Cuando regresé a la Tierra, los del Pacto Supremo me vieron con ira y el emperador coreo-japonés me dijo:

-Éstos documentos son parte del plan de estudios para las escuelas inglesas.

-Eeep... entonces vuelvo a Venus.

-Obviamente. Pero quiero que lo hagamos de otra manera... -Dijo el presidente de Nueva Rusia V. -Ésta vez, no importa que todos estén advertidos de que tú irás, porque veo que la idea del agente encubierto no te pega.

-... lo admito. No.

-Bueno, entonces ándate a descansar, que mañana será un día ajetreado.

Así lo hice y al día siguiente, muy temprano, a eso de las 06:00 A.M, me paré enfrente de la sala de conferencias y toqué una trompeta. De las habitaciones de hospedaje gritaron los gobernantes: -¡Ya oímos, silencio!

El nuevo plan era fingir un ataque con una nave tripulada por androides mientras yo por otro lado entraba a Venus sin el menor rasguño, ya adentro, me las tendría qué apañar solo.
Nada para mí.

Cuando salimos al espacio, cuatro lágrimas cayeron por mis mejillas. Había recordado lo que me había pasado con mi madre unos días después de que salí del ejército: fue asesinada brutalmente por alguien desconocido. El único testigo era un vecino, mi padre había muerto tres semanas antes.
Mi corazón estaba partido, pero como un imbécil traté de superarlo sin hacer nada al respecto.
Qué hubiera dado yo por haber estado ahí... Por poderlo evitar...

...Así como lo que pasó después con otro ser amado...

-Bien -me dijo un comandante de la USH -vamos a hacer disparar a la nave. Prepárate para salir disparado hasta Venus.

-Entendido. Cambio y fuera.

La nave del Pacto Supremo comenzó a lanzar misiles y rayos, e inmediatamente salieron tropas inglesas a confrontarlos.

Dentro del planeta, el general Roy Arson, máximo líder de las tropas de la NI, me localizó mediante un escaneo de la órbita y dijo:

-¡Unidades, hay otro cerca de ahí, detenedlo!

Roy Arson, general inglés patriótico y algo despiadado. No fueron pocos los problemas que me causó durante la misión.

Me di cuenta de que todos iban hacia mí e hice una maniobra evasiva haciedo girar la nave mientras lanzaba sus torpedos espaciales. Me inspiró un profundo dolor el ver que entre los soldados que había matado se encontraba infantería principiante, de esas tropas no mayores de 16 años...

Tenía qué seguir la misión.

Tras acabar con ellos, me lancé desde la atmósfera y encendí mis botas propulsoras a los 3000 metros de altura, pero para mi sorpresa, no funcionaron. Entonces, luego de pensar rápidamente, disparé mi rifle de plasma contra un enorme edificio del gobierno y lo derribé. Medía más de 2590 metros y me fue de mucha ayuda. Conforme iba cayendo, yo iba corriendo por fuera entre ventanas y escombros, para finalmente aterrizar a salvo luego de dejar toda la calle devastada.

Cuidando que nadie me viera, entré en las alcantarillas.

El general Arson estaba bastante furioso de que yo siguiera vivo y ordenó a varios soldados: -Quiero que busquen bajo cada roca si es preciso, ¡pero atrapen a ese imbécil!

Yo me seguí moviendo y entonces tuve qué cambiar a mi forma alternativa al ver que no tenía otra opción. Así es, ya deben estarse dando cuenta de que estoy injertado de partes mecánicas de tecnología marciana.

Mi forma alternativa la podía obtener dando una voltereta hacia atrás, doblando todas mis extremidades hacia al pecho y la cabeza hacia atrás. Entonces quedaba hecho una rara pelota con pinchos y una larga cola. La llamaba The Crawler, y no fueron pocas las veces que me salvó de la muerte...

No me di cuenta ni cómo ni cuando, pero cuando me percaté ya estaba huyendo delante del ejército inglés.

-Maldición... -comencé a desviarme repentinamente, además de a dar coletazos a lo loco. Por suerte para mí, les volé la cabeza en el proceso y mejor me interné más abajo.

