Todos en la mesa se miraban sin objetar, todo se sentía paulatino luego de la llegada de Munakata y su osada mirada al clavar su katana en la mesa con el desorden que los otros líderes hacían, o por lo menos la mayoría de ellos.

Nadie se atrevía a hablar, y no había mucho que decir realmente, no estaban en la fundación como para hablar de temas importantes, y Tengan les había prohibido tocar el tema de Makoto Naegi o los remanentes de la desesperación, era una simple cena familiar.

— No creo que sea especialmente bueno combinar eso, Izayoi-kun... — La terapista se encontraba en el pequeño dilema de estar bloqueando el espacio en la mesa entre Ruruka e Izayoi, y veía cómo se pasaban dulces y cosas de comer entre ambos, como un par de enamorados.

Izayoi clavó en la mesa un shuriken peligrosamente cerca de Miaya, y no dictó palabra alguna al hacerlo, tensando a la terapista y a Seiko a su otro lado.

— Ha pasado un tiempo desde que este bodrio comenzó, y no le veo utilidad alguna, ¿Tengan? — El vicepresidente estaba más que impaciente, pasando su mirada de un lado a otro sin probar lo que Chisa se había dedicado a cocinar con esmero desde el día anterior para que fuese la mejor cena, pero a él de todas maneras no le importaba en lo absoluto.

Tengan sonrió y asintió levemente, y le dedicó una mirada sonriente a Kizakura, que también sonrió para responderle.

— ¿Sabes qué día es hoy, Munakata? — Interrogó Kizakura acomodando su sombrero, el vicepresidente contestó que era un día sin importancia, un día más de diciembre, sin importancia alguna realmente. — Exactamente.

Munakata sacó su katana de la mesa y apuntó al hombre del sombrero, sin entender realmente a lo que se refería, y sin querer hacerlo, porque sabía que nadie más lo había hecho. Frunció su ceño al notar la tranquilidad que tenía el hombre considerando su situación, y notó luego todas las botellas alrededor del tipo, de verdad era un pésimo bebedor.

Suspiró y volvió a tomar asiento, dejando su arma en donde estaba anteriormente previniendo cualquier peligro, y sus ojos se fijaron en Tengan nuevamente.

— Somos los líderes de la Fundación del Futuro, deberías ser más amable con el resto, Munakata-kun. — Fue la respuesta que el viejo presidente había dado, y luego volvió a su comida.

El sentimiento de incomodidad se sintió nuevamente entre los presentes, nadie decía nada, y procuraban no hacer ruido al comer bajo la seria mirada del vicepresidente y el relucir de su afilada katana.

El típico "¿Me pasas la sal?" se escuchó luego de unos buenos cinco minutos, pero era tan común que a los oídos del resto se obviaba la pregunta, y siendo la única manera de conversación Tengan sabía que debía hacer algo al respecto.

— Mitarai-kun, escuché que agregaste una pequeña mención de la Fundación del Futuro en tu anime, ¿Es verdad? — El presidente sabía romper el hielo de una buena manera, y estaba claro que era una forma de integrar a todos indirectamente.

El animador se ruborizó levemente y apartó la mirada, era bastante tímido y tanta atención en él no era algo de todos los días, era una reacción normal, aunque no dejaba de verse adorable.

— Así es, pero no es algo muy importante en la historia, es más... — Mitarai no sabía cómo acomodar sus palabras bajo la mirada atenta de los interesados, en especial la de Kirigiri, que era su compañera más cercana ahí. — Es como un... Como un secreto, o algo así.

— ¿Y nosotros aparecemos también como personajes del fondo o algo? — Ruruka estaba más que interesada en aquella idea, no era mucho de su interés el anime o esas cosas, pero no podía explicar por qué le gustaba tanto, solo lo hacía.

Mitarai asintió con una pequeña sonrisa, y los ojos de la chica se iluminaron.

— ¡Genial! ¿Si ves Yoi-chan? — Izayoi asintió y abrió la boca para que Ruruka le diese de comer otro pequeño dulce, pasando por encima de Miaya como si no fuese de gran importancia. — Te dije que apareceríamos en el anime de Mitarai.

El silencio volvió luego de aquello, ¿Qué acaso no podían mantener una conversación normal? Aunque bueno, en su grupo de WhatsApp eran totalmente iguales, o algo así.

— Sakakura... — El animador volvió a tomar la palabra con nerviosismo y aguantando una clara risa, recordaba algo que desde hace un tiempo quería volver a mencionar. Sakakura lo observó y frunció el ceño, esperando que el animador hablase. — ¿Todavía te pajeas con fotos de Munakata, cierto?

Chisa escupió la bebida en su boca y algunos no evitaron reír, otros cuantos abrieron los ojos de par en par y se quedaron viendo al par de compañeros, uno sentado al lado de otro como leales amigos.

No hay mucho que mencionar luego de aquello, Sakakura rompió la cara de Mitarai, sangre por todos lados y una visita al hospital.

Pero valió la pena totalmente.

A/N

Esto hace parte del especial por mi cumpleaños♥(?)