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Sueños

Tal vez Daniel le había mencionado vagamente (más de diez veces) a su abuela el sueño de Jonah. Por que sabía que a su abuela le había agradado Jonah, también la comida que el mismo alfa le había enseñado a preparar.

Así que probablemente por eso la mujer preguntó a Jonah si podía hacer una cena para ellos y varios viejos amigos. Jonah había aceptado sin dudar ni un segundo, pensando en ser amable con la abuela de Daniel y hacerlo como un favor, pero la mujer insistió mucho para convencer a Jonah de aceptar algo de dinero por el trabajo.

Así que ese viernes Jonah se levantó temprano, tomó una ducha, se vistió y rodó los ojos cuando Daniel le deseó suerte y no lo dejó ir sin ponerle una bufanda y darle un beso.

Jonah había llegado a la casa de los abuelos de Daniel y el abuelo de Daniel le abrió la puerta, después lo abrazó como si no lo hubiera visto en años y Jonah estuviera volviendo de alguna guerra. Después el hombre sonrió al ver la marca en el cuello de Jonah cuando este se quitó la bufanda.

Jonah fue detrás del hombre quien quiso enseñarle una de sus recientes obras, era la mitad del rostro de la abuela de Jonah, cuando la omega era más joven. Después Jonah escuchó al hombre hablar de cómo el verde de los ojos de su omega no era fácil de recrear pero el esfuerzo valía la pena.

En algún punto mientras hablaba con los abuelos de Daniel y hacía la cena se olvidó de quienes eran y les contó sobre sus planes de proponerle matrimonio a Daniel, los abuelos aplaudieron felices y se ofrecieron a ayudarle en todo a Jonah. Cada detalle del plan que el alfa les había contado sin pensar. Jonah no aceptó, le gustaba hacer cosas para su alfa por su cuenta.

En algún punto Jonah se quedó solo mientras los abuelos iban a arreglarse para la cena, en ese momento una beta con uniforme entró a la cocina y empezó a sacar platos, copas y vasos de los gabinetes.

- Hola soy Jonah-

- Voulez-vous de l'aide pour quelque chose?- Jonah entrecerro los ojos tratando de hacer a su mente trabajar más rápido, esa mujer tenía un acento más marcado que el de Daniel y hablaba más rápido, gracias a algo ella repitió la pregunta más lento y Jonah logró entender.

- No- se rasco la cabeza un poco tratando de recordar la pronunciación adecuada- Qui es tu?-

- Eulalie- dijo la mujer metiendo las servilletas de tela en anillos plateados- Je suis celui qui aide la dame Moreau dans la maison-

Jonah asintió recordando que Daniel le había mencionado algo de Eulalie, la beta que ayudaba en todo en esa casa, la mujer que cuidaba a sus abuelos desde hace años.

- Oh, soy el alfa de Daniel- la mujer asintió con una sonrisa y señaló su cuello refiriéndose a la marca que Jonah tenía en el suyo.

- Mon garçon a toujours parlé de toi-

Jonah sonrió mientras la mujer se disculpaba para ir a arreglar la mesa del comedor. La abuela de Daniel pasó para asegurarse que todo fuera bien cuando las visitas llegaron y después se disculpó para retirarse diciendo que hace años no veía a la gente que estaba en su casa.

Con la ayuda de Eulalie sirvió los platos y ella los llevó al comedor antes de anunciar que todo estaba listo para que fueran al comedor. Jonah estaba tranquilo mientras limpiaba todo lo que usó y escuchaba las historias que Eulalie le contaba.

En algún punto la beta llevó un tablero de ajedrez y ambos empezaron a jugar, sabiendo por las risas que venían del comedor que la cena tardaría un poco. En algún momento cuando habían acabado de comer el postre un señor y la abuela de Daniel entraron a la cocina.

- Jonah, niño, él es Arthur- Eulalie se levantó de la mesa para retirarse, despidiéndose discretamente de Jonah, quien también se levantó de su silla.

- ¿Tu preparaste esa cena?- Jonah asintió, por algún motivo sintiendose nervioso, vio a Daniel entrar a la cocina, era obvio que venía de la calle, se detuvo en la puerta de la cocina y le sonrió a Jonah- ¿De casualidad te gustaría ser el chef en jefe de un nuevo restaurante que abrirá en unas semanas?-

- Yo no lo sé- esto era como un golpe al que no había tenido tiempo para una reacción propia.

