Capítulo III: Comienzos
Capítulo III: Comienzos
Despertó, parecía haber tenido un mal sueño, una pesadilla, le latía su corazón y al levantar la mirada, llevó sus manos hasta el rostro. Lo tenía perlado por el sudor frío. La cama deshecha, se había acostado pero no recordaba ni el momento o la hora de cuándo había arribado hasta su departamento. La llave estaba colgada en un pequeño perchero y su ropa se secaba frente a la estufa que estaba encendida.
Despacio, fue dejando la cama, pero un extraño mareo le impedía mantenerse en pie y hasta sentía ganas de vomitar. Fue corriendo hasta el baño, podía tratarse de algún virus gastro-intestinal o un malestar pero no había bebido, eso era lo raro. Llegó y al levantar la tapa del inodoro, queriendo vomitar, éste salió y de ahí fue hasta el espejo para empaparse la cara con agua y así despabilarse.
Una vez que se recuperó, Jacob Hopkins casi pegó un grito cuando vio, en el reflejo del espejo, la imagen de un misterioso Ser que tenía el aspecto de un niño con capa, capucha y su rostro dividido en Luz y Oscuridad, el Sol y la Luna, además de que su cabello era blanquecino como la nieve caída en Invierno.
- ¿Quién...Quién?.- Se preguntó pero el niño negó con la cabeza, despacio.
- Ayy, Jacob Hopkins, ¿acaso no te acuerdas?. Hicimos un trato.- Le respondió y eso lo dejó perplejo.
- ¿Qué? ¿Cuándo?.- Le interrogó y miró su mano, en donde tenía un extraño símbolo.- Oh, sí...- Quedó unos momentos en silencio, mientras que le llegaban varios recuerdos, sobre todo de la noche anterior, cuando ese "amigo" le llevó a que hicieran una alianza.-
- Yo te prometí algo y lo voy a cumplir. Puedo cumplir cualquier deseo tuyo, el que quieras y no me tienes que dar nada a cambio...Bueno, sí, pero ya lo verás.- Le dejó esa oferta y resultaba tan atractiva para el ex-Curador de la "Sociedad Histórica de Gravefields".-
- Antes que nada.- Advirtió Jacob.- ¿No habrá ningún truco sucio de tu parte? ¿Puedo confiar en ti?.- Preguntó y aquel niño solo se encogió de hombros, tranquilo y sereno de lo que iba a pronucniar a continuación.
- Tú no tienes nada de qué preocuparte. Te estoy dando mi palabra como "Garantía" de que no te ocurrirá ningún percance. Sin embargo, antes de concederte lo que desees, yo necesito de que me cumplas un par de cosas.- Avisó el joven de antemano.
- ¿Qué es?.- Preguntó el castaño de lentes.
- Mejor dicho "son", en plural, ya que es aquí donde tú vas a formar parte de mi plan.- Alegó y de ahí tomó el control de su cuerpo y procedió a hablar desde el mismo.- Vamos a iniciar una verdadera lucha de poder en este Multiverso y todos aquellos que se interpongan en nuestro camino morirán.- Sentenció y de ahí brillaron sus ojos junto a esa sonrisa malvada.
Noche cerrada, estrellada y con Luna Llena sobre "Big City", Nancy Green había llegado para visitar a sus amigas internadas en el Hospital, mientras tanto, en el edificio perteneciente a la cadena de supermercados "Wholesome Foods", Chip Whistler, quien se estaba recuperando, aún, de la humillante derrota tiempo atrás, iba anotando unas cuantas cosas en su cuaderno personal, el cual usaba como "Diario" y de ahí terminaba de ver unos archivos enviados sobre las Acciones de la Corporación Alimenticia en la Bolsa de Valores de Nueva York.
- Hmmm.- Murmuró éste, mientras que iba tomando agua en repetidas ocasiones. Dentro de su Oficina, por alguna extraña razón, hacía mucho calor, uno seco y el aire se volvía más tórrido, pesado, insoportable, como si estuviera metido en algún desierto de Medio Oriente. Llevó uno de sus dedos contra su chaqueta y de ésta emanaban columnas de vapor, mientras que se iba rellenando su vaso con más agua fresca.- Ufff, Clancy, enciende el aire acondicionado.- Llamó a su Secretaria pero ésta no respondía.- ¿Clancy?.- Volvió a comunicarse con ella, desde aquel dispositivo que usaba pero la mujer se hallaba inconsciente en la Oficina de abajo.- Ufff, Dios, ¿por qué...por qué será que tuve todas las de perder hace tan poco tiempo?. Yo estaba en la cúspide pero ese niño...Hunter. No puedo creer que me usara como si fuera un Peón suyo.- Se mostró indignado por aquella falta de respeto hacia su posición pero, cuando iba a expresarse más aún, el aire en sus pulmones fue escaseando, se iba desvaneciendo y estaba agitado.- Pero...¡¿Qué me pasa?! ¡No puedo respirar! ¡Me desmayo!.- Gritaba el joven y trató de correr hacia la salida.
