Capítulo veintinueve
| En la boca del lobo
Atravesó el bosque entero hasta llegar al límite donde tuvo que dar un gran salto para llegar del otro lado, en la reserva de los quileute.
Enterró la mano en la tierra para detenerse por completo, evitando ir más allá o chocar con un montón de árboles. No estaba para más heridas o golpes.
Dos lobos enormes se plantaron frente a ella. Reconoció por el color del pelaje que se trataba de Leah y Seth, por eso no se puso a la defensiva. En cambio se puso de pie con tranquilidad.
Leah gruñó. La notó algo molesta.
- ¿Jacob sigue aquí? -Seth movió la cabeza a modo de afirmación- necesito que me lleven donde él, por favor -Suplicó.
- Está loca si cree que la llevaremos -Dijo Leah a su hermano.
- Mírala, está desesperada. Si vino hasta aquí es porque de verdad quiere hablar con Jake -Caminó rodeando a la vampiro.
- ¿Están hablando entre ustedes?
Seth agachó la cabeza a la altura de su hombro rozando con suavidad la trufa en esa parte de su anatomía. En respuesta ella le brindó un par de caricias.
- Llevenme con él, por favor -Volvió a pedir.
Los dos licantropos se miraron entre sí y emprendieron rumbo. La vampiro les siguió igualando su velocidad.
Movió una mano para visualizar a Jacob quien estaba dentro de una casa que no había visto antes; junto a él estaban Sam y Paul haciendo de todo para tranquilizarlo. Se sintió tan angustiada que aumentó la velocidad guiándose por sus visiones para llegar más rápido donde el alfa de la manada. Ahí, estando en la entrada, la recibió Emily, la impronta de Sam. Conocía quién era más nunca tuvo el gusto de conversar con ella.
- Disculpa, busco a Jake -Murmuró. No la observó con detalle para no incomodarla por la gran cicatriz que cubría la parte derecha de su cara.
- Tú debes ser Danina -Dijo con una voz melodiosa, sonriendo con cada palabra- está adentro pero no creo que sea un buen momento para entrar
- Lo sé, lo he visto -Encogió los hombros.
- ¿Él te lastimó? -Señaló su muñeca donde quedaba un mínimo rastro de fisura. La contraria se quedó callada- comprendo
Leah y Seth llegaron en su forma humana. La mayor de los dos ingresó a la casa hecho una furia tras haber escuchado el daño que le causó Jacob a su impronta. Danina le siguió para evitar más problemas y también para ver al alfa de una vez por todas.
- ¡¿Cómo se te ocurre lastimarla?! -Gritó la metamorfo.
- ¡Leah! -Le llamó Sam. La mencionada se quedó quieta.
- ¿Qué hace ella aquí? -Cuestionó Paul al ver a la vampiro.
- Jacob, hablemos por favor -Ignoró al resto.
- No quiero hablar ahora -Le respondió.
- Déjenos solos -Le ordenó a los demás.
- Andando -Dijo Sam.
- No. ¿Por qué debemos hacerle caso a esta...? -Paul no terminó de decir eso cuando Seth lo tomó del brazo para llevarselo a la par que sonreía a modo de burla.
El silencio se hizo presente. Jacob no quería ceder y ella se debatía mentalmente sobre el qué hacer. Dio unos cuantos pasos para alcanzarlo, movió los brazos dudosa y los colocó alrededor de su cuello. A todo eso, el alfa la veía hacer cada movimiento y no se inmutó.
- Te hice daño -Susurró él con una voz que delataba lo dolido que estaba- no merezco perdón pues eres mi impronta, mi alma gemela, a quien se supone debo cuidar más que a nada en el mundo, y lo que he hecho hoy ha sido lo contrario... Atenté contra ti
- No me pasó nada, en serio -Hizo una mueca- pero si cometiste un error Jacob, eso es lo que es, un error y estoy segura de que no volverá a pasar, ¿verdad? Podemos dejar esto en el olvido
- Yo no puedo Danina, así que te pido con el dolor de mi alma que te alejes de mí antes de que te vuelva a lastimar -Bajó los brazos de la chica y dio dos pasos hacia atrás.
- ¿Q-Qué? -Preguntó anonadada.
- Mantendré mi distancia contigo, solo te pido que me obligues a hacerlo -Añadió.