-Aquí Summer-Bot... -comuniqué al Pacto Supremo. -Estoy metido en una alcantarilla, avanzando hacia un lugar donde veo exceso de luz. Mi scanner indica que hay vida, pero eso de los cocodrilos de las alcantarillas ya está pasado de moda. No tengo ni idea de lo que sea y estoy fuera del rango de alcance de mi identificador de especies.

-Aquí control del Pacto Supremo, estáis haciendo un buen trabajo. Vamos a enviar un distractor para llamar la atención de los ingleses para que puedas avanzar mejor un rato.

-Me parece excelente. Avisad también al presidente de la Real República de México que encontré una momia que podría pertenecer a su país. Cambio y fuera. _ _ _ _ Ufff... mucha charla. A seguir caminando.

Me dio bastante curiosidad de saber lo que había ahí, esas luces, los signos de vida... corrí hasta que llegué. En definitiva, no era para nada lo esperado... era peor...

Cuando llegué, vi a unos raros animales con caparazones llenos de púas, plantas carnívoras y un número enorme de plagas. En realidad, parecía una de esas antiguas selvas, pero más azul, y aunque la fauna era algo desagradable, tengo qué admitir que el paisaje no estaba del todo mal. Tuve qué andar con cuidado, pues parecía que alguien quería acabar con esa selva: había trampas en todos lados y el que se las llevó arrastrando... por desgracia fui yo.

Los pies me quedaron totalmente molidos, pero no había tiempo para descansar. Los inocentes necesitaban un antídoto a la enfermedad de la Plaga Mental.

Mientras tanto, en Saturno, había estacionado una nave azul, muy rara. Nunca antes se había visto ahí. Era semejante a la mía.

El ejército mexicano se paró en el puerto, pero no atemorizó ni un poquito al tripulante de la nave, que habló desde un altavoz:
-Insgnificus terrarios: sos itruccos aca. Los odio con todo la mia force. Cres uste' que sos colonzatores, pero no sos mas que saimple mosca'. Por tant, moré es vuestro destinho.

Se abrió la compuerta y apareció un extraño ser alto y delgado.

-Mi nom is Xefren'do Al'Pztro. Poden yiamarme Sunix... o preferibli... su matadore.

Xefren'do Al'Pztro, "Sunix"

El tal Sunix abrió fuego contra todos los presentes y los asesinó.

-¡Viva Saturno e muran los invaisore!

Me contaron después, que tras acto tan detestable, Sunix tomó la ciudad de Nueva Morelia II masacrando todo a su paso. Se abrió camino hasta las oficinas de gobierno y le voló la cabeza al hijo del gobernador, para luego acabar con éste.
Todo ésto precedió la caída del Reino Mexicano Saturnino en manos del patriota del mismo planeta Xefren'do Al'Pztro...

Mientras, yo seguía avanzando en mi maldita odisea, y en un momento recordé algo que había leído: existía una forma de mejorar trajes cyborgs desde una base de datos con un código ID de la armadura y la programación necesaria. Entonces pensé en todas las armas que había dejado en mi nave, entendí que si les extraían la información podrían injertarlas a mi cañón actual desde el Control del Pacto Supremo.

Entonces, hice una llamada explicándoles todo y estuvieron de acuerdo. Tuve entonces qué activar el piloto automático de la nave y enviarla a la Tierra. Suerte que tenía un control de larga distancia.

Se había ido mi única manera de salir de ese infierno selvático de Venus... ni modo. Así es éste trabajo: no todo sale como tú lo planeas, y lo peor es que debes siempre improvisar un plan B en caso de fallar en algo, o te puede costar la vida.
Recuerdo que conocí a alguien que cada vez que pensaba que había triunfado en sus trabajos, era activado el mecanismo de autodestrucción del lugar y tenía qué pirarse lo más pronto posible. Luego de muchos años nos volvimos a encontrar... Eso os lo cuento en otra ocasión.

-Pacto Supremo a Summer-Bot. Adelante, Summer-Bot.

-Aquí Summer-Bot.

-Hemos enviado una mejora a tu traje. Más específicamente, para The Crawler. Son bombas de energía térmica pero en cantidades muy pequeñas. Te serán útiles para cuando tengas qué abrir zonas de gran resistencia. La carga va en 10%, en estimación, la mejora estará disponible en unos ocho minutos.

-Espero que logre sobrevivir ese tiempo... cambio y fuera.

-...

