Seguimos así durante el siguiente mes más o menos. Jake o Jaehyun me ayudarían de cualquier forma que pudieran. Jaehyun me haría practicar cosas para los exámenes, y Jake me apoyaría y alentaría con las tareas de créditos adicionales o asignaciones en inglés en general.

Tuve que leer Hamlet, lo que odiaba, pero mi mejor amigo me ayudó.

—Es la obra más larga de Shakespeare por el amor de Dios—me quejé—. ¿Por qué tenemos que leer esto?

—No sabes nada sobre la obra, o mucho sobre Shakespeare en general, pero sabes que Hamlet es la más larga de sus obras.

—Es deber de una persona perezosa conocer la duración relativa de cualquier tarea—me quejé.

Jake dejó caer la cabeza.—Eres uno de esos que desperdicia diez minutos cada media hora contando las páginas que quedan de una tarea, ¿no?

—Por supuesto—le dije, sonriendo—. ¿Todos no hacen eso?

—No—Fingió estar molesto—. No todos lo hacen.

Abrimos el libro y comenzamos a leer. Jake leyó a Hamlet y me hizo leer todas las partes de los otros personajes, pero fue divertido verlo actuar como loco. Todas las líneas estrambóticas de Hamlet simplemente cobraron vida.

Jaehyun se detuvo un par de noches para mirar después de que le conté lo que estaba pasando. Terminó leyendo la mitad de mis personajes para mí, y los tres leímos juntos el libro. Él también tuvo que leer la maldita cosa, por supuesto.

Por extraño que parezca, resultó ser muy divertido, y casi sentí pena cuando lo terminamos. Jake dijo que siempre podíamos poner el show en marcha, y los tres bromeamos sobre cómo podríamos incorporar a Shakespeare en el show de payasos. Jaehyun y yo nos metimos en eso, nutriéndonos el uno de otro y ofreciendo ideas cada vez más raras hasta que finalmente Jake puso su granito de arena.

—Queremos entretener a los niños y hacerles pensar que somos graciosos... no certificadamente locos.

—Demasiado tarde, Shim—bromeé—. Estoy bastante seguro de que todos piensan que estamos absolutamente locos.

Los tres nos deshicimos en carcajadas otra vez. Nunca había reído tanto en mi vida como cuando estaba con Jake.

...

Cuando recibí mi libreta de calificaciones a fines de marzo, mis notas generales habían subido a todas C. Todo lo que tenía que hacer era mantener la misma calidad de trabajo, y de hecho, podría hacerlo. No sabía cuándo se había vuelto tan importante para mí, pero ahora lo era, y me emocioné cuando vi el reporte. No podía esperar para mostrárselos a Jake.

Cuando llegué al hospital y lo dejé ver mi libreta de notas, sus ojos se iluminaron, y luego me agarró en lo que pensé que sería un abrazo de oso... pero... me besó. Fue un beso corto, pero me quedé allí parado y no supe cómo tomarlo. No supe qué hacer.

Aparentemente él se dio cuenta de mis emociones, y dijo:—Esto no tiene que significar nada, Heeseung... Le doy besos a todos.

Sí, lo hacía. Lo sabía. No siempre en los labios, pero lo había visto hacerlo antes, también, incluso a los hombres. Pero... Fue el parafraseo lo que lo hizo aún más confuso.

No tiene que significar nada... Lo que daba a entender que podía significar algo... si yo quería. Y eso fue una pregunta en sí misma. ¿Quería que significara algo?

En agosto, antes de conocer a Jake, cuando vivía ensimismado y enfadado con todo el mundo, hubiera dicho que de ninguna manera consideraría la idea de tomar acción del lado "gay" de mi naturaleza bisexual, o siquiera querer una relación física con otro chico. Demasiada bronca. No había tomado acción de mi lado "hetero", tampoco, así que realmente no era una situación difícil en ese momento.

Pero, Jake no era solo otro hombre. Era...Jakey. Mi mejor amigo. El tipo por el que haría cualquier cosa. Por el que entregaría mi vida si pensara que salvaría la suya.

El hombre que amaba. No había duda sobre eso. Sólo tenía que averiguar si lo amaba así o no.

Ni siquiera estaba seguro de querer ser gay de verdad. Es decir, sabía que en realidad no funcionaba así. No era que pudiera decir: "No creo que me atraigan más los hombres". Pero realmente causaría muchos problemas con Sihyun, e incluso con mamá, si admitiera ese lado de mí mismo. Ni siquiera estaba seguro de que supiera qué hacer. Quiero decir, sabía lo básico, pero... ¿podría llevar a cabo cualquier cosa, aun cuando la comenzara?

Jake casi pareció leer mis pensamientos.—No es que realmente pueda hacer otra cosa que besarte, aunque signifique algo. Mis medicamentos y eso...

Ya sabía sobre eso. Habíamos hablado sobre todos los efectos secundarios de las medicinas y todos los tratamientos. Y ese fue uno de ellos. No había parecido molestarle hablar de eso en aquel momento, pero parecía un poco avergonzado ahora.

—De todos modos—continuó—, no tiene que significar nada.

—¿Qué si quiero que signifique algo?—Las palabras salieron de mi boca antes de que incluso pudiera pensar en ellas.

Pareció sorprendido, por decir lo menos.—¿Quieres que signifique algo?

Realmente no estaba seguro y se lo dije así. Él sonrió y asintió.

—Entonces, no permitamos que esta vez signifique algo, pero mantengamos la posibilidad de que en un futuro sí signifique algo... si alguna vez decides que lo quieres, también.

Podía vivir con eso. La posibilidad todavía estaba allí, pero no tenía que tomar ninguna decisión en este momento. No era muy bueno con las decisiones altera-vida.

Jake afortunadamente cambió el tema y la mayor parte de mi mente lo siguió a través de todos los giros y vueltas de la conversación, pero parte de mí todavía estaba con esa pregunta: "¿Quería algo más con él?"

...

Aparentemente mi subconsciente decidió por sí mismo. Esa noche, soñé que la escena en su habitación había sido diferente, y que acababa de besarlo. Fue un buen sueño. Pero tener eso en un sueño y lidiar con las consecuencias de tenerlo en la vida real... no sabía, todavía.

Pero mi cerebro dormido no dejaba la idea en paz. Todas las noches, al parecer, soñaba con él. Y cada noche los sueños se calentaban más y más. Al cabo de dos semanas, estaban dentro del rango XXX. Despierto, sabía que Jake no podía hacer esas cosas, aun cuando alguno de los dos estuviera preparado para hacerlo –lo que no era cierto. Pero mi mente no tenía problemas para probar los escenarios.

Si esos hubieran sido los únicos sueños que tenía, podría haber vivido con aquello.

Tal vez necesitaría muchas duchas frías, pero podría haber vivido con eso. Eran los otros sueños los que eran más inquietantes. Aquellos en los que no tomaba ninguna acción en mi atracción por él. No nos besábamos más. Solo éramos amigos, y pensaba que eso era suficiente, hasta que, en el sueño, Jake moría.

Y entonces me di cuenta de que nunca le había contado cómo me sentía. En el sueño, sabía cómo me sentía. Quería algo más que una amistad con él, pero era demasiado gallina para hacer algo al respecto.

No me gustaron esos sueños. Sabía que lo perdería eventualmente, pero no le había estado dando vueltas. Después de que esos sueños me hicieran pensar, no estuve seguro de poder vivir con eso... con que él se muriera, y sin saber lo que sentía. Porque en algún momento de esas dos semanas pensándolo, me di cuenta de que lo amaba...y no solo como amigo.

El grupo de la iglesia nuevamente nos ayudó con los colores planos del mural en el pabellón de quemados, y terminamos el sábado. Al día siguiente, Jake y yo, solos, agregamos las sombras y los claro oscuros. Cuando por fin estuvo terminado, y firmé con mi nombre en la parte inferior de la pared principal –como todos los interesados habían insistido que hiciera– Jake se acercó a mí, me sujetó con toda la fuerza que pudo reunir y me besó de nuevo en los labios. Esta vez, me agarré de él y profundicé el beso. Ni siquiera lo pensé primero. Simplemente lo hice, y decidí que se sentía perfecto.

Me encantó la expresión en su cara cuando finalmente nos separamos: mitad confusión y mitad sonrisa tonta. No pude evitarlo. Me lancé por otro beso en sus labios.

—¿Heeseung?—Todavía estaba sonriendo, pero la confusión estaba tomando poder.

Lo abracé y no me importó quién pudiera estar mirando.—Decidí que quiero que signifique algo—Estaba completamente convencido ahora. Sin dudas. Solo sabía que quería esto con él por todo el tiempo que pudiéramos tenerlo.

