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CAPÍTULO FINAL, PARTE I


Tiempo atrás...

Beauty

Ella siempre pensó que su familia era perfecta. El claro ejemplo de una vida convencional y armoniosa. Se sintió tan orgullosa de ver a su hermano menor, Win Metawin, triunfando en la vida a través del espectáculo a nivel internacional.

Al principio estuvo en desacuerdo sobre el rol que tendría él en su primera serie debutante, pero al conocer a su compañero de reparto, Bright Vachirawit, se dio cuenta que no tenía por qué estar nerviosa o preocupada, puesto que ambos se hicieron mejores amigos, conservando su heterosexualidad; además de que Bright se vio ligeramente interesado en ella en cuanto la conoció. Pensó en darle una oportunidad, pero no quería enrarecer la atmósfera y hacer de la amistad de su hermano algo incómodo.

Se fue por un tiempo de viaje, a explorar algunos países vecinos porque había estado muy aburrida y necesitaba aclarar sus ideas para pensar bien en qué iba a dedicar su tiempo a partir de ese momento.

Y al volver, no imaginó que encontraría a su hermano babeando por un chico. Sí. Un chico y no Bright Vachirawit precisamente. Creyó que quizá solo era una amistad más íntima, hasta que le tocó verlos juntos en persona, luego de que Win se agarrara a golpes con otro actor famoso con tal de defender a ese chico extraño de apariencia femenina al que miraba con ojos de amor.

De buenas a primeras, al primer contacto que tuvo con ese chico, de nombre Earth Katsamonnat, que resultó ser muy famoso también en el género de series BL, le agradó. Intentó llevarse bien con él y se percató que su padre se hallaba mortificado por aquella situación; y más porque su hermano jamás se había revelado de esa manera tan rebelde con tal de defender a alguien que no fuera él mismo.

Una noche, cuando volvía a casa después de ir a cenar con unas amigas, encontró a una chica llorando desconsolada sentada en la acera, junto a su coche. Se miraba devastada y muy afectada. Era un llanto silencioso, pero los sollozos eran fuertes, al igual que el temblor de sus hombros ante semejante emoción desbordada.

—Disculpa, ¿estás bien? —se acuclilló a su lado con cautela y estiró la mano para palmearle el hombro con suavidad. La fémina negó con la cabeza sin levantar la cara, la cual estaba enterrada entre sus rodillas, las cuales mantenía abrazadas con los brazos— ¿quieres que llame a alguien para que venga por ti?

—No tengo a nadie a quién llamar—soltó un hipido.

—Claro que sí. Todos tenemos a alguien a quién recurrir cuando estamos mal.

—En mi caso no—sollozó y por fin volteó a verla—mis padres no viven aquí en Bangkok y mis amigos están ocupados, además, el chico que amo ama a alguien más y a mí me detesta.

Aquellas últimas palabras encendieron la curiosidad de Beauty. Se sintió identificada con su pesar porque le había ocurrido algo similar hacía dos años, pero logró superarlo con éxito.

—A veces pensamos que no podemos volver a fijarnos en alguien más porque estamos empeñadas de que no habrá otra persona mejor que la que amamos sin ser correspondidas, pero déjame decirte que es más que posible superar ese amor fallido y hallar el adecuado y perfecto. Además—la agarró de la barbilla para mirarla de frente. La chica parpadeó con los ojos llorosos—eres bonita. Cualquier chico caería a tus pies en un chasquido de dedos.

—Tienes razón en eso, pero el chico que quiero que caiga a mis pies, ya ha caído a los pies de otro.

—¿Otro? —frunció el ceño.

La chica asintió y otra oleada de lágrimas furiosas inundaron sus ojos.

—Resultó ser gay o bisexual, no lo sé. Pero yo lo amo.

—Tu rostro me resulta extrañamente familiar—dijo Beauty—¿puedo preguntar tu nombre?

—Tontawan Tantivejakul, pero me dicen Tu—sorbió por la nariz—quizá me hayas visto en la serie F4.

Beauty entornó los ojos.

—¿Eres amiga de mi hermano, Win Metawin?

Y tras mencionar el nombre de él, la chica se desboronó de nuevo y Beauty sintió vértigo, deseando que ella no estuviera refiriéndose a su hermano como el chico que amaba.

—¿Por qué tengo la extraña sensación de que el chico al que amas, es mi hermano?

—Amo a Win Metawin, pero él ama a alguien más.

Beauty suspiró, contrariada.

—¿Él te ilusionó?

—No, pero me trataba muy lindo, igual que Bright y pensé que tal vez yo le gustaba. Sin embargo, luego de que conoció a ese chico, Earth Katsamonnat, quedó fascinado por él y comenzó a tratarme mal—balbuceó.

—Cuando un chico es amable con una chica, no quiere decir que sienta atracción hacia ella. Hay que saber identificar las verdaderas señales para no ilusionarnos con su simpatía.

—Tengo la culpa, lo sé...

—¿Quieres ir por un café? Para que podamos hablar con más soltura y tú te tranquilices.

Tontawan asintió y dejó que Beauty la ayudara a incorporarse.

Caminaron un par de calles, y entraron a una cafetería. Eran apenas las diez de la noche. Beauty pidió un capuchino y ella un café americano.

—Me es imposible creer que Win te haya comenzado a tratar mal después de conocer a Earth. Mi hermano es incapaz de ser mala persona, por más que no le agrade alguien. Es empático y agradable siempre. Jamás puede estar serio por más de un minuto.

—Tampoco yo lo podía creer. Nos llevábamos tan bien—bajó la mirada con decepción—amaba muchísimo cuando salíamos a comer en los recesos de las filmaciones o cuando teníamos días libres. Él y Bright me invitaban a cenar y luego al cine, o ir a jugar bolos.

—Pero, ¿Win está enterado de tus sentimientos?

—No directamente. Desde que conoció a ese chico, ni si quiera me ha dejado acercarme a hablarle. Con decirte que ya no me dirige la mirada tampoco—colocó ambas manos alrededor de su taza de café caliente.

—¿Quieres que hable con él?

—¡No! Win no debe saber que he hablado contigo—se puso histérica—déjalo así. Y agradezco tu buena voluntad, pero lo mejor será que me mantenga alejada. No quiero ocasionar problemas.

—Bueno, tampoco quiero que mi hermano sea el causante de tu sufrimiento.

—El culpable de todo lo tiene su novio—masculló—él lo envenenó en mi contra.

—¿Qué? Pero si ese chico es muy dulce. Lo conocí hace un par de días. Se desvive por mi hermano—parpadeó, perpleja.

—Es una fachada—se limpió las mejillas con desdén—finge ser amigable, pero no lo es. Él y su mejor amigo, Fluke Natouch, son despreciables. Aparentan ser buenos chicos y dulces, pero son unos demonios con rostro bonito.

La consternación quedó plasmada en la cara de Beauty. ¿Tan ingenua había sido como para no notar la verdadera personalidad de Earth Katsamonnat?

—¿Y pretendes hacer algo? —ladeó la cabeza, mirando a la protagonista de F4.

—¿Algo? ¿Cómo qué? —le dio un sorbo a su taza de café.

—No lo sé. Vengarte de esos dos chicos.

