4. EL MONSTRUO SPAGHETTI
Las escaleras bajaron alrededor de unos 2 km hacia abajo, y entonces tomé rumbo al norte. Era algo así como una especie de mina, que estaba abandonada. Tirados estaban cientos de cadáveres, seguramente de los trabajadores. Estaba el sitio en soledad total, pero ya me estaba acostumbrando a esos paisajes tenebrosos desde que estuve en Farhome.
El general Arson, observando desde las cámaras del centro de vigilancia, dijo: -Humm... ¿alguien puede ir a detenerle?
La Liga de los Cazadores estaba agotada, y el militar dijo: -Creo que no. Bueno, a ver... se supone que esa mina está sellada de la salida... Summer-Bot tardará mucho en abrirla... podemos rodearlo... ¡no! Va a matarlos a todos en menos de lo que cantaba un gallo. Mejor... ¡Claro, es la solución! ¡Bwa, ha, ha, ha, ha, ha, haaa!
La mina no era muy oscura por ahora, y no hubo peligros un buen rato. Sin embargo, llegó el momento en el que un terremoto hizo que todo se sacudiera violentamente... era raro. Me pareció peligroso seguir ahí más tiempo y apresuré el paso, hasta que me di cuenta de que la salida estaba sellada. Furioso, comencé a golpearla y a dispararle para abrirla, pero sin obtener el más mínimo resultado. Entonces, escuché un rugido en el cielo... y usé mi visor de rayos X para atravesar el suelo y ver. Era un dragón biomecánico que, según el scanner, se llamaba Spaghetti debido a la rara forma de sus accesorios de color amarillezco.
Spaghetti fue, definitivamente, uno de los mayores desafíos de la misión.
Entendí que mis posibilidades de vencerlo eran extremadamente bajas, por no decir que nulas, así que contacté al Pacto Supremo.
-Summer-Bot a Pacto Supremo. Adelante, Pacto Supremo.
-Aquí Pacto Supremo.
-Necesito una mejora de misiles de iones justo ahora. Debo incinerar a un extraño organismo biomecánico que me encontré en el camino. El maldito tiene vista láser y una cola que golpea muy fuerte.
-La carga tardará un poco. Trataremos de llamar su atención mediante un proyectil a la calle... te he ubicado. He lanzado el proyectil para que la bestia se distraiga un momento.
-Entendido. Cambio y fuera. -Me fui cambiando de escondite conforme iba avanzando la carga para que los sensores de Spaghetti no me detectaran, y disparé láseres silenciados a la salida con el fin de abrirla, sin embargo, eso no funcionó... ¡carajo, tenía qué pelear en serio!
-¡Oye, tú!
Ni acababa de decir eso cuando el dragón se abalanzó sobre mí y me mordió. Su potente dentadura estaba hecha de oro puro... realmente dolía. -¡Hiaaa! ¡Maldito! -Me lo quité de encima como pude y le descargué todos mis misiles normales, haciéndole nada. -¡Imposible!
Volví a activar el scanner y entonces detecté que su punto débil se encontraba debajo del pecho: un pequeño reactor que le daba movilidad. Tratando de que no me golpeara, procuré dispararle ahí, pero Spaghetti se movía a una velocidad increíble, y ni siquiera me daba tiempo de apuntar.
Finalmente, se detuvo un segundo y yo disparé un misil de iones contra él, haciendo que la protección se derritiera. Sin más estrategias pregrabadas, salió volando hacia el sur, pero estaba seguro de que volvería. Apresuré el paso.
-...
El general Arson estaba boquiabierto. No podía creer que hubiera sobrevivido a eso. -¡Ese maldito danés! ¡Debemos exterminarlo a como dé lugar!
-General, mantened la calma. -Dijo Psy Trax. -Estoy pensando en algo como auxiliar de Sunix.
-Hnn...
-Coright... -Blazzcops se colocó un extraño mini micrófono y dijo: -Viendo que vamos a estar trabajando juntos un buen rato, me tomé la libertad de crear este traductor. Tiene todas las funciones con sólo oprimir... aquí.
-Esa sí que es innovación. -Dijo Invic'Sed poniéndose uno.
