vol. 12
La magia que habían logrado transmitir en esos días, se había esfumado con la llegada de un pesado Lunes, que iniciaba otra semana más.
—Yeon, buenos días — saludó con emoción, tras verlo cerca de su casillero —, ¿Cómo estás?
SeungYeon se giró en su lugar, dejando alarmado por completo a su amigo, con tan solo ver la fachada que cargaba.
—¿Yeon? — el rubio abrió los ojos en demasía a la par que se acercaba con pasos sigilosos al menor —, ¿Qué pasó?
El albino se encogió de hombros, mientras se dedicaba a limpiar las lágrimas que caían por su lastimado rostro.
Llevaba hematomas muy pronunciadas en partes de su lechoso cuerpo, tales como sus brazos y piernas. Su hermoso rostro era opacado por un enorme color morado sobresaliendo por todo su ojo izquierdo, su ceja derecha junto a sus labios completamente partidos por lo que parecía ser un fuerte golpe.
—Yeon, háblame — Felix le tomó por los hombros, intentando no lastimarlo de más —. ¿Qué pasó?, ¿Estás bien?, ¿Qué pasa?
Sin una palabra pronunciada, SeungYeon se lanzó hacia sus brazos mientras se deshacía en un llanto desconsolador.
—Min, debemos ir con él, por favor, Lixie.
El albino se alejó rápidamente, a la par que le tomaba de la mano para irse caminando en pasos grandes hacia una dirección desconocida.
Felix a ese punto de la mañana, no lograba entender nada, no sabía si era la sorpresa o la falta de sueño, pero nada de aquello le pintaba para algo bueno.
Después de caminar por varios minutos, llegaron hacia uno de los jardines traseros del campus, dónde casi nadie estaba, por el gran recorrido que debían hacer para llegar hasta el.
Con su corazón golpeando duramente su pecho, fue que logró divisar la alta figura de SeungMin, llorando dolorosamente, mientras intentaba hacerse más pequeño en su lugar.
—MinMin, Felix está aquí — SeungYeon explicó en un hilo de voz, acercándose con cuidado a dónde la figura de su hermano se encontraba —. Todo estará bien, ¿Si?, Hablemos y expliquemos las cosas.
SeungMin por el contrario, seguía sin emitir palabra alguna, preocupando de más al rubio que no lograba comprender una sola cosa.
—Minnie, ¿Que pasa? — logró por acercarse con algo de sigilo, evitando no pasar de más los límites que pedía el de cabellos negros para que se acercara a su persona.
—¿Puedo decirle, MinMin? — SeungYeon sonrió con cautelosidad al ver la afirmativa que presentaba su hermano —. Todo estará bien, no te preocupes, ¿De acuerdo?
Felix solo se limitaba a ver los toques discretos que se daban aquellos dos, como un código que solo les funcionara a ellos para tranquilizarse en casos como ese.
—Ayer Domingo, Chan le llamó a SeungMin, pidiéndole una cita — explicó el de cabellos albinos —. Yo estaba muy emocionado, porque ellos dos llevaban tiempo entretenidos en algo, entonces yo le dije que aceptara, porque era bueno que al fin, uno de los dos tomara el siguiente paso.
Los fuertes hipidos de SeungMin sólo lograban descontrolar un poco la situación y todo el relato que llevaba contando su hermano.
Con cuidado, Felix se deslizó para ponerse justo a su lado, viendo una especie de expresión de gratitud adornando el rostro de SeungMin, todo porque terminó por recostarse contra su cuerpo.
—Papá es algo especial con ese tipo de salidas — continuó —; él no nos deja salir sí no le avisamos una o dos semanas antes, así que omitimos decirle que Min iba a una cita, porque no lo permitiría, sabes que se hace todo lo que él dice ya que es el "hombre de la casa", a mamá le gusta decir que somos los niños de papá, así que por eso es muy protector con nosotros, lo cual me hace sentir en desacuerdo, pero no podemos decir nada.
—YoungHyun sigue siendo muy duro con ustedes — interrumpió Felix, abrazándose más al delgado cuerpo que hacía junto a él, temblando con tan solo la mención del hombre del que eran descendientes.
—Yo creo que nunca dejará de serlo — terminó por decir SeungYeon, a la par que se encogía de hombros y dejaba salir varias lágrimas de sus ojos almendrados —. Pero bueno, logramos salir con la condición de llegar a la hora de la cena, lo cual habíamos cumplido por completo. SeungMin terminó yendo con Chan y yo me fui a unas calles más alejado, porque quería darles esa privacidad, ¿Sabes?
» Todo transcurrió con normalidad, SeungMin estaba pasándola de lo mejor con Chan y yo pude encontrarme con Haseul y sus amigas, así que no la pasé tan mal el día de de ayer, aunque todo empeoró cuando llegamos a casa. Chan le había llevado a Min un ramo de tulipanes blancos, los cuales no pudimos esconder, porque se me hacía injusto que por culpa de nuestro papá los tirara o algo por el estilo, así que mentimos diciendo que los habíamos comprado para ti, pero parece ser que mi mamá también está en contra de nosotros, porque ella se acercó y nos preguntó por qué no habíamos estado juntos, sí ese era el plan. No sabemos cómo, pero nos terminaron descubriendo.
