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61🌻

El atardecer cae suavemente sobre la ciudad, tiñendo el cielo de tonos naranjas y dorados.

Sunghoon y Jaeyoon caminan juntos por el parque, disfrutando del aire fresco. Saben que esta tarde es una oportunidad para hablar de algo que habían estado sintiendo pero que no siempre encontraban las palabras para expresar.

Se detienen en una banca al borde de un lago, donde el reflejo de la luna llena comienza a aparecer sobre el agua. La presencia de la luna, siempre simbólica para ellos, parece intensificar el ambiente. Sunghoon se recuesta ligeramente hacia atrás, observando a Jaeyoon con una mezcla de cariño y preocupación.

—¿Alguna vez te has preguntado cómo sería si no fuéramos destinados? —Sunghoon rompe el silencio, su voz suave pero cargada de significado.

Jaeyoon lo mira sorprendido por la pregunta. El vínculo entre ellos, bendecido por la Diosa Luna, había sido parte de su vida desde que tenían memoria. Saber que estaban destinados el uno al otro desde la tierna edad de cuatro años les había dado una seguridad que pocos podían comprender, pero también cargaba con una responsabilidad inmensa.

—A veces lo pienso —Admite Jaeyoon después de un momento, su mirada perdida en el reflejo del agua—. No porque no quiera estar contigo, pero... hay veces en que me pregunto si este lazo que tenemos es algo que elegimos, o algo que simplemente aceptamos porque así debe ser.

Sunghoon asiente, entendiendo perfectamente lo que Jaeyoon quiere decir. A menudo, las personas a su alrededor ven su relación como algo perfecto, algo que debía ser venerado por su rareza y pureza.

Pero muy pocos comprenden el peso que conllevaba saber que sus caminos estaba entrelazados de una manera que va más allá de la elección.

—Sé lo que sientes —Dice Sunghoon, con un suspiro—. Ser destinados es un regalo, sí, pero a veces siento que también nos coloca en un pedestal. Todos esperan que seamos perfectos, que nunca cometamos errores, que siempre estemos de acuerdo. A veces, siento que ni siquiera podemos equivocarnos sin que alguien se pregunte si realmente somos tan afortunados como dicen.

Jaeyoon lo observa, sus ojos llenos de comprensión. Él también había sentido la presión de ser parte de algo que todos veían como una bendición. Aunque amaba a Sunghoon profundamente, sabe que la expectativa de ser el ejemplo perfecto de lo que significa ser destinado por la Diosa Luna es algo agotador.

—Creo que... —Jaeyoon comienza con una voz suave, buscando las palabras adecuadas—. Ser bendecidos por la Diosa Luna no significa que siempre seremos perfectos. Creo que su designio no es solo unirnos, sino darnos la oportunidad de aprender juntos, de crecer. Y eso incluye cometer errores, descubrir quiénes somos como individuos. Nadie nos enseña eso, porque todos piensan que ya lo tenemos todo resuelto.

Sunghoon toma su mano, dándole un apretón suave, sintiendo la calidez que siempre le daba consuelo.

—Tienes razón. Lo que tenemos es especial, pero eso no significa que no podamos enfrentarnos a desafíos —Dice Sunghoon—. Tal vez parte de nuestra bendición es que podemos apoyarnos en esos momentos. Saber que, sin importar lo que pase, estamos aquí el uno para el otro.

Jaeyoon asiente, una sonrisa suave curvando sus labios. Aunque el peso de ser destinados a veces los agobiaba, saber que pueden hablar de ello, que puede compartir esos temores, les da una sensación de alivio.

—¿Te imaginas cómo sería si no tuviéramos esto? —Pregunta Jaeyoon—. ¿Si no fuéramos destinados?

Sunghoon se queda en silencio por un momento, pensando en la posibilidad. La idea de no estar vinculado a Jaeyoon es difícil de concebir. Siempre había sentido esa conexión profunda, incluso antes de entender lo que significaba ser destinados.

—No lo sé... —Responde finalmente—. Tal vez nos habríamos encontrado de todas formas, de una manera diferente. Pero estoy agradecido por lo que tenemos. No cambiaría lo que somos por nada.

Jaeyoon sonríe ampliamente esta vez, sintiendo que las palabras de Sunghoon resuenan con lo que él también sentía.

—Yo tampoco. Aunque a veces sea difícil, estoy feliz de que la Diosa Luna nos haya elegido.

Ambos se quedan en silencio, observando cómo la luna asciende lentamente en el cielo. Aunque saben que su destino estaba marcado por algo más grande que ellos, también comprenden que, al final, el amor que comparten es lo que realmente los mantiene unidos.

El peso de ser destinados siempre estará ahí, pero mientras se tengan el uno al otro, saben que podrán cargar con él y seguir construyendo su futuro juntos.


Sunghoon mira a Jaeyoon con una nueva expresión, sabiendo que hay algo más que aún no habían discutido del todo.

Además de la presión de ser destinados, existe otra carga, una que recae específicamente sobre él: la posibilidad de ser un Alfa de Pura Sangre. Desde joven, había sido entrenado y preparado para ser el ejemplo perfecto de lo que un Alfa debía ser, con expectativas tan altas que a veces sentía que no podía respirar bajo su peso.

—Y luego está lo otro... —Murmura Sunghoon, su voz más baja de lo usual—. La perfección que se supone que tengo como Alfa. Ser un Alfa de Pura Sangre no es solo un título, mi Cachorrito. Todos esperan que sea el líder, el protector, el fuerte. Ni siquiera puedo permitirme el lujo de ser vulnerable sin que parezca una debilidad. A veces me pregunto si sería diferente si no fuera así... si no tuviera que ser el "Alfa perfecto".

Jaeyoon, quien siempre había visto más allá de la fachada de fortaleza de Sunghoon, aprieta su mano con más fuerza. Entiende las expectativas y las presiones que lo rodean. Sabe que Sunghoon es mucho más que la imagen que los demás tienen de él; es alguien con emociones, miedos y deseos, como cualquier otra persona.

—No tienes que ser perfecto para mí, Hoonie —Dice Jaeyoon, con un tono suave pero firme—. Yo sé quién eres de verdad, y eso es lo que importa. No la pureza de tu sangre, ni lo que los demás esperan de ti. Eres suficiente tal y como eres.

Sunghoon siente una ola de alivio al escuchar esas palabras, recordando que, aunque el mundo podía verlo como el alfa ideal, su Cachorrito, su Omega destinado, lo ve como simplemente como su Sunghoon. Y eso, piensa, es más que suficiente.

Mis niños están madurando muy pronto, aún recuerdo cuando Hoonie pensaba que Jaeyoonie podría ser un alien de tres ojos y un pequeño cuerno😭

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