vol. 13
Los tres chicos se encontraban sentados en el sillón más espacioso que habitaba en la casa, SeungMin se mantenía silencioso, mirando un punto específico de la sala sin expresión alguna, mientras que SeungYeon lloraba fuertemente, ocultando su rostro hinchado entre sus palmas y así poder evitar la mirada penetrante que JooHyun habían puesto encima de ellos apenas pusieron un pie en la casa.
El ojiazul miraba de reojo a su padre, quién solo mantenía una expresión serena en su rostro mientras tomaba un sorbo de su taza de té.
—Saben que lo que hicieron estuvo mal — reprimió la mujer, sin dejar de lado su voz dura —. Siempre deben mantener al tanto a sus padres acerca de sus ubicaciones, no quiero decir que se los deseo, pero sí algo malo les pasara, ¿Dónde los buscaríamos?, Sí el lugar donde dicen que estarán, en realidad nunca fueron ahí.
El llanto del gemelo albino se intensificó, produciendo una nueva molestia en el pecho de JooHyun, cómo si se tratara de una advertencia en su manto maternal.
—Pero sí no tienen la confianza con YoungHyun y con HeeSook, debieron hablar con nosotros, saben que no tenemos ningún problema con estar al pendiente de ustedes — prosiguió —. Los queremos muchísimo y creí que habíamos sido claros cuando les dijimos que podían vernos como su familia.
Cómo primer movimiento desde que había entrado a dicha vivienda, SeungMin reaccionó yendo directamente a dónde JooHyun se encontraba sentada, buscando desesperado una mínima muestra de consolación de su parte.
—Saben que nosotros intentaremos protegerlos de todo, sí les hemos llamado la atención por no avisar, es por su bien — habló DoWoon, entrando por fin a la conversación —. Pero no quiere decir que estamos de acuerdo con sus padres.
—Ustedes son libres de amar a quienes quieran, sea hombre, sea mujer. Nadie los tiene que limitar a ser infelices por el resto de su vida.
De pronto cómo una nueva imagen familiar, los tres jóvenes eran protegidos por el aura segura que aquellos progenitores les brindaban. Aquella dulce sensación de hogar y calidez.
—Gracias por abrirnos las puertas de su casa — SeungMin hipó entrecortado —, sin ustedes, estaríamos completamente solos.
—Jamás van a estar solos, Min — Felix pronunció con suavidad, abrazándole por detrás —. Ustedes siempre fueron parte de nuestra familia.
El pelinegro se dedicó a mirar de soslayo a dónde su mejor amigo le sostenía, encontrándose con ese par de ojos oceánicos que sabía que jamás le iban a dejar caer.
—Gracias, Lix.
De la nada, la burbuja en que los cinco estaba envueltos, se rompió tan pronto el sonido del timbre retumbó por dentro de la casa.
—Iré a servir la cena, ¿Alguien me acompaña?
DoWoon se dignó a romper la tensión que se instaló tan pronto escucharon la llegada de un nuevo intruso.
—¡Yo quiero! — un poco atónito; SeungYeon se levantó de su asiento, yendo detrás del padre de su amigo por el que sentía tanta admiración.
—Bien, yo abriré la puerta — JooHyun acarició un poco más de los cabellos de SeungMin antes de levantarse y prepararse para una escena de drama contra los padres de los gemelos —. Fefe, cuida muy bien de Min, ahora vuelvo.
El aludido pareció hacer un pequeño puchero al ser llamado por aquel apodo que se le había asignado desde niño, cambiando rápido su expresión al sentir como el cuerpo del más alto se recostaba contra su pecho.
—Todo estará bien, Seung — susurró con un hilo de voz, mientras se dedicaba a acariciar con dulzura el brazo inquieto de su amigo —. Verás que todo estará bien.
De pronto cómo si de un rayo tratase, JooHyun entró nuevamente a la sala con un semblante serio y los brazos cruzados, haciendo creer lo peor a los adolescentes sobrantes.