Mi cansancio era demasiado. Nunca había tenido una misión tan larga: siempre que me contrataban, era para algo como "Mata a fulano por esto y esto", "Roba tal diamante en tal y cuándo"...
No para 'hackea un servidor con más firewalls que el antiquísimo navegador TOR Browser, mata a medio millón de soldados de ÉLITE mientras andas por una zona selvática llena de trampas para reptocrows".

No habían pasado los ocho minutos cuando escuché un taladro. Entonces me escondí tras una seta enorme y vi cómo varios soldados ingleses bajaban usando un cable mientras el general Arson decía desde arriba:
-¡Andando, andando! ¡No queremos extranjeros en nuestra Sagrada Patria!

Toda la misión fantaseé con cortarle la cabeza a ese anciano con un hacha... pero siempre encontraba la manera de fugarse.

Salí de mi escondite cuando todos pasaron de largo, y con un brutal cabezazo, provoqué la muerte de uno.
Los demás voltearon rápidamente y comenzaron a disparar sus rifles, pero con mis habilidades gimnastas esquivé todos los disparos mientras avanzaba hacia ellos.
Se quedaron sin munición, y mientras recargaban, yo activé mis cuchillas y los partí a la mitad de arriba hacia abajo.

-¡No! ¡Bicho insolente! -El general sacó una pistola tranquilizadora y la disparó contra mí, haciendo que me diera mucho, mucho sueño. Sin embargo, hice un esfuerzo sobrehumano para no caer y seguí avanzando con algo de lentitud. Por suerte, nadie intentó seguirme.

Ya lejos, llamé:
-Summer-Bot a Pacto Su... premo...
Adelante... Pacto Supremo...

-Aquí Pacto Supremo.

-Me dispararon un... láser tranquilizador y... tengo mucho sueño... necesito un antídoto...

-Necesitamos una muestra de sangre para saber qué fue lo que te dispararon.

Yo me despojé de mi casco y me quité algo de sangre de la herida que me había causado el impacto en el cuello, la escaneé con mi visor y envié el holograma.

-Okay, es un potente somnífero en láser llamado Morfeo-03. No es problema. Sólo necesitas ingerir un poco de aleación naralingo. Vamos a incorporarlo al cinturón de tu traje mediante la ID.

La programación era algo tan avanzado que se podían teletransportar muchos objetos orgánicos de un lugar a otro sólo con una ID, pero aún no se podía hacer con personas en una larga distancia, sólo que fuera un destino cercano.
En menos de un minuto, el antídoto llegó a mi cinturón, abrí el contenedor y bebí un poco. No pasaron ni diez segundos cuando me llené de energía y el sueño desapareció por completo.

-Ahh... bien. Estoy mejor.

-Perfecto. Guarda el naralingo, es útil para muchas cosas.

-Me doy cuenta. Cambio y fuera.

El chico que se comunicaba conmigo era alguien amistoso, no hacía un escándalo por cualquier cosa como esos odiosos gobernantes. Y me atrevo a decir que de no ser por él y sus máquinas no hubiera sobrevivido mucho tiempo.

El camino que estaba yo siguiendo empezó a ir cada vez más en picada, hasta que me topé con un enorme abismo. Desde lo sucedido en el principio, ya no confiaba en mis botas propulsoras como para ir a explorar ahí abajo, así que usé mi scanner para ver qué había en ese lugar. Entonces noté que era tierra firme, pero también noté movimiento entre unos arbustos. Era alguien llorando. No me gusta dejar desamparados a los inocentes, así que, como pude, bajé a ver qué ocurría. Separé los arbustos y pregunté: -¿Qué pasa?

El general Arson se quitó la toalla de la cabeza y gritó: -¡Caíste!

Lo hizo tan fuerte que me espanté y caí en el río de a lado. ¡Esa mente maquiavélica me había engañado! ¿Por qué no lo había pensado antes? ¡Claro! Porque no creí que ese tipo tuviera la habilidad de bajar tanta distancia.

La corriente del río aumentaba y me llevaba a gran velocidad, y llegó el momento en el que iba a caer en una gran cascada. Me sumergí bajo el agua y enganché una cuerda a una roca para luego seguir siendo arrastrado, pero al mismo tiempo sostenido. Cuando estaba ya en el borde de la cascada, desactivé el gancho, y al hacer esto, hubo un efecto de reacción en el que salí volando hacia arriba y caí sobre una palmera de colores psicodélicos.