- Piénsalo, Alvira te dará mis datos, ahora si me disculpan debo retirarme, hermosa velada como siempre-

El hombre se fue con la abuela de regreso al comedor, probablemente a despedirse de los demás ahí. Daniel entró a la cocina y Jonah rodó los ojos al ver su expresión.

- Basta- dijo Jonah poniéndose su abrigo- Eres increíble Daniel-

- ¿Y ahora qué hice?-

- Le dijiste a tu abuela y ella me hizo hacer esto para eso- Daniel pretendió estar un poco ofendido, aunque realmente se sentía orgulloso de su plan- No lo intentes, sé que lo hiciste-

- Claro que no-

- Olvidas que ahora tenemos un lazo y tu alfa es nervioso cuando mientes- Daniel sonrió- Quería obtener algo como esto por mi cuenta Daniel-

- Lo hiciste por tu cuenta, si, tal vez la abuela te hizo cocinar los platillos favoritos de Arthur, pero los hiciste solo, Arthur no juega con negocios Jonah-

Jonah se puso la bufanda y le hizo una seña a Daniel para que empezara a caminar, su alfa empezó a caminar y gritó un adiós a sus abuelos. Empezaron el recorrido a su departamento que estaba más al centro.

- Tu hiciste la comida, le gustó lo que hiciste, ¿puedes dejar de pensar que fue una clase de traición?-

- No es lo que pienso- Daniel detuvo a Jonah y se paró frente a él.

- ¿Entonces que piensas?, por que incluso tu alfa se siente ofendido y no sé el por qué-

- Por qué tu no piensas que soy lo suficientemente bueno para poder conseguir un empleo así por mi cuenta, por que piensas que necesito ayuda- Daniel no había escuchado a Jonah así de dolido desde hace mucho tiempo- Por qué por algún motivo sigues pensando que soy un alfa débil que no puede sobrevivir sin tu ayuda, por que le estás dando a entender a tus abuelos que no soy suficiente para ti-

- Okay- murmuró Daniel quitándose del camino de Jonah, dejando al alfa seguir caminando por su cuenta.

Eso no era cierto. Daniel sabía que Jonah llegaba a sentirse así, pero no era cierto, Daniel jamás había pensado en eso, ni siquiera en los primeros días de Jonah siendo un alfa, parecía que sabía cómo serlo incluso antes de presentarse y eso era algo que Daniel siempre había amado de Jonah. Por que era todo, era fuerte, era amable y delicado, era inteligente e ingenuo varias veces, era un soñador con lógica, era un alfa en toda la extensión de la palabra.

- ¿Joe?- preguntó entrando a la habitación, vio a Jonah sentado en el nido viendo por la ventana.

- No quiero hablar-

- De acuerdo, creo que no tienes que hablar en esto- se sentó en el piso, fuera del nido, viendo el cielo como lo veía Jonah- Sé lo que eres y sé cuanto vales en este mundo, jamás he pensado que eres débil y jamás he llegado a pensar que necesitas ayuda para conseguir algo asombroso-

Daniel volteó a ver a Jonah, enfocándose en la imagen de su alfa de perfil, tenía la ligera sombra de una barba que no había rasurado aún, las pestañas gruesas, largas y rizadas, su nariz respingada, pómulos altos, jamás se había detenido a admirar lo marcada que era su mandíbula.

- Flotas en una nube todo el tiempo y has llegado a tantos lugares solo, deberías saber tu valor en este mundo, deberías saber cuánto eres para mí, a veces siento que no puedo alcanzarte por cuan rápido vas, me tardé 22 años en descubrir quien quería ser pero tu... mierda, tu lo supiste desde el momento que pusiste los capacillos en un molde para cupcakes-

Jonah volteó a ver a Daniel al escuchar la voz del alfa romperse en medio de su discurso.

- Y todo el tiempo tratas de hacer el mundo un lugar mejor para todos pero dejas de pensar en ti, por que no importa cuan roto me encuentre ó cuando destrozado estés por dentro siempre encuentras la forma de hacerme sonreír, eres la persona más asombrosa que he conocido en mi vida Jonah, eso no ha cambiado, eres la persona con la que quiero pasar mi vida y eres el alfa perfecto que cualquiera quisiera tener-

- Amor, ven aquí, estás llorando-

- Sé que dudas de ti la mayoría del tiempo- entró al nido y se sentó en el regazo de Jonah, tomando el rostro de alfa entre sus manos- Pero nunca, escuchame bien Jonah Styles, nunca en mi vida he dudado de ti, de tu capacidad para lograr lo que quieres, de tu fuerza como alfa, de tu forma de ser, por que lo que eres son fragmentos de lo mejor que hay en este mundo-

Jonah limpió las lágrimas de Daniel, quien sonreía, sintiendo a su alfa feliz otra vez. Daniel humedecio sus labios antes de seguir hablando.

