algo? ¿No vienes?.- Preguntó la peli negra de lentes.

- Oh, eso, yo...Tranquila.- Respondió, respirando hondo y evitando no sonrojarse al verla así, tan bonita, preciosa.- Estaba estirando las piernas. Sí, eso.- Alegó éste pero eso llevó a que su novia le tomara de la mano.

- Vamos, tranquilo, no pasa nada. Ya todo quedó en el Pasado.- Le intentó tranquilizar la Bruja de las Plantas.

- Lo sé, para ti es fácil pero no para mí.- Señaló el chico, mirando hacia abajo.

- No, no digas eso. No debes seguir "anclado" a ese Pasado. Te estás lastimando a ti mismo, Hunter.- Se acercó y tomó sus manos.- ¿Qué diría tu tío si te viera así?.

El joven rubio pálido tomó un profundo respiro, no sabía qué decir al respecto. Todo había sido tan rápido, tomándolo desprevenido que le impidió, incluso, poder despedirse de su única familia, su tío Belos. Toda esa carga emocional le estaba jugando en contra y para complicarse aún más, al recordar cuando fue la "Marioneta" de "El Núcleo", llevó a que éste se abrazara con fuerza a Willow y ella lo acurrucará contra su pecho.

- Está bien. Está bien.- Le hablaba con dulzura en su voz, mientras que él alzaba su vista, con los ojos empapados por las lágrimas.

- ¿Crees que ya no volveré a lastimarlos?.- Preguntó él con dolor en su pecho.- ¿Cómo podré vivir así después de lo que hice?.

- Tienes que seguir adelante, Hunter: Del Pasado aprendemos, al igual que nuestros errores, como dijo el "Emperador del Este": Aprendemos de éstos para no volver a cometerlos en el Presente y así no perjudicar nuestro Futuro. Solo tú mismo sabes cómo hacerlo y cuentas con mi apoyo y el de mis amigos.- Le animó la joven, mientras que él dejaba, poco a poco, ese malestar emocional que tanto daño le causaba por dentro.

- Tienes razón, Willow. Estás en lo correcto.- Respondió, ahora animado y tomó de su mano y Flapjack se posó sobre su hombro izquierdo.- No importa lo que ya pasó, ahora es tiempo de seguir adelante.- Continuó y de ahí emprendieron el camino hacia la Biblioteca Imperial, en donde los estaban esperando los demás de sus amigos allí afuera.

https://youtu.be/LdF_ntIxHrM

Salieron y cuando cruzaron las puertas que conducían hacia la salida del Palacio Imperial, se internaron hacia la Capital Imperial, donde arribaron, luego de una buena caminata, hasta la "Biblioteca Imperial". Al abrirse sus puertas y darles la bienvenida, Marcy se quedó cautivada al ver tantos ejemplares, originales como de ediciones nuevas, pergaminos, documentos, libros que jamás había tenido la oportunidad de tener sus manos, sentir el olor a papel viejo y polvo, así como también del Conocimiento que impartía y más al haber sido su Gema la de dicha función, uno que nunca olvidaría y que llevaría en sus recuerdos, para siempre. Al dar el primer paso, cautivada y emocionada, sentía como si el Rey Andrias Leviathan estuviera cerca de ella, animándola, invitando a la chica para que se "sumergiera en un Mar de Lecturas y Conocimientos". 

- ¿Puedo...Puedo pasar al Subsuelo?.- Preguntó con emoción.

- Por supuesto, ¿quién te lo impide?.- Respondió Liale, quien la había saludado junto con Natasha Jr y Liena.- Ven, te acompañamos hasta allá.

Avanzaron por uno de los pasillos y se internaron en unas escaleras de caracol, hechas de piedra gris, que los condujo hasta dicha sección. Allí, el olor a libros antiguos se podía sentir en el aire y las fosas nasales, Kaisa, la cual estaba con Hilda, Twig, Frida, David y Jaeden, oteó el horizonte y se sintió como en casa, tomando uno de los más antiguos que había por allí, escrito en un antiguo idioma Eslavo previo a la Cristianización que tuvo lugar, tanto por las Iglesias Católica como Ortodoxa.