—Parece que tu padre y yo no sólo nos haremos cargo de dos jovencitos nuevos, Felix — rodó los ojos antes de sonreír enorme —. Ahora también debemos tener aquí a tu novio testarudo.
Tan rápido como la ida y vuelta de su madre hacia la puerta, sus mejillas se calentaron al punto de creer que explotaría de la vergüenza.
—¿Qué esperas, dulzura?, Anda con HyunJin, de seguro está muriendo de frío porque no aceptó entrar. Yo cuidaré de SeungMin.
Sin esperar una palabra más, se levantó de su asiento y caminó hacia la entrada de su casa arrastrando de su tanque de oxígeno, no sin antes asegurarse de que SeungMin estuviera un poco mejor.
Suspiró un poco para sus adentros antes de abrir la puerta y encontrarse cara a cara con el hombre que tenía su corazón colgando en sus manos.
—Hola, bonito.
Yendo directo a su objetivo, tomó por el cuello al ojiverde, atrayéndolo contra su cuerpo y al fin dejar que sus labios atraparan los contrarios, terminando por hacer lo que tanto anhelaba desde que comenzó el día.
HyunJin por su parte, logró reaccionar después de unos cuantos segundos, un tanto aturdido por el movimiento, pero gustoso al final de probar nuevamente a Felix.
—Apuesto a qué estabas ansioso por verme, ¿No es así? — el castaño esbozó una socarrona sonrisa en sus labios, una vez hayan logrado separarse luego de que la respiración del menor comenzara a debilitarse.
—U-Un poco — el rubio sonrió nuevamente, dejando apoyar sus manos contra el fuerte pecho de HyunJin, quién ayudaba a sostener su cuerpo con sus manos firmes en su cintura —. Te extrañé bastante.
Felix dejó pasar sus brazos por detrás de los hombros de HyunJin, apegándose más a su cuerpo y enterrando su rostro en la curvatura de su cuello, para así aspirar esa colonia que tanto le relajaba.
—Yo también te extrañé mucho, ojitos — susurró el más alto contra su oído —. Eres mi motivación para seguir adelante, el día fue muy pesado sí no tenía a mi Girasol conmigo.
Felix apretó su agarre, escondiéndose un poco más contra las prendas de HyunJin.
—Eres terrible — balbuceó casi inaudible, haciendo que sus labios dieran vibraciones contra la piel canela que lo sostenía —. No puedes avergonzarme así y menos en mi casa.
El mayor pareció querer soltarse en carcajadas, tanto por la ternura y las cosquillas mezcladas en su piel. Felix definitivamente era todo lo que quería.
—Bueno, lo lamento, Lixie, no era mi intención avergonzarte.
—Así me gudta.
HyunJin apretó un poco más del agarre en las caderas contrarias, en un vago esfuerzo de hacer sentir más cerca el cuerpo de Felix, su tan adorado tesoro.
—El YinYang están en casa, recién vamos a cenar — explicó el ojiazul después de un rato estar en aquella posición cómoda —, ¿Quieres quedarte?, Papá ha preparado la suficiente cena para que otro invitado se una, porfis.
Todo pensamiento de negación se fue de su mente tan solo escuchó aquel tono meloso que sólo su ojitos podía hacer. Sonrió ladino antes de dejar un suave beso en la frente lechosa del más bajito.
—Bien me quedaré a cenar — terminó por admitir, siendo cómplice del bailecito ganador que el contrario había hecho —. Pero antes de entrar, tengo que entregarte algo.
Felix puchereó una vez más :—Hyun, tú eres mi mejor regalo, no tienes por qué darme nada.
—Sé que lo haz dicho y siendo sincero, es algo que me halaga completamente, pero creo que también te había dicho que me aseguraría de seguir enamorándote a pesar de ya tenerte, mi cielo — volvió a sonreír, mientras se alejaba un poco del rubio para poder sacar algo de su mochila —. Y no acepto devoluciones, que te quede claro.
Felix intentó poner una mueca en blanco, sin embargo su plan se vio fallado, pues aunque insistía en no querer nada, de cierta forma le encantaba que HyunJin fuera alguien tan detallista con él.