En su carrera para escapar de aquel mal misterioso, vio que muchos de sus colegas estaban inconscientes contra el piso o en sus respectivas Oficinas. Al llegar a la planta baja, notó que los Guardias de Seguridad también estaban en la misma situación y de ahí fue cuando tuvo que tirar abajo los cristales de la puerta, consiguiendo salir pero terminó desmayándose contra el piso de la acera.
Por un momento vio una figura femenina que se movía hacia donde él estaba, no la distinguía muy bien, parecía ser una especie de mujer con una venda en sus ojos y cabellos largos, de color lila, quien se arrodilló ante Chip.
- Pobre Humano insignificante. Se nota que ustedes perdieron toda la Gracia que los Dioses les concedieron cuando nos hicieron a un lado para alabar a ese "Dios Todopoderoso".- Se burló ésta, mientras que tomaba la mano del joven empresario.
- No sé quién es usted, pero...¡no me toque!.- Le advirtió el rubio pero ella se río, dándole una patada en la cara, tirándole sus dientes.
- Ni si te ocurra volver a hablarme así, faltándome el respeto, ¿oíste, basura?.- Respondió ella, tomándole del cuello y viendo que unas extrañas columnas de "vapor" violeta salían desde el edificio, pasando a su control.- Je, es maravilloso, hermoso, algo que ustedes nunca comprenderán. Las trompetas sonarán, una nueva guerra está por ocurrir. Después de tanto tiempo, desde el 2006 en el que fui derrotada, he vuelto a la vida.- Decía con esos aires de superioridad y orgullo, llevando a que Chip la viera.- Tú no portas esa marca, ¿sabes quién la tiene?.- Preguntó pero éste no sabía qué decir.
- No entiendo ni una sola palabra. Solo déjeme y no pasará nada.- Pidió Chip pero cuando la chica se quitó su venda de los ojos, éstos parecían resplandecer de un intenso color lila, igual que sus cabellos. Inmediatamente, un brillo como adquirir y de ahí las misteriosas "cuerdas" de energía que emanaban desde el interior del edificio de Whistler comenzaron a penetrar en su cuerpo y sintiera que se iba renovando.- ¡Oiga!.- Le llamó Chip pero su pierna derecha quedó sumergida bajo un extraño peso, uno que lo inmovilizó y llevó a que se tropezara contra el piso.
Al doblar la vista, con horror, el joven ahogó un grito cuando se topó con que la pierna afectada estaba hecha en piedra, llevando a que la misteriosa mujer disfrutara de su sufrimiento.
- Grita, sigue, sigue, que eso me anima.- "Pedía" la joven, mientras que el empresario solo podía arrastrarse con dificultad, de nuevo hacia el edificio.- Hmmmm, veo que no tienes la marca, así que no eres mi "Portador".
- ¡¿"Portador"?! ¡¿Acaso me viste cara de Otaku?!.- Preguntó Whistler y de ahí se puso de pie.- ¡Si eres una enviada de los Green, te juro que...!.- Bramó pero ésta le devolvió su pierna al estado de antes.-
- Considera esto como un "pago" de mi parte. Pero no vuelvas a gritarme o a abrir tu sucia boca enfrente de mí. Te lo advierto, la próxima que nos veamos, no tendrás tanta suerte.- Advirtió la joven y desapareció como por "arte de Magia", dejando a un rubio sorprendido y sin palabras.
Chip no podía decir una sola palabra de lo que había visto. Sus intentos por hacerle frente a la misteriosa peli lila lo habían dejado destruido, su pierna convertida en piedra, ahora devuelta a la normalidad, comenzaba a recuperar el flujo de su sangre pero no podía mantenerse de pie mucho tiempo, así que se aferraba a uno de los faroles de la calle. Lo pensó y tras tomar su celular, llamó a los "Servicios de Emergencias" para que acudieran hasta su edificio y rescatar a su personal afectado por la misteriosa "pérdida de gas".
Desde un edificio cercano al lugar de los hechos, la misteriosa joven se quedó contemplando la Luna Llena, la Noche que se abría camino sobre "Big City" y de ahí desapareció.