El par de gemelos terminaron por romperse justo en el mismo momento, cómo si la mención de dicha escena, fuera lo suficientemente capaz de romperles al mismo tiempo.
SeungYeon se posicionó en el espacio desocupado que mantenía el lado izquierdo de Felix, intentando de aquella forma sentirse un poco más protegido, tal cómo lucía SeungMin.
—Papá nos empezó a gritar, diciendo que no quería maricones en esa casa, que SeungMin y yo debíamos ser grandes hombres cómo él, no que fuéramos una mujer tan débil como mamá — la voz cortada del gemelo sobrante, comenzaba a ser inaudible, por los sollozos que se quedaban atorados en su garganta —. Jamás algo me había dolido tanto como ayer, que vi a nuestro propio padre, tomar a SeungMin del brazo y empezar a golpearlo contra uno de los colchones, mientras mamá me sostenía viendo directo aquella imagen tan.... Fea.
—También te golpeó a ti, Yeon — SeungMin logró hablar, un poco más tranquilo que antes —. Golpeó a Yeon cuando empujó a mamá y quiso meterse en mi defensa. Ambos son unos enfermos, Lix.
El rubio solo se limitó a quedarse callado, sobando y acariciando los cabellos de ambas cabezas que se acurrucaron contra su pecho.
—Chan piensa que lo odio — el pelinegro se lamentó, cerrando sus ojos nuevamente al recordar la expresión de dolor que se creaba en el bello rostro de Chan, al ver qué había pasado de largo, sin saludarlo —. Y-Yo de verdad lo quiero, pero no sé que hacer, YoungHyun se exaltó cuando se enteró que había salido con un hombre, ¿Qué pasaría sí se entera que me besé con uno?, ¿También actuaría en contra de Chan?, No quiero que nada malo le pase.
Ambos gemelos miraban con lástima al rubio, cómo si con aquello pudieran encontrar alguna solución a la situación tan grotesca que llevaban.
—Pueden quedarse en mi casa — Felix les sonrió con suavidad —. Saben que a mis padres no les molestaría para nada tenerlos ahí, es más, hasta llegan a extrañarlos un poco.
Los dos sobrantes terminaron por reír con una pizca de gracia, aquella que tanto necesitaba para sus corazones tan maltratados.
—Y por lo de Chan, no te preocupes, estoy seguro que lo entenderá sí se lo explicas, sí quieres formar una buena relación con él, recuerda que la comunicación es algo primordial. Todo estará bien, ¿De acuerdo?
SeungMin y SeungYeon asintieron con una sonrisa sincera, antes de lanzarse contra el cuerpo del mayor.
—S-Se les olvida que les duele el cuerpo y yo no puedo respirar bien — murmuró el ojiazul con dificultad, al sentir aquellos cuerpos ahogándolo sin intención.
—¡Todo culpa de SeungMin! — se excusó el albino, escuchando un suspiro fuerte por su lado.
—¡También es tu culpa, Yang tonto! — contraatacó SeungMin, alejándose por completo de aquellos dos.
—Chicos, no discutan ahora — Felix comenzó a reír un poco —. Mejor tomemos nuestras cosas y vayamos a casa, tienen unas heridas que curar.
—No quiero que pierdas tus clases por nosotros, Lix — se quejó SeungYeon, cruzándose de brazos —. Podemos ir a tu casa solos.
—Ya tomé una decisión, así que no me pueden convencer de lo contrario — el ojiazul les miró amenazante —. Sólo le avisaré a HyunJin que me iré, así no me está esperando.
El par de hermanos se miraron entre sí, sin comprender un poco de la sonrisa que dibujaba Felix al estar mandando mensajes.
—¿Por qué le deberías avisar a HyunJin? — SeungYeon sin poder quedarse callado, fue que preguntó con un tono de confusión.
—Oh — el rubio emitió una risita apenada —. Hyun y yo estamos en "algo".
El YinYang volvieron a verse el uno al otro, antes de comenzar a emitir gritos de un par de chiflados.
—¿Estoy soñando, Agricultor Min?, ¿El pintor ya se decidió por quedarse con el Girasol?
SeungMin asintió con una sonrisa :—Afirmativo, Agricultor Yeon.
Los gemelos se sonrieron, teniendo enfrente de ellos la escena que ellos querían recrear para sí mismos.
Felix completamente feliz hablando con el atractivo pintor, que había llegado para llenar de pinceladas amarillas, la vida tan gris que llevaba.
—Bien, Hyun dijo que capaz pasaba a mi casa en la tarde. Vámonos chicos.
SeungYeon se levantó de su lugar a la par que ayudaba a su hermano y a Felix, este último sosteniendo con fuerza su pesado tanque de oxígeno, y él mismo, tomando con fuerza el peso del agarre que emitía con SeungMin, en una forma de hacerle entender que él cargaría con todo su dolor sí era posible.
