Jungkook.

Algo que detestaba eran las rutinas, el estar haciendo lo mismo de una manera constante era de lo peor.

Tuve que adaptarme a ellas, cuando empecé a modelar.

 Mi madrastra me uso para una de las campañas de la empresa y de ahí fui buscado por mas agencias, hasta terminar siendo una maldita persona de interés en el medio.

Así que ahora tenía itinerarios, sesiones, campañas publicitarias, un horario para todo, veintiún años y mi idea se un domingo por la tarde era una reunión para ver posibles pasarelas.

Aunque mi agente no era tan malo, me dio un glorioso mes se vacaciones, así que el acompañar a mi pequeño hermano al parque no estaba en mis planes en mi primer domingo de pereza.

—Pareces un loco —Heeso me miraba extraño desde un resbaladero.

—No puedo salir sin cubrirme, ¿quieres que me estén tomando fotos?

—Que aburrido ser una figura pública.

—Estoy de acuerdo.

Heeso es un buen chico, al principio estaba renuente de tener un hermano menor, en primer lugar porque es hijo del segundo matrimonio de mi padre, y en segundo nuestra diferencia de edad es un poco enorme. Sus actividades no concuerdan con las mías.

Lo vi arriba del castillo de madera, parecía aburrido solo mirando hacia una sola dirección. Yo también ya me aburrí.

—¡Heeso! Vámonos enano.

—¿QUÉ? NO.

—¡Es una orden!

—¡NO QUIERO!

Empecé a forcejear con él, no entendía porque no se quería ir, casi me lleve arrastrando a la salida, hasta que se aferro a un poste.

—¡No me quiero ir! ¡Yuna aun no llega!

—¿una niña? ¿Haces berrinche por una niña?  Suficiente vámonos.

Gracias a su escena termine siendo empujado por un chico delgado, Heeso lo conocía porque corrió hacia él, mire a una niña que se aferro a mi hermano, esa debe ser la culpable de esto.

—¿Lo conoces?

Ese traidor me negó, ahora observe bien al chico que lo “salvo” nunca había visto a nadie tan ¿hermoso? Y yo vivo rodeado de gente atractiva. Es mucho más bajo qué yo, delgado pero si rostro.

Como un puto ángel.

Corrieron de mi, resulte arrestado y solo iba planeando como vengarme de mi hermanito. Esto no se quedaría así, pero también sacaría provecho de alguna forma.

Le explique de mil y una forma al policía de la patrulla qué el mocoso era mi hermano, que solo era un berrinche pero mi aspecto no era el más apropiado, así que decidí esperar para aclarar todo un poco más.

Cuando ellos llegaron a la estación Heeso ya tenia esa expresión de culpabilidad por todo el rostro.

El chico héroe en verdad es bonito, más viéndolo de cercas, verlo ofendido y molesto por decir que sacaría cargos era aun mas divertido.

Ahora quería tratarlo más, un poco más de acercamiento, y se con que lo lograre.

—¡OYE!

Corrí hacia ellos, su lindo rostro mostraba algo de culpa.

—Lo de tu numero es verdad, si no me lo das, les diré a mis padre lo que mi amado hermano hizo por lo que lo castigaran y no ira a esa fiesta de cumpleaños —saque la invitación qué mi hermano traía como tesoro —lo castigaran por poco mas un mes sin salir, incluso al parque.

—Jimin —la niña de nombre Yuna jalaba la camisa a su hermano—por favor Jimin, nunca pido nada.

No pude evitar sonreír cuando saco su teléfono, le dicte mi numero, no quería trampas, así que haciendo que me llamara. Apenas la pantalla mostro su número mis latidos se aceleraron, parecía que habia ganado  el mayor premio del mundo.

—Maravilloso, nos vemos en la fiesta Jimin shi.

Lo agende como bomboncito. Quiero que se entere de ello y ver sus reacciones.

—¿Cómo dices que de llama el hermano de tu amiga?

Heeso jugaba en la sala, mientras yo estaba tirado en el sofá.

—Jimin, Park Jimin.

Lo busque en instagram e inmediatamente me apareció, pero au cuenta era privada. Golpee mi mejilla con la lengua. Fui directo a mi chat de mensajes.

Yo: Acepta mi solicitud en tu insta.

Bomboncito: ¿Quién eres?

Yo: Me dueles, soy tu nuevo mejor amigo, me invitaste a la fiesta de cumpleaños de tu hermana ¿Lo olvidas?

Duro un rato y no me contestaba.

Yo: Heeso esta muy emocionado por ir.

Park Jimin acepto tu solicitud…

Veo que quiere mucho a su hermanita. Me senté para poder mirar con más atención sus fotos.

Bomboncito: No somos amigos, así que dejame tranquilo.

Yo: No puedo, debo saber quien frecuenta a mi hermanito.

Bomboncito: Maldito loco.

Deje el chat y volví a instagram, no me regreso el follow pero lo dejare por el momento, la primer foto qué vi fue una de él frente al espejo, traía puesta la ropa del domingo, le hice Zoom desde los pies hasta su rostro.

¿Qué tiene este chico?

Se ve tan bien, puedo apostar a que huele divino. Mierda.

Carraspeé ante el pensamiento tan idiota qué tuve.

Seguí bajando en sus fotos, tenía varias fotos de él con grupos de amigos, con su hermana, pero mientras más me fascinaba, más notaba algo que me molestaba. ¿Quién es el tipo que siempre está con él?

En sus historias destacadas, estaba una donde traía un crop top negro mostrando su pequeña cintura, con la leyenda “de cita”

Sus gustos son muy claros.

Yo me declare bisexual hace tiempo, pero jamás he salido con un hombre y no es porque me de miedo, pero ninguno me había llamado la atención.

Yo: Aun me debes el lavado de mi ropa.

Bomboncito: Te hare una transferencia.

Yo: Prefiero el efectivo. Iré por el, solo dime donde.

No me contesto, asi que le marque. Sonó un par de veces, hasta que me mando al buzón.

Yo: No tengo nada mejor que hacer.

Volví a marcar, hasta que me contesto.

—¡Estoy en clases! Ya me disculpe.

—Lo se, pero yo estuve arrestado.

—Salgo a las tres de la universidad,  ya que estas tan obsesionado, investiga donde, psicópata.

Me colgó y mi risa fue tan estruendosa que Heeso se me quedo viendo con extrañeza.

Ya encontré qué hacer mis vacaciones…