| De vuelta al infierno

- ¡No! -Gritó Renesmee- ¡No puedes irte!

Rosalie la sostenía de la cintura para que no se lanzara sobre la mujer parada en la entrada del hogar.

- Pulga, solo voy a pasar un rato con Jacob -Intentó calmarla.

- Quiero ir -Pidió.

Edward había sido claro, no la quería cerca de su hija e iba a cumplirlo. Desde ese día no se había acercado tanto a la pequeña excusándose con que tenía cosas que hacer, todos los días.

- No, no puedes

- Andando -Escuchó a Jacob.

- No es justo -Lloriqueaba.

- Volveré antes de media noche, tu tía Alice volverá a arroparte hoy -Se dio la vuelta.

- Pero... Mami -Danina apretó las manos.

Ignoró los llamados de la infante sintiendo su corazón encogerse. Estando afuera percibió que estaba siendo observada. Buscó la mirada y al encontrarla deseó poder tener el don de Jane.

«La harás infeliz. Felicidades»

Desvió la mirada y asintió en dirección a Jacob. El adverso entró en fase y ambos corrieron hasta perderse en el prado. Ni siquiera los Cullen o Seth y Leah sabían qué hacían ellos dos cuando se iban porque al menos Jacob les había prohibido a sus compañeros que le siguieran y los vampiros no querían entrometerse más con su invitada, suficiente tenía con que lidiar la pobre gracias ellos, y a Edward.

- Trata de no volver a hundirme en algo malo -Le pidió el adverso.

- No prometo nada -Sonrió divertida.

- Bien, este es el intento número veinte del día

- Suenas como si esperaras algo terrible -Suspiró. Ella tampoco tenía fe en sí misma.

- No, no, no -Negó sentándose en el suelo.

- Otra cosa terrible es tu forma de mentir -Gruñó.

- Solo hazlo -Rió.

- Prepárate para la decepción

Exactamente dos horas después ambos ingresaron a la casa de los Cullen riéndose, jugando y empujándose. Cualquiera podía decir que eran grandes amigos, de toda la vida.

- ¿Qué mosca les picó? -Le preguntó Rosalie a su hermano, Edward.

- Te puedo escuchar, ¿sabes? -Ahora fue Danina la que habló.

- Los perros no son nuestros amigos -Recriminó la rubia.

- Pues... sí son los míos -Encogió los hombros.

- No de todos -Intervino Edward- a la manada de Jacob no les agradas

- Juro que si vuelves a meterte en mi cabeza voy a meterte un puto fierro por el... -Jacob le cubrió la boca.

- Ella ha venido con toda la intención de hacer algo bueno -Soltó a la chica- y empiezan con su basura, como siempre

- ¿Mami? -Escucharon que Renesmee murmura desde el segundo piso- ¿en verdad eres tú? -Los adultos se miraron entre sí- mi mami Danina me cuida mucho, en realidad no se lleva tan bien con papá, no sé por qué ellos se odian -Sonaba triste.

La nombrada se apoyó en el brazo de Jacob y poco a poco fue cayendo al piso cerrando los ojos. Ya no podía controlarlo por más tiempo.

- Yo igual te quiero mamá -Finalizó.

Su amigo licántropo se encargó de levantarla con cuidado.

- ¿Estas bien? -Ella asintió.

- ¿Cómo lo lograste? -Cuestionó Edward con curiosidad. Era claro que había visto lo mismo que su pequeña presenció.

- Práctica -Se sostuvo a Jacob tomándolo del brazo- dios, esto es peor que cuando lo hice contigo

- Fui el primero -Aclaró.

- No entiendo ni pío -Dijo Rosalie.

- Aprendí a controlar mi don -Explicó- ya no solo proyecto cosas negativas sino también positivas, aunque aún sigo sin comprender cómo logré controlar a Jacob -Lo codeó- tal vez el entrenamiento funcionó -Bromeó.

- Qué graciosa

- ¡Gracias al cielo! -Alice apareció en su campo de visión y la abrazó sin su permiso- dejé de ver tu futuro desde hace una hora, creí que algo malo había sucedido

- Hey, estoy bien, ¿puedes, por favor, soltarme?

- Me rehuso

- Estaba con Jacob -Le informó Edward.

- Eso lo explica un poco -Murmuró Jasper. Al parecer ya todos estaban de regreso- estás mal

- Lo sé -Le respondió Danina. Jasper se colocó a su lado para transmitirle tranquilidad- gracias

- Te hemos traído más sangre -Entró Carlisle teniendo unas cuantas bolsas de sangre en las manos- hemos oído lo que sucedió, admito que nos asustamos cuando Alice nos dijo que no podía ver más tu futuro

- ¿No te pasaba antes? Quiero decir, he estado días con él y jamás has dicho nada, Alice

- No, creo que... -Se quedó callada. Parecía ida, perdida en sus pensamientos o mejor dicho, visiones.