Su sonrisa se amplió.—¿En serio?

—No. Estoy jodiendo—Estaba bromeando, pero pareció estar a punto de tomárselo en serio, así que me apuré—. Por supuesto. De verdad. Nunca he sentido por nadie lo que siento por ti. No tengo ni idea de lo que estoy haciendo. Nunca pensé en hacer algo sobre "lo gay", porque... bueno, por muchas razones. Y sé que no puedes hacer mucho sobre el lado físico de eso...

Pero eso no era lo más importante aquí, así que continué y le dije lo que sí era importante.

—Pero no me importa. He decidido que te amo. Sabía que te quería como un amigo desde hace mucho tiempo, pero esto... esto es más que eso. Y quiero poder demostrártelo. No me importa quién lo vea o lo sepa.

—Pero tus padres...—Pareció vacilar y eso era tan poco Jake que tuve que detenerlo.

—No me importa. No me ha importado lo que piensan sobre cualquier cosa que haya hecho durante años. ¿Por qué debería preocuparme por algo así de importante?

Lo besé de nuevo y no admití –en voz alta– que realmente estaba asustado de lo que pudiera pasar si Sihyun se enterara. Pero en ese momento, eso no fue suficiente para detenerme.

—Te amo, Jakey—Pero luego pensé en otra cosa—. Y sé que besas a todos, y que quizás no sientas lo mismo por mí, así que, si tú quieres que me detenga, lo haré, pero...

Me agarró de nuevo y me besó con tanta fuerza, que pensé que iba a succionarme la cara.

—Sí siento lo mismo. Es solo que... este es un pequeño ambiente bastante aislado. El personal es muy tolerante con... cosas. Pero el mundo exterior no lo es. Si sales como gay en cualquier sitio, excepto aquí... o incluso aquí, cuando la gente de la iglesia esté... podría haber repercusiones que...

—No me importan las repercusiones—Revolví el poco pelo rubio que le había podido crecer entre los tratamientos y tuve la esperanza de que lo hubiera comprado—. ¿Por cuánto tiempo me has conocido?

—Me preocupo por ellos—Se volvió aún más serio—. No hay nadie que te proteja si las cosas se ponen feas, y sé que tú puedes protegerte... en circunstancias normales, pero las personas se vuelven raras con este tipo de mierda. Siempre escucho de los gays que son atacados por una pandilla o algo por el estilo. Y tu padre se parece al mío. No quiero que te den una paliza o que te echen.

—No me importa si me echa. No sé por qué no he huido antes de todos modos. Nunca planeé quedarme allí para siempre.

—Pero, estás encaminado a la universidad y una muy buena carrera en arte, y...

—¿Por qué ser gay debería atravesarse con eso?

—En realidad, las únicas personas por las que estaba siquiera ligeramente preocupado eran Sihyun y mamá, y una vez que fuera a la universidad, no tendría que preocuparme por ellos.

—No debería... Sin embargo, no significa que no lo haga.

A Jake normalmente no le importaba lo que pensaran los demás, y por lo general era un tipo bastante seguro de si mismo, pero me había dado cuenta de que era un poco inseguro de vez en cuando, especialmente sobre cómo eran vistos los demás. No parecía preocuparse demasiado por cómo lo veían a él, pero era un poco sensible a cómo el mundo trataba a los homosexuales. Era comprensible, dada la experiencia con sus padres. Y tenía que admitir

–al menos para mí mismo– que mis padres no eran muy diferentes en ese sentido, pero tenía que tratar de tranquilizarlo.

—Responde a una pregunta, y de cualquier manera dejaremos esta conversación atrás de una vez por todas—Me aseguré de que estuviera mirándome, luego agregué—: ¿Tú no quieres tener una relación conmigo?

No tuvo tiempo para pensar.—Sí. Pero...

—Sin peros. Si lo quieres y lo quiero, ¿qué más importa?

Jake se quedó sin palabras. Lo que hasta ese momento habría jurado era imposible.

Lo abracé y le susurré al oído:—Te amo. Dices que sientes lo mismo. Nada más me importa, Jakey, Realmente no—Y descubrí, en ese momento, que así era.

Había olvidado que aún estábamos de pie en el pasillo hasta que las enfermeras de la estación cercana comenzaron a aplaudir.