El dios de la tierra.
Poco más de unos 4 meses habían pasado desde que Alí y Zaiko habían tenido una discusión increíble por la actitud del mismo hacia ella, quien lo tachó de repelente y arrogante.
Zaiko no estaba del todo enojado, había fundamentos en las palabras de Alí, pero también estaba con un sentimiento extraño, algo que no había sentido desde hace muchos años. No podía sentir si se sentía bien o mal, y eso era lo único malo.
En este momento, vemos que Zaiko se encontraba en las afueras de su hogar, cargado sobre él una buena pila de ciervos muertos y algunas otras cosas.
El bosque nevado había sido el lugar con menos daños durante su batalla contra Cell y Kaarat, lo que le vino de maravilla.
Aún así, los habitantes del pueblo le habían pedido que ayudara a buscar provisiones.
Zaiko: Jeje.. Al menos esto sirve para matar el tiempo, y los ciervos son muy deliciosos. Ahora que lo pienso, podría despellejar a uno y usarlo como abrigo, no puedo creer que el frío de la tierra me incomode.
Zaiko siguió caminando hasta entrar de nuevo en la aldea Jingle donde ya lo estaba esperando el robot que su padre llamaba Octavio junto a Suno.
No era como que esos dos fueran sus amigos ni nada, pero sencillamente le agradaban lo suficiente como para no enfadarse de solo escucharlos, como le pasaba con la mayoría de seres mortales.
Como siempre, entregaba la comida para luego sentarse en las afueras de la aldea. Era extraño, pero en aquel lugar no importaba la época del año en la que estuvieran, siempre nevaba.
El hijo de Goku seguía su rutina, una vez que se sentaba en unos banquillos en la entrada del pueblo, simplemente se tronaba un cuello y se quedaba mirando al bosque, algo que siempre le calmaba la cabeza.
Zaiko: ..... ¿Desde cuando me adapté tanto a este lugar?- pensó mirando fijamente unos árboles llenos de nieve.
Zaiko no era alguien pensativo, alguien que reflexionara mucho sobre su vida o su pasado, pues siempre había sido un guerrero y sus objetivos estaban marcados por la ideología de su madre la cual el siempre respeto y aspiraba a siempre estar a la altura de sus expectativas, pero ya no más.
No solo su madre estaba muerta, sino también su padre, el hombre que cambió por completo su existencia, ya que desde su combate su vida y muerte han sido experiencias enriquecedoras de poder. Aún así, el aún dudaba de ciertas cosas: ¿Por qué su padre lo había perdonado? ¿Por qué ahora se podía convertir en super saiyajin ordinario? ¿Por qué estaba.... triste o frustrado, si es que podía diferenciar, por lo que le dijo Alí?
Zaiko: -Cht- Odio cuando mi cabeza da vueltas.
???: Oh, entonces vine en mal momento.- dijo una voz que le dio un susto.
Zaiko: ¡¿EH?! ¡¿TU ERES-?!
???: Un placer, ya nos conocemos de antes. ¿Me recuerdas?
Zaiko: ... Claro... eres el dios de la tierra.
Zaiko vio al joven Nameku que había estado en su pelea hace años. No era tan agresivo e imponente como aquel que llamaban Piccoro, pero si podía ver cierta divinidad en el.
Tenía un traje con un kanji que no sabía leerte y un bastón junto a él.
El saiyajin no supo qué decir, pero para su suerte Dende habló primero y rompió el incómodo hielo.
Dende: Veo que estás muy metido en tu cabeza, en ese caso continúa, puedo esperar.
Zaiko: ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar vigilando la tierra?
Dende: Bueno, en eso estaba, pero recordé que tu estabas en la tierra y no había dicho ni hola.
Zaiko: ¿Eh? Viniste solo a saludar.
Dende: Ehmm.... sí, básicamente.
Zaiko: .... ¿Qué clase de broma es esta?
Dende: Oh, veo que no eres de tener visitas. Bueno, que te parece si vamos al templo sagrado, es un lugar un poco más tranquilo, si me explico.