—Había pensado en eso, pero no sé si sea lo correcto.

—Escucha—sentenció Beauty—entre mujeres debe haber sororidad. Yo creo en tus palabras y percibo tu dolor. Así que, si necesitas ayuda para darles su merecido, cuenta conmigo; después de todo, no estaba segura de sentirme cómoda con esa relación de mi hermano tan antinatural.

—¿Qué tienes en mente?

—Eso te lo dejaré de tarea a ti—replicó—y dame tu teléfono para estar en contacto.

Luego de intercambiar números, Beauty se encargó de llevarla a su departamento en coche. Y en el trayecto de regreso estuvo muy pensativa sobre la conversación que había tenido con esa chica. Le costaba creer que realmente Earth Katsamonnat era una mala persona, pero no podía estar mintiendo la fémina. Debía ser cierto. Aunque realmente, su hermano y ese chico, no eran novios oficiales, por lo que tenía entendido.

Sin embargo, al cabo de unos días, como se acercaban las fiestas decembrinas, Earth le confió un secreto: Planeaba declarársele a su hermano en año nuevo.

Aquello fue como un balde de agua fría sobre su cabeza y fingió estar de acuerdo con mucha emoción para que nos sospechara. Inclusive lo acompañó al centro comercial a comprar unos detalles para su declaración y ahí fue donde conoció al otro ser de rostro lindo, pero de intenciones oscuras: Fluke Natouch; quién se portó de forma tajante con ella, haciendo que las palabras de Tontawan tomaran más sentido, así que optó por dejar a Earth con él y otro chico para después encontrarse con Tontawan y contarle al respecto.

Infortunadamente, por más que quiso hacer el intento de evitar la declaración en año nuevo, no lo logró. Su hermano gastó bastante dinero para declarársele también sin que Earth tuviera idea.

Y comprendió que, en efecto, Win estaba perdidamente enamorado de ese chico, ya que había hecho lo posible para que el famoso grupo de K-pop le ayudara con su confesión. Y luego se enteró que ese grupo era el favorito de Earth Katsamonnat. ¡Menuda situación tan desagradable!

No obstante, su señor padre se hizo cargo de destruirles la ilusión al no estar de acuerdo con su relación, provocando que se distanciaran, y al mismo tiempo, haciendo que su hermano se independizara sin miramientos, llevándose unas cuantas maletas, y su coche más nuevo porque el antiguo se lo había prestado a Bright.

Pasaron varios días en el que no supo nada de ellos y se impacientó. Tontawan apenas y le respondía los mensajes porque se hallaba ocupada por su agenda y lo comprendía.

Hasta que un día, Tontawan la llamó y le dijo que se reunieran en su departamento para hablar. Beauty acudió a la cita y se encontró con un chico de aire arrogante, al que también se le hacía familiar su rostro.

—Así que tú eres la hermana de Metawin—le dijo él, esbozando una sonrisa coqueta desde el sofá, seguido de una escaneada de arriba abajo con la mirada. Beauty se sintió intimidada y se abrochó los botones de su abrigo—yo soy Nani Hirunkit.

—Un placer—murmuró ella, sentándose lo más alejada posible de él.

Tontawan apareció con una bandeja con cuatro tazas de té y la colocó en la mesita del centro para que, a continuación, se sentara al lado de Nani con confianza. El chico rodeó sus hombros con el brazo y besó su sien derecha con cariño. Beauty parpadeó, confundida.

—Escuché el rumor de que Win está en búsqueda de un departamento donde vivir—manifestó Tontawan. Nani hizo una mueca y Beauty alzó las cejas—pero desconozco donde y en qué sitio.

—Mi familia tiene convenios con «Eternal Beauty» es una empresa de bienes raíces donde solemos mandar a nuestros conocidos a verificar viviendas o departamentos.

—¿Y tú crees que él accedería a buscar allí, teniendo en cuenta que podrían decirle a tu familia?

—Win es meramente ingenuo—acotó Beauty—tal vez pida confidencialidad.

—Perfecto, ¿podrías ver si alguien de allí quisiera ayudarnos? Claro, a cambio de una buena suma de dinero.

—Primero debes decirme cuál es el plan. No quiero que mi hermano salga herido—sentenció Beauty.

—El que va a salir perjudicado es Earth Katsamonnat.

—Pero, ¿entonces por qué quieres sabotear la búsqueda de departamentos de mi hermano? —ladeó la cabeza, sin comprender.

Tontawan puso los ojos en blanco y fue Nani quien respondió.

—Lindura, si Metawin piensa mudarse, es obvio que lo hará junto a ese chico—arqueó una ceja en su dirección—ellos estarán viviendo en el departamento que elija tu hermano.

Beauty asintió, aturdida.

—¿Entonces sí irás a la empresa a buscar esa ayuda que necesitamos? —Tontawan suavizó su voz.

—Yo trabajé ahí hace un tiempo. Conozco al personal—repuso con orgullo—veré que puedo hacer.

De repente, el timbre de la puerta principal sonó y Tontawan saltó fuera del sofá para ir a abrir.

—Pensé que te habías arrepentido de venir—le escuchó decir a ella. Beauty no quiso voltear a ver a la persona que había llegado.

—Honestamente me debatí bastante en aceptar tu propuesta de unirme a tu venganza contra ese imbécil de cara bonita—siseó el recién llegado, que era un chico. Pero a Beauty no le resultó conocida su voz—ya sabes, si Kao se entera que volví a hacer algo en contra de su queridísimo Earth, querrá matarme y odiarme más—continuó diciendo, mientras se acercaba a la sala—es una lástima que Gulf decidiera desertar de todo esto gracias a las amenazas que recibió por parte de los amigos de ese bastardo.

—Mira, te presento a Beauty Opas-iamkajorn, la hermana de Win—Tontawan hizo las presentaciones—Beauty, él es Up Poompat, otra persona más al que Earth le destrozó la vida.

En cuanto Beauty y Up cruzaron miradas, hubo una conexión de complicidad, que los hizo sonreír de manera involuntaria.

—Te conozco un poco porque hace tiempo leí la biografía de tu hermano en una revista y mencionó a sus tres hermanos, ¿Que no te llamas Mesa o Mintra? —Up se sentó junto a ella, muy interesado.

—Soy Mesa, Mintra es mi hermana mayor y está en el extranjero—explicó—decidí llamarme Beauty porque mi nombre real es algo aburrido.

—Tu nuevo nombre le hace justicia a tu bello rostro...

Tontawan se aclaró la garganta con toda la intención y ellos dos voltearon a verla.

—Beauty irá a esa empresa de bienes raíces donde posiblemente Win vaya a solicitar un buen departamento porque su familia tiene un convenio—le informó Tontawan a Up—y verá la manera de hacer que alguien nos ayude con la información que necesitamos para llevar a cabo el plan.

—Tengo una prima que ha estado buscando trabajo—dijo Up—si Beauty habla por ella en esa empresa para entrar a trabajar, podemos pedirle que, en cuanto aparezca Metawin, nos diga todo.

—Dalo por hecho. Saliendo de aquí iré directamente a recomendar a tu prima—afirmó Beauty—solo pásame sus datos y tu número telefónico para confirmar.