- Jake, por dios, ¿qué me estás diciendo?
- Nuestro lazo no se puede romper y sobre todo no puedo estar lejos de ti porque eso significaría la muerte para mí, sin embargo puedo hacer un intento. Pídeme que me aleje de ti -Prosiguió.
- Estás diciendo puras tonterías -Rió sin gracia- solo fue un desliz, hubiera pasado con cualquier otra persona
- No lo minimices
Los ojos de Jacob le ardían. Las lágrimas yacían acumuladas en los lagrimales. Al notarlo la joven acortó la distancia y antes de que este pudiera alejarse lo abrazó con firmeza.
- Lo lamento -Soltó él rompiéndose a llorar.
Limpió cada lágrima que se deslizaba por las mejillas del morfoso. Lo abrazó dándole unas cuantas palmaditas en la espalda para calmarlo. Así estuvieron hasta que Jacob se quedó más tranquilo.
Estando separados se dejó caer en una silla cercana recargando las manos sobre las piernas; mantuvo la mirada fija en el suelo prestando atención al sonido de los latidos del corazón adverso. Los sonidos eran normales, así que dedujo que Jacob ya no estaba fuera de sus cabales.
Elevó las comisuras de los labios en una especie de sonrisa que más bien parecía una mueca.
¿Qué más podía decir o hacer?
- Lo siento -Se disculpó él.
- Yo también -Llevó las manos al rostro para frotarlas ahí, luego continuó diciendo- me imagino lo difícil que debe ser pasar por esto de la imprimación y también el tener que soportarme -Quiso bromear un poco- encima solo añado preocupación
- Bella me hacía pasar por lo mismo -Comentó. Al ver cómo el semblante de la vampiro se descompuso añadió- a lo que iba es que contigo es diferente, no me había sentido de esa forma antes. Ese miedo de que te suceda algo es tan doloroso, ni siquiera sé cómo reaccionar o comportarme para que comprendas que mi enojo es por preocupación ya que al no tenerte cerca me siento incompleto, que el verte con Edward riendo como si nada me vuelve loco y si, estoy celoso, muy celoso porque él si puede disfrutar de ti
- No lo entiendo, ¿por qué fui yo, Jacob? -Se atrevió a preguntar lo que tanto venía rondando en su interior desde que este le confesó que se había imprimado de ella igual que con Nessie.
- No sé -Se puso de cuclillas quedando sus rostros frente a frente- mi padre piensa que el imprimarse de alguien es para fortalecerse a uno mismo pues encontramos en esa persona apoyo
- ¿Qué tipo de apoyo podría darte? -Acercó más el rostro. Quería conocer el trasfondo de una impronta.
- El ser cualquier cosa que quiera o necesite. En su lugar yo haré cualquier cosa para complacerte y protegerte -Acarició su rostro con un ligero toque- existen niveles que no se pueden resistir cuando sucede la impronta, estos son "compromiso, compatibilidad y adoración"
- ¿Quieres decir que es algo mutuo?
- Si -Centró la atención en sus ojos, esos que estaban teñidos de un negro profundo a falta de alimentación. Para él era un mar oscuro, uno muy hermoso- cabe decir que el impresor, como tú, puede elegir si acepta como su "alma gemela" o no a quien se ha imprimado, y también puede sentirse incompleta sin su alma gemela cerca
- Me he sentido así antes -Susurró atando cabos- ¿esto es puramente romántico?
- ¿Lo es para ti? -Le dio un golpe en el hombro- auch, y es broma -Soltó unas cuantas risas- depende de la etapa en la que se esté. Existen cuatro etapas. En la primera el metamorfo puede actuar como un hermano, en la segunda como un mejor amigo, en la tercera él y la persona impresa se convierten en amigos íntimos, es decir, lo que sienten mutuamente se transforma en sentimientos románticos aunque puede pasar que la persona de la que se ha imprimado no pase por ésta etapa
- ¿Qué pasaría si se da el caso? -Ella ya lo estaba viendo a los ojos.
- Le amará aún si es rechazado -Contestó- lo que nos lleva a la última etapa, la cuarta, donde los sentimientos del metamorfo se convierten en amor
- Amar a pesar de ser rechazado se me hace algo injusto -Opinó.
