El Guardián de la Puerta Dorada.
Suni: donde estoy [vio hacia arriba y no vio ninguna luz] ahora donde [vio al conejo correr a unos metros enfrente de ella] ¡papa!, espérame [empezando a corres detrás de él].
Empezó a correr detrás de él, hasta que lo vio entrar por una puerta pequeña dorada con el símbolo de Tauro en ella.
Suni: [se acercó a la puerta e intento abrirla sin conseguirlo] pero qué?
..... : Jajajaja así no podrás entrar pequeña.
Suni: quien anda ahí? [Sale de entre las sombras un hombre de gran estatura con un traje dorado] ¡Aldebarán!
Guardián de la puerta (Aldebarán): Yo soy el guardián de la puerta pequeña, dime en que te puedo ayudar?
Suni: estoy buscando a mi papa Aioria.
Guardián de la puerta (Aldebarán): no conozco a ningún Aioria, ¿cómo es?
Suni: es alto, no tanto como tú, su cabello es café, sus ojos son verde y acaba de pasar por esta puerta.
Guardián de la Puerta (Aldebarán): ahh, te refieres al conejo blanco.
Suni: (¡¿Conejo Blanco?!)... creo que sí, quiero ir tras él, me ayudarías a pasar.
Guardián de la Puerta (Aldebarán): lo siento, pero eres muy grande para poder pasar [en ese lugar Suni era muy alta e incluso más que la puerta] tendrás que hacerte más pequeña.
Suni: pero eso es imposible.
Guardián de la Puerta (Aldebarán): en este mundo nada es imposible pequeña, mira en esa mesa de allí, ahí un frasco con el cual podrás hacerte del tamaño que necesitas.
Suni: [toma el frasco y lee una pequeña nota que ahí en el] bébeme... umm está bien, que malo podría pasar [le da tres sorbos y se empieza a encoger al tamaño perfecto] increíble, ahora si podre pasar
Guardián de la puerta (Aldebarán): muy bien pequeña, toma [le entrega una llave] cuídala bien, con ella podrás abrir la puerta de nuevo cuando quieras volver.
Suni: gracias Aldebarán [abre la puerta y cruza por ella].
La pequeña Suni al cruzar la puerta llego a la orilla de una playa, enfrente de ella se encontraba un profundo mar y a lo lejos se veía tierra firme.
Suni: y ahora, como voy a llegar hasta haya... [Empezó a pensar hasta que vio una pequeña lancha en la orilla del mar] que suerte, con esto poder llegar al otro lado, pero primero guardo esto [metió la llave en su bolsillo con el fin de no perderla].
Así la valiente Suni subió a la lancha y empezó a navegar por el mar, para así llegar al otro lugar y poder encontrar al conejo blanco.
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