Capítulo VIII:

El Emperador Belos había regresado junto a Kikimora y Wrath al Palacio Imperial tras examinar los daños en la "Escuela Hexside", allí se reunió con sus Aliados, los cuales habían estado esperándolo para la próxima charla que tendrían y así saber cómo estaban las cosas con respecto a la conquista de la Ciudad de Trolberg. El encapuchado del ojo de vidrio caminó y se detuvo el Monarca de las "Islas Hirvientes", quien tomó posesión del Trono Imperial.

- Procedan.- Ordenó Belos con ese aire tranquilo en su voz.

- Su Alteza, las tropas que envío han informado de que la Ciudad de Trolberg está bajo su control. Sus banderas y estandartes flamean en los edificios y todos los que opusieron resistencia están bajo llave.- Informó éste tras hacer una reverencia.- El Comandante de la Ciudad pregunta sobre qué harán con ellos.

Belos se quedó pensativo, no tenía un plan en mente con los prisioneros.

- Lo dejaremos para más tarde, que por ahora queden encerrados.- Fue la respuesta que dio.- Sin embargo, hay algo que me gustaría saber sobre ustedes dos.- Apuntó hacia los encapuchados del ojo de vidrio y la chica de la cicatriz en su mejilla izquierda.- ¿Quiénes son?.

- Eso no importa, por ahora, pero sí debo informarle de que nos iremos para otro Mundo que conquistar.- Le respondió el primero de ellos.

- Ya veo: ¿Y necesitarán tropas?.- Preguntó el Emperador pero la muchacha negó con la cabeza.

- No hace falta, Su Alteza, ya tenemos a nuestro Ejército esperando.- Informó la chica de la cicatriz.

No dijo nada más, inmediatamente, tras dar por finalizada la reunión, Belos ordenó de que las Fuerzas suyas se pusieran en marcha para dar caza a los prófugos. No se iban a escapar de su férrea vigilancia, lo mismo para aquellos que estaban con Luz Noceda debían pagar caro las consecuencias. Se preguntó si debería emplear sus "métodos" con respecto a los padres de Amity para hundir su espíritu. Lo pensó cuidadosamente pero negó con la cabeza, no, no valía la pena, aquella chica había su "Camino de la Auto-destrucción" al unirse a los "rebeldes", así que ella misma iba a caer por su propio peso. Por lo que decidió enfocarse en la cacería de los prófugos y terminarse de asegurar las "Escuelas de Magia", así como también la llegada de los artefactos que sus Hechiceros habían conseguido en Trolberg.

- Kikimora.- Llamó Belos a la Demonio, quien estaba a su lado.

- ¿Sí, Su Alteza?.- Preguntó ella al Monarca, cuyas manos estaban apoyadas sobre los bordes del Trono Imperial. Alzó una de ellas, la derecha y se quedó pensativo.

- Lo he estado pensando y no vale la pena querer destruir a tus enemigos de un solo golpe. No, no, es una tontería y de carácter "infantil". Lo mejor que puedes hacer es atacarlos repetidas veces pero calculando el Tiempo, porque no sabes qué clase de peligros puedes toparse en el camino. En la guerra se aprende de eso y se llama "Estrategia", un Comandante no puede liderar a sus Ejércitos hacia una batalla sin conocer a su enemigo y el terreno. Eso mismo ocurre con los Humanos, quienes viven guerreando desde sus Orígenes por distintos motivos. Hoy en día desconocen las causas justas, no tienen un ideal, solo lo hacen por recursos, no por lo que creen que vale la pena.-. Apuntó el Monarca y Kikimora lo vio a los ojos.- ¿Sabes?. El poder de uno es como un "tesoro", lo tienes que resguardar para que no caiga en las garras del enemigo y eso mismo haré con aquellos que intenten destruir este proyecto. 

- Lo que usted está haciendo, Su Majestad, es un gran trabajo. Yo tengo Fe en que logrará triunfar sobre sus adversarios.- Dijo la chica con ese tono educado en su voz.

- Gracias por tus palabras, Kikimora. Eres alguien de confianza desde el inicio y sé que nunca me traicionarías.- Le dio su apoyo a la joven, mientras que se iba poniendo de pie.

La Noche continuaba sobre los Valles cercanos a la Ciudad de Trolberg y desde la cabaña, el grupo estaba terminando los preparativos para el asalto contra la urbe, cosa que no sería una misión sencilla. Jaeden de las Marras había llegado para contarles sobre lo ocurrido, el sitio en donde tenían encerrados a los prisioneros que Hilda conocía y lo único que faltaba era saber cuál sería el "Punto Débil" de la Ciudad, uno que debía estar allí, escondido pero no hacía ningún efecto.

- Oigan, ¿y si fabricamos uno?.- Propuso Hilda a ellos.

- ¿Cómo?.- Preguntó Saturnino con dudas.

- Fácil: La Plaza de la Ciudad, allí se puede montar una buena distracción.- Señaló esa posición y apuntó al grupo de Lúckacs.- Chicos, ustedes se harán cargo de mantener "entretenidos" al enemigo, mientras que Luz, Amity y Eda iremos para sacar a los prisioneros de sus celdas.- Anunció la chica.

- Será una gran batalla.- Sostuvo Natasha Jr con emoción en su voz.

- Sí, pero cuidado, que esto no será como en "Hexside", así que tendrán que estar bien atentos.- Les recomendó Rob a los presentes.