- Los sentimientos no se pueden cambiar. En cuanto al metaformo estaría respetando su elección, ya que la felicidad de su alma gemela es todo lo que le importa
- ¿Incluso si elige a alguien más?
- Efectivamente
Su ya muerto corazón se estrujó. ¿Ella podría hacer que él atravesara por esa circunstancia? Era feo el solo considerarlo.
- Lamento interrumpir su momento íntimo -Seth ingresó al lugar sin previo aviso ganándose una mirada ácida de su alfa- los Cullen están en la frontera preguntando por cierta fémina
- ¿Saliste tras de mí y sin avisar? -Alzó una ceja y sonrió para molestarla.
- Claro que no -Rodó los ojos- si avisé -Jacob se echó a reír. El otro quileute hizo una cara de asco- esta plática no se va a quedar así, así que levanta tu trasero y acompáñame
- Con gusto -Se puso de pie, extendiendo la mano para que ella la tomara y así ayudarla a levantarse, cosa que hizo.
- Las reconciliaciones son tan... -Seth fingió estar enternecido y al instante cambió la cara acompletando la oración- repugnantes
Los mayores lo ignoraron y se dirigieron afuera. Danina le agradeció a Emily y prometió regresar porque así se lo pidió ella ya que quería conocerla, mientras que Sam y Paul solo se despidieron con un simple movimiento de cabeza. Seth, Leah y Jacob emprendieron rumbo junto a ella.
Del otro lado de la frontera la esperaban Edward, Carlisle y Rosalie, quienes cuando cruzó la reprimieron por haberse ido tan de repente. Le sorprendió que no le hayan mencionado aún lo del desastre que dejó. Giró a ver a Jacob y este le sonrió con complicidad.
- Nos adelantaremos -Le avisó el licantropo y desapareció de sus vistas junto a los otros miembros de la manada.
- Danina -Le llamó Carlisle- ¿todo bien?
- ¿Mmh? Si, claro, ¿por qué no iba a estarlo?
- Les dije que no nos contaría por qué rompió las estantería -Rosalie habló.
- Ah, eso. Era tan bueno para ser cierto -Se apoyó en el tronco de un árbol. Le correspondía confesar- tuve una pelea con Jacob
- ¿Y lo dices con total normalidad? -Atacó la rubia.
- ¿Por qué pelearon? -Ahora fue el turno de Edward.
- Por nada
- ¿Por qué pelearon? -Repitió. Lucía serio pero por dentro se quemaba del enojo.
No quería que invadiera su mente, por eso optó por decir la verdad. Una verdad a medias.
- Intentaba solucionar las cosas con él pero en el calor del momento dije unas cosas que no debí decir y eso nos llevó a atacarnos físicamente
- ¿Te lastimó? -Gruñó.
- No -Aquello no sonó convincente, de hecho había un pequeño deje de duda- solo un poco, no fue nada del otro mundo. Ya está solucionado -Hizo un ademán.
Danina se sintió pequeña cuando Edward cambió el semblante. No supo identificar lo que quería expresar; sus ojos eran fríos y al mismo tiempo quemaban.
- Mataré a ese perro -Bramó la rubia.
- Nadie matará a nadie, Rose -Le reprimió su padre adoptivo.
- Casi te mata -La voz de Edward le supo a amargura.
Ahí estaba lo que más temía: se había metido en su mente. Edward lo sabía todo.
- ¿Por qué sigues urgando sin permiso en mi mente? -Le reclamó ella.
- ¡Porque no me diste otra opción!
Carlisle volteó hacia Rose, hizo un movimiento de cabeza y ambos se fueron, dejándolos solos.
- Te estoy contando las cosas, ¡no veo la necesidad de invadir mi privacidad! -Aumentó el tono.
- ¡No ibas a decirme las cosas por completo!
- ¡¿Cómo te las voy a decir si te alteras fácilmente?! -Se despegó del árbol.
El adverso le dio la espalda para ocultar que había mostrado los colmillos. Ambos estaban enojados. Quién iba a decir que su primera pelea como enamorados sería por un incidente con su impresor.
- ¿Acabas de mostrarme los colmillos? -Preguntó incrédula- wow
Elevó ambas manos dispuesta a devolvérselo, sin embargo las volvió a bajar porque sabía que no era lo correcto.
- Jacob me atacó porque estaba celoso. Soy su otra impronta -Edward ni se inmutó. Aquello solo significaba una cosa- eso ya lo sabías -Era una afirmación.
Estaba sacada de lugar porque al fin quería ser sincera con él y contarle de una vez por todas sus secretos, esos por los que él se ofendía de no saber, pero al parecer no lo necesitaba. Era absurdo.
- Cómo no iba a saberlo si Jacob me lo grita a los cuatro vientos cada que puede -Se atrevió a decir a la par que volteaba a verla- me vine a enterar por él
- Uy, discúlpeme señor por no haber sido yo quien le contara -Se dio una palmada en la frente- qué descuidado de mi parte
- Acordamos que íbamos a intentar estar juntos, ¿no es así? En una relación debe haber confianza, cosa que no tienes conmigo. No me tienes confianza, Danina
- Eso no es verdad -Murmuró dolida- no ha sido mi intención guardarme tantas cosas. Estoy dispuesta a confiarte mi vida entera, pero eso es algo que no va a suceder de la noche a la mañana y necesito que lo tengas en cuenta. Confío en ti, Edward, por supuesto que lo hago
- Soy un idiota, lo lamento
De un movimiento quedó frente a ella, la tomó de la cintura y llevó los labios hacia su frente para plantarle un beso.
- Un idiota en proporciones enormes -Añadió la pelinegra.
Edward sonrió. Con una mano tomó su rostro y se dedicó a admirar cada fino detalle de este.
- Tan hermosa -Su halago provocó un suspiro en ella.
Sus ojos viajaron hasta encontrarse con sus labios, los cuales tenía entreabiertos. La contraria también le veía los labios, cosa que notó.
- Tan perfecta -Apenas se oyó.
Ahí, en medio del bosque, hicieron suyos los labios que tanto deseaban. Habían marcado el inicio de su historia con un beso, su primer beso. Estaban tan sumidos en su momento que no pararon hasta que Edward se detuvo.
- Debemos irnos, tienes que alimentarte -Dijo él.
- Uno más -Sin previo aviso se lanzó en busca de sus labios.
Enredó los brazos alrededor de su cuello en busca de más cercanía. Él se dejó correspondiendo. El beso no duró mucho pues tenían en cuenta que de seguir no iban a terminar nunca y probablemente buscarían más tacto.
- No quiero probar sangre humana de nuevo, creo que estoy lista para intentar ser, umh, ¿vegana? -Arrugó la nariz.
- ¿Por eso no te habías alimentado antes? -Asintió.
- Verás...
Mientras iban en busca de algunos animales, Danina narraba lo que ocurrió cuando Anuel la manipuló. En algún punto Edward le abrazó para reconfortarla pues se imaginó lo difícil que era cargar con la muerte de un niño inocente.
Luego de cazar un par de alces, la pareja se dirigió a casa.
Alice los esperaba en la entrada saltando de la emoción.
- ¡Bienvenida oficialmente a la familia, Danina!
- ¿Cómo? -La mencionada miró a su pareja en busca de respuestas.
- Prepararé todo para la boda -La duende les guiñó el ojo.
- Apenas estamos iniciando, Alice -Dijo él.
- ¿Cómo que boda? -Más Alice la dejó con la pregunta en la boca pues se había ido. Atinó a reírse aún con confusión.
- No le hagas caso -Le plantó un beso en los labios.
- ¿Estaba hablando de una boda entre los dos? -No respondió- dime -Lo codeó ganándose unas risas.
- No diré nada
- Ay, no seas así -Hizo un mohín. Él seguía riendo- Edward
- No -La iba a besar pero ella se adelantó.
- Como sea, ni quería saber -Cruzó los brazos para luego entrar a la casa.
Edward se quedó ahí recreando lo que Alice había visto.
Danina y él estaban tomados de la mano. Ella traía un vestido blanco con detalles de encaje y él un traje del mismo color en conjunto con una corbata roja y una pequeña rosa como adorno.
- Ti amo, amore mio (te amo, amor mío)
_________________________________________
Una vez que entras a esta historia te comprometes a no ser un lector fantasma. ¡Los votos y comentarios son inspiración! ❤
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro