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9. LORTREMOD, HÉROE DE NEPTUNO

Así como llegamos a TrES, así salimos: ilesos. Con la única diferencia de que ya teníamos el arma. Nos pusimos de vuelta al sistema Solar mientras yo hablaba con el operador del Pacto Supremo. Él, de pronto, me dijo:

-Bien, Summer-Bot, ya que has tomado posesión del arma, vamos a complementarla.

-Vale. Voy camino a la Tierra -contesté algo agitado.

-¿A la Tierra? Claro que no. El componente complementario es muy peligroso como para tenerlo aquí. Tendrás qué ir a Neptuno para recogerlo.

-¿Qué diablos estás diciendo? ¿Acaso le tengo qué dar vuelta a toda la maldita galaxia?

-Bueno, no exactamente, mas es indispensable tu viaje. Sólo prepárate: estás a punto de llegar al lugar más frío del sistema Solar, ten listos los abrigos. Hablo en serio.

-¿Ahora qué debo buscar?

-A ver, en Neptuno tenemos una base repleta de tanques contenedores, éstos están llenos de antimateria. A un lado, están unos cuantos cuartos de pruebas que abandonamos hace años, debes ir a esos laboratorios, conseguir unos cuantos mini-contenedores y llenarlos del contenido de los más grandes, el cual no debes olvidar lo que es o vas a quedar desintegrado ahí mismo. Con ella cargarás el arma cuando llegues a Venus nuevamente, y dispararás tan sólo una millonésima parte de la dosis, de lo contrario vas a volar todo el planeta. Cuando todo esté hecho, y salgas de ahí, dispararás un kilogramo para destrozarlo absolutamente, sin dejar rastros de que hubo algún Venus ahí.

-Salvajismo.

-Son las órdenes. Para finalizar, advierto: hay rumores de que un dragón albino está ahí atrapado desde hace años, metió el cuello en una montaña y ahí se quedó. Si le ves, pasa de largo. Es un gigante temible.

-Si ese dragón existe -dije seguro -yo lo borraré del mapa.

-Hablando de mapas, aquí está el mapa de Neptuno. Cambio y…

-Wow, wow, wow. Dile a esos peleles del Pacto Supremo que me deben otros dos millones de combustible.

-…

-¿Cómo se dice?

-Cambio y fuera.

Cortamos la llamada, y junto con Blazzcops nos pusimos camino a Neptuno. Ingresamos al planeta, repleto de niebla fría, y aterrizamos sobre la gelatinosa superficie.

-¿Soportas el frío? -Me preguntó Estelle, saliendo de su nave. -Yo lo haré, Urano es casi igual. Pero respecto a tí…

-No te preocupes, ésto es pan comi… -Apenas puse un pie afuera, me congelé y mi compañera tuvo qué calentarme usando vapor caliente.

Me puse un saco largo lleno de algodón sobre la armadura, una chamarra adaptoide, tres gorras al mismo tiempo y no sé qué más, para poder soportar. Sin contar lo que me puse bajo la armadura, me puse como diez prendas al mismo tiempo.

-Mucho mejor. -Dije trotando para ganar calor. -¡En marcha, Blazzcops!

-Summer-Bot, deja de hacer eso, que pareces un niño pequeño.

-¡Lo lamento, pero debo conseguir calor!

-No entiendo cómo en una época tan moderna tu armadura no soporta temperaturas extremas. Mira, el calvo que tiene casco de motociclista las soporta, yo las soporto, la tipa que se convierte en balón las soporta, hasta las armaduras de baja calidad de los soldados del gobierno las soporta. ¿Cómo es que…?

-¿Acaso has olvidado que ahora mi traje y yo somos uno solo? Esta cosa estaba hecho para soportar cualquier cosa, pero yo no.

-Buen punto. En cambio estos otros trajes están hechos para ser biológicos desde la fábrica.

-Avanzad, que me congelo.

Luego de que casi nos perdimos en la inmensa niebla, llegamos a una zona algo montañosa, el suelo se volvió más estable, aunque en caso de comérselo sabía muy bien, según Blazzcops. Yo nunca probé, o me hubiese quedado pegado ahí.

Luego de unos cuantos metros, se hizo audible una serie de ruidos provenientes seguramente de un animal grande. Debía ser el dragón del que nos hablaron, no había más.

-¿Hola? -Comenzó a gritar Estelle -¿Hay alguien aquí?

-¡Apartaos de aquí si no quieren ver sus cabezas rodando sobre el hielo! -Respondieron con un eco ensordecedor.

-¿De dónde has salido? -Pregunté fingiendo haber ubicado a la criatura.

-¡No les importa, ahora largo!

-¿En qué te molestamos?

-¡Lortremod, el gran héroe de Neptuno, no tolera alienígenas, mucho menos humanos! -el dragón se hizo presente, y, en efecto, estaba atorado en una montaña.

Su cuello medía casi el triple que el resto de su cuerpo.

-¡Escucha, nosotros podemos sacarte! -Le dijo Blazzcops al monstruo, mientras avanzaba hacia él con cautela.

-¡No traten de estafarme, yo sé perfectamente que quieren que me haga a un lado tan sólo para pasar y llevarse la cosa brillante de allá!