Nani le envió una mirada extraña a Tontawan y ella se la regresó, acompañada de una sonrisa llena de satisfacción, pero Beauty no se dio cuenta de ese intercambio de gestos por estar concentrada en Up.

Días más tarde, se reunieron en el centro comercial, excepto Up. Beauty había tenido éxito al lograr hacer que contrataran a la prima de Up, pero no sabía con exactitud en qué iba a consistir ese plan que haría que Earth Katsamonnat se arrepintiera.

Ella se enteró del enamoramiento de Up Poompat hacia Kao Noppako, y el rechazo que obtuvo de su parte porque exactamente ese chico también cayó redondito a los pies de Earth. ¿Cómo era posible eso? ¿Qué era lo que tenía ese chico como para atraer a semejantes hombres a él?

Al reunirse en el centro comercial, Tontawan le avisó que ya todo estaba hecho. Win ya había cerrado contrato con la prima de Up y que en cualquier momento haría posesión del departamento y fue justo en esa salida donde se encontraron con Fluke Natouch y su compañero de shipp, Ohm Thitiwat, que era muy atractivo, a decir verdad, pero tenía un semblante que intimidaba, también estaba con ellos otro chico mucho más sexy, quien enloqueció de inmediato y confrontó a Tontawan sin miramientos, causando problemas.

Luego de la pelea verbal, Beauty y Tontawan se sincronizaron para cerrarle la boca de una bofetada a Fluke Natouch sin importarles que las personas a su alrededor estaban grabando todo con sus teléfonos.

Le habría gustado mucho enterarse del verdadero plan de Tontawan, Nani y Up desde antes de haber sucumbido a sus manipulaciones.

Se percató que era demasiado tarde cuando le llegó una notificación inesperada la noche del martes 11 de enero en donde quedó horrorizada de ver a su hermano menor teniendo relaciones sexuales con Earth Katsamonnat en su nuevo departamento.

Trató de llamar por teléfono a Tontawan y a Up, pero ellos no le respondieron.

Y se quedó de piedra al no saber qué hacer. Ella tenía la culpa de todo. ¡Debió darse cuenta que ellos no solo tenían previsto hacer pedazos a Earth, sino también a su hermano! Este escándalo le iba a costar su carrera como actor que tanto le había costado.

Dio vueltas en el mismo sitio sin saber qué hacer a continuación. Pensó en contárselo a sus padres, pero si ellos miraban el vídeo, probablemente les daría un ataque.

Se levantó de un salto de la cama y comenzó a vestirse apresuradamente con el teléfono en mano.

Y de la nada, al cabo de quince minutos más o menos, recibió una llamada por parte de Bright Vachirawit.

—¿Bright? —balbuceó.

Al fondo, se escuchaba mucho bullicio y el sonido de la sirena de más de una ambulancia.

—Se trata de Win. Tienen que venir rápido a la empresa, ha ocurrido un fatídico accidente en el boulevard que está a unas calles del edificio—manifestó Bright con la voz temblorosa, como si le costara hablar.

Y un segundo después, se cortó la comunicación.

Tiempo actual, minutos antes...

Kao Noppakao

Haber besado otra vez a Earth le afectó más de lo que había pensado. Tuvo mucha suerte de no comportarse como un idiota cuando Metawin lo empujó con brusquedad al darse cuenta de que ya no estaba actuando en el momento del beso, tal como lo habría hecho en el pasado. Claramente había sido una pésima idea continuar en ese proyecto, pero ya no podía abandonarlo nuevamente y ser denunciado por las dos empresas por incompetencia.

Todavía le quedaba una escena más por filmar para el tráiler, pero dedujo que no sería tan importante, por lo que le mintió a P'New y optó por no regresar a la GMMTV por la última parte.

Si se daba prisa, podría llegar a tiempo para comer con Sun Hee, ya que ella le había dicho que prepararía comida tradicional y le guardaría un poco para la cena.

La relación entre él y esa linda adolescente era como de hermandad. Había comenzado a quererla mucho y la veía como su pequeña hermana a la que debía cuidar. Era amiga íntima también de Earth y le fascinaba ver que ella no tomaba partido, era neutral y los apoyaba por separado cualquier decisión que tomaran.

Llegó al departamento y suspiró. Desde afuera se sentía el delicioso aroma de la comida hecha por Sun Hee. Sonrió de manera involuntaria al momento de entrar de sorpresa. No hizo el menor ruido y la sorprendió en la cocina. Ella dejó caer la cuchara de madera sobre la estufa gracias al susto y luego se echó a reír al ver a Kao batido con la salsa hasta las pestañas.

—Se suponía que te iba a asustar y no viceversa—se quejó él, riéndose y alcanzando una toalla de papel para limpiarse.

—Pensé que vendrías hasta la noche, P'Kao.

—Ese era el plan, pero decidí escaparme. Ya está mi parte del personaje grabado para el tráiler, así que no me necesitan por hoy—se encogió de hombros—iré a ducharme, ¿ya vamos a comer?

—Ve a ducharte y descansa, yo te llamaré.

Kao asintió y se fue a su habitación.

Se dio una exquisita ducha relajante y le sirvió para reflexionar. ¿En verdad estaba seguro de querer dejar de luchar por el amor de Earth? ¿Iba a dejarlo ir tan fácilmente? Ciertamente, él no luchó lo suficiente por su amor y no podía molestarlo. Earth ya había pasado página a ese amor no correspondido y se hallaba tan feliz al lado de Metawin.

Abrumado, dejó que el torrente de agua le cayera de lleno a la cara durante treinta segundos y después continuó duchándose.

Mientras se vestía con ropa cómoda, se le vino a la mente las fotografías subidas de tono que esa loca arpía había subido a internet donde implicaba a Metawin estando ebrio en Halloween gracias al despecho, después de darse cuenta que Earth había decidido irse con él, en donde por primera vez hicieron el amor y pensó que lo elegiría, pero fue todo lo contrario. Se robó a Earth en su cumpleaños y Metawin fue apresado por las garras de esa chiflada en un momento vulnerable.

Se quedó pasmado un segundo tras darse cuenta que le había dado demasiado coraje saber que Win Metawin cayó redondito en la trampa de esa chica. ¿Por qué le molestaba? ¿Acaso ya no lo miraba como su rival en el amor? Claro, luego de tener que interactuar para pagarle el tratamiento al antiguo ex novio de Earth, no debería sorprenderle esa nueva actitud y reacción.

Obviamente no deseaba protegerlo, sino que simplemente no se sintiera afectado por los arranques de una idiota de corazón roto, porque estaba claro que ella lo amaba. En otras circunstancias la habría apoyado—mentalmente—pero ahora reprobaba sus acciones. Porque lejos de querer arruinarle la vida al nuevo interés romántico de la persona que amas, terminas lastimando a esa «persona» y haciendo que se aleje de ti para siempre. Y lo sabía porque hizo exactamente eso con Earth, pero la única diferencia es que, por alguna extraña razón, el vínculo afectivo que tenía con Earth continuaba siendo fuerte, aun sin que pudieran ser pareja. Tenían un magnetismo que los mantenía cerca con solo ser amigos. Y Kao ya estaba feliz con ello. Su corazón comenzaba a sanar y sangrar cada vez menos. A pesar de que ese día se dejó llevar al besarlo, tuvo los suficientes pantalones para disculparse y no armar un escándalo.

Sun Hee golpeó levemente la puerta de la habitación y él salió de sus pensamientos.

—Ya está la comida—le avisó la chica con voz cantarina.

Aquellas palabras lo motivaron. Amaba tanto convivir con ella y sentirse menos solo en su departamento.

Comieron armoniosamente frente al televisor, sentados en el sofá con la comida sobre la mesita del centro, muy entretenidos por la serie que habían dejado pendiente de ver. Entre bromas, Kao le daba tiernos besos en la frente y ella simplemente sonreía. Tal vez si Sun Hee no le gustaran las chicas, Kao no habría podido hacer ese tipo de muestras de cariño para no confundirla.

—¿Cómo está P'Earth? —le preguntó ella cuándo recogían los platos.

—Bastante bien—respondió sin mirarla—se ve muy motivado y centrado en el proyecto.

—¿Y cómo estás tú?

Kao no contestó al instante. Recogió los vasos y los llevó al fregadero con Sun Hee pisándole los talones.

—Dentro de lo que cabe, estoy bien—dijo entre dientes—pero he estado mejor otros días, gracias por preguntar, cariño.

—Sabes a lo que me refiero, P'Kao—lo miró con incertidumbre y él, pese a no verla a los ojos, se intimidó por su mirada.

—Lo de Earth y yo ya quedó arreglado—la miró por fin y se mantuvo con su típica expresión que solía usar frente al público—lógicamente sigue doliéndome, pero poco a poco va a aminorando lo que siento por él, o al menos eso espero...

—¿Pasó algo?

Kao no lograba entender cómo era posible que todas las mujeres tenían incluida la intuición, ese sexto sentido que solo ellas podían usar a su favor y en contra.

—Hubo una pequeña escena donde le robaba un beso, pero me dejé llevar por el momento. Metawin casi me parte la cara—resopló, decaído. Mandó al carajo la esponja con espuma y se recargó en la isla de la cocina.

—Comprendo que te sintieras mal, pero la decisión que tomaste al recuperar el personaje de esa nueva serie es sin devolución. Debes aprender a diferenciar el trabajo con la vida persona, P'Kao. O de lo contrario; jamás podrás superar a P'Earth y ser feliz con alguien más.

Cada que hablaba con ella, terminaba muy sermoneado y tacleado por la cruel verdad.

—Lo sé—manifestó Kao—he avanzado unos tres pasos hacia adelante, no te preocupes.

—Hoy retrocediste uno—lo reprendió ella.

—No me martirices más, por favor.

Entonces Sun Hee rodeó la isla y le echó los brazos al cuello, consolándolo.

—Mi deber es alentarlos a los dos sin tomar partido de ninguno—añadió la chica sabiamente—pero eso no quiere decir que aplauda las metidas de pata que dan por sus impulsos.

—Te doy mi palabra que no volverá a suceder.

—Te creo.

Reanudaron el maratón de la serie, pero ahora con frituras que ella había comprado por la mañana para ver a gusto la televisión con él; porque sabía que pronto estaría muy ocupado con la nueva serie y no tendrían tiempo de seguir viendo LUCIFER.

Horas más tarde, casi a las once de la noche, Kao recibió una llamada y dudó en responder.

—Permíteme un segundo—se disculpó y fue a contestar en su habitación.

Una carcajada cargada de ebriedad fue lo que escuchó del otro lado de la línea al momento de deslizar el dedo en la opción verde. Era número desconocido, pero reconoció la risa en menos de un segundo.

La rabia se encendió en su interior y colgó sin miramientos.

Up Poompat podía irse al carajo.

Para infortunio de Kao, Up lo llamó cinco veces más, terminando con la paciencia del chico.

—¡Qué es lo que quieres, maldita sea! —le gritó Kao al contestar, al borde un colapso de cólera.

La risa había sido sustituida por un llanto deprimente y patético. Up berreaba pegado al teléfono y Kao se sintió incómodo.

—Nunca me darás una oportunidad, ¿verdad? —balbuceó Up de pronto. Kao se frotó el puente de la nariz con desasosiego—no quieres saber lo que es el amor estando a mi lado, ¿no es así? Aunque puedas ser feliz en el proceso, porque yo nunca te cambiaría por alguien más...

—De todo lo que imaginé que serías, no creí que fueras un borracho por despecho—lo reprendió—aparte de que das alto «cringe», vas a dañar tu salud, Up. Madura de una vez y resígnate a que nuestra amistad terminó cuando decidiste hacerle daño a Earth.

—Es que no quiero ser tu amigo—replicó, sobresaltado—quiero que me ames, así como yo te amo, ¿por qué no solo intentas darme una sola oportunidad de demostrarte que puedo ser bueno para ti y ayudarte a sanar tu corazón?

—Una persona con problemas emocionales no puede ayudar a otra.

—¿En serio jamás te gusté, aunque sea un poco? ¿Nunca te agradé cuando te hacía reír?

—Me obligaban a reírme de tus chistes malos y comportamientos infantiles para que nuestra shipp se elevara. Me agradabas, pero conseguiste mi odio y desprecio a pulso gracias a tus acciones—espetó Kao—así que hazme el favor de ya no llamarme por diferentes números o cambiaré de teléfono para que no tengas la manera de saber de mí.

—En mis planes solo estaba destruir la carrera actoral de Earth Katsamonnat—balbuceó Up—Tontawan me dio la idea de instalar cámaras en el departamento nuevo que Win Metawin compró para vivir con Earth y...—tragó saliva, quedándose en silencio.

—¿Y? —le instó Kao, rabioso.

—Yo... lo siento.

—¿Qué hiciste? ¡Qué hiciste! —gritó Kao.

—Tontawan filtró vídeos sexuales de Win Metawin y Earth Katsamonnat a internet—le soltó de sopetón—yo no sabía que esa era su tirada, pensé que simplemente usaríamos algo que ellos dijeran para causar polémica, pero creo que esto se salió de control.

—¿Cómo que vídeos sexuales...? —titubeó Kao, sintiéndose mareado.

—Desde el sábado se mudaron a vivir juntos—soltó un hipido y rio levemente—entonces las cámaras filmaron mucho contenido sexual de ellos dos. Si quieres te paso el link de donde ver el vídeo editado con todos los vídeos...

—¡Se volvieron locos! —Kao había perdido la cabeza. No sabía qué era lo que lo había afectado tanto, si la demencia de Up y Tontawan por hacer semejante atrocidad o enterarse que Earth vivía ya con Win y ya tenían sexo diario. La mera idea de ellos dos juntos en el acto le causó vértigo. Inclusive sintió que se le bajaba la presión.

—Quiero que me perdones—volvió a balbucear Up y una serie de hipidos confirmó que había comenzado a llorar de nuevo—no quiero ir a prisión, pero sé que, si Tontawan cae, me arrastrará a mí y a Beauty, la hermana de Win y no quiero. Ella es muy dulce y tampoco tenía idea del plan de esa idiota...

—¿Qué? ¿La hermana de Metawin? —Kao tuvo que sentarse en la cama para procesar esa información.

—Sí. Tontawan la envenenó en contra de Earth para obtener una buena venganza...