- De acuerdo, si ya está todo listo, vayamos para allá.- Propuso Amity a los presentes, mientras que se "repartían" el plan de asalto.

Willow y Gus se harían cargo de formar parte en una "Segunda Distracción", en donde atacarían a los "Guardias Imperiales" apostados en el perímetro del Cuartel General de la Patrulla Anti-Trols, mientras que Rob y Saturnino vigilarían la entrada junto a King, las demás estarían dentro del edificio. 

- ¿Todo listo?.- Preguntó Luz a los presentes.

- Afirmativo.- Respondió Liena con tono militar.

- Perfecto, adelante, amigos.- Ordenó la morena positivamente.

Bajo la Luz de las Estrellas, protegidos por la Oscuridad de los Bosques, el grupo iba avanzando, dejando atrás la cabaña de Hilda, dirigiéndose hacia el frente de batalla que les estaba llamando. Uno que se encontraba en aquella Ciudad que albergaba misterios y una rica historia, ahora bajo el control del enemigo, quien había tomado prisioneros, en el nombre del Emperador Belos, aquellas Fuerzas que no conocían la compasión ni la piedad, estaban preparadas para proteger ese baluarte a toda costa. Unos cuantos metros más adelante dejaron atrás esa edificación, la cual volvió a convertirse en un montón de escombros y cubiertos por vegetación y polvo, llevando a que la aventurera se quedara callada y no se volteara al sentir esa tristeza que le invadiría si lo hacía. No había forma de remediarlo, el Hechizo que había reconstruido su hogar terminó por expirar y fue allí donde sintió una mano sobre sus hombros.

- Yo fui la que reconstruyó la cabaña de tu familia por un rato, Hilda.- Le sorprendió aquella Bruja peli negra-lila.- 

- Kaisa.- Se sorprendió la peli azul y ella cerró los ojos, asintiendo con la cabeza.-

- Era un favor que te debía hace mucho tiempo.- La Bibliotecaria miró hacia el Horizonte en lontananza, esos ojos suyos clavados en la lejana Trolberg, mientras que la marcha continuaba.- No me esperaba de que llegaría a tener una amistad, creí que estaría sola con mis libros pero me equivoqué. Te juzgué mal, pensaba de que serías una persona que estaría de paso y nada más. Ahora veo todo lo contrario.- Sostuvo la chica, quien decía la verdad y de ahí se veían distintas imágenes del Pasado, en especial cuando había ocurrido aquel "Segundo Incidente con los Ratones de Mar", así como también la búsqueda de aquel libro perdido y que dependía que Hilda y sus amigos lo recuperaran antes de que Kaisa fuera enviada al Vacío. De ahí, la chica apoyó su mano en los hombros de la aventurera.- Lamento mucho no haber estado allí para protegerte a ti y tus amigos, pero daré lo mejor de mí para recuperar eso que has perdido.- Le dio su palabra a la niña.

- No tienes por qué estar en deuda: Tú hiciste tu parte al proteger ese libro que tanto quieren esas personas. No te culpo por no haber podido detener a aquellos que se llevaron a mi mama y mis amigos, pero también quiero pelear con ellos.- Dijo y señaló hacia el grupo.- Serán de otros Mundos, pero aún así, son amigos en quienes podemos confiar y lo que aquel chico dijo: "Esta es una causa para pelear" cuando me dio consuelo y ánimos para no darme por vencida. Habremos perdido la batalla, pero no la guerra.- Respondió la aventurera con la valentía recuperada.- 

Un viento surcó por las Montañas, era frío, silbaba entre los árboles y las colinas, era el "Preludio" a lo que se vendría más adelante. Kaisa comprendió las palabras de la niña aventurera, ella también tenía sus motivos para pelear, no lo podía era, sería tonto de su parte decir que no poseía esa clase de sentimientos, pero iba a hacerlo. Quería hacer Justicia  por sus amigas Brujas capturadas, lo mismo por su Maestra. Aquellos invasores pagarían muy caro con haberse metido con alguien como ella en Trolberg. Hooty, por su parte, iba con Eda y King, el cual charlaba con Lúckacs sobre cómo seguía el desafío del "El Mejor Líder de Guerra", a su vez, Amity estaba mejor, aquella charla que tuvo con Luz le sirvió bastante como para volver a la acción. 

Pronto, el camino hacia la Ciudad de Trolberg fue convirtiéndose en Bosques y colinas. Podía verse, a lo lejos, los edificios, aquellos que habían sobrevivido al fuego y la devastación. Llamaba la atención de que los Trolls de Piedra no estuvieran rondando por allí, parecía ser que habían huido hacia la Seguridad de las Montañas, bajo el cobijo del Rey que los protegía. Hilda lo podía percibir, lo mismo Twig, no había rastro alguno de esas criaturas.

- Cuánto silencio.- Sostuvo Natasha Jr con asombro.

- Sí, ahora que lo dices.- Escucharon la voz de Jaeden.- Menos mal que no tomaron un atajo subterráneo. Las Fuerzas de ese tipo llamado Belos tienen sellados los túneles de Vittra y éstas han escapado.- Relató la rubia de coletas.

- Ahí va nuestro ataque sorpresa.- Se lamentó Kaisa con seriedad.- Bueno, tendremos que hacer otro golpe y rápido.- Analizó ella pero no hubo tiempo, justo cuando estaban por las colinas que daban a la Ciudad de Trolberg, el olor a humo seguía presente, el fuego también pero desde la Entrada Principal, aquella ruta que atravesaba hacia el interior de la urbe, podían verse varios carromatos y carretas con cientos de efectivos que bajaban y otros que cargaban las mismas con misteriosos objetos, de los cuales la Bibliotecaria notó su presencia mágica. Rob pidió de que tomaran posiciones al respecto y analizaran el lugar. 