- No quería hacerte sentir mal, quería ayudarte como siempre me has ayudado a mi- deshizo la pequeña coleta de Jonah, el cabello cayendo, era corto comparado a como era antes- Y la abuela básicamente te ama, así que no le molestó ayudarme con el plan-

- Perdón por reaccionar así-

- No, está bien, perdón por no decirte nada antes-

Jonah rió suavemente dejando caer su frente en el hombro de Daniel, girando su cabeza un poco segundos después para dejar un beso en la marca de su alfa.

- ¿Estás bien cielo?- Jonah levantó la cabeza y vio los ojos de Daniel, lamio un par de lágrimas que cayeron, se controlaba la mayoría de veces para no hacer eso, sabiendo que su alfa no era fan de ese gesto.

- Estoy bien, estamos bien, creo que estoy tan acostumbrado a conseguir todo por mi cuenta que me sentí algo ofendido-

- ¿Entonces llamarás a Arthur?-

- Tal vez-

- Joe-

- Solo, he pensado, sería complicado pasar tiempo contigo si acepto un trabajo en un restaurante con prestigio-

- Eso sería desafortunado, pero estaríamos bien, siempre encontramos como estar bien-

- Creo que será después- Daniel frunció el ceño- El día de tu primera colección está cerca y quiero ayudar-

- Eso es lindo, pero tengo todo un equipo detrás mío ayudando- Jonah hizo un puchero- No es que no quiera tu ayuda, solo no quiero que rechaces oportunidades por quedarte a ayudarme-

- Es básicamente una semana, aparte creo que volver a un restaurante sería algo torpe de mi parte, considerando el sueño, ¿recuerdas?-

- Claro que si- Jonah sonrió- Un lugar pequeño, casi personal- Jonah asintió.

- Que se sienta hogareño- Daniel asintió mordiendo un poco su labio inferior, recordando el momento en que Jonah le dijo sobre esto, ambos acostados en el nido viendose a los ojos y contando lo que guardaban en lo más profundo de sus mentes.

- Pocas mesas-

- Sillas diferentes- Jonah rió antes de besar a Daniel colocando sus manos bajo los muslos de Daniel para acercarlo aún más.

Hablaron sobre la idea un poco más entre besos y caricias torpes, llegando a varias conclusiones e imaginando el mismo lugar con los mismos detalles en sus mentes.

La semana siguiente, dos días antes de la presentación de la colección de Daniel. Jonah ayudó a Daniel a llevar el perchero con ruedas donde Daniel colgaba las prendas ya terminadas, eran las últimas, solo debía obtener la aprobación de su jefe y todo estaría listo para ese día con el que había soñado desde el momento que hizo su primer vestido para Autumn.

Cuando llegaron al lugar la asistente de Daniel se acercó de inmediato saludando a Jonah antes de empezar a hablar en francés con Daniel, todo era demasiado rápido para Jonah. Quien en un punto se sentó en un banco a ver a Daniel con un alfiler en la boca ajustando el vestido a la modelo quien reía por las cosas que Daniel le decía.

Era fantástico verlo así, trabajando, concentrado pero al mismo tiempo bromeando, aligerando el ambiente que se llenaba de tensión en cuestión de segundos. Vio a Daniel hablar con maquillistas profesionales dándoles un tema y una visión para el maquillaje del día de la presentación.

Una de las modelos, Gabrielle, quien era una omega, amiga de Daniel desde el primer día por el simple hecho de conocer a Audrey, la modelo que era amiga de Jonah por cuantas veces la omega había ido a pruebas al departamento. Gabrielle se sentó al lado de Jonah.

- Vi la marca-dijo la omega sonriendo- Ya era hora-

- Lo sé- contestó sencillamente haciendo a la omega reír, quien después tuvo que retirarse para pasar a maquillaje.

Jonah volvió su atención a Daniel quien estaba con la modelo principal, que usaría dos vestidos no sólo uno, quien abriría y cerraría la pasarela. La mujer era amable pero tenía el ego de alguien a quien el mundo le pertenecía.

Daniel asintió, completamente ignorando las palabras de la beta, era un dolor de cabeza todo el tiempo, pidiendo cosas sin sentido. Por que Daniel no cambiaría sus diseños por que ella no quería usar un color en específico. En medio de su intento de ignorarla volteó a ver a Jonah.