—Definitivamente esto es un delito, Up. Acoso sexual, intimidación, violación a la privacidad e intimidad, chantaje y mucho más—masculló Kao—y nadie va a salvarse de esto.

Kao tenía la opción activada de grabar las llamadas y se sintió aliviado de que había pruebas en contra de todos con la confesión de Up.

A través del micrófono, Kao alcanzó a escuchar como Up bebía más alcohol y jadeaba.

—¡Deja de beber! —lo regañó, con los pelos de punta.

—El último movimiento de Tontawan no lo sé—confesó—pero sé que va a llamar a Earth para chantajearlo. Nani está dispuesto a obedecerla al pie de la letra y más te vale evitarlo.

—¿Qué debo hacer? —se sintió inútil.

—No tengo idea. Ir a la GMMTV y hablarlo con Earth y Win.

—¿Por qué me dices todo esto, Up?

—Porque soy una mierda. No estoy disfrutando nada de lo que ha pasado, de hecho, me siento asqueado.

—El sentimiento de culpa es normal. Es señal de que eres una persona cuerda y con valores, pero eso no quiere decir que te exima de lo que hiciste antes. Y tampoco voy a perdonarte.

La risa melancólica de Up sacó de quicio a Kao.

—En un futuro, quizá podamos ser amigos de nuevo...

—No lo creo.

—Déjame vivir con esa ilusión falsa, ¿sí?

Kao iba a responderle, pero la llamada finalizó.

Se tomó tan solo cinco minutos en procesar todo y corrió a cambiarse.

Olvidó su teléfono en la cama y salió como alma que lleva el diablo. Cogió las llaves del coche y del departamento.

—¿A dónde vas? —le preguntó Sun Hee cuando él le dio un beso en la cabeza, digiriéndose a la puerta.

—A la GMMTV, es urgente. Y por lo que más quieras, no te metas a internet por el resto de la semana—le respondió a gritos—de que vuelva te explico.

Arrancó a toda velocidad, sin poder apartar de su mente las palabras de Up. Sabía que tarde o temprano, la relación de Earth y Win dejaría de ser solo de manita sudada, pero no quería enterarse y mucho menos con material explícito y que estuviera a merced de todo el mundo.

Sun Hee puso otra serie para terminar de ver LUCIFER con Kao y suspiró. Para ella era un sueño hecho realidad estar viviendo bajo el mismo techo de uno de sus máximos ídolos y ser alguien importante para él. Se acomodó en el sofá y de repente el teléfono de Kao comenzó a sonar desde su habitación. Se levantó rápidamente y corrió a responder.

—¿Diga?

—¿Es el teléfono de Kao? —era un hombre.

—Eh, sí. Pero él no está.

—¿Quién eres tú? —se mostró desconfiado.

—¿Quién es usted? —inquirió ella a la defensiva.

—Soy New, de Studio Wabi Sabi.

—Oh, lo siento—se ruborizó—yo soy Sun Hee, una amiga suya.

—¿No sabes a qué hora Kao regresará? Necesito hablar con él.

—No tengo idea, P'New—admitió—salió corriendo hacia la GMMTV, dice que surgió algo urgente.

—De acuerdo, gracias—dijo, aliviado—no le digas que llamé, tal vez me lo cruce aquí.

Por lo tanto, en lo que respectaba Kao, él se dirigía a la empresa lo más rápido que su coche le permitió, siendo cuidadoso de no causar algún accidente en el trayecto.

No sabía a ciencia cierta lo que haría Tontawan para vengarse, pero presentía que tenía algo que ver con la seguridad de Earth.

¿En qué momento la vida se había convertido en una trama de una película estadounidense cliché?

Presionó el acelerador hasta el fondo y decidió cortar camino por el boulevard principal.

Sin embargo, a medida que se acercaba, alcanzó a ver que, a lo lejos, que una persona estaba de pie, mirando el semáforo con aire triste y preocupado. Estaba en rojo y del otro sentido, había otro coche, esperando también.

Kao entrecerró los ojos para ver un poco mejor a ese chico que se le hacía tan familiar y palideció cuando lo reconoció. Era Earth.

Cuando el semáforo cambió a verde, Earth comenzó a caminar hacia el boulevard y Kao advirtió como el otro coche aceleraba, con la intención de pasarle encima.

En un momento de pánico, Kao también aceleró para evitar el impacto, colisionando abruptamente con el otro. Microsegundos antes de chocar, alcanzó a ver la presencia de Win y Po.

Po empujó a Win a tiempo antes de que fuese embestido por el otro coche y recibir él el impacto.

Si moría en aquel fatídico accidente, al menos lo haría con menos cargo de conciencia. Tal vez evitó la muerte de Earth Katsamonnat, pero no la del lindo chico que fue su apoyo cuando él trataba mal a Earth. No merecía sufrir más.

—Lo siento, chico—susurró Kao antes de perder el conocimiento tras impactarse de lleno al otro vehículo.

Tiempo actual, minutos antes...

«Tu mayor error fue conocerme, tu mayor pecado fue fijarte en mí y tu mayor perdición fue amarme.»

Narrativa de Earth Katsamonnat

¿Por qué nadie podía dejarme en paz?

¿Cómo es que lograron burlar nuestra intimidad de manera tan atroz?

Dejé que Fluke me llevara hacia la jardinera donde había estado alegremente con Win minutos atrás y ahora apenas y podía mantenerme tranquilo sin sentir que me asfixiaba.

Y con solo mirar a lo lejos a mi novio con el ceño fruncido y muy enfadado por lo ocurrido, se me estrujaba el corazón. Era más que obvio que todo esto había sido planeado para hacerme daño y, por ende, Win salió afectado también. Me prometí cuidar de él por sobre todas las cosas, hacer que no sufriera ningún tipo de dolor, pero mi promesa fracasó exitosamente. Ahora todo el mundo era testigo de nuestra intimidad que solo nos pertenecía a nosotros, a nadie más. Nos ultrajaron de la peor manera. Abusaron de nosotros.

—Mañana a primera hora te acompañaré a levantar una denuncia—escuché a hablar a Fluke de manera severa. Volteé a verlo y asentí.

—Gracias, pero lo más probable es que no proceda. No hay pruebas de quién pudo haberlo hecho—suspiré, derrotado.

—Pues le pagamos a un grupo de peritos forenses para que se encarguen de detectar huellas ajenas a las tuyas y de Win en todo el departamento, en especial de las cámaras.

—Ves demasiadas series policiacas—bromeé, solo para olvidarme un poco de la cruda realidad.

Fluke deslizó sus manos hacia las mías y entrelazó nuestros dedos.

—Recuerda que somos gemelos perdidos y lo que te duele a ti, también a mí.

Esbocé una sonrisa y dejé que me abrazara cariñosamente. Recargué mi cabeza en su hombro mientras me palmeaba el hombro.

Inexplicablemente, saqué por inercia mi teléfono para ponerlo en modo avión y dejar a un lado la histeria de todos, pero me llegó un mensaje de un número desconocido. La curiosidad pudo más conmigo y lo leí.

«Si quieres que Win Metawin no sea arrastrado a más escándalos a través de internet, atienda mi llamada en dos minutos.»

Palidecí. Miré de soslayo a Fluke, pero él tenía los ojos cerrados, muy tranquilo, tratando de contagiarme su pasividad y positivismo, que claramente yo no tenía.

En efecto, recibí una llamada a los dos minutos exactos. Me levanté, disculpándome con Fluke y respondí.

—¿Hola? —titubeé, bajo el escrutinio interrogante de mi amigo.

—Soy Tontawan, ¿Qué te pareció mi venganza?

Escuchar su maldita voz me erizó los vellos del cuerpo.

—Qué bueno que te parezca gracioso y espero continúes con esa alegría el día que te arresten por abusar de nuestra privacidad, amenazarnos y chantajearnos para tus fines demenciales—sisé para que Fluke no pudiera escucharme y no alterarlo.

—Puedo eliminar ese vídeo por completo de la red. Un familiar es experto en ese ámbito y con solo pedírselo, lo haría sin dejar rastro.

—¿Por qué harías eso, si fuiste la que filtró el vídeo en primer lugar?

—Porque amo a Win. Y no quería perjudicarlo, pero tú lo estropeaste todo. Lo que le está pasando a él es por tu culpa—espetó, furiosa—y si de verdad lo amas, harás lo posible para que ese vídeo ya no circule más en internet, ¿verdad?

Respiré hondo. Otro chantaje. No podía darme el lujo de que el vídeo continuara por más tiempo en internet y acabar con la carrera de Win solo por un capricho de una idiota a la que él no le correspondió su obsesión, porque no era amor lo que Tontawan sentía por él. Estaba enferma.

—¿Qué es lo que quieres que haga?

La risa de esa idiota taladró mis sentidos.

—Quiero que vayas al boulevard principal sin cuestionarme. Allá hablaremos sobre eso—masculló.

—¿Estás segura que, si acepto encontrarme contigo, borrarás ese vídeo de Internet? —pregunté, solo para ganar un poco de tiempo. Necesitaba pensar mejor, puesto que no podía confiar en ella.

—Haz lo que te he dicho—gruñó, molesta y no tuve otra alternativa más que obedecer.

Miré con tristeza a Fluke antes de echarme a correr con el teléfono pegado a la oreja. Tontawan continuaba del otro lado de la línea.

Escuché los gritos de mi amigo y minutos después, los de Win detrás de mí. Quería detenerme, darme la vuelta y correr en dirección contraria. A sus brazos. A su cálido pecho que me abrigaba y en el que mi cuerpo cabía a la perfección, como si su cuerpo y el mío hubieran sido creados exactamente a la medida del otro.

No quería imaginar lo que esa loca deseaba a cambio.

¿Acaso ansiaba mi vida? ¿Qué tan demente podía estar si en serio esa fuera su tirada y así conseguir deshacerse de mí? Pero, aunque me matara o me secuestrara para botarme en algún sitio lejano y desértico, Win, «mi» Win, no le correspondería a sus sentimientos enfermizos. Él me buscaría por cielo, mar y tierra hasta encontrarme.

Mi vida se había convertido en una especie de historia de terror, en el que personas psicópatas se obsesionaban por mi interés amoroso y trataban de quitarme del camino. Lo único deprimente de esa idea interesante, era que en las historias el noventa por ciento de las veces, el protagonista no moría, pero yo estaba en la vida real y podía morir a manos de una lunática real.

Seguía escuchando los gritos desesperados de Win a mis espaldas y me di cuenta que tenía que darme prisa para protegerlo de cualquier cosa que Tontawan pensaba hacer conmigo para satisfacer su locura.

Evité mirar el semáforo al cruzar algunas calles menos transitorias para llegar a tiempo al punto de reunión.

El teléfono seguía en mi oreja y antes de llegar al boulevard principal, la voz de ella surgió nuevamente.

—Me ha gustado como estás manejando la situación pese a tener a Win siguiéndote.

—¿Dónde estás? —intenté voltear a ver ambos lados en su búsqueda, pero chasqueó la lengua con desdén.

—Sigue caminando—ordenó con desprecio y obedecí.

A medida que llegaba al boulevard principal, comprendí que, si me llegaba a ocurrir algo grave, Win sería testigo de mi desgracia y también lo haría sufrir. ¡Maldita Tontawan! Fluke siempre tuvo razón en no confiar en ella y yo me merecía todo esto por ser tan ingenuo.

Quizá yo me merecía eso, pero Win no. Él merece el mundo entero, aunque no esté yo a su lado para verlo feliz.

Escuché un último grito por parte de él y ordené a mis piernas a no detenerse. El semáforo cambió a verde y supe que era el momento. Guardé el teléfono en mi pantalón y corrí con los ojos cerrados a mitad del boulevard.

Unas fuertes luces de un coche me hicieron abrir los ojos, ya que era tan intensa que, a través de mis párpados logró lastimarme con su luz. Quedé paralizado justo en medio, y vi como el vehículo se aproximaba exclusivamente hacia a mi a toda velocidad. Cubrí mi cabeza con los brazos, en espera del golpe.

Sin embargo, sentí que unas manos me empujaban hacia el otro lado y caí con fuerza al pavimento, lejos del camino trazado por Tontawan. Rodé por el sucio asfalto, sentí un fuerte dolor en la columna vertebral y en la mandíbula. Y quedé sordo por varios segundos gracias a dos fuertes sonidos provenientes de algún lado cercano, como si algo de metal, con mucha fuerza, se estampara con la misma intensidad con algo similar. Quise incorporarme, pero todo me daba vueltas. Escuchaba voces lejanas y mi campo visual era borroso.

En mi intento fallido de aclarar mi vista, vi entre nebulosas el rostro pálido de Fluke poniéndose de rodillas frente a mi, muy alterado. A su lado apareció Ohm con la misma expresión afectada y le temblaban las manos mientras escribía algo en su teléfono.

—¡Earth!

Mi nombre sonaba lejano, y era porque mis tímpanos estaban recuperándose del sonido abrupto.

Segundos más tarde, Fluke, Ohm, Mile e incluso la patética amiga de Po, se hallaban alrededor de mí y con una expresión para nada tranquila. Busqué a Po y a Win con dificultad, pero Fluke me puso una mano en el pecho para recostarme otra vez en el suelo mientras hacia una llamada.

Al cabo de varios minutos, mi visión y sordera volvieron a la normalidad, pero el dolor espantoso en mi cuerpo aumentó.

No sabía que estaba pasando, pero a juzgar por el rostro ceniciento de mis amigos, no sólo era por mí la preocupación.

Algo más estaba sucediendo.

Reuní la poca fuerza que tenía mi cuerpo y retiré de un manotazo la mano de Fluke para sentarme. Parpadeé para no marearme más y enfoqué la vista.

—¡Si algo le llega a pasar, te refundiré en prisión, idiota! —me gritó Pandora de pronto y salté del susto.

—Cierra la maldita boca, él no tiene la culpa—le riñó Fluke.

—¿Qué pasó? —quise saber, agarrándome la cabeza con una mueca.

La fémina estaba a punto de responder con veneno, cuando Mile Phakphum la tomó del brazo con rudeza y la arrastró lejos de ellos. Ohm le dio una palmada en el hombro de Fluke para alejarse de ahí.