-Dios, eso sí me ha espantado -pensé, me bajé de ahí y caminé con cuidado al darme cuenta de que era una zona pantanosa con muchos hoyos.

Si hubiera escogido bien los archivos la primera vez que fui a Venus me hubiera ahorrado todo eso y lo que faltaba, la había tenido muy fácil y por idiota arruiné mi oportunidad. Mi misión más corta se convirtió en la más larga, la más fácil en una verdadera misión imposible.

Todo eso me dejó una lección: revisar siempre lo que me robo antes de robármelo.

Entré entonces a una caverna oscura que sólo tenía luciérnagas como luz. Nada más. Antes de mi aventura ni me imaginaba cuantas cosas había bajo tierra en Venus.

"Farhome" decía el letrero a la entrada de la cueva. No le tomé importancia, pero conforme iba avanzando, la salida siempre parecía ser más distante. Corrí y nunca la alcancé, así que decidí buscar otro camino. Pero en ese momento, cuando dí media vuelta, las dos entradas se cerraron al caerles grandes rocas enfrente. Observé hacia arriba y ví que estaba bajando un enorme gusano con la boca llena de afilados dientes listos para arrancarme la piel poco a poco. Se paró frente a mí y me atacó.

El maldito gusano destellaba luz de sus ojos, además de tener una apariencia aterradora.

Me defendí disparando mi rifle de plasma, pero el insecto ni se inmutó.
Le quise acuchillar, pero el insecto ni se inmutó.
Lo golpeé con la cola de The Crawler, pero el insecto ni se inmutó.
Le exploté una bomba térmica tras otra en la cara, ¡pero el maldito desgraciado gusano zopenco ni se inmutó!
Sin saber qué hacer, lo atraje hasta la salida, que ahora sí era alcanzable (¡oh, coincidencia!) y me puse frente a ella para disparar, pero el animal dio un golpe con la cabeza que me dejó retachado en las rocas.
"¡Eso es!" pensé. Lo atraje otra vez, pero ahora siempre que daba un cabezazo yo me hacía a un lado. Daba otro, y otro, y otro... hasta que rompió las rocas. Entonces me apresuré a salir, subí al techo de la cueva e instalé una bomba más potente, la cual derribó el sitio y todo le cayó encima a la bestia.

-Uff... Summer-Bot a Pacto Supremo. Adelante, Pacto Supremo.

-Aquí Pacto Supremo.

-He neutralizado una amenaza que atentó contra mi vida. Envío las imágenes.

-... Ya veo. Felicidades. Sigue así. Tienes permiso para matar, no importa el precio. Veo que las bombas térmicas te sirvieron de mucho.

-Sí. Llegaron un poco antes de que matara al gusano... o de que él me matara a mí, supongo.

-Eso significa que podemos proceder con la siguiente mejora. Vamos a programar una ID que convertirá tu plasma en misiles con tan solo golpear dos veces el cañón en tu brazo. Para volver al plasma normal, tendrás qué girar el brazo. Recuerda que tendrás límite de munición, así que usa los misiles con precaución y precisión.
La carga va en... 27%, en estimación, tendrás listos los misiles en tres minutos.

-Está bien. Gracias. Cambio y fuera.

Ya estaba cerca lo que parecía ser la salida de esa zona, y según mi scanner, faltaban sólo dos kilómetros para llegar a la base inglesa. Seguí en marcha y mi próxima parada eran las ruinas de una antigua ciudad de los nativos que fueron expulsados de Venus. Estaba totalmente sucio, con plagas en todos lados y una cosa que no lograba divisar, pero que hacía ruidos como si fuera un oso.

La ciudad era un completo desorden.

Las calles no estaban tan contaminadas en el centro de la ciudad, pero se sentía un aura de terror el andar por ahí. Observabas a tu alrededor y no veías mas que edificios a punto de derrumbarse y alguno que otro esqueleto de venusino.
Automóviles del siglo XXX yacían abandonados ahí, y en el fondo de la calle, había un establecimiento... pero tenía las luces encendidas...

La curiosidad mató al gato, y no soportando la incertidumbre de qué había ahí, entré...