Esa parecía ser una buena forma de atacar.

- ¿Qué estarán haciendo con todo eso?.- Preguntó Saturnino a los presentes.

- Son los artefactos mágicos que están llevando. No puedo permitirlo.- Le respondió Kaisa, quien apretó los dientes y encendió su Magia.

- ¡Che, para!.- Le detuvo Rob justo a tiempo.- ¿Vos queres que nos descubran ahora?. 

- ¿No te das cuenta de que si desaparecen esos artefactos, estaremos en dificultades?.- Le espetó la peli negra-lila.

- Buen punto.- Le defendió Hilda con Luz esa postura.

- Necesitamos una distracción para ello.- Dijo Rob y justo en ese momento, Lúckacs y sus hermanos dieron un paso al frente, Amity también se sumó junto a Willow, Gus, Eda, King y Hooty.

- Y la tenemos justo ahora: Atacaremos en coordinación la Entrada Principal y de ahí para el Cuartel General de la Patrulla Anti-Trolls.- Respondió la peli verde con seriedad y un plan en marcha.

- Ohhh, bueno, ya que tienen todo listo. Yo también me sumo al bardo.- Respondió el peli negro dimensional, quien tomó un Martillo de Guerrero y se preparó para ir al frente.

- No dejen que esos tipos escapen ni que los agarren.- Pidió Kaisa como "requisito" para que la misión fuera un éxito.

- Afirmativo.- Dijo Lúckacs, quien se acomodó su gorra de plato Oficial.- Demos una primera "Señal".- En ese momento, con la vista clavada sobre la Ciudad, el muchacho buscó un punto de suma importancia estratégica, por lo que alzó su mano derecha y aparecieron aquellos "Cometas" y "Meteoritos" en Llamas. Sin embargo, justo cuando iba a lanzar aquel "bombardeo", una descarga de flechas y dardos fueron hacia ellos, resguardándose en las lindes de los bosques o tirándose al piso.

- ¡¿Qué?! ¡Ballesteros!.- Señaló Luz hacia las Murallas.-

La primera "Lluvia" duró unos minutos, luego quedó todo en silencio. Había que cambiar de posición, no era seguro estar allí, por lo que se posicionaron a unos pocos metros de donde estaban los tiradores.

- Se nota que nos la tienen jurada por lo que pasó en la Ciudad de Bonesborough.- Recordó Rob.- Lúckacs, ¿podes lanzar tu ataque?.- Preguntó y él asintió con la cabeza.- Perfecto, listo el pollo.- Anunció pero algo llamó su atención.

Una misteriosa ave negra, un Cuervo, uno que Hilda conocía, aterrizó cerca de ellos y fue hacia la niña aventurera.

- ¡Hilda!.- Exclamó el ave con emoción.- ¡Menos mal de que estás a salvo!.

- ¡Cuervo!.- Se unió la chica, dándole un abrazo.- Tú también te has salvado.- Dijo ella con felicidad de verlo intacto.

- Sí, por un pelo pero logré escapar de esos tipos, quienes han encarcelado a mucha gente. Yo me estoy dirigiendo hacia un sitio seguro pero al verte a ti y a esta gente, les quiero dar una mano para que ataquen la Ciudad.- Anunció el personaje, quien tomó por sorpresa a los personajes.

- ¿Tienes un plan, amigo?.- Preguntó Rob y el Cuervo asintió con la cabeza.

- Sí, vengan.- Pidió y comenzó a relatarles lo que iban a hacer al respecto. 

En las lindes de los Bosques, protegidos por los árboles, los ballesteros pensaron que aquellos oponentes habían desaparecido, que tal vez era un patético "Grupo de Resistencia" que querría recuperar la Ciudad de Trolberg. Dentro de esas defensas naturales, el Cuervo se posó sobre la superficie y con su ala derecha dibujó un pequeño "croquis" sobre el plan que tenía en mente.

- Escuchen, puedo llevar a un grupo conmigo, solo unos pocos, el resto tendrá que valerse por sí mismo.- Informó el ave de la Ciudad.

- Pero ¿qué pasará si nos detectan los ballesteros?.- Preguntó Luz ante ese punto.

- No te preocupes, volaré bien alto para que no nos vean.- Prometió el personaje mencionado.- Ahora bien, hay varios puntos donde estos sujetos están apostados: La Plaza de la Ciudad, el Parque, el Ayuntamiento y sobre todo en la Entrada a la Ciudad.

- En ese último están transportando carretas y carromatos con artefactos mágicos, debo detenerlos cuanto antes.- Advirtió Kaisa y el Cuervo se puso serio en eso.

- Hmmm, yo también sentí eso y tienes razón: Si se los llegan a llevar, será un peligro para todos.- Sostuvo el ave, mientras que iban terminando con los preparativos.- Les sugiero un ataque coordinado.