-Modestia aparte, aunque no fue muy difícil crearlo. Sólo fue necesario descargar toda la base de datos del gran diccionario universal y comprimirla aquí, así como abrir varias carpetas tecnológicas para las funciones extras, como por ejemplo, el rayo láser, cuyo efecto se obtiene al presionar X + Y, porque X activa el sistema operativo de autodefensa y Y selecciona arma. Para seleccionar el modo radio, Z + D. ¿Ametralladora? X + G1. Finalmente, el modo que nombré "Megabass" por su efecto aturdidor se activa con X + D4. El resto de los botones no son muy eficientes por sí solos. Algunos son para lanzar cuerdas y otros para dardos. Nada interesante y realmente cosas innecesarias que sólo añadí para hacerla de misterio.
-Ah, ya veo. -Dijo Psy Trax y se asomó a la ventana del edificio. -En algún lugar de ahí debe estar Summer-Bot, y espero que vivo… no por mucho.
En eso, se abrió la puerta y entró Sunix. -Me enteré de todo. Son unos idiotas. No volveré a confiar en ustedes ¡aunque sean las últimas personas en la continuidad multiversal del espacio-tiempo!
-…
-Y lo peor es que ni Spaghetti pudo con él. ¿Qué vamos a hacer? ¡¿QUÉ?! -Dijo el general -Si sigue así, pronto encontrará la guarida de él, y ya estoy dudando que no lo pueda contener.
-Es fuerte, pero Summer-Bot va más allá de lo que creímos. En mi opinión, está pisándome los talones para primer puesto del mejor cazarrecompensas. -Respondió Sunix, observando a todos. -Tenemos qué matarle a como dé lugar.
-¡Al diablo el matarle! -Arson estaba totalmente furioso -sería muy bueno para él… ¡lo quiero preso en Narvalia!
La Narvalia era una nave enormemente grande, que funcionaba de distintas maneras para los ingleses: de fortaleza, de prisión gigante y de arma. Decían que los presos que ahí estaban eran maltratados de manera exhaustiva, que se atormentaba y ni comida se daba. Así es: ahí me querían meter, y se la tomaron tan en serio, que comenzaron a idear el plan definitivo.
Ajeno a lo que sucedía, me detuve en seco cuando en mi camino apareció un extraño ascensor que sólo podía ir hacia abajo. No muy seguro de hacerlo, me paré sobre él y oprimí un botón. Inmediatamente, la máquina se puso en función de manera ruidosa y me transporté hacia abajo. Entonces me puse a pensar cómo había tantas cosas bajo tierra en Venus y llegué a una conclusión: todo lo que me había encontrado en el camino era el verdadero paisaje del planeta, que fue hundiéndose por acciones de los ingleses. Así, el verdadero Venus estaba enterrado abajo, y lo que la NI veía era una simple recreación humana nada fiel al aspecto original del planeta.
En mi opinión, los invasores usaron bombas para destruirlo todo y luego comenzaron a construir.
Típico de seres sin piedad.
Caminar por ahí se estaba volviendo un verdadero infierno para mis ojos, supe lo que era el verdadero dolor…
Todo solamente por no cumplir a la primera. ¡Maldita falla fatal, garrafal! ¡Era de aquellas imperdonables! ¡Yo, todo un idiota! De por sí siempre lo fui… ¡No se rían!
Prosiguiendo con la narración, en la parte de arriba de Venus, el general Arson había preparado una pequeña sección de microbots rastreadores que podían convertirse en minas y explotar apenas detectaran movimiento a 4 metros a la redonda.
-¡Okay, insectos, tenemos un enemigo bajo tierra! ¡No quiero que lo dejéis vivo! ¡Ésta es su ubicación justo ahora! ¡Andad, destruid al desgraciado!
Los mini-robots obedecieron al instante y fueron a por mí.
Escuché sus pasos mecánicos, y supuse lo que ocurría: anteriormente me habían enviado el mismo modelo. En otra misión…
Esa vez fui contratado por un mafioso de Groenlandia. Quería que extrajera un diamante de los antiguos nativos del museo Nacional de Madrid. Así que salí del país y llegué a la ciudad en cuestión a robarme el artefacto de inmenso valor. Con eso, el tipo que me contrató se volvería rico.
-Okay, aquí vamos… -Me lancé desde el techo y aterricé en uno de los jardines principales, donde se estaban exhibiendo unos cráneos antiguos. Les voy a dejar algo en claro: siempre me ha interesado la antropología. Así que… no se me hizo malo llevarme dos a mi casa.