En Brighton, después del funeral del Rey Andrias, Libby estaba yéndose a dormir. El cansancio la tenía por el piso, agotada, por lo que fue metiéndose en su cama y tras apagar las luces, la amiga de Molly McGee cerró los ojos, dejándose llevar por Morfeo hacia los Sueños mismos, donde la tranquilidad era la Reina.
Sueño de Libby:
Se hallaba de pie ante una hermosa Ciudad que no parecía ser de su tiempo. Todo era de adobe, ladrillo y argamasa, sin ventanas, todas las casas iguales, gente que iba de un lado al otro e incluso habían Zigurats que llegaban hasta casi tocar los Cielos.
- Esto es...¡Estoy en Sumeria!.- Exclamó la niña con emoción.- ¡La tierra de los Reyes y Dioses!.- Dijo y comenzó a deambular por ese "Mundo Onírico".- Cómo me gustaría que Molly estuviera aquí, conmigo y lo mismo Scratch y Andrea.
Por donde fuera, ella parecía ser una invitada, ya que la gente le saludaba e incluso una familia de panaderos le hizo entrega de una cesta repleta de aquellas delicias, las cuales degustó con placer, sintiendo ese sabor que tanto había ansiado probar desde hace mucho tiempo. En un momento dado, una escolta la llevó hasta el Palacio Real, en donde subió las escaleras y allí, ante sus propios ojos, la joven se topó con aquel misterioso joven de cabello rubio y quien lucía las Prendas Imperiales de esas tierras. Ella se quedó helada y estuvo por hacerle una reverencia pero una mano se alzó en el aire.
- ¿Por qué has de hacerlo, Libby Stein-Torres?.- Intervino el muchacho con suma calma.- Soy yo quien debe arrodillarse ante ti, en señal de respeto por lo que vendrá a continuación.- Anunció éste y mostró sus respetos, incluso tomando su mano y besándola.
- Usted...Usted...Por favor, necesito verle, debo ver su rostro.- Pidió la castaña pero el rubio le detuvo.-
- Aún no es el momento.- Respondió y le tomó ambas manos.- Ya estuviste en las lejanas tierras de Avalon, ahora debes esperar: Para cuando llegue el momento donde el Sol se junte con sus hermanos, es allí donde nos conoceremos. Solo espera.-
- Pero...¿Cómo sabré que voy a encontrarte?.- Preguntó Libby y notó una sonrisa en el rostro del chico.
- Eso lo verás, incluso en el Mundo Real, inspirada por mis palabras y este sueño. Solo ten Fe y ya conseguirás lo que buscas.- Auguró.- Ahora debes volver a tu tiempo, ¿sí?. Cuídate, amiga.- Le deseó y tras desaparecer esas escenas, la chica volvió a su Mundo del Presente.
En la Mansión Davenport, Andrea también se hallaba por irse a dormir, sin embargo, para ir cerrando el día, ella estaba en el parque de su domicilio, haciendo un "Streaming" en directo para sus fans, quienes le mandaban buenos deseos, éxito y comentarios que a ella le agradaban.
- Como pueden ver, Fandreas, he dejado de lado mis rivalidades con Molly y Libby. Ellas me dieron un gran impulso a la hora de enfrentar el peligro que se nos venía encima.- Contaba con suma calma cuando, de golpe, uno de sus seguidores le mandó un comentario que llamó su atención.- ¿Detrás de mí? ¿A qué te refieres?.- Preguntó y tras voltearse, la muchacha notó que un misterioso sujeto de cabello azul oscuro, vestido con un atuendo o bodysuit del mismo color con placas en los hombros, pecho y piernas, además de llevar una lanza consigo, permanecía de pie a sus espaldas.- ¿Eh? ¿Quién es usted?.- Preguntó y fue entonces que sintió esa punzada en su piel, justo en donde se hallaba la extraña "cicatriz" que tenía consigo, la cual le obligó a depositar el celular en una mesa y de ahí agarrarse de la mano afectada.
El misterioso joven avanzó y no venía solo, ya que una niña de cabellos plateados, ojos escarlata, vestida de forma Aristocrática y acompañada por un hombre musculoso, de cabellos negros revueltos y con un taparrabo griego con un cinturón en su Centro, llegaron hasta la millonaria peli celeste.
- ¡Atrás, no me lastimen o se las verán conmigo!.- Les desafió Andrea y cuando la niña peli plateada la miró, ésta se giró hacia ambos acompañantes.