—Ten, ábrela — el castaño terminó por extender una caja mediana, envuelta en un papel dorado brillante.
Con las manos temblorosas, Felix desgarró el papel bajo la atenta mirada del mayor, intentando no arruinar por completo lo que había en él.
—Tengo miedo — terminó por admitir, con una clara expresión de tristeza.
—¿Por qué? — HyunJin alzó la ceja en seña de total confusión, pues no quería ver al ojiazul triste por ninguna razón, ni siquiera aunque fuera por él.
—¿Y sí es un pastel?, Tengo miedo de arruinarlo.
Casi por inercia, soltó una divertida carcajada, siendo juzgado por la mirada felina que el contrario le dedicaba.
—No Lix... Te prometo que no es un pastel — habló volviendo a su dulce faceta, esa que Felix adoraba tanto —. Pero ahora que hablamos de eso...
—Tienes que sorprenderme aún más, sí llegas a robarte mi idea — murmuró, intentando mirarle cómo sí le estuviera juzgando todo su ser.
—Está bien, todo lo que ordene mi ojitos bonitos.
Felix gimió. Ignorando la forma en que su HyunJin había logrado llamarlo, terminó por deshacer todo el papel de regalo que envolvía dicha caja, una vez estuviera sin ningún rastro de cinta adhesiva o decoración, fue que logró abrirla al fin.
—De una vez te advierto que voy a llorar — concluyó, metiendo su mano para poder sacar el regalo.
HyunJin atento a cualquier expresión del menor, sonrió gustoso en cuanto miró un brillo asomarse por aquellos ojos azules que tanto le encantaban.
—Hyun...
—La idea original era sobre un árbol de cerezos — comenzó por explicar, una vez que la manualidad haya podido ver la luz —. Pero quise hacerlo especial, a nuestra manera.
Felix mantenía la mirada fija en el presente, que no era nada más y nada menos que la estructura de un árbol de cartón, con girasoles colgando de sus ramas y un bosque de las mismas flores alrededor.
—Sé que los girasoles no crecen de los árboles, pero no siempre tiene que ser así, ¿No crees? — HyunJin sonrió en grande, dejando que sus manos reposaran por encima de las del rubio, logrando que al fin este le mirara a los ojos —. Tú no haz crecido de los árboles y no por eso dejas de ser girasol.
La mezcla de miradas zafiro y esmeralda se volvía a hacer presente, pero en medio de un campo donde el chocolate y la miel juntaban sus almas con un simple toque.
—El árbol que aquí te muestro, tenía miedo de crecer, de no lograr ser bonito y solo ser un tronco sin vida, cómo el mayor miedo desde que era una simple plantita recién nacida — prosiguió —; hasta que un día, el Sol decidió por hacerle justicia y por más anormal que fuera para los demás, una pequeña hoja amarilla en una de sus ramas, le motivó a no darse por vencido. Los girasoles le volvieron a dar la vida a ese árbol que se sentía muerto en vida.
—¿A qué quieres llegar con esto, Hyun?
El ojiverde dejó una caricia en su mejilla, siendo apenas un rozón de sus labios contra aquella zona.
—Lo digo porque yo soy el árbol, Felix, y tú eres esa hoja amarilla que floreció en miles de girasoles para darle motivos a ese árbol de seguir creciendo.
Con lágrimas en los ojos, Felix se lanzó hacia los brazos del mayor, siendo sostenido por este una vez más.
—¿Por qué eres tan lindo? — preguntó de la nada, mirando por encima del hombro el detalle de árbol que seguía sosteniendo —. Es ilegal que me gustes tanto.
—Es ilegal que tú me gustes tanto, Lixie.
El pecoso escondió nuevamente su rostro en el cuello del chico, intentando reprimir un poco de las miles de emociones que saltaban dentro de su pecho.
—Oh, es verdad, me olvidé de un detalle — HyunJin interrumpió el breve lapso de tiempo, dando palmaditas en la espalda del ojiazul —. Intenta sacar un girasol.
