Un par de gemidos escaparon de su boca cuando sintió la lengua del pelirrojo por su cuello, succionando, dejando marcas y mordiscos, baba y un finó dolor que se mezclaba con placer.

-¿Te gusta?-

Preguntó demandon, mientras acariciaba sus senos por sobre su ropa, con brusquedad y haciendo que ella se arquee por él dolor implicado.

-...Esp..era...Ah..Due...le..¡Ahh!-

Gaara usó sus garras de arena y desgarró su ropa de la cintura para arriba, los pezones erectos de la oji-jade se elevaron más para su disfruté.

-Tu dices sentir dolor, pero mira como a tus amiguitas les gusta como las trató -

Nuevamente se sentó sobre ella, sin importarle aplastarla o no, y comenzó a jugar con sus senos nuevamente, estirandolos, mordisqueando, llenándolos de su baba caliente haciendo que la pelirosa delire del placer.

-