- Trato hecho.- Dijo Lúckacs y se puso de pie.-

https://youtu.be/VCixegADW4Q

Luz junto a Eda, Amity y los demás fueron en avanzar junto a Kaisa y Hilda. La niña junto a Lúckacs, Natasha, Liena y Liale se subieron al Cuervo, mientras que la dominicana volaron en el Báculo de la peli gris. Rob, Saturnino fueron levados por Jaeden, mientras que surcaban a gran altura los Cielos, evitando ser detectados por el enemigo. Dicen que el Cielo no es el límite, que hay mucho más por explorar, para ellos, aquel sitio podía ser seguro, sin embargo, Luz, por algún motivo, observaba las cercanías, entre las nubes y columnas de humo que se alzaban hacia ellos.

- ¿Problemas a la vista?.- Preguntó Gus a la chica.

- No lo sé, siento de que nos están observando.- Advirtió la morena, sin bajar la mirada. Por un momento dado, Amity señaló hacia el Horizonte pero nada. Sacudió la cabeza.-

- Creí haber visto alguna especie de "Fantasmas".- Dijo la peli verde y eso llamó la atención de Hilda.

- Las Marras.- Advirtió ella.-

- No me extrañaría que Kelly ya se haya enterado.- Se acercó Jaeden con Rob y Saturnino.- ¡Debemos llegar al Cuartel General de la Patrulla Anti-Trolls, ya!.- 

- Chicos, ya saben qué hacer.- Les encargó Rob a los cuatro hermanos.

Asintieron con la cabeza. Lúckacs volvió a invocar aquellos "Cometas" y "Meteoritos", los cuales apuntó hacia la Entrada Principal y la Plaza de la Ciudad; emitiendo un destello dorado como sus ojos. Inmediatamente, fueron lanzados como bombas en picada, viajando a gran velocidad. En tierra, los que estaban con aquellos carromatos y carretas pensaron que podían tratarse de sus Aliados, sin embargo, cuando fueron brillo y forma, pasaron del asombro al terror cuando el primero de los "Cometas" cayó cerca de ellos, provocando que uno de los carromatos volara por los aires, liberando varios libros mágicos de su control y regresando a la Biblioteca.

- Primeros objetivos alcanzados. Eda, Luz, bajen.- Pidió Kaisa.

- Tú lo has dicho, amiga. Jejejeje, que comience la fiesta.- Anunció la Bruja peli gris, mientras que iba iniciando el descenso con los demás hacia tierra firme.

- Lúckacs, danos más fuego de cobertura.- Le encomendó Gus al joven.

- Dalo por hecho, Camarada.- Respondió el muchacho y disparó una nueva ronda de "proyectiles".- ¡El Fuego los purificará!.- Bramó el rubio moteado.

Una nueva ronda de aquella ofensiva ignífuga caía sobre las posiciones enemigas, sobre todo en la Plaza de la Ciudad y la Entrada Principal, justo cuando Luz, Kaisa y los demás aterrizaban para recuperar los artefactos y libros mágicos de las garras del enemigo. Éstos habían sido tomados por sorpresa, un ataque así no se lo esperaban, por lo que los ballesteros se hicieron cargo de derribar a aquellos enemigos aéreos. 

Luz los notó, vio la primera ronda enemiga y atacó un tramo de las murallas, las cuales explotaron por los aires, mientras que Eda, Kaisa y los demás creaban un importante Hechizo que protegiera los tesoros recuperados de la Magia enemiga. Pronto, la Infantería enemiga fue llegando, había empezado el combate contra aquellos Guardias armados con lanzas y espadas. Uno de ellos fue corriendo hacia la Bruja peli gris, había que ser demasiado idiota como para enfrentarse a una de las Hechiceras más poderosas, por lo que, al trazar un arco con su Espada, Eda se defendió con su Báculo, haciendo retroceder al enemigo unos metros. Volvió a la carga, trazó otro golpe y estaba por decapitarla cuando falló.

- ¡Jajaja, he visto mejores Espadachines!.- Se burló Eda, mientras que lo provocaba.

- ¡"Bruja Salvaje" Edalyn Clawthorne, en el nombre del Emperador Belos, te llevaremos ante la Justicia para que recibas tu merecido castigo!.- Bramó aquel Soldado pero a la peli gris no le asustaba en lo absoluta.

- Sí, sí, todo lo que tú digas, amigo, pero ya aburres con ese discursito.- Se burló ella y eso llevó a que el enemigo volviera a la carga. La atacó repetidas veces, un tajo tras otro era dirigido hacia ella pero los esquivaba, aunque tuvo algunos cortes pero no importaba.

- ¡Date por vencida!.- Exclamó con rabia y de ahí no vio que, dejándose llevar por sus emociones, que Eda lo inmovilizó con un Hechizo.

- Pero qué tonto, deberías aprender a no hablar tanto mientras peleas.- Sostuvo ella con seriedad.- ¡Oye, Luz, ¿cómo van las cosas por allí?!.- Preguntó a su Estudiante, mientras que ésta peleaba contra los lanceros.

- ¡Todo bajo control, por ahora!.- Respondió la chica y con una explosión mágica mandó a volar a varios de esos mismos por los aires.

Gus empleaba su Magia de Ilusiones, creaba varios "clones" suyos que causaban confusión al enemigo. Uno de ellos destruyó aquella copia pero falló al no dar contra el real, por lo que, al hacerlo, Willow lo emboscó con sus "Raíces", dejando a éste y varios más atrapados.

- Gracias, amiga.- Le agradeció el moreno a ella.

- No te preocupes por eso; pero no bajes la guardia. Esto recién comienza.- Tranquilizó la peli negra de lentes y estaba en lo cierto, más enemigos estaban viniendo al combate.- ¡Cuidado!.- Alertó la chica y de ahí vieron que una lluvia de proyectiles iba hacia ellos, los cuales fueron detenidos por Luz, Eda y Kaisa.- Un segundo grupo de ballesteros está apuntando al Cielo.- Señaló Willow el peligro que representaba aquello, por lo que no tuvieron tiempo para reaccionar.

Sin embargo, desde los Cielos, Lúckacs sonrió malvadamente, apuntando hacia aquel tramo de las Murallas y de ahí disparó su "Muerte desde el Cielo", causando una feroz explosión que arrojó por los aires al enemigo.

- ¡Muy bien!.- Festejó Luz y de ahí fueron terminando con el Hechizo.- ¡Willow, Gus, cúbrannos!.- Les encargó esa misión.

- ¡Pan comido!.- Respondió ella y golpeó el suelo, provocando que una serie de plantas atraparan a varios lanceros, quedando enredados en las mismas y otros terminaban volando.

A pesar del bombardeo, los ballesteros continuaban con su carga, las flechas que volaban estaban encendidas con fuego, las cuales darían en el blanco sobre aquel Cuervo Negro, quien volaba en círculos para evitar ser impactado. Los disparos que Lúckacs efectuaba parecían mermar las fuerzas enemigas pero no su motivación en combatir, ya que éstas se recomponían inmediatamente. Rob vio que estaban llegando a la Plaza de la Ciudad de Trolberg, así que le indicó a los presentes lo que debían hacer.

- El Cuartel General está a pocas cuadras, iremos a pie, ustedes cúbrannos, mantengan a esos imbéciles distraídos.- Les encomendó esa misión el peli negro.

https://youtu.be/p_9awID4jfk

- Muy bien.- Comprendió Natasha aquella tarea, por lo que se puso de pie, sus ojos ojos rojo-escarlata brillaban intensamente, dando a entender lo que se venía.- Jejejeje, es tan gratificante: El Infierno está brillando.- Apuntó con ese tono siniestro sobre los enemigos que yacían en tierra y de ahí se dirigió a sus hermanos.- Preparen maniobras de aterrizaje: Ataque de Paracaidistas, ¡ya!.- Dio la orden, tomando su gorra de plato Oficial.

- Adelante, "Batallón Ivanisevic-Loud". ¡Es la guerra!.- Anunció Liale a los presentes y se prepararon para saltar.

- Che, tengan cuidado, no sabemos qué clase de peligros puede haber allí.- Les recomendó Rob.

- Tranquilo, lo estaremos.- Prometió Liena.

- ¡Pet, cetiri, tri, dva...jedan! [Cinco, cuatro, tres, dos...uno en Bosnio-Herzegovino].- Dio Lúckacs la cuenta regresiva y de ahí se lanzaron al vacío.

- Che, Rob.- Preguntó Saturnino a su amigo.- Hay algo que debería decirte, pero...¿los "Paracaidistas" no deberían tener un paracaídas para salvarse de hacerse mierda contra el piso?.- Quiso saber el peli naranja, sorprendido de ver como aquellos cuatro hermanos no iban a estamparse contra el suelo, parecían "Estrellas Fugaces" sobre el Firmamento.

- Son inmortales, Satu, jejeje, pero, como bien dijo el Bosnio: "Hasta los Dioses tienen sus límites". Serán fuertes pero como vos mismo viste: Sus poderes limitados y apenas van por la mitad en su recarga.- Apuntó el chico en ese punto.

- Muy cierto, che, es verdad.- Sostuvo el peli naranja.- 

- Chicos, miren.- Apuntó Jaeden hacia el edificio en cuestión.- Hemos llegado.

- Perfecto, los dejaré a dos-tres calles para que no los vean. Esto será un poco complicado y con turbulencias.- Advirtió el Cuervo, quien inició el descenso bajo una feroz lluvia de flechas en llamas.

Por su parte, todavía en caída, los cuatro hermanos estaban llegado a la Plaza de la Ciudad, en donde Lúckacs apuntó hacia un punto en cuestión, provocando que en ese mismo sitio se produjera una feroz explosión que hizo temblar todo el lugar, llamando la atención de los que estaban patrullando el lugar.

- ¡Objetivo alcanzado, prepárense para entrar en combate con unidades hostiles!.- Alertó el "Príncipe Imperial".

Y justo cuando estaban descendiendo, Rob y los otros fueron testigos de ese estallido.

- Jajaja, los muy boludos de los "Guardias" picaron en el anzuelo.- Se burló Rob de esos enemigos.- Suerte, chicos, hagan mierda a esos infelices.- Les deseó el muchacho y fue entonces que llegaron al "Punto de Reunión".

Batiendo sus alas, levantando una columna de polvo, el Cuervo aterrizó y logró hacer bajar a sus pasajeros, teniendo la suerte de no tener ninguna herida por los proyectiles lanzados por los ballesteros.

- Muchas gracias, amigo. Te lo agradezco muchísimo.- Le dio Hilda las gracias al ave.

- Para eso están los amigos, Hilda. Tenía que devolverte este favor cuando me salvaste de ese chico.- Respondió el Cuervo con educación.

- ¿Quién? ¿Trevor?.- Preguntó Saturnino con asombro.

- Ufff, ese pendejo forro, igual que Jeremy, el que jode a Marco y Chandler. Nota: Debo tirarle un yunque en la cabeza a ese infeliz.- Anotó Rob en su libreta a aquel joven para su próxima venganza.

- Se ve que muchos lo odian a Trevor. Una de mis amigas también le causa pesadillas cuando duerme, tal vez un día aprenda a no ser un bravucón.- Les contó Jaeden.

- Tenes razón, pero también siempre vale un buen yunque. Si queda en coma, bueno, él se lo buscó.-Sostuvo Rob, encogiéndose de hombros.- Si funcionó con Chandler, ¿por qué no con Jeremy y Trevor?.- Teorizó el chico con tranquilidad.- Bueno, basta de charlas, vamos, gente, hay que liberar a los que están prisioneros.

- Sí.- Comprendió Hilda aquel mensaje y tras despedirse del Cuervo, éste le dio un abrazo y partió hacia el Firmamento, alejándose de la Ciudad y yendo a un sitio seguro. Avanzaron con cautela, el sitio estaba protegido por varios oponentes, quienes estaban armados con lanzas y ballestas. La niña aventurera junto a su zorro-venado se acercaron un poco para ver qué estaban tramando aquellas personas. Evitó no exponerse demasiado, si pasaban los miembros del "Aquelarre" podrían detectarlos con su Magia, así que fue con cuidado, moviéndose como una ninja y ocultándose tras los tachos de la basura y las paredes junto a sus compañeros.

Protegidos por aquellos obstáculos, Hilda se asomó para ver cómo un grupo bastante numeroso de Soldados salía corriendo hacia la Plaza de la Ciudad, haciendo sonar los cuernos de batalla por la explosión concentrada allí, así como también iban dejando una pequeña Guardia en el edificio. 

- Las celdas están por aquí, vengan.- Pidió Jaeden, quien los iba guiando por ese lugar, ya que solo habían estado, Hilda y sus amigos, una sola vez. La chica los llevó hacia el interior, llevando para que emboscaran a los guardias y los dejaran inconscientes. Uno casi daba la voz de alarma pero la Marra de coletas lo detuvo justo a tiempo, dándole un golpe en la cabeza que lo dejó dormido por un buen rato. 

El edificio parecía ser uno simple, pero al haberlo convertido en una prisión, había cambiado en su aspecto interior y para empeorar las cosas, en otro cercano, mirando desde la terraza, aquella Marra de largos cabellos rubios se encontraba mirando hacia el Cuartel General con una sonrisa siniestra y sus ojos brillando de ese color verde.

- Parece ser que Hilda ha evadido la captura: Atención, amigas, la amiga del cobarde se encuentra en el Cuartel General de la Patrulla Anti-Trolls junto al viajero de Dimensiones, su amigo, el zorro-venado y...ohhh, jejeje, Jaeden, no me esperaba que fueras así, pero sí, nuestra queridísima amiga, Jaeden, nos ha traicionado, así que inicien persecución y acaben con ellos.- Ordenó la chica, mientras que se preparaba para iniciar el contra-asalto. 

En un parpadeo, las Marras y las Fuerzas de Belos se movilizaron hacia el punto de ataque, mientras que en la Plaza de la Ciudad, el ataque había comenzado con un feroz estallido provocado por Liena, quien hizo saltar por los aires las tuberías, inundando las calles y llevando a que muchos enemigos tuvieran que refugiarse en las azoteas de los edificios. Liale había logrado adelantar el Tiempo de los antagonistas, llevado de que varios se estrellaran contra las paredes o cayeran, pero eso era solo el comienzo.

- ¡Allí!.- Apuntó el peli blanco-plateado hacia una formación enemiga.

- Yo me encargo.- Pidió Liena y lanzó otro tsunami.

- Chicos.- Les llamó Natasha Jr en ese momento, quien sintió una extraña presencia a su alrededor.

- ¿Qué pasa, Naty?.- Preguntó Lúckacs, mientras que tres miembros del "Aquelarre" se lanzaban al agua para apagar las llamas que el joven les había lanzado.

- Estos tipos no vienen solos, puedo...¡CUIDADO!.- Alertó la chica pero no tuvieron tiempo para reaccionar, una explosión verde dio contra ellos, haciendo saltar la Plaza por los aires. Un grupo de Hechiceros de Belos fueron los responsables, llevando a que los cuatro hermanos quedaran en el aire, protegidos por los poderes de Liale y Liena.- ¡Allí, miren!. Yo me encargo.- Sostuvo la joven.- Lúckacs, tú y los encárguense de los otros.- Pidió la joven y asintieron con la cabeza.

- Afirmativo, Mi Teniente Primera.- Respondió el rubio moteado.

En medio de la devastación, el fuego y el humo que se alzaba por los Cielos, los Hechiceros vieron que el ataque había sido un éxito, sin embargo, un frío comenzó a recorrerles el cuerpo cuando uno de ellos sintió como una "corriente fría" se apoderaba de su ser y que sus ojos se tornaran de un color rojo.

- ¡¿Qué le pasa?!.- Se preguntó uno de los personajes, mientras que el que estaba bajo ese ataque, lanzaba hechizos contra sus propios Camaradas, los cuales eran alcanzados, convertidos en piedra o reducidos a cenizas.

https://youtu.be/jfQOuGgRBXE

Un "Cometa" cayó sobre ellos y destruyó parte del suelo.

- ¡Mierda, ¿de dónde vino eso?!.- Se preguntó el Capitán de la tropa y de ahí vio como eran atacados por varios frentes a la vez. Los ballesteros cargaron contra los responsables pero nada parecía hacerles daño.

- ¡Carajo, carajo! ¡Den la cara, infelices!.- Bramó uno de los Soldados, mientras que recargaba su arma.

- Este es mi "Brazo de Fuego", Capitán.- Oyeron una voz gélida y una figura femenina caminaba por las paredes de un edificio con el fondo de otros en llamas junto a sus ojos brillando en rojo-escarlata.- Es lo peor que hay: El Infierno sobre ustedes.- Dijo y aquel Líder se asustó al oírla.- Pero esto es solo el comienzo de lo que se avecina.- Advirtió y allí estaba Natasha Jr, quien bajó de un salto, acompañada por Lúckacs. Los enemigos procedieron con dispararles pero nada. Inmediatamente, la chica tomó posesión del Capitán de la tropa y éste comenzó a matar a sus propios hombres y su hermano lanzaba una poderosa Llamarada que alcanzó a varios, los cuales se sacaron sus Armaduras, tiraban las armas y se zambullían en las aguas para no morir quemados.

Las Llamas de Lúckacs y la posesión de Natasha Jr habían dado en el blanco, sin embargo, el joven rubio moteado comenzó a sentir que sus fuerzas estaban bajando, en lo que era el Fuego Elemental, la otra "Carta" era el Vil, pero eso podía agotarlo. Fue entonces que, al estar a punto de irse, las filas enemigas se volvieron a engrosar con más gente, pero lo más aterrador era que eran civiles que se hallaban allí, poseídos bajo algún tipo de Magia que ellos desconocían.

- ¡Mierda, Natasha, hay que irnos!.- Alertó el muchacho y la chica dejó al Capitán inconsciente.

- ¿Qué es todo esto?. No aparecían en ningún lado.- Observó la chica, horrorizada y al no obtener respuesta, los cuatro emprendieron la retirada.

La Infantería del Emperador Belos contaba con ese despliegue, uno que no se esperaba ninguno de ellos. Mientras que Natasha Jr, Lúckacs, Liena y Liale huían de allí, éstos pusieron rumbo hacia el Cuartel General del enemigo.

En ese mismo sitio, guiados por Jaeden, Hilda y los demás estaban buscando a los cautivos, habiendo encontrado las celdas. Éstas permanecían frías, estaban en el subsuelo y había un olor a humedad impresionante, cosa que llevó a que estuvieran atentos. Rob y Saturnino avanzaron con cautela, abriendo las celdas una por una por una, las primeras estaban vacías hasta que Jaeden notó una presencia un poco más alejado. Allí, apoyado contra una de las paredes y con la cabeza apoyada sobre las rodillas, un chico de cabellos castaños, remera naranja con pantalones marrones y zapatillas negras se encontraba en ese lugar, por lo que, al oír los pasos, pensó que venían a por él. 

- ¡NO, POR FAVOR, SE LOS SUPLICO, NO ME LLEVEN!.- Rogaba, cubriéndose las manos hasta que esa persona lo abrazó con fuerza.

- ¡David!.- Exclamó aquella Marra rubia de coletas.

- ¿Jaeden?.- Preguntó el chico, ya que podía ver, a través de la Oscuridad, el color que destellaban los ojos de la chica.

- ¡David, te oímos!.- Escuchó a su amiga de cabello azul.

- ¿Hilda? ¡Hilda!.- Le llamó el chico, mientras que la chica entraba para reencontrarse con su amigo, al cual también le dio un abrazo.

- ¡Dios, menos mal de que estás bien!. Fue Jaeden la que nos ayudó a venir hasta aquí, ella sabía de tu ubicación.- Le contó la joven, dándole el crédito a la Marra.

- Se los agradezco mucho. No saben lo que fue estar aquí, han hecho algo raro con la gente.- Les agradeció David a su amiga, cosa que llevó a que ambas alzaran una ceja.

- ¿De qué hablas?.- Preguntó Hilda con asombro.- Un momento, David, ¿en dónde está mi mama? ¿Y Frida, Alfur y Tontu?.- Quiso saber la joven pero el chico negó con la cabeza.

- No sabría decirte...solo...éramos muchos hasta que los empezaron a sacar en gran número. Luego quedé aquí.- Relató el chico y al estar en la Oscuridad le costaba comprender lo que había ocurrido.

Hilda sintió que sus esperanzas por encontrar a su madre y el resto de sus amigos decaía. Cerró el puño y no se dejó caer por la desesperación, los iba a hallar, no importaba qué pasara, los encontraría.

- No te preocupes. Vinimos a rescatarte. Tal vez los tengan en otro lugar.- Teorizó pero una serie de explosiones hicieron temblar todo el lugar.

- ¿Y eso?.- Quiso saber David por lo ocurrido.

- Esperen.- Pidió Luz y con un pequeño cristal pudo ver lo que estaba ocurriendo.- Son los chicos, vienen para acá. Al parecer, nos han estado esperando, debemos irnos, ya.- Ordenó la morena.

El intento por buscar en las otras partes de la dependencia fracasó, el enemigo había sido alertado, a pesar de sus esfuerzos y ataques, todo aquello parecía haber sido preparado de antemano para su llegada. Cuando los cuatro hermanos llegaron hasta el edificio, perseguidos por las Fuerzas del Emperador Belos y aquellas personas, las cuales comenzaron con atacar la entrada y en medio de esa "marea", un reflejo en sus ojos se hizo presente.

- ¡Chicos!.- Exclamó Hilda al verlos.-

- Hicimos lo que pudimos pero nos redoblaron el ataque, encima estamos con las fuerzas muy bajas.- Le contó Natasha Jr, ofreciendo disculpas.