Y sólo hasta que se escuchó el sonido de las sirenas de cinco ambulancias que se abrían espacio entre las personas que habían ahí, comprendí que había habido un accidente fatal.

—Fluke—titubeé, presa del pánico—dime qué pasó.

Pero mi amigo se mantuvo en silencio, mirándome con tristeza y a continuación unos gritos desgarradores me hicieron respingar. Apenas me estaba reponiendo, y todo me parecía extraño.

Como pude e ignorando las palabras de Fluke, logré levantarme.

Un paramédico se aproximó a mi para evaluarme y mis ojos sólo estaban fijos en aquel coche hecho pedazos y volcado del otro lado de la calle. En aquel coche que yo conocía por dentro y por fuera a la perfección.

No.

Debía ser un error.

—Joven, déjeme revisarlo—insistió el paramédico, pero en vez de responderle, comencé a avanzar hacia ese coche tan familiar. Vislumbré un segundo coche, que se hallaba en peor estado y mi corazón apenas podía latir. Iba cojeando del pie porque debí torcerme el tobillo, y aún así, ese dolor, junto al de mi mandibula y columna, no eran comparados a lo que estaba comenzando a sentir. Había llegado también el cuerpo de bomberos, y estaban sacando sus aparatos especiales para romper el metal y así sacar a los que iban dentro de los coches.

Los gritos desgarradores seguían escuchándose y me quedé quieto. Busqué a las personas que gritaban y vi que eran los padres de... Win y entre ellos estaba Beauty y el pequeño hermano de Win. La policía les evitaba pasar.

Un escalofrío repentino se deslizó por mi espalda y sin miramientos, corrí hasta donde ellos estaban. El dolor de mi cuerpo era leve a comparación del de mi corazón.

Hasta ese segundo vi a todas las personas rodeando el boulevard con el rostro preocupado.

Me detuve justo cuando los bomberos gritaron que ya habían logrado extraer a la persona de aquel vehículo y volví el rostro hacia atrás.

Del coche que me había parecido tan familiar, entre cuatro bomberos llevaban cargando a alguien, que, a cada paso, iba dejando un sangriento camino en la vía. Tres paramédicos ya estaban listos para subirlo a la ambulancia, pero no sin antes comprobar que estuviera con vida. Cojeando, cambié de dirección y me asomé entre los paramédicos para ver de quien se trataba. Una punzada en el corazón me decía a gritos que me alejara, pero no lo hice.

Mi mirada recayó en aquella persona y me quedé atónito y en shock.

Su rostro apenas podía ser reconocido porque estaba cubierto de sangre que emanaba de alguna parte de su cabeza, formando una máscara escarlata y mientras lo desnudaban para verificar sus signos vitales, una oleada de horror y miedo me caló por dentro.

—¡Apenas tiene pulso! —gritó uno de los paramédicos—debemos llevarlo pronto al hospital.

Me arrodillé, incapaz de articular alguna palabra, sintiendo el nudo en la garganta y el llanto atascado que no podía dejarlo fluir por la impresión de lo que mis ojos veían.

Kao Noppakao, mi antiguo amor, mi antiguo compañero de shipp, y ahora amigo, se hallaba a punto de morir frente a mis ojos. Yo no entendía que estaba pasando. Él se había marchado antes de la empresa y no tenía por qué estar en medio de ese caos. ¿Qué diablos pasaba? ¿Por qué me sentía como un muñeco de trapo?

Lo levantaron en una camilla y observé como manipulaban un aparato de oxígeno para mantenerlo con vida en lo que lo subían a la ambulancia y lo llevaban al hospital. Los seguí, muy aturdido y de pronto, la mano de alguien me detuvo en el instante que pretendí subir a la ambulancia con él.

En mi mente estaba cuidar de Kao y luego llamarle a Win para que me alcanzara en el hospital. Sin embargo, todavía no procesaba la presencia de sus padres aquí. ¿Él los había llamado?

—Te tienen que revisar—era Fluke.

—Es P'Kao—me tembló la voz, señalando la ambulancia en donde él ya estaba a punto de ser trasladado—no entiendo por qué estaba aquí... debo hablar con P'Win... —mi voz sonó temblorosa. Me negaba a llorar.

Pero Fluke no dijo nada y me abrazó.

—No entiendo que pasó—balbuceé, temblando bajo sus brazos.

—Tienes que dejar que te revisen y luego hablaremos, ¿si?

Asentí mecánicamente y dejé que me llevara de la mano hasta la ambulancia más cercana.

Entre dos paramédicos me revisaron y yo sólo miré al vacío, ignorando el hecho de que había demasiado ruido y gritos que no alcanzaba a comprender. Era como si estuviera en modo espectador y todo me fuera ajeno.

Fluke intercambió algunas palabras con los paramédicos y escuché claramente que habían llegado a la conclusión de internarme.

No obstante, bastó únicamente un segundo para escuchar la voz histérica de Pandora a unos pasos de mí, para darme cuenta que debía reaccionar. Había ocurrido un accidente en el que no solo yo estuvo implicado.

—¡Maldito! ¡Sabía que no sería buena idea dejar venir a Po hasta aquí! —los gritos de ella hicieron eco en mi cabeza y en vez de que Mile la sacara de allí, fue Ohm—¡Tú lo mataste! ¡Lo mataste!

Y como si la vida quisiera martirizarme más, percibí como los padres de Win golpeaban a los policías para poder pasar. Lo busqué entre la multitud y no lo vi por ningún sitio. Mi mente estaba en blanco. No podía pensar con claridad.

—¡Tú! —vociferó el padre de Win al reparar en mí. Se separó de su esposa e hijos, quiénes corrieron a otra dirección y él se acercó hasta donde yo estaba a grandes zancadas.

Fluke no pudo intervenir a tiempo, puesto que el señor Opas-iamkajorn inmediatamente se apoderó del cuello de mi camisa para zarandearme con fuerza, sus ojos estaban entornados y dejé que hiciera conmigo lo que quisiera. Supuse que por el golpe que me di, mis sentidos estaban apagados.

—¡Mira lo que hiciste, maldito marica! —me gritó a la cara y Fluke lo empujó lejos de mí, pero fue inútil.

—¡Ayúdennos! —gritó Fluke, alarmado.

Uno de los paramédicos intervino, pero no bastó para separarlo de mí, hasta que Ohm y Mile aparecieron detrás de él y lo sometieron con rudeza.

—Cálmese o lo golpearemos por haber lastimado a Earth, estando él muy herido—bramó Mile en la oreja del padre de Win, quien se quedó quieto, pero con la respiración agitada.

—Si a mi hijo le pasa algo grave, ¡Vas a arrepentirte! —me amenazó antes de soltarse de ellos y echarse a correr por donde el resto de su familia se había ido. Lo seguí con la mirada hasta donde había otras dos ambulancias más.

—¿Dónde está P'Win? —comencé a alterarme. Fue un golpe de realidad y algo me dijo que debía verlo. No por nada sus padres estaban allí. Y rápidamente evoqué el recuerdo de Kao siendo llevado de urgencia al hospital bañado en sangre y los gritos de Pandora. Las señales de alerta me aturdieron los sentidos—¿Dónde está Po?

—Tranquilízate—murmuró Mile con el rostro compasivo. Jamás lo había visto así.