Zaiko: ¿Qué buscas de mí? ¿Quieres que me arrodille ante ti, Dios? ¿O quieres que pida perdón por mis pecados?- preguntó con enojo. Dende, sin embargo, sólo sonrió.
Dende: Jeje, tal vez solo quiero tener una charla normal.
Zaiko: No me lo creo.- exclamó.
Dende: Créeme. ¿Qué hay de malo en conocer al hermano de mi mejor amigo?
Zaiko: ¿Eh? Eres amigo de...
Dende: De Gohan. Como dije, solo quiero tener una charla.
Zaiko se quedó mirando al namekiano algo confundido. ¿Charlar? ¿Por qué querría charlar? Era algo ajeno a él el simple hecho de que alguien quisiera hablarle si no era para insultarle o darle órdenes.
De hecho, desde que llegó a la tierra, sólo una persona había hablado con normalidad con el, y esa era Alí. Todo esto hizo que su incomodidad en el pecho incrementara un poco más. Dende solo estaba sonriendo calmado, sin ninguna expresión traicionera.
Zaiko: .... Bien... muéstrame el camino.- respondió con desconfianza.
Dende sonrió ante su afirmativa y, sin que el saiyajin pudiera percatarse, se subió a una especie de alfombra voladora y desapareció de su vista, sin poder siquiera darse cuenta el cómo.
Zaiko: ¡¿Pero qué fue eso?!
El mestizo semidiós salió de su shock y se concentró en sentir el ki de Dende, logrando encontrarlo a una distancia muy larga en el aire. Aunque dudo un poco si debía ir o no, al final terminó cediendo para ir a ver.
De un leve pisotón en el suelo, Zaiko se elevó en el aire llegando justo a donde quería: El templo de Kami-Sama, la residencia del dios guardián de la tierra.
Zaiko: -Hmph- Así que ese es el famoso palacio de Kami-Sama, es algo anticuado como en los recuerdos de papá, pero tiene algo diferente al de otros planetas.
Algo que llamó la atención de Zaiko fue también la extraña extensión por lo bajo del templo. Era una especie de palo lo que conectaba ese templo con el del maestro Karin.
Zaiko: ..... Al menos no es ostentoso.... más o menos.
El hijo de Goku y Lyra bajó hasta el templo, parándose justo arriba de las escaleras doradas que también iban desde el palo hasta la plataforma del templo circular.
Miró para ambos lados, era un lugar agradable a simple vista, con palmeras bien cuidadas y un espacio muy abierto.
Zaiko: .... Sí que rebosa de vida, normal que mi padre se haya sentido tan cómodo en este lugar... se siente muy cercano a la naturaleza. Aunque el aire es...... ¡¿PERO QUÉ ES ESO?!- Preguntó a los gritos.
Zaiko vio a un extraño ser de color negro con turbante y ropa extraña antigua que estaba regando las plantas a unos metros lejos de el, pero su cara también lo sorprendió.
Por supuesto que su grito llamó su atención.
???: Oh, Kami-Samas tenía razón, llegaste rápido.
Zaiko: *Pensando* ¡¿Q-QUÉ ES ESO?! E-ESTE PLANETA ES DE BIZARRO A ATERRADOR.
Zaiko se quedó viendo con cara de bobo a Mr Popo, sin poder creer lo que veía. El ayudante del dios de la tierra se acercó con las manos en la espalda y una mirada muy tranquila, aunque el saiyajin estaba todo lo contrario a tranquilo.
Zaiko: D-Disculpa.. ¿Q-Qué eres tú?
Popo: Soy Mr Popo, soy ayudante del Kami-samas.
Zaiko: .... ¿De qué mundo vienes?- Zaiko aún mantenía la guardia en alto. El hombre extraño solo sonrió.
Popo: ....... Tu me agradas niño.
Zaiko: ¡¿Niño?! ¡Tengo 42 años!- reclamó de forma cómica.