-¿La… cosa brillante? -Observé al fondo y no divisé nada, pero con más detenimiento, contemplé una torre seguro perteneciente a la base del Pacto Supremo.

-¡Eso, la cosa brillante! ¡Está bajo mi cuidado y no pienso dejarla a merced de cualquier desgraciado invasor basuriento de ?×|•$@!

-Creo que la… "cosa brillante" nos pertenece con más derecho que a tí… nuestra especie la construyó.

-¡Pero está en este planeta, y no pienso dejarla ir! ¡Roarrr! -Lortremod lanzó varias cargas de energía helada, y yo, con poco movimiento a causa de mi montón de abrigos, los esquivé como pude. Blazzcops detuvo uno en el aire usando su cañón energético, y lo lanzó en contra de su creador, provocando que éste quedara atarantado. Al dragón le sorprendía que nuestros golpes no los dirigiéramos a él, sino que iban directo a la montaña que le tenía cautivo.

-¡Peleen, insolentes! ¡Sé que soy mucho rival para ustedes, pero será peor que huyan como cobardes! ¡¡Hagan el intento de confrontarme, o los tendré por imbéciles el resto de mi vi…!! -Lortremod sintió cómo la presión en su cuello desapareció repentinamente y su vista se nublo, ya que el lugar quedó lleno de polvo. Cuando el mencionado se dispersó, el héroe de nada contempló cómo su aprehensora yacía derrumbada sobre el suelo. -¿Con eso tenía? ¿Porqué no se me ocurrió antes?

-Bueno, creo que nos debes una. -Dijo Blazzcops al monstruo, dándole la mano. Lortremod correspondió al saludo y respondió:
-Bueeno, ya lo había pensado antes, pero no creí que funcionara.

-Seguro -pensé para mí mismo.

-Les agradezco mucho esto. ¡Finalmente podré volver a mi hogar! Sólo falta algo… -La criatura salió volando hacia la "cosa brillante", la arrancó y la enrolló en su cola. -Lucirá bien como adorno de cuarto. ¡Adiós, suerte en lo que hacían!

-¡Adiós, asegúrate de que no se te caiga en el camino! -Le dijimos al unísono, y seguimos avanzando hasta la base.
En medio de un campo lleno de tanques contenedores, había una entrada subterránea sellada, y algo más adelante, una estación con vehículos de guerra antiguos: tanques, motocicletas acorazadas, helicópteros, aviones de combate y otras cosas. A lado de todo eso, había un letrero que rezaba: "Prohibida la entrada, maquinaria peligrosa". Por lo visto, además de base el lugar funcionaba como desguace para material bélico inútil. Mis sospechas se confirmaron cuando abrí una oficina a lado, que ocultaba una bodega llena de granadas, lanzacohetes, ametralladoras y rifles de asalto todos de mediados del siglo XXI y dos o tres de principios del siglo XXX.

La ventana generaba una ilusión de oscuridad que provocaba algo de miedo a las mentes débiles.

Luego de todo ese paisaje, llegamos al laboratorio. Éste estaba inundado de apuntes pegados a las paredes y daba a un telescopio, que resultó ser la torre brillante que se llevó Lortremod.

Abriendo varios contenedores, llegamos al que resguardaba las cosas tamaño mini que soportaban la antimateria, los tomamos y salimos nuevamente al campo con los tanques que, en cuyo interior, contenían la sustancia.


-El arma está a punto de quedar lista… -Me dije a mí mismo, en voz alta. Blazzcops me respondió:
-No nos garantiza victoria, creo que más bien aumenta nuestro nivel de riesgo: si nos descuidamos, nos podrán hacer volar con tan sólo disparar ésto.

-No somos tontos.

-Buen punto. Aún así, lo mejor apenas entremos a Venus será mantener los ojos bien abiertos a cualquier cosa que pueda suceder, o de lo contrario vamos a provocar una catástrofe con nosotros en el epicentro del desorden.

Comencé a llenar el primer mini-contenedor. -Tal vez, con nuestra muerte el universo no pierde gran cosa, más bien conmigo. Contigo perdería a una gran persona, cazarrecompensas de la mejor clase.

-Vaya, te has descrito a tí mismo.

-Fua, gracias por el cumplido. Me gustaría quitarme el casco, pero me congelaría…

-¿Para qué querrías quitarte el casco? -Me preguntó mientras llenaba otro de los contenedores. -¿Acaso querrías besarme?

Me quedé perplejo ante su pregunta. -¿Besarte? ¿Porqué te besaría?

-Simple. Porque te gusto.

-¿Eh?

-Y tú a mí, seamos sinceros. Desde que vimos la aurora boreal en tu nave nos lo demostramos mutuamente. No podíamos ocultarlo.

-Bueno, si así fuese, sería un paso bastante apresurado, ¿no lo crees?

-Umm… no.

-………Andando, perdimos mucho tiempo.

Caminamos nuevamente hasta nuestras naves y saltamos al espacio exterior, sin más indicaciones que las de volver a Venus, nos lanzamos a la batalla nuevamente. Una última vez, para solucionarlo todo, o morir en ello.

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