Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 20


Joe entró a la habitación, cabizbajo; con los hombros caídos, la mirada baja y una especie de mueca que distorsionaba su característica sonrisa.

– Buenas tardes – murmuró sumamente bajo

– Buenas tardes, Joseph – respondió mi mamá con una obvia emoción en sus palabras

Él pareció notarla, puesto que levantó la mirada confundido y entonces me miró directamente a los ojos. Se quedó estupefacto, con todo el sentido de la palabra.

– Hola, Joey – dije con un cariñito que me acababa de inventar

Su sonrisa se ensanchó hasta dejar a la vista absolutamente todos sus dientes. Dio dos enormes zancadas y quedó a mi lado. Me miraba incrédulo pero emocionado, después de mirarme un momento se decidió por inclinarse para aplastar mi cuerpo con el suyo y apretar mis hombros, en el intento de un abrazo. Me sofocó un poco.

– Summer – se apartó para mirarme a los ojos – ¡despertaste! Sabía que lo harías, sabía que no te darías por vencida – vitoreó

– Hola – repetí, casi sin pensarlo levanté mi mano y peiné su cabello hacía atrás, él estaba muy cerca. Él café de sus ojos brillaba, se me antojaban dulces como un chocolate.

Nos miramos por un momento en el que mi corazón no respondió. Mamá tenía razón, yo quería a Joe. Ella tosió levemente, algo divertida, cabe decir. Joe se separó rápidamente, como si acabara de salir de un transe.

– Summer – dijo con tanto cariño que me derretí por dentro – me alegra que estés bien, ¿cuándo despertaste?

– Apenas esta mañana – respondí – aún intento asimilar todo lo que pasó

Él asintió, dándome a entender que también lo estaba asimilando.

– Es hora de irme – dijo la voz de mi mamá – Joe, te la encargo ¿si?

– Por supuesto – respondió con una sonrisa

– Adiós mamá

Se despidió con un beso y salió apresurada. Seguro iba retrasada. Mire de nuevo a Joe y mi mente me llevó hasta la última vez en la que lo había visto, en su fiesta... «Oh no»

– Joe... – bajé la mirada – lamento lo de... bueno, aquél día, yo no...

Malditas palabras, no se acomodaban para que yo pudiera pronunciarlas coherentemente.

– Summer, eso no me importa en lo absoluto. Lo bueno es que estas bien, sobre lo otro, bueno... se que fue un error, no te preocupes

– ¿Quién dice que fue un error? – dije algo recelosa

– Debiste ver tu cara – rió, aunque en el fondo se notaba que le dolía

– Joe – mi mano buscó a la suya por encima de las sábanas – lo lamento, me hubiera gustado que eso sucediera cuando de verdad estuviera segura.

Él entendió el significado de mis palabras, pero parecía que no quería creerlo

– ¿Te pusieron algo? – preguntó con cierta burla mientras examinaba el suero que aún estaba conectado a mis venas

Puse los ojos en blanco.

– ¿Crees que estoy delirando?

– Sí – respondió sin vacilar

No pude evitar reírme

– Necesito pensarlo – expliqué – necesito pensar en muchas cosas, necesito pensar mucho en ti, por que no quiero lastimarte...

¿Quería que fuera directa? Fui directa. Él pestañeó algo aturdido, pero volvió a sonreír

– Tienes todo el tiempo del mundo Summer, no importa. Sabes que te seguiré queriendo.

Una vez más me sonrojé. Él se acercó un poco más

– ¿Puedes levantarte? – preguntó

– Preferiría no hacerlo, la última vez que lo intenté el mundo se movió

No le causó gracia, al contrario, frunció el entrecejo

– ¿Qué fue lo que sucedió?

Me sorprendió que tuviera que preguntarlo.

– Él no... quiero decir, ¿Alex no te lo dijo?

Su entrecejo se frunció aún más.

– ¿Qué tiene que ver Alex con todo esto? – había desesperación en su voz

Lo miré confundida. ¿Alex no había dicho nada? ¿Qué estaba pasando?

– Alex no habla con nadie – resumió Joe, supongo que al notar la confusión de mis ojos – lo único que sé es que habló con tu mamá y ella lo único que dijo fue que tuviste un accidente. No soporto que me oculten cosas...

– Tranquilo – entrelacé mis dedos con los suyos para unir nuestras manos – no te ocultan nada, solo que... Alex estuvo conmigo en el accidente, o algo como eso.

– ¿Alex estuvo ahí? – dijo perplejo

– Algo así. Más bien yo huía de él.

Joe se puso de pie rápidamente, asustándome, su rostro estaba hecho una furia.

– ¿ÉL TUVO LA CULPA DE LO QUE TE PASÓ? – elevó la voz

– No, no – aclaré pronto, pero él seguía alterado – solo yo tuve la culpa de lo sucedido, lo juro... no lo hago para protegerlo – añadí ante su mirada de desdén – si te calmas, te explico.

Él se tomó unos minutos, después respiró hondo y se sentó

– ¿Qué sucedió?