Antes de poder enseñarle a ese sujeto el respeto que se merecía, Dende apareció para prevenir cualquier tipo de altercado.
Dende: ¡Q-Qué bueno que ya se conocen!- dijo cuando vio que Zaiko ya no estaba tan dispuesto a escuchar.
Popo: Tenía usted razón Kami-Sama, tiene una energía muy grande.
Zaiko: Okey, ya estoy aquí, dios de la tierra. ¿Qué es lo que quieres de mí?
Dende: Ya te dije que no me parece bien que nadie te haya recibido bien en la tierra. Como guardián de este planeta, quiero mostrarte un poco de todo.
Zaiko: ..... ¿Cuál es el truco aquí?
Dende: Yo lo llamaría "amabilidad", si me permites.
Zaiko: No te lo compro.. ¿Qué quieres?
Dende: .... Pues... yo ya no se que decir.
Zaiko: Los dioses son manipuladores avariciosos y malditos... dame una razón por la que no te debería haber reducido a polvo hasta ahora.
Eso si que Dende no se lo esperaba, y menos viniendo de un semidiós cuyo objetivo siempre había sido cumplir la voluntad de su madre, una diosa con las mismas características que acababa de reprochar.
Dende, sin embargo, conservó la compostura y la calma. Dando pequeños y tranquilos pasos, el dios de la tierra llegó a los bordes del templo y miró el cielo, contemplando con su bastón en mano.
Luego de unos pocos minutos de silencio, el dios de la tierra se volvió hacia Zaiko, el cual obviamente estaba con mirada desconfiada.
Dende: Simplemente quiero ayudarte. Desde que llegaste has sido algo diferente a lo que eras antes... y eso claramente te extraña, ese cambio.
Zaiko: Dios de la tierra... te aconsejo que no juegues conmigo, estoy de muy mal humor últimamente como para querer escuchar otro sermón de supuesta sabiduría
El hijo ilegítimo de Goku estuvo a punto de salir volando del templo sagrado con aire de frustración por perder su tiempo cuando de repente Dende lo detuvo con unas palabras que le helaron la sangre.... por lo acertadas que el sabía que eran.
Dende: Perdiste tu norte.... tu objetivo. Solo quiero ver si puedo darte algún motivo más por el cual seguir luchando.
El mestizo semidiós estaba sorprendido, tanto que no se atrevió a darse vuelta a mirar a Dende. Su cabeza estuvo a punto de estallar y por poco comete un acto impulsivo al querer atacar al dios de la tierra, pero ordenó un poco sus ideas.
Zaiko: No hables como si me conocieras, no tienes idea del dios con el que estas lidiando, simple guardián de la tierra.
Sin nada más que agregar y con enojo por haber sentido que perdió el tiempo, Zaiko se lanzó de nuevo hacia la tierra dejando una estela de su poder verde en el camino desde el templo sagrado.
Dende y Mr Popo se quedaron viendo el lugar desde el cual Zaiko había saltado, uno con una sonrisa y el otro en un gran silencio. Este silencio duró un rato hasta que el ayudante le habló a Kami-Sama.
Popo: ¿En que está pensando usted Kami-Samas?
Dende: Jeje... en que ese chico... tiene un largo camino que recorrer.
Popo: ¿Cómo puede estar tan confiado? Al fin y al cabo es un asesino.
Dende: He visto al despiadado príncipe de los saiyajin dar la vida por la tierra más de una vez, puedo ver al hermano de Gohan haciendo algo similar; además, creo que ya hasta el se ha dado cuenta... y por eso se dirige a donde va.
Popo: ¿Eh? ¿Y hacia donde va?
Dende: Paciencia Mr Popo, ya lo verás.
Dende no pudo estar más acertado. Zaiko no se había dirigido hacia su casa para pasar el resto del día en su propio mundo... sino que hasta se estaba alejando.... mientras volaba en una dirección muy particular.
El guardián del palacio de Kami no estaba nada equivocado, y aunque le irritaba en la sangre que otros hablaran como si supieran todo, al final el namekiano tenía razón.
En ese momento el semidiós desvió su camino a casa para ir a ver.... a alguien muy especial.
Zaiko: ...... No recuerdo su nombre pero.... solo se que es muy probable que no sea bienvenido.
El hijo de Goku y Lyra poco a poco fue llegando a su objetivo. La casa ya era visible, pero la extrañó algo.... había dos presencias en ese lugar, y una de ellas era demasiado poderosa para ser quien estaba buscando.
La ubicación y la idea de vivir en las montañas era muy ingeniosa. No solo nadie podía molestarte viviendo en medio de la nada, sino que también era un lugar muy lindo, con mucha naturaleza para aprovechar.
Luego de un rato se dio cuenta de que eran las mismas montañas en donde su padre había llegado a la tierra.
Sus sospechas se confirmaron cuando fue a ver la casa quería visitar.
Zaiko: Esa es...la casa de mi padre.
Zaiko fue bajando para hacer lo que quería hacer pero..... ¿miedo? ¿Esa era la sensación que estaba sintiendo?
No entendía por qué, pero ese sentimiento le iba comiendo el pecho y la garganta, algo que no le pasaba ni siquiera enfrentando a los más poderosos y tenebrosos enemigos.
Zaiko: (...... Esto... puede salir mal..)- pensó ya estando frente a la puerta.
Con la mano un poco temblorosa, sorprendiendolo de sobremanera, porque claro que el jamás temía a nada.
Tenía el poder de dioses, el poder de destruir realidades enteras, pero ahora temía tocar la puerta.
Al final, solo dio dos toques muy despacio.
Zaiko: ..... -Ugh- Espero que no sea una pérdida de mi tiempo.
Ya sin poder extender más el momento, el hijo de Goku y Lyra volvió a tocar la puerta, esta vez con un poquito más de fuerza. Su ki estaba totalmente disminuido al punto que no se podía sentir, pero incluso así le hizo dos marcas a la puerta.
???: ¿Eh? ¿Hay alguien en la puerta?- habló una voz entre las paredes, bastante aguda.
???: Eso parece, ¿puedes ir a atender? Ya casi termino con la salamandra asada.- respondió la voz de una mujer.
???: ¡Sí! ¡Ya voy!
UNA VOZ SE ESCUCHÓ... PERO NO LA DE QUIEN ZAIKO PENSABA.... SINO QUE ERA LA DE... ¡¿UN NIÑO?!
EL SEMIDIÓS NO ESTABA SEGURO DE HABER ESCUCHADO BIEN, PERO RÁPIDAMENTE SE ACLARÓ TODO.... CUANDO UN NIÑO ABRIÓ SU PUERTA.
ZAIKO NO PUDO DECIR NI UNA SOLA PALABRA, PERO EL CHICO SIMPLEMENTE SE LE QUEDÓ VIENDO CON ALGO DE EXTRAÑESA (SEGURAMENTE POR SU APARIENCIA DE SEMI-DIOS)
Zaiko: (¿Q-Qué...?)
???: Disculpe... ¿Y usted quien es?- dijo el niño.
Zaiko: H-Hola....- saludó un poco incómodo.
El niño simplemente sonrió y correspondió el saludó con cordialidad, sorprendiendo a Zaiko por sus modales ante un desconocido total. El mestizo divino lo observó... de alguna manera... ambos eran parecidos, tanto facialmente como en su energía.... luego de ir conectando algunos cabos... empezó a sospechar... hasta que la persona que buscaba le dio la respuesta.
???: ¡GODAN! ¿Quién es? ¡¿NO ES ESA CHICA DE LA CIUDAD OTRA VEZ, NO?!
EL NOMBRE FUE LA PISTA FINAL.... AQUEL CHICO Y ZAIKO REALMENTE ESTABAN CONCENTADOS.....
EL NIÑO SE AVERGONZÓ UN POCO.
Godan: Disculpe señor.... m-mi mamá, ella no suele recibir visitas que no sean mis hermanos o mis conocidos.
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