Pronto, una vez que arribaron hasta allí, Marcy fue hasta unas secciones, donde se podían ver carteles que decían "Roma", "Grecia", "Bizancio", "Galias". Ésta última llamó su atención y más al tener presente un monumento del General y Rey Afranio Siagrio, el último bastión Romano que sobrevivió a la "Caída del Imperio Romano de Occidente" hasta su conquista por parte de los Francos del Rey Clodoveo I. 

- "Andrias, me gustaría que estuvieras aquí para verlo".- Dijo para sus adentros y con ello se internó en esa sección antigua, tomando un par de libros, sin embargo, algo llamó su atención, un sonido, muy raro para ser parte de ese lugar, cautivó a la chica y ésta se arrodilló, viendo que se trataba de una especie de "Mecanismo" que podría conducirles hacia algún sitio en importancia.- Hmmm. Ya sé.- Pensó y de ahí dejó su mochila como "Punto de Referencia" para que pudieran seguirle el paso.

Mientras tanto, en "Gravefields", Jacob, poseído por ese misterioso Ser de Poder, deambulaba por el lugar, notando que, desde una tienda de electrodomésticos, se podía ver a cierto hombre calvo y moreno hablar ante los medios, en la Ciudad de Los Ángeles, sobre lo ocurrido hacia poco tiempo.

- "No me cabe duda de que, tras lo ocurrido aquí, es bien sabido que los "Viajes entre Universos" no son cualquier cosa: Hay que andarse de precavido o se lamentarán estas consecuencias".- Hablaba aquel Agente conocido "Mr. X", señalando la devastación y la posterior reconstrucción de Los Ángeles tras los combates que tuvieron lugar allí.

- "Y pensar que pude haberlo usado como un buen Peón pero no, tendré que conseguirme a otros que me sean de utilidad. Veamos, ¿quién sería capaz de ocultar un buen secreto?".- Se preguntaba el Ser que lo controlaba y de ahí notó a una chica castaña, nipón-americana, camisa gris, pantalones caqui y zapatos del mismo color, acompañada por un muchacho pelirrojo y vestido formal, traje y corbata negra.- "Hmmmm, creo que ya tengo a los candidatos perfectos para mi plan".- 

En Brighton, durante una de sus clases que tenían Libby, Molly y Andrea, estando Scratch de Protector, además de infiltrarse en la Cafetería y llevarse una buena cantidad de comida, la primera se hallaba concentrada en sus obligaciones cuando, de golpe, sintió que un suceso le impedía seguir, era como si estuviera "unida" a lo que vivió en ese sueño y el joven que se arrodillaba ante Artoria, despidiéndose de su Reina y viendo el potencial de la niña. Se sintió mareada y con ello fue a pedir permiso para ir al baño.

Salió, ante la atenta mirada de Andrea y Molly, quienes no supieron bien qué le pasaba. Una vez que cruzó el pasillo y llegó al Baño de Damas, Libby se empapó la cara con agua fría para despejarse pero al secársela, ésta notó aquella figura reflejada en el espejo.

- ¡Ahhhh!.- Gritó, asustada.- ¡¿Quién eres?! ¡¿Qué quieres de mí?!.- Preguntó.

- Todo a su debido tiempo, Mi Lady. No soy alguien de quien puedas desconfiar.- Hablaba aquel joven rubio y sentado en un Trono Imperial.- Solo espera y verás.- Prometió y de ahí ella salió del baño, volviendo a su salón, más confundida que antes.

Una vez que tomó asiento, quedó ante la atenta mirada de sus amigas.

- Oye, Libby, ¿qué tienes?.- Preguntó Molly por lo bajo.

- ¿Eh?. No, no es nada, solo estoy un poco mareada. No sé, no me siento muy bien que digamos.- Alegó la castaña, llevando a que se pusiera una de sus manos sobre la frente.- 

- ¿Quieres que te llevemos a la Enfermería?.- Le propuso Andrea.- Por ahí te cayó algo pesado en la comida.

- No, descuiden, estoy bien, si me pasa algo más, les aviso.- Prometió.- Además, ahora comienza la clase de Arte y no me la quiero perder.