Miré a Fluke, Ohm y Mile y los tres tenía el rostro ceniciento.

Si intentaba escabullirme a ver lo que estaba pasando por mi cuenta como hacía un momento, entre los tres me lograrían detener. Así que no insistí y dejé que los paramédicos me acomodaran en la camilla. Mis amigos dieron espacio para que lograran estabilizarme antes de llevarme y cuando me dejaron un instante solo en el interior, me las arreglé para quitarme el oxígeno y el collarín incómodo. Salté fuera de la ambulancia y aunque me dolió como el infierno haber saltado, corrí cojeando por donde había visto a la familia de Win ir. Mis amigos ni si quiera advirtieron mi huida por estar hablando por teléfono.

Las dos ambulancias seguían allí y logré vislumbrar a Bright. Tenía el semblante preocupado, como todos, y, además, sus ojos llorosos, evitando llorar. Junto a él estaba Sammy, dándole cariño. Ella se miraba afectada y me pregunté por qué no había ido a verme.

Empujé a Beauty para poder ver qué pasaba y ahogué un grito, llamando la atención de los que estaban allí.

—¡Nong! —gritó Bright, soltando a Sammy y dirigiéndose a mí.

Pero en vez de tocarme, Bright se convirtió en mi escudo para que el padre de Win no me agrediera de nuevo, aunque, sinceramente, ya no me importaba.

Se me estrujó el corazón al ver a Win tumbado en el asqueroso asfalto, boca arriba y con la frente sangrándole. Los paramédicos lo estaban preparando para subirlo a la camilla, pero no estaba despierto.

—¡P'Win! —chillé, cayendo arrodillado junto a él. Se me llenaron los ojos de lágrimas y le acaricié el cabello—¡No debiste seguirme! —lloriqueé como un niño pequeño. Los paramédicos voltearon a verme, pero no me rechazaron. Tomé una de sus manos y la besé, mientras le acariciaba el cabello cubierto de sangre—tienes que despertar—ordené y miré al paramédico más cercano—él estará bien, ¿verdad? ¡Dígamelo!

—Usted también debe ir al hospital—me dijo.

—¡Responda! —le grité, con rabia.

—Solo está desmayado—respondió su compañero, enviándole una mirada fulminante al idiota—y si quiere saber más de su estado salud, vaya también a la otra ambulancia para ser evaluado en el hospital.

Asentí, derrotado. Observé como subían al amor de mi vida a la ambulancia, quise subir, pero su familia se adelantó, dejándome fuera del vehículo. Encendieron la sirena y lo pusieron en marcha.

Las piernas volvieron a temblarme y amenazar con dejarme caer, pero Bright y Sammy me sostuvieron. Cada uno tomó mi mano y me mantuvieron de pie.

—Cariño, sé que no es adecuado, pero, de todos modos, debes saber que también...

—Sammy, no—susurró Bright, preocupado.

—Él debe saberlo—afirmó ella.

—¿Qué cosa? —inquirí, con el corazón acelerándose más.

Y el grito de Pandora nos sobresaltó. A dos metros atrás, estaba la otra ambulancia y alcancé a ver a Pandora siendo sujetada por P'New para que no se acercara. Había más personas allí que no reconocí, pero entre ellas vi a Sasy y P'Sak. Todos con el rostro lívido.

—Es Po—añadió Sammy en un hilo de voz.

Para cuando me di cuenta de lo que estaba haciendo, me hallé empujando a todos con tal de ver a Po.

Pandora quiso zafarse de P'New para golpearme o no lo sé.

Había alrededor de cinco paramédicos en torno a alguien.

Ese alguien era Po.

Mi niño. Mi mejor compañero de shipp. El chico que me ayudó a mantenerme a flote cuando el mundo se me caía en pedazos.

Cuando mis ojos se posaron en su cuerpo tendido sobre la camilla mientras hacían lo posible por reanimarlo con desesperación, sentí que el nudo en mi garganta salía en forma de lágrimas a través de mis lagrimales. Po se hallaba tendido con los ojos cerrados, tenía la cara raspada y me cubrí la boca para no gritar al ver cómo, de su cabeza, emanaba sangre a borbotones. Había una enorme mancha de sangre a su alrededor de él que iba creciendo a cada segundo. Me permití berrear con desesperación hasta que comprendí que estaba a punto de perderlo para siempre.

—¡Lo perdemos! —gritó uno de los paramédicos.

—¡Po! —grité cuando vi a esos hombres dándole RCP con las manos y también con un desfibrilador portátil. El pecho de Po se contorsionó violentamente, pero él no volvía y los paramédicos comenzaban a perder la esperanza.

—¡Sálvenlo! —grité con desesperación— ¡Él es solo un niño! ¡Por favor!

Me arrodillé muy cerca de ellos con las manos listas para implorar y hacer plegarias.

Varias manos me agarraron del hombro. Miré por encima del hombro y supe que eran Bright, Sammy, Fluke, Ohm, Mile e incluso Sasy. Creo que también P'New y otras personas a las que no vi con claridad. Luego de varios intentos por reanimarlo, los cuales me parecieron eternos y angustiantes, escuché la celebración de ellos.

—Ha vuelto, ¡Preparen la ambulancia! —gritaron.

El alma regresó a mi cuerpo y antes de que yo pudiera hablar, Pandora se adelantó.

—¿Él ya está bien? —chilló, con la cara totalmente curtida en lágrimas.

—No, señorita. Logramos traerlo de vuelta, pero su estado es crítico—le respondieron—será llevado a quirófano de emergencia.

—Pero, ¿va a ponerse bien? —interrumpí, mientras Po era subido con sumo cuidado a la ambulancia. Evité mirar la mancha de sangre que dejó debajo de él para no ponerme más histérico de lo que ya estaba.

La mirada que me dedicó el paramédico me desarmó. Era lástima y compasión, incluso tristeza.

—No podemos discernir sobre su evolución—dijo, a modo de disculpa—solo si el chico lucha por quedarse, lo hará.

Luego de subirlo al vehículo, el mismo paramédico nos miró a todos y preguntó a nadie en particular de manera rápida.

—¿Quién vendrá con nosotros?

Abrí la boca para decir "yo", pero Pandora sin decir una sola palabra, abordó la ambulancia. Ella tenía todo el derecho de acompañarlo y de no saber que Po estaba en peligro de muerte, habría peleado por ese lugar en la ambulancia, pero me sentí un poco aliviado de que por fin él había hallado a alguien que estaba dispuesta a estar a su lado sin importar nada.


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MAÑANA O PASADO, SUBIRÉ LA SEGUNDA PARTE DEL FINAL :3 <3 MUCHAS GRACIAS POR LEER ESTE FANFIC :') NO PENSÉ QUE SERÍA DEL AGRADO DE MUCHAS PERSONAS OwO

POR FAVOR, VOTEN, LECTORAS FANTASMAS JSJSJS ME HARÍAN UN GRAN FAVOR <3

PD. NO PUDE ACTUALIZAR ANTES PORQUE OPERARON A MI MAMÁ DE EMERGENCIA DE LA VESÍCULA Y HE ESTADO CUIDÁNDOLA D: PERO YA ESTÁ MEJOR. GRACIAS POR ESPERAR :'D

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