- Tranquila, hicieron todo lo que pudieron. Nosotros encontramos a David pero del resto no sabemos nada.- Les tranquilizó la joven pero, en ese momento, al momento de girarse, ella vio a Luz con una expresión de horror en su rostro.- 

- ¿Qué sucede?.- Preguntó Amity y ella vio como la chica señalaba hacia las ventanas con su mano derecha. Hilda escuchó eso, miró y allí descubrió lo que estaba ocurriendo.

Parecía un "Ejército de Vanguardia", una "Marea" que atacaba con todas sus fuerzas el lugar, empleando todo tipo de objetos contundentes, como una turba iracunda emplearía, pero no se trataba de esa, en pleno sentido de la palabra, sino algo más "distinto". Kaisa pudo sentir y descubrió la fuente que provenía esa "esencia", una que simbolizaba un poder sumamente peligroso y cuando escuchó que Hilda caía de rodillas al piso, la niña vio a su madre, a Frida y otras personas que conocía bajo ese Hechizo que las tenía atadas a la voluntad de quien movía los hilos.

- Les fallé...- Dijo con la voz quebrada y cayendo abatida, dejando atrás las palabras de Lúckacs y las promesas de rescatarlos.

- No, Hilda, no digas eso, hiciste lo que pudiste. No debes dejarte hundir por lo que ocurrió.- Intentó David en animarla. Acto seguido, él le tomó de los hombros, mirándola a los ojos.- No hay que rendirse, me rescataste, fue un logro, imagínate lo que me pudieron haber hecho ellos a mí. 

- Escucha a tu amigo, Hilda, está diciendo la verdad. En toda guerra se perderán batallas, pero la primera no finalizará hasta que uno de los dos bandos llegue a la "final" y esto es apenas un comienzo.- Sostuvo Lúckacs, también dándole su apoyo a la aventurera.

- Es verdad, aún no hemos ni a la parte Central de todo esto. Yo sé que podremos rescatarlos y también liberarlos de ese control.- Le prometió el chico castaño y ella se quitó las lágrimas, mirando a todos los presentes. Pronto, David le tendió su mano.

- No estás sola, amiga.- Le dijo Luz y se le unió.

- Mientras estemos juntos, no nos podrán detener.- Auguró Eda.

- Esta amistad es de Hierro: Irrompible mientras que estemos unidos en todo momento.- Añadió Amity.

- Seamos como las Águilas y los Lobos, aquellos que se atreven con enfrentar el peligro.- Se unió Natasha Jr.

- Podrán lanzarnos todo lo que ellos quieran, pero no caeremos.- Juró Kaisa y tras unirse los demás, la aventurera se puso de pie, mientras que se acercaba Twig para lamerle el rostro.

- Gracias, amigos. Se los agradezco muchísimo, yo también voy a pelear con todas mis fuerzas.- Dio su palabra en agradecimiento por lo que hicieron por ella.

Justo cuando ella se recuperó, las puertas de la Entrada Principal comenzaron a ceder, no había tiempo para bloquearlas, unas manos empezaron a aparecer junto a los gruñidos y balbuceos de esas personas.

- "Ratones de Mar".- Observó Kaisa aquella fuente mágica.- ¡No dejen que los toquen!.- Ordenó la joven.

- ¡No puede ser, los habíamos derrotado tras el último incidente!.- Recordó Hilda pero la peli negra-lila movió la cabeza de forma negativa.

- Al parecer han hecho una nueva "Cepa" del poder que tienen aquellos "Ratones", los cuales pueden dominar la mente y el cuerpo de sus víctimas como si fueran Marionetas.- Sostuvo Kaisa en esos momentos.

No hubo otra opción más que escapar. Tomaron uno de los pasillos que llevaba hacia el exterior, cerrando las puertas que daban al exterior y en donde Lúckacs destruyó una de las vallas metálicas para que pudieran escapar. El muchacho observó aquella "Marea", parecían zombies, Liena fue hasta él y puso su mano en los hombros, tenían que seguir huyendo.

https://youtu.be/_p9q2EjGIzY

Las calles eran un desierto, sin embargo, al fondo de todo, desde el Cuartel General de la Patrulla Anti-Trolls, esa "Marea" Humana iba hacia ellos, pero todo se complicó cuando las Fuerzas de Belos empezaron a llegar, cerrándoles el camino por una de las esquinas. Luz fue la primera en atacar, con un Hechizo logró tirar a varios oponentes de allí, mientras que Eda los convertía en piedra. Lo que parecía ser un asalto coordinado, había terminado en una huida con persecución, una de las que no podían dejarse capturar.

Y desde los edificios, Kelly observaba el desastre que ellos mismos habían cometido. Una sonrisa malvada cruzó por su rostro y de ahí procedió con dirigirse hacia las calles. Era hora de entrar en acción.

[La misión en Trolberg fracasó y los Héroes tienen un duro escape hacia la libertad. ¿Qué pasará? ¿Lograrán salir de allí? ¿Qué es lo que planea Kelly con ellos?. Todo eso y mucho más lo veremos en el capítulo que viene.

Agradezco muchísimo a eltíorob95 por los reviews, así como también a RCurrent, LucasAbad0, EdwardHarsh, ArticRadiation, Red-2105, BettyTsukino y MEOW-SEBASTIAN.

Cuídense, amigos y nos estamos viendo. Buen inicio de semana para todos ustedes.].