Y tenía razón. La actividad de ese día era pintura con caballetes, por lo que cada uno de los alumnos fue retratando, desde lo más profundo de su corazón y alma, aquello que tanto admiraban. Algunos iban por el fútbol, otros los videojuegos, en el caso de Molly, hacer feliz a todo el Mundo, Andrea, por su parte, era ser una famosa Estrella del Cine y Libby tenía pensado retratarse como una futura escritora de libros. Se fue concentrando en su labor hasta que, de golpe, cuando su Maestra se detuvo para ver lo que había plasmado sobre el lienzo, se quedó sorprendido.

- Señorita Stein-Torres.- Dijo la mujer, quitándose sus lentes.- Esto...

- ¿Sí?.- Preguntó Libby con cierto temor.

- ¡Es precioso! ¡Miren, niños!.- Pidió la atención de ellos, deteniendo la clase y cuando tomó el lienzo, revelándolo ante todos ellos, la boca de la chica se quedó abierta y dura cuando vio lo que estaba allí, retratado. No lo podía creer: Sobre la tela se podía apreciar al mismo joven rubio y Armadura brillante, sentado en su Trono Imperial, cosa que eso no era lo que había querido pintar.- ¡Libby, esto es una obra de arte, va a ir para la "Exposición Anual" de la escuela! ¡Felicitaciones!.- Exclamó la docente, dándole la mano y estrechándola.- 

- Pero...Pero...- Intentaba decir algo al respecto.- Pero eso no era lo que quería plasmar.-

- ¡Wow, Libby, debes sentirte orgullosa, lo hiciste muy bien!.- Le felicitó Molly, abrazándola pero de ahí sintió una punzada en su mano.- Auch, otra vez. No lo entiendo.- Miró hacia su herida y ésta parecía estar de un color rojo escarlata, casi brillante.

- Yo también lo sentí.- Advirtió Andrea.- No sé por qué pero han pasado varios meses y no se nos va esta cosa. Sea lo que sea, espero que no se trate de nada peligroso.- Argumentó la chica millonaria.

- Estoy contigo, pero, chicas, en serio, yo no quería dibujar eso, tenía otra cosa en mente.- Argumentó la joven, cosa que las dejó confundidas.

- Descuida y ponte contenta, ahora vas a ganarte el "Primer Lugar" por la "Exposición Anual de Arte Escolar".- Sostuvo Molly, dándole una palmada en la espalda.

- Sí...puede que tengas razón.- Tuvo que reconocer aquello pero no dejando de lado de que algo no estaba yendo del todo bien en ese asunto.

Mientras tanto, en las afueras de la "Escuela Brighton", cierto muchacho rubio y vestido con camisa blanca, pantalones y campera negra con zapatos, estaba a la espera junto a una niña de cabellos plateados, piel pálida y ojos escarlata, además de tener consigo un buen atuendo Aristocrático consigo y venía acompañada por un enorme Guerrero.

- ¡Chicos, chicos!.- Les llamó Marcy a los presentes.- Vean lo que encontré.- Pidió su atención. Algunos estaban leyendo unos libros y otros, como Hunter, sentían una profunda admiración por esos bustos y esculturas. Fue así que la siguieron hasta esa Sección y con ello se detuvieron.

- ¿Qué hallaste, Mar-Mar?.- Preguntó Anne con interés y al ver que su amiga volvía a tomar su mochila, corriendo el "Mecanismo de Seguridad", llevó a que las estanterías se moviera, revelando un pasadizo que conducía hacia el interior del Subsuelo.- 

- ¡Wow! ¿Y esto?.- Se sorprendió Hilda y tomar una antorcha.- ¡Síganme!.- Pidió la peli celeste, bajando las escaleras con los demás, internándose en los fríos y oscuros pasadizos que conducían hacia un camino inexplorado.

[Y hasta aquí me detengo, para el 1*de Diciembre, vuelvo a escribir y publicar los capítulos. 

Espero que les guste. ¿Qué clase de sorpresas hallarán allí abajo? ¿Qué planes tiene "El Coleccionista" con aquellos dos jóvenes? ¿Y quiénes serán?. Eso lo veremos más adelante.

Mando saludos y agradecimientos para todos ustedes, amigos. 

Cuídense y que tengan un buen día de mi parte, Camaradas.].