Con sigilo, me puse en camino hacia adentro. Usando mi girallaves electrónico, abrí la primera puerta. Menuda suerte que tenía la llave colgada por el otro lado.
Ya dentro, me metí adentro de una cámara de congelación viendo que un guardia estaba a punto de pasar. Al salir, pese a mi traje de protección, estaba titiritando de frío y no podía hacer la gran cosa, así que no debería sorprender el hecho de que los guardias me encontraron enseguida, cuando no pude más y quedé convertido en una paleta de hielo.
Me llevaron cargando hasta la cocina y me metieron al horno, donde me descongelé en menos de tres minutos. Me sacaron, me amarraron y llamaron a la policía.
-¡Están equivocados, no soy un ladrón!
-¿Y entonces porqué esa armadura?
-Eeep… Metroid.
-En lo absoluto no se parece en nada.
-Bueno, pero conocí en persona a…
-¡Exactamente! ¡Sólo un bandido conoce a otra bandida!
-Veo que tienen algo en contra de los cazarrecompensas.
-¡Así que admites tu estatus!
-…
-¿Allo? ¿Policía?
Sin otra alternativa, activé mis cuchillas, me desaté y les corté la garganta a mis aprehensores.
Salí como alma en pena, y comencé a dar vueltas por todo el museo buscando el estúpido diamante, que no encontré sino hasta luego de diez minutos. Cuando lo tomé, escuché las sirenas de las naves de patrullaje de la policía madrileña.
Los policías entraron a toda velocidad por todas las puertas.
Sin dar lugar a ningún contratiempo más, dejé caer todas las estatuas, las pinturas, los artefactos etcétera con un disparo, lo que hizo que los oficiales entraran a por mí, pero creyendo que podía ser peligroso, enviaron microbots…
Cuando llegaron, supe para lo que eran y me trepé al techo, sin bajar. Avancé sosteniéndome de candelabros y bulbos hasta que llegué a la puerta, pero cuando bajé, uno estalló y me dejó totalmente molido de los pies: me estaba desangrando, y aún en mi condición, maté a los oficiales, subí a una de sus patrullas y volví a Dinamarca, donde mi contratista, al verme así, decidió operarme con tecnología de punta, poniéndome unos nuevos pies de acero que podían contraerse para fingirme cojo.
En eso estaba pensando, en mi primera parte del cuerpo en ser injertada a manera extrema, cuando sentí la presencia aún más cercana de los bichos. Entonces les comencé a disparar, pero estaban blindados. Así que los engañé: me paraba junto a ellos y cuando iban a explotar yo daba un salto, rebotaba en la pared y me sostenía de algún lugar del techo, para luego repetir el mismo proceso. No obstante, Arson, al ver que sería otra operación fallida, gritó algo que se escuchó hasta en mis sensores: -¡Activad el Modo Araña!
Sospeché bien, pues ahora los robots me seguían a las paredes, al techo y al suelo. No había ninguna manera de deshacerme de ellos, pero entonces recibí una llamada del Pacto Supremo…
-Pacto Supremo a Summer-Bot. Adela…
-¡Aquí Summer-Bot, no hay tiempo! ¡Unos microbots rastreadores modelo E73 me quieren matar!
-Justo de eso te iba a hablar. Te instalé una nueva mejora de las bombas térmicas: ésta crea un pulso electromagnético que inutiliza las máquinas de toda el área en que te encuentres. Por desgracia, sólo se puede usar cada media hora, o si no, también vas a inutilizar tu traje.
-¡Bendito sea el Señor!
La suerte había estado de mi lado otra vez: dejé caer una bomba P.E.M e inmediatamente todos los robots se quedaron en un estado estático, mientras todas sus luces se apagaban: señal de que estaban inutilizados. Inmediatamente, los destruí a pisotones con púas y me fui de ahí a toda velocidad antes de que llegaran más.
-… -El general ya no dijo nada. -…………………
Estaba tan enojado, que las palabras ya no le salían de la boca. Era un shock absoluto. Ya había yo superado todos sus planes para matarme. Ahora, sólo le quedaba un microbot y sus cazarrecompensas, y no muy seguro de hacerlo, envió al bicho mecánico.