Con la agresividad convertida en persona, HyunJin había estado temiendo desde que entró a su primera clase de Artes Plásticas.
Chan se encontraba sentado a su lado, con una cara de pocos amigos y plasmando toda su ira en el lienzo que pintaba.
—¿Te encuentras bien, Chan?
El pelirrojo le dedicó una mirada de soslayo antes de dirigirse nuevamente a su pintura, con colores agresivo y pinceladas muy pronunciadas.
—SeungMin no me habló hoy en la mañana que lo vi — terminó por decir, antes de suspirar con algo de dolor en aquel movimiento —. Ayer salimos y creí que todo iba bien, le confesé que me gustaba y él me dijo que sí seguíamos así, él podría decir lo mismo. Lo besé tantas veces y en todas me correspondió. Le dejé en claro que me gustaba demasiado como para no dejarlo ir tan fácilmente, ¿Y que sucede?, Muy apenas me miró esta mañana, ¿Dónde quedó lo que hicimos ayer?, ¿Solo quería usarme o algo por el estilo?, No lo comprendo.
HyunJin mordió con fuerza su labio inferior, intentando asimilar toda la historia que le había sido contada con aproximadamente, 1.5 segundos en velocidad.
—Antes de hacerte ideas tontas, deberías hablar con él. Es experiencia — el ojiverde creó un puchero en sus labios, recordando fugazmente la tarde del Sábado que había presenciado con su Felix —. Deberías acercarte a con él y hablarlo, tal vez no estaba de humor esta mañana o algo por el estilo. Sé directo y habla de lo que sientes, puede que así también logres que SeungMin salga de su zona de confort. Sólo inténtalo.
El pelirrojo asintió no tan convencido, pero al menos un poco más calmado que minutos atrás.
—Supongo que tienes razón.
—El amor me ha convertido en todo un genio, qué decirte.
El castaño ignoró el leve golpe que su mejor amigo había dejado en su hombro, tras murmurar un "idiota". Con una sonrisa se alejó un poco de su amigo tras recibir unos mensajes de su lindo chico.
« Hyun, logré llegar a la universidad, pero debo que regresar a mi casa por unos problemas, (no te preocupes, por favor), probablemente no me presente hasta mañana, así que solo quería avisarte.
Te quiero mucho, bonito, muero por verte. Mañana te besaré hasta que me obligues por apartarme. <3 »
Con una ligera sonrisa y un poco de desánimo, terminó por responder aquel mensaje. Felix era todo lo que deseaba para sí mismo.
« Está bien, Lixie, pero pronto me contarás, ¿De acuerdo?, Igual no debemos esperar hasta mañana para vernos, sí logro salir temprano iré a tu casa por la tarde, ¿Está bien?
Yo también muero por verte, ojitos. Te besaré hasta que el mundo deje de girar. »
Tras enviar su último mensaje y recibir una respuesta afirmativa, logró volver a su lugar, dónde su amigo se encontraba hablando animadamente con un chico que en su vida jamás había visto.
—Iré a casa de Felix cuando salgamos de clases, ¿Quieres acompañarme?, Quizá SeungMin esté con él.
Chan negó:—No, lo hablaré con él mañana, sirve que me preparo con todo lo que tengo por decirle.
—Bien por mí, entonces.
El pelirrojo rodó los ojos con diversión, antes de girarse nuevamente a la dirección del extraño rubio cenizo.
—Oh, Hyun. Él es Jisung, es hijo del profesor Han.
Sin intentar ser grosero, le miró por unos segundos, cómo si de aquella forma pudiera estudiarlo mejor.
—Un gusto Jisung, soy Hwang HyunJin.
—El gusto es mío.
Emitió una sonrisa dulce ante el desconocido, dispuesto a girarse en su área de trabajo, pensando en el regalo que le había llevado a su Felix aquel día y que se había quedado escondido en su casillero.
Tan absorto en sus pensamientos, dónde reinaba su preciado tesoro de ojos oceánicos, que no se daba cuenta de aquellos avellana que le miraban con curiosidad.
Lamentablemente, él solo quería ahogarse en el mar de emociones que habitaban en los orbes de su Girasol, ya que ni una pizca de chocolate, podía desorbitar su universo cómo lo hacía aquella sonrisa digna del mismo Sol.
( 🌻 )
como anteriormente publiqué en un aviso de mi cuenta (lo comento por sí no me siguen), me di cuenta que ni un tercio de las personas que leen esta historia, votan ni dejan comentarios, simplemente son fantasmas.
es algo que sí logra desorientarme un poco, pues ciertamente, cada capítulo tiene mi imaginación y mi esfuerzo en él, así que porfis, apoyenme; tanto votar como comentar, es algo sumamente fácil, que no les tardaría nada en hacer, claro, sí es que la historia les está gustando
btw, gracias por seguir leyendo, les adoro muchísimo. nos leemos a la próxima<3
—len.
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