– Peleamos – resumí sin querer darle cada uno de los detalles – el día de tu fiesta. Yo salí corriendo del lugar, él me siguió e intentó hacerme volver pero yo seguí corriendo. No me fijé cuando crucé la calle y el coche estaba muy cerca, además estaba oscuro y llovía... lo siguiente que recuerdo fue haber despertado esta mañana

Él se quedó en silencio algunos minutos, después sacudió la cabeza

– Hay Summer, no tienes idea por lo que pasé... el día siguiente pregunté por ti, a Casey, ya me había dado cuenta de que algo iba mal, todos estaban muy callados. Me dijo que estabas en el hospital pero no supo decirme nada más, le pregunté que cómo lo sabía... y ella miró a Alex. Pedí una explicación y no me la dio, se puso de pie y se marchó. Desde entonces no lo vemos en los recesos, se desaparece, tampoco habla con nadie. Parece un cuerpo sin vida puesto en modo automático.

Escuchar aquello no me gustó, al parecer Alex también la estaba pasando mal. Cerré los ojos, ahora me sentía más exhausta

– ¿Summer?

– ¿mmm?

– ¿Te sientes mal? ¿Llamo a alguien?

– No Joe, dame un momento

Conté hasta cien para calmarme y volví a abrir los ojos. Seguíamos tomados de la mano. Necesitaba estar tomada de su mano

– No te vayas – supliqué

Sonrió de forma pícara

– Me quedaré hasta que me corran – prometió

Su promesa solo me tranquilizó por un corto instante

– Es que – hice una mueca de frustración – ¡todo pasó tan rápido...!

Su dedo índice cayó firme sobre mis labios, silenciándome

– Te propongo algo... – lo miré con curiosidad – olvidémonos de eso, al menos por ahora. No te frustres. No te hará bien.

Largué un suspiro ante sus palabras, Joe tenía ese toque especial por el cual muchas chicas morirían. No podía negarlo, Joe era especial.

– De acuerdo – accedí concluyendo con el tema

La tarde fue inmemorable. Incluso hubo un breve momento en el que me olvidé de donde me encontraba, pero no tardé en recordarlo cuando Carlie entró a silenciarnos debido al ruido que estábamos haciendo y las carcajadas en voz demasiado alta.

Después de eso, reímos más bajo para no molestar a nadie, era como si Joe me hubiera inyectado una dosis de alegría. No volvimos a mencionar ningún tema complicado y tampoco sacamos a relucir de nuevo el accidente. Hubiera sido un día completamente normal de no ser por los adoloridos moretones, el molesto ruido del monitor cardíaco y la vez que tuvieron que cambiarme el suero por que se había acabado.

A eso de las 6:00 p.m. no podía reír más y Joe pareció darse cuenta, por que se quedó muy tranquilo viendo el atardecer a través de la ventana. Yo me dediqué a observar su perfil, bañado por el sol que se despedía.

– Me estas mirando – no era una pregunta

– ¿No puedo hacerlo? – pregunté encogiéndome de hombros

Él sonrió

– Antes no lo hacías, antes yo era quien te miraba

Mi estómago dio una sacudida

– Mejor tarde que nunca...

Él se giró y sus ojos se clavaron en los míos, serios

– ¿Es real? – preguntó

Utilicé mis manos para levantarme con cuidado e inmediatamente se acercó para ayudarme poniendo una de sus manos en mi espalda, por lo tanto, quedando sumamente cerca.

– ¿Qué quieres decir? – le presté toda mi atención

– Eh... – pronunció

– ¿Si?

Se aclaró la garganta

– Me preguntaba si esto era real, si en verdad despertaste

– ¿Por qué no iba a serlo?

– Porque... están pasando cosas que solo suceden en mis sueños

Su confesión me dejó aturdida. Subí mi mano por su brazo, con una ligera caricia. Me gustó que su piel se enchinara por completo al tocarla.

– Tendré que despertarte... – comenté

Él me miró confundido y entonces, sin previo aviso, utilicé dos de mis dedos para darle un pellizco.

– ¡Au! – se quejó él, quién estaba esperando cualquier cosa menos eso

Reí

– Ves, no es un sueño

– Tramposa – dijo haciéndome cosquillas

– Basta – dije entre risas, deteniendo sus manos

Él paró, pero no se apartó. Sus brazos me rodearon por completo en un cálido abrazo, yo apoyé mi frente en su pecho y estreché su cintura. Su respiración se escondía en mi cuello provocándome una sensación electrizante. Movía mi cabello y me causaba cosquillas. Me estremecí, aunque nada tuvo que ver con el frío.

Para cuando mamá volvió, había anochecido por completo y solo faltaba media hora para que el horario de visitas finalizará. Torcí la boca disimuladamente cuando Joe se despidió de mí, aunque prometiéndome volver mañana.

En cuanto salió de la habitación los ojos de mi mamá brillaron, muertos por preguntar.

– Hablé con él – dije ante su mirada inquisidora

– ¿Y?

– Nos estamos tomando nuestro tiempo... necesito asimilar lo que estoy sintiendo

– Summer – sonrió – los sentimientos no son para asimilarlos... son para sentirlos.

El día me había parecido eterno y mi mente rezaba por un momento de paz, a lado de Joe había sido bombardeada por millones de pensamientos y eso había ayudado a agotarme.

Le dije a mi mamá que estaba cansada y me recosté, ella insistió en quedarse, dormiría en el sofá... no pude evitar preguntarme a mi misma cuántas veces anteriores se había quedado en el sofá, a mi lado.

Apenas cerré los ojos, no supe qué más fue de mí.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro