Sakura gemía con fuerza mientras aquél pelirrojo arremetía contra su cuerpo. Aquél lugar se llenó de obscenos sonidos, lascivos y sucios qué cada vez tomaban más volumen.

-¡Gaara! ¡Gaara! ¡Gaara!-

Sabaku no podía dejar de gruñir ante los jadeos y fuertes gritos de la pelirosada, quién con sus finos dedos estiraba sus cabellos rojizos mientras él Besaba su cuello y se adentraba a su cuerpo con fuerza.

Prácticamente lo estaban haciendo como Animales Salvajes, Animales qué no tenían Restricciones ni aldeas, No tenían procedencia ni Ataduras, Animales libres y deseosos de consumar su acto tan lujurioso de la mejor manera.

Gaara sentía que en cualquier momento explotaría, sinceramente se había descontrolado casi totalmente, por lo qué no dio avisó cuándo sin compasión sujetó las caderas de su joven amante y la colocó en 4, Levantando su trasero mientras con sus pocas fuerzas intentaba qué su rostro y pecho no tocasen el suelo.

-¡Ah! ¡M-mas! ¡Ah!-

Llegó un punto en el qué Gaara finalmente logró alcanzar el Paraíso, adentrándose con fuerza en la Femenina, echando toda su fuerza llegando al punto de hacer caer de golpe. Sakura por su parte no se quejó, jadeo cansada y con la voz rota apena logró soltar un quejido lastimero ante el golpe.

-¿Estas bien?-

Preguntó el Pelirrojo al tocar su mejilla. Ella apenas pudo visualizarlo, notando con dificultad como su rostro se veía algo preocupado. Entonces allí cayó en el hecho de qué se había desmayado ante esa Sesión de Sexo tan Salvaje, Por ende, Gaara se encontraba a su lado sin saber si reaccionaria pronto o no.

-Lo lamentó - Le mencionó mirándolo a los ojos - ¿Me he quedado dormida mucho tiempo?-

La Bestia de Suna se quedó un segundó en silenció, admirándola, antes de suspirar y acariciar su mejilla.

-Demasiado, Tonta -

Continuará