- ¿Así que eres tú la que porta el "Sello de Mando"? ¿Quiénes más están con eso?.- Interrogó la citada a Andrea.
- No sé de qué me hablas, ¿quién eres tú?.- Quiso saber la peli celeste pero la Aristócrata se dio la vuelta, mirándole de reojo con serenidad.
- Me parece que aún no ha llegado el momento para revelarte ciertos datos de vital importancia. Pero descuida, cuando llegue el momento, ya verás lo que ocurrirá.- Auguró ella.- Vámonos, Berseker.- Ordenó y con su Guardaespaldas se retiraron del lugar dejando al peli azul oscuro allí, teniéndola "bajo vigilancia".
- Si estás esperando para matarme, te resultará imposible conmigo.- Le advirtió Andrea.
- ¿Matarte? ¿A ti?. Pero si tú eres mi "Portadora".- Respondió el joven y se arrodilló.- Un placer en conocerte. Mi nombre es Cú Chulainn de la "Clase Lancer".- Hizo su presentación éste y la ayudó a levantarse.
- Ese nombre...¿Por qué me suena?.- Se preguntó la millonaria.
- Ya lo conocerás. Como bien dijo Ilya, ahora no es el momento pero, cuando llegue, ahí es rebelará todo.- Auguró el joven de la lanza y desapareció en una fracción de segundos.
- Ok...- Andrea se recuperó y tomó su celular.- De acuerdo, Fandreas, no sé me van a creer o no pero...creo que hay una misteriosa llamada del deber para mis amigas y para mí. Les prometo que más tarde haré otro "Streaming".- Juró y tras finalizar su día, ella se fue a dormir.
Mientras tanto, en Sarajevo, aquella mañana de Sábado, con muy pocas actividades para hacer, salvo resolver las cuestiones que pedía el pueblo a los "Emperadores del Este" y ellos cumplían con su palabra, sin nada más que efectuar, la familia aprovechó ese momento de libertad para hacer sus cosas. Natasha Jr se encontraba con sus muñecas que había traído desde "Big City", de aquel lugar llamado "Al-Té Sociedad", mientras que Leni peinaba el cabello de Liena y Alexander le daba una mano. Liale se encontraba leyendo un libro y Lúckacs le pasaba un trapo con un líquido pulidor para sus medallas.
- Awwww, qué lindo fin de semana para pasarla con mi familia.- Respiró Alexander hondo y feliz de tener a los suyos cerca.- Oigan, ¿no quieren que vayamos al Cine y veamos una película?.- Propuso y de ahí llegaron los gritos de emoción.- Jejejeje, bueno, decidan cuál quieren ver y de ahí...- Prometió éste pero justo alguien lo tomó por sorpresa, abrazándolo por la espalda.
- ¡BOSNIO! ¡¿Cómo andas?!.- Preguntó una voz familiar, llevando a que Alexander lo reconociera, cambiara su expresión alegre a una de pura frialdad por el sorpresivo arribo.
- Todo de maravilla hasta que entraste sin avisar, Rob. Espero que sepas que tengo francotiradores autorizados para tirar a matar contra cualquiera como intruso que cruce al Palacio Imperial.- Respondió el peli blanco-plateado.- Y de los mejores.
- ¿Qué tan letales son?.- Inquirió el "Príncipe del Desmadre".
- La mayoría son de las "Waffen-SS", así que puedes imaginarte el grado de letalidad que tienen en la sangre.- Alegó pero su amigo no lo escuchó, ya que sacó una cerveza de su "Bolsa Mágica Infinita" y comenzó a beber.
- Mira vos, che. Pero tampoco seas así de amargo.- Señaló Rob, quien era abrazado por Leni.
- Jejejeje, ya sabes que Alex es así, muy protector con nosotros. Pero me alegra mucho en verte, Rob.- Respondió la rubia.- Por cierto, ¿y Saturnino?.
- Acá estoy.- Respondió el peli naranja cubierto por una Armadura Medieval.- Estoy protegido contra ataques sorpresa, eso va para la Viktoriya rubia y Banshee amante de los Chocolates y el "Demonio del Danubio" que tienen de hijo.- Ingresó éste y levantó la bisagra del Yelmo.-
- Awwww, tampoco es para tanto.- Respondió Liale y levantó el citado objeto, viéndose que el peli naranja tenía la cara.-
- ¿Que no?. Esa técnica, "Sujeto N*9", me dejó este "bronceado" y luego vino la "Lluvia Vil".- Respondió el amigo de Rob.
- Vamos, ni que te doliera.- Se defendió Lúckacs, riéndose de ello.- Sabes a las Feministas que incineré con el "Sujeto N*9" y el "Destructor Guardia de Fuego".- Alegó.- Además, eso fue te pasa por pajero. Nadie le falta el respeto a la Mayor Degurechaff, todo aquel que lo haga contra mi Diosa será castigado.
- ¡Leni, decile algo a tu hijo psicópata!.- Aulló Saturnino con bronca.
- Satu, ya sabes que Lúckacs es así, pero solo lo hace para jugar contigo.- Sostuvo ella con calma y colocándole una bolsa de hielo sobre el rostro, ayudada por Liena, ya que su Magia Elemental del Agua permitió reducirle las quemaduras.
- ¿Llamas a eso "jugar"?. Me intentó quemar y encima aún me duelen las piernas cuando me dejó encerrado con las Súcubos de la "Legión Ardiente".- Añadió el peli naranja.
- Bueno, bueno, Satu, tranquilo, ya estás mejor. Ahora vamos al punto.- Intervino Rob, poniendo paños fríos a la discusión, cruzando sus manos.- Miren, Marcy no está bien, después del funeral de Andrias, ella está decaída, así que estaba pensando en traerla para acá, unos días, le pueden ayudar a que se recupere, incluso que esté en la Biblioteca Imperial, ¿qué dicen?.- Propuso el peli negro esa sugerencia.
- Pobrecita. Me cuesta creer que su amigo haya muerto tan poco tiempo después de la "Segunda Guerra Multiversal" pero no hay problema. Que venga para acá.- Le concedió Leni esa oportunidad para que la asiática-americana se trasladara allí por unos días.
- ¿Sus padres ya están informados, Rob?.- Agregó Alexander, preocupado por la cuestión familiar.
- Sí, de eso ya está. Me hice cargo.- Respondió el "Viajero Interdimensional".
- Perfecto, entonces que venga.- Concluyó el matrimonio imperial en esos momentos.
- Gracias, che. Se los agradezco.- Finalizó Rob, dándoles un abrazo.- Bueno, nos vamos. Satu.- Le llamó éste se encontraba atado a una silla donde Lúckacs estaba probando su "Fuego Vil" con él.
- ¡La concha de la lora, flaco, soltame! ¡¿Por qué no vas a matar a los "SWJ"?!.- Preguntó el amigo de Rob.
- Digamos que te la tengo jurada por lo que dijiste de "Mi Diosa". Ahora guarda silencio o alterarás las Llamas Viles.- Pidió el rubio.- Bah, tienes razón. Mejor me voy a cazar a esos idiotas, ¿quién viene conmigo?.- Preguntó y fue Natasha Jr con él hacia las calles de la Capital Imperial.
Pocas horas después, un nuevo "Portal" se abrió y desde su interior salieron Rob, acompañado por Anne, Sasha y Marcy, la cual estaba un tanto triste por lo ocurrido anteriormente.
- Hablamos con tus padres, Mar-Mar, puedes quedarte unos días aquí, en el Palacio Imperial.- Le hablaba su amiga tailandensa-americana.
- ¿No me dejarán sola?.- Preguntó ella, abatida.
- No digas eso: Jamás te dejaremos. Ahora estamos ocupadas con nuestros asuntos pero te prometo que te visitaremos, iremos de visita al Centro de Sarajevo, incluso al "World Trade Center" y hasta nos tomaremos un helado con los chicos en el "Zoco".- Prometió la rubia americana, llevando a que Marcy se sintiera mejor y se dieran un fuerte abrazo de amigas.
En el umbral del Palacio Imperial, frente a ellas, el matrimonio imperial y sus hijos les estaban esperando.
- Por aquí, Señorita Marcy.- Le invitaron los padres de los "Príncipes Imperiales" a ella para que entrara.-
- Espero que te guste estar aquí, te ayudará.- Continuó Liena.-
- Y si necesitas un lugar para leer, tienes la Biblioteca del Palacio, así como también el "Archivo Imperial", donde tenemos resguardados todos los documentos antiguos y artefactos.- Continuó Liale y eso parecía hacerle sentir bien a la joven asiática-americana.
- Gracias, amigos, se los agradezco un montón. Por ahora quisiera irme a dormir un rato. Si no les molesta.- Dio las gracias y de ahí le mostraron el camino hacia la habitación en donde dormiría.
[Capítulo interesante y con ello, en el que viene, a prepararse para lo que se verá.
Mando saludos y agradecimientos para todos ustedes, amigos.].
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