Fue un poco complicado localizarlo, pero al hacerlo sonrió, estaba sosteniendo alfileres para uno de los betas que lo ayudaba. Aún no lograba entender cómo Jonah dudaba siquiera sobre cuan buen alfa era. No todos dejaban su vida para seguir el sueño de quien amaban, pero Jonah lo hacía.

Estuvieron ahí por unas varias horas, donde Jonah había ido al departamento para hacer comida para todos los que aún estaba ahí ayudando a retocar los últimos detalles en los diseños. Al llegar con la comida la asistente de Daniel, Nao, aplaudió levantándose de su estación y fue por su comida. Por que todos ahí amaban la comida de Jonah.

Después de que todos se levantaran y fueran por su comida, Jonah tomó lo que era para Daniel y cargó un banco hasta estar al lado de su alfa. Quien sonrió al ver a Jonah acercarse.

- No es por que seas mi alfa, pero te ves muy lindo concentrado- Daniel rió un poco antes de negar y volver su atención a lo que estaba haciendo- Adivina que hice-

- ¿Ese es tu reto?-

- Claramente- Daniel rió viendo a Jonah sentarse en el banco y poner el recipiente para Daniel en el espacio libre de la estación.

- Dejame oler- Jonah acercó el recipiente y Daniel dejó lo que hacía para ver a Jonah y olfatear un poco- No jodas- dijo antes de girar todo su cuerpo para tomar el recipiente, vio a Jonah reír.

- Es solo un sandwich Daniel- el alfa negó mientras abría el recipiente y sonriendo aún más al ver eso que consideraba oro.

- Hiciste papas- se llevó una a la boca, amaba que Jonah hiciera papas fritas por el único hecho que siempre las doraba perfectamente, aparte que había una mezcla de especias para darle un sabor que Daniel siempre había amado- Te amo tanto-

Jonah sostuvo el sándwich de Daniel en su mano levantada para que el alfa sólo girara la cabeza y pudiera comer, mientras Jonah leía en susurros un libro, solo para que Daniel escuchara.

Cuando terminaron volvieron al departamento, con las bolsas llenas de recipientes vacíos, todo estaba listo para el gran día y Daniel sentía como el cansancio llegaba a su ser, después de no haber dormido lo suficiente por varios días y tan pronto entró al departamento por el aroma recordó que el celo de Jonah estaba cerca.

A diferencia de él, los celos de Jonah siempre eran puntuales y en el momento que debían ser, eso significaba otra semana. Pero Daniel disfrutaba esa semana antes del celo de Jonah por que en el aroma de su alfa resaltaba un poco más ese toque a brisa de mar que usualmente.

- ¿Todo bien?- Daniel asintió.

- Me gustas- Jonah rompió el contacto visual con su alfa al bajar la cabeza, se había sonrojado- Eres dulce, ¿sabías?- hizo a Jonah levantar la cabeza- Cielo, no creo que nadie más en este mundo merezca ese apodo más que tu-

- ¿Por qué?- susurró Jonah.

- Por qué me enseñaste que el cielo es especial, a apreciarlo por la magia que sucede en el cuando el sol brilla y la tierra gira, el color de las nubes cambia-

- De nada- contestó Jonah haciendo reír a Daniel.

- Te gusta contar mis pecas, te gusta ver el cielo, te gusta encontrar constelaciones de estrellas, admirar el color de las hojas- se detuvo viendo los ojos de Jonah- Tus ojos, con la luz de la puesta del sol parecen un poco verdes con toques dorados, pero el color usual, creo que me gusta aún más- Jonah puso sus manos en la cintura de Daniel.

- ¿Si?-

- Claro, son casi como la miel, un tono entre ese y los ojos cafés claros, con pequeñas pecas verdes en ellos- paseó su dedo cerca de la marca en el cuello de Jonah- Te amo cielo-

Jonah planeaba contestar con algo acerca de Daniel, pero el alfa lo besó, oh y cuando Daniel lo besaba de esa forma con un poco más de fuerza que lo usual Jonah perdía la cabeza solo deseando que su alfa lo siguiera besando hasta que sus labios se desgastaran y su mente viajara hasta sólo ser capaz de pensar en esos colores que el cielo tenía un día antes de que se terminara su primer celo.

Un atardecer de algodón de azúcar era todo lo que Jonah veía y sentía cuando Daniel lo besaba.



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Holii

Está es el capitulo 26 y creo que se terminará en el capítulo 30, por que me gusta el número 30 jsksj.

Gracias por leer

K.
♡☆

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