Felix negó mientras se negaba :—Es muy bonito, no quiero arruinarlo.
El castaño se apartó un poco, limpiando con sus pulgares los rastros de agua salada que bajaban por sus mejillas hasta llegar a desvanecerse en su barbilla.
—Confía en mi, por favor.
El rubio aceptó después de un momento, intentando calmar los sollozos que se deshacían en su boca.
HyunJin ayudó a sostener el obsequio, mientras él con sus manos temblorosas, tomaba una de las flores de plástico y las sacaba de sus respectivas ramas.
Un papel colgó detrás del adorno floral, convirtiendo por completo su rostro en un poema.
El mayor permanecía atento en su propio lugar, intentando que su risa no delatara la sorpresa que llevaba ahí.
—Hyun, es un simple papel.
—Ábrelo.
Totalmente obediente, Felix despegó dicho papel del tallo del girasol, terminando por desdoblarlo y ver qué clase de sorpresa mantenía plasmada.
—¿Hyun? — preguntó con una clara mueca de confusión —. Aquí dice "Tu radiante sonrisa", ¿A qué te refieres?
El ojiverde sonrió de lado, mientras sostenía la base por encima de Felix, para así facilitarle leer lo que se dictaba abajo.
—Parece ser que no haz leído el nombre principal de la obra, ojitos.
Felix cubrió su boca con sus manos, intentando no soltar algún chillido por semejante cosa.
—Las cosas que me gustan de ti — murmuró, tras leer una y otra vez la perfecta letra del castaño, dónde pronunciaba el nombre del material junto a su firma.
—Uhm sí, ese es el nombre de la obra — el chico rió por lo bajo —. Aunque siendo sincero, la lista sigue en proceso, cada día descubro más cosas que terminan gustándome de ti.
—Dios, voy a explotar de lo mucho que te quiero. Eres lo mejor que tengo, Hyun.
El aludido sonrió de lado antes de ser envuelto entre los delgados brazos de Felix, sintiendo nuevamente esa sensación familiar de sentirse cálido y protegido.
—Uhm — un carraspeo por detrás de ellos les hizo separarse casi por inercia, haciendo que después de unos segundos, se encontraran la seria expresión de DoWoon frente a ellos —, La cena ya está Lis.... ¿Felix?, ¿Por qué lloras, campeón?
El tono de voz del hombre cambió tan repentinamente, haciendo temblar al ojiverde en su propio lugar tan pronto le miró completamente enojado.
—¿Yo?, No, papá — balbuceó un poco antes de ver a su padre acercarse a él y asegurarse de que estuviera bien —. S-Sólo que Hyun me trajo un obsequio, ya sabes que soy muy sensible y por eso se me escapó.
El mayor sintió su alma volver a su cuerpo tan pronto escuchó aquellas palabras, eran un alivio para su sentido paternal que comenzaba a atacar duramente en su pecho.
—Lamento sí lo he preocupado, Señor Lee — HyunJin se disculpó al momento que hacía una reverencia y bajaba un poco la cabeza, mostrando sumisión ante el hombre delante de él.
—No... Fue mi culpa HyunJin, no tienes por qué disculparte — sonrió ancho, antes de darle un par de palmadas suaves en su espalda —. Ahora que quedó todo esto aclarado, entren, la cena está lista, y sí HyunJin, también estás invitado y no acepto un no por respuesta.
De pronto cómo si fuera un reflejo hereditario, tanto los ojos oceánicos de su Felix y los orbes chocolatosos del padre, le miraron con la misma señal de advertencia, haciéndole saber que no tenía caso escapar.
—Si, de acuerdo.
DoWoon sonrió nuevamente antes de adentrarse a la sala que daba paso aquel pasillo de la entrada. HyunJin soltó un suspiro algo largo, soltando todo el aire retenido en sus pulmones por el miedo.
—Te dije que papá no es intimidante — Felix se rió un poco mientras se encargaba de cerrar la puerta de entrada, que había olvidado cerrar desde que vio a su amado ahí parado —. Te adora.