Mis sensores comenzaban a detectar presencia de vida orgánica, en algún lugar cercano a mí. No sabía muy bien a dónde estaba yendo ahora, pero estaba yendo. Eso lo garantizo.
Esperando descansar -mis piernas no daban más- me detuve y me quité el casco, tomando un respiro profundo…
-Ahhh… ¡PUM!
No me percaté de la presencia del robot, quien explotó junto a mí, haciendo que cayera inconsciente al suelo. Sin embargo, caí sobre el transmisor del bicho y la señal se cayó.
-¡Noo! ¡Anden, búsquenlo antes de que despierte!
Fueron inmediatamente varios guardias, pero cuando llegaron, ya no me encontraron.
En mi desmayo, lo único que escuchaba era a alguien hablando en un idioma extraño. Pensé que estaba alucinando. Todo lo que decía era raro…
Pero entonces, tomé el olor fuerte del alcohol.
-¡Ah! <Cuof, cuof, cuof> -Tosí en repetidas ocasiones y observé. Estaba dentro de una choza y junto a mí un extraño alienígena marrón.
-¿Quienes son ustedes? ¡Decidle al general Arson que no pienso quedarme aquí!
-Troerm… Io erkuricua.
-… Necesito mi casco para traducir…
Lo encontré sobre una mesa y me lo puse para analizar a mi raro compañero.
<Venusino promedio: Es la especie inteligente que habitó Venus desde un principio. Sus riquezas eran grandes. Los ejemplares de la especie no se volvieron a ver desde hace mucho. El idioma es único, siendo una combinación de turco con lenguas mesoamericanas y dialectos nativos. ¿Descargar idioma?
-Descargar. -Apenas terminó, le dije:
-Nertre zam. Wom no Summer-Bot, pji resaj cazay. -Traducido como: -Vengo en paz. Mi nombre es Summer-Bot, cazarrecompensas.
A partir de aquí y hasta que se indique lo contrario, las cursivas designan traducciones del idioma Venusino
-No sé qué sea un cazarrecompensas. Nunca he salido de aquí. -Me respondió el alienígena.
-¿No conoces el mundo exterior?
-No hay más mundo que el que ves. El otro no lo podemos pisar, o moriremos.
-¿Cuántos años tienes?
-20. Nací aquí en donde estoy, y lamentablemente aquí voy a morir. Sin gozar las riquezas de mis antepasados. ¿Qué es un cazarrecompensas?
En ese momento traté de disimular las lágrimas. Me acababa de preguntar algo que tal vez no podría contestar. -Un cazarrecompensas es pues… alguien que busca el bien de los demás… sí.
-¿Entonces tú buscas mi bien?
-Exacto. Así como tú que me trajiste aquí.
-Tienes suerte de que haya pasado por ahí. En serio. Me había quedado sin comida y salí a buscar, cuando divisé tu figura en el suelo. Entonces te subí a mi carretilla e iba a volver. No obstante, vi el casco y supuse que era tuyo. Así que lo traje también.
-Te agradezco mucho lo que hiciste. No cualquiera se compadece así de alguien herido que se encuentra en el camino.
-Todos en la tribu somos así. Hay armonía y nunca discutimos. Sólo no debemos irnos, porque los de arriba nos van a matar.
-¿Los ingleses?
-Nosotros les decimos "Destrogradas" por los destrozos que hacen y se escuchan hasta acá.
-¿Usan muchas bombas?
-En efecto. Esas cosas que explotan me tienen harto. Se nota que no son cazarrecompensas.
-Eep… No. Definitivamente no lo son.
-Lo peor es que, de vez en cuando, vienen a cobrarnos tributos y al que no los pague lo toman de esclavo. El vejestorio del ejército tiene muchos criados de entre nosotros.
-¿El general Arson?
-¡Ese idiota! Todos le odian, nadie le hace frente. Hasta el gran Jefe le tiene miedo.
-Espero cambiar eso…
-¿Quieres decir que nos ayudarás?
-No soy de Venus. Vine desde otro planeta sólo para salvarlos del general Arson.
-¡Entonces no perdamos tiempo, anda, tenemos qué presentarte a la tribu!
Me empujó y me obligó a salir, para luego ponernos en camino a la casa del gran Jefe.
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