«- Pero eso no va a hacer que cambies de opinión... ¡Ahora! -Gritó.

- ¡No! -Gritaron varios con terror.»

- ¿Qué es? -Jasper estaba muy preocupado.

- Los Vulturi ya están informados de la muerte de Bella -Empezó a hablar.

- ¿Cuál es el problema? -Cuestionó Emmett.

Edward se quedó cabizbajo.

- Vienen por nosotros, todos ellos

Varias preguntas fueron lanzadas al mismo tiempo; "cuándo" dijo Edward, luego le siguió Esme con un "por qué". Alice mantuvo la mirada sobre Danina, esta comprendió las cosas sin siquiera ser escuchadas.

- No tardarán mucho, hay nieve en el bosque y en la ciudad. En poco más de un mes -Intentó responder a una sola pregunta.

- ¿Por qué? -Carlisle fue el que preguntó esta vez.

- Ha de haber un razón. Quizá si supiéramos... -Esme contestó.

- No tiene nada que ver con Bella -Repuso Alice- vienen todos: Aro, Caius, Marcus, todos los miembros de su guardia, incluso sus
esposas

-Ellas nunca abandonan la torre -le contradijo Danina con voz monótona.

- Jamás, ni siquiera durante los años de la rebelión del sur. Ni cuando los vampiros rumanos intentaron derrocarlos. Ni cuando fueron a cazar a los niños inmortales. Jamás -Agregó Jasper.

-Pues ahora sí vienen -murmuró Edward.

-Pero ¿por qué? -repitió Carlisle de nuevo- ¡No hemos hecho nada! Y si
lo hemos hecho, ¿qué puede ser que justifique todo eso?

-Somos tantos -respondió Edward desanimado- que querrán asegurarse de que... -no terminó la frase.

-¡Eso no explica la cuestión crucial!, ¿por qué?

Danina se sobresaltó cuando Carlisle gritó. Comprendía su exasperación.

Ella sabía la respuesta ya, era imposible no vincular la causa con Renesmee y su propio nombre. Más no dijo nada. Prefería callar.

Dejó de escuchar, se limitó a ir donde Renesmee porque al parecer había despertado. Aprovecharía esa oportunidad para permanecer a su lado y que nadie la viera débil.

- Hola, cielo -Se recostó a su lado viendo como sus pestañas se movían al compás de sus parpadeos.

- Tuve un sueño -Como siempre solía hacer colocó una mano en la mejilla adversa- fue hermoso

- Lo sé, cariño -Sonrió. Depositó un beso en la mano de la pequeña y prosiguió a acariciar su cabello- creí que un pequeño regalo de ese tipo te gustaría

- Sabía que fuiste tú -La abrazó.

- Mi chica se merece lo mejor -Correspondió a su abrazo.

- Lucharemos -Dijo Emmett con calma.

-No podemos ganar -gruñó Jasper.

- No sin ayuda, los quiluete estaremos ahí -Ofreció Jacob.

- Te amo, Renesmee -Le susurró la mayor.

- ¡No ha sido su culpa, lo sabes! -Seguía sorprendiéndose cuando Carlisle gritaba.

- Si ella se hubiera ido desde el principio, nosotros estaríamos lejos y nada de esto hubiera ocurrido -Eran como dagas. Las palabras de Edward dolían. De hecho la de todos lo hacían.

- ¡Deja de hablar de ella como si no estuviera aquí! -Los gritos de Jacob eran muy fuertes.

Bajó las escaleras de dos en dos, lentamente. Ya no quedaba rastro alguno de tristeza.

Logró que Renesmee durmiera de nuevo.

- Tal vez bastara con que fuéramos capaces de obligarles a hacer
un alto y escucharnos, quizá eso nos permitiera demostrar que no hay motivo alguno para combatir... -Sugirió Emmett. Había ahora un asomo de sonrisa en su rostro.

-Sí -Convino Esme con rapidez- eso tiene sentido, Emmett. Todo lo que necesitamos es que los Vulturis se detengan un momento, lo suficiente para escuchar

-Lo que necesitamos es algo así como una exposición de testigos -Replicó Rosalie con dureza, la voz tan quebradiza como el cristal.

Esme asintió, de acuerdo con sus palabras, como si no hubiera percibido el sarcasmo en el tono de voz de Rosalie.

-Eso sí es algo que podamos pedirles a nuestros amigos, sólo que actúen
como testigos

-Nosotros lo haríamos por ellos -añadió Emmett.

-Deberíamos explicárselo de la manera correcta -murmuró Alice. Notó la presencia de Danina, entonces se abrió en sus ojos un oscuro vacío otra vez- tendríamos que demostrárselo con mucho cuidado.

-¿Demostrárselo? -preguntó Jasper.

- Con Renesmee -Acompletó la recién llegada.

Sugirieron varios clanes, incluso a los nómadas y las de Amazonas. Todos esos grupos de vampiros los conocía. Sin duda no sería difícil la búsqueda pero quizá sí lo sea el recibir resultados buenos, los esperados. No todo el mundo quiere enfrentarse a los Vulturis.

- No puedo ver más -repitió Alice, sin encontrarse con sus ojos y un
relámpago de confusión recorrió el rostro de Edward- debemos separarnos y apresurarnos antes de que la nieve caiga al suelo. Hay que dar una vuelta por ahí, encontrar al mayor número posible de aliados y traerlos para enseñarles -Declaró de nuevo- ah, pregunta a Eleazar. Aquí hay mucho más que el asunto de un niño inmortal

- Eleazar -Repitió Danina.

El silencio se hizo durante otro buen rato mientras Alice volvía a estar en trance. Pestañeó con lentitud cuando se le pasó. Jasper y ella se fueron.

- Hey, garabatos, ¿estás bien? -Ignoró la pregunta de Jacob.

- Ellos hubieran ignorado lo que Irina les decía de no ser por un pequeño detalle -Dijo.

- ¿Cuál? -Insistió el licántropo.

- Yo. Estaba ahí y él lo vio -Una risa sin gracia salió de sus labios- yo siempre he sido el maldito problema

- Tú no eres ningún problema -Intentó animarla.

- He sido un problema desde siempre, y nadie puede negarlo -Observó a cada uno de los presentes- esto era lo que quería evitar, ¿ahora lo comprenden? Ellos vendrán, aunque estén en lo incorrecto respecto a Renesmee siendo una niña inmortal, van a ejecutarlos por haberme cubierto y cuando tome lo que le pertenece querrá más, podría desatarse una guerra y no están listos para eso

- ¿Será aquello lo que Alice vio?

- Tal vez, Rosalie

- No quiso alarmarnos, aunque por qué no nos diría todo -Carlisle suspiró.

- Piénsenlo, son capaces de ir a la guerra -Miró hacia arriba conteniendo un gruñido. Estaban perdidos- los Vulturis no van a escucharlos, no ésta vez. La promesa de Bella nunca se cumplió, hay una supuesta niña inmortal y por si fuera poco estoy yo ahí, viva

- ¿Qué no es obvio que iban a saber que estas viva? Por ello te buscan, ¿no? -Atacó Jacob.

- No -Cruzó los brazos sobre el pecho- hace años, bastantes, me vi forzada a fingir mi muerte. Me resultó fácil gracias a mi don...

«Acaparó la mirada de todos al levantarse del trono y caminar con sigilo hacia el vampiro que había sido llevado ante ellos por haberse vuelto loco, causando una catástrofe en un pequeño pueblo del norte.

- Debemos dar una muerte digna -Empezó a hablar.

- Es tu fuerte hacerlo -Asintió ante las palabras de Aro.

Empeñada en no echar a perder la oportunidad tomó al hombre de la cabeza y sin que nadie se diera cuenta plantó una ilusión en cada uno de los presentes. El hombre "loco" había sido soltado por ella, lo había planeado tan bien que en realidad él no existía y en realidad los del clan intentaban en vano matarlo.

Se alejó lo suficiente mirando a Marcus, quien era el único que la había ayudado el tiempo que estuvo encerrada, prisionera. Y se lamentó por lo que iba a hacer.

- ¡No! -Gritaron dos líderes, Aro y Marcus al mismo tiempo.

El supuesto cuerpo sin vida de Danina cayó frente a sus ojos, ardiendo en llamas siendo ese el supuesto don del hombre de la ilusión»

- Después huí, como verán -Se mordió los labios- ahora ellos saben que todo fue mentira, vienen para ajustar cuentas y como ya dije, llevarme de vuelta

- Debemos dispersarnos y empezar con la búsqueda si no queremos que nada malo suceda -Ofreció Edward.

- De hecho, tengo otro plan -Susurró ella.

- No, definitivamente no -Dijo el vampiro mirando con repulsión a Jacob.

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