—¿Estás seguro de lo que dices?, Me estaba mirando cómo si fuera su principal ingrediente para su próximo platillo — el ojiverde alzó los brazos, exagerando cada palabra dicha.
—Eres un tonto — rodó los ojos, simulando fastidio —. Principalmente porque casi no comemos carne y menos sí es de humano. No exageres, lindo.
HyunJin quiso protestar una vez más, sin embargo no pudo cuando los labios de Felix le besaron tan suave que podía jurar hacer todos los pucheros necesarios solo para ser besado de esa forma una y miles de veces.
—Vamos a cenar.
Sin previo aviso, el ojiazul tomó de la mano contraria dispuesta a dirigirse hacia el comedor donde seguramente ya los estaban esperando.
—¡Hwang HyunJin! — un energético SeungYeon terminó por saludarle, con una sonrisa gigantesca, ignorando por completo las heridas que aún no sanaban de su rostro —, ¡Hola!
—¿Yeon? — preguntó un poco desconcertado al verlo de aquella forma —, ¿T-Todo bien?
—Uhm-jum — asintió antes meter bocado en su boca.
La mano de Felix apretó un poco de la suya, bajó la mirada para encontrarse con aquellos ojos azules que le miraban como si tuviera el vivo reflejo del océano en ellos. Quiso pronunciar algo pero fue callado rápidamente por el rubio, quién trató de decirle miles de veces un "Te contaré luego".
—Vamos Hyun, toma asiento.
Tal cómo se le ordenó, logró sentarse a un lado de SeungYeon, quién luego de saludarlo, se había encargado de ignorarlo completamente pues se encontraba tan concentrado en terminar toda la comida que llevaba en su plato.
Un poco incómodo se removió en su lugar tan pronto se dio cuenta de la mirada gacha de SeungMin, quién desde que había entrado, siquiera hizo esmero de verlo.
—Hola a ti también, SeungMin — vaciló un poco, ganándose las dos miradas caninas similares.
—¿Uh? — SeungMin alzó por primera vez la cabeza, intentando que la culpabilidad saliera de su cuerpo, más cuando se trataba de HyunJin, el círculo social más cercano de Chan —. H-Hola, no sabía que vendrías.
—Fue casi de imprevisto — murmuró antes de probar un poco del guisado que se le presentaba al frente —. Ya había oscurecido un poco y papá me dijo que mejor regresara a casa, pero bueno, yo tenía muchas ganas de ver a Felix.
El rubio gimió en su lugar, intentando desviar la atención de sus progenitores sobre él.
—Desde la primera vez habíamos quedado en que podías ver esta casa como una segunda para ti, HyunJin — JooHyun logró entrar a la conversación después de unos segundos —. Pero debiste obedecer a tu padre, ya es un poco tarde para que estés solo caminando en la calle.
—Oh, no hay problema de eso — susurró algo nervioso —. Le expliqué a mi papá el motivo y lo entendió, dijo que caminara con cuidado y que después él pasaría por mí.
La expresión dura de la mujer se suavizó casi al instante :—Entonces no me queda más que decir, que me alegra que esta noche nos estés acompañando.
El castaño asintió :—Gracias, Señora Lee.
La cena transcurrió con total normalidad, con unos gemelos alabando el delicioso guisado que les habían dado, un DoWoon avergonzado por los elogios, JooHyun riendo por la ternura y Felix aprovechando que todos estaban distraídos, para tomar la mano de HyunJin por debajo de la mesa.
( 🌻 )
primera actu de diciembre!!
la vdd quise actualizar antes pero estaba en finales (aún), pero escribir esto me levanta demasiado el ánimo, así que no me queda más que agradecer por seguir aquí, leyéndome <3
hoy recibo mi última calificación de geografía (de la que dependo no seguir yendo a la escuela), así que sí esto termina el día de hoy, prometo enfocarme en este y mis demás ffs, mándenme buena suerte :')
gracias por estar, les adoro demasiado, tengan un bonito día/tarde/noche dependiendo el lugar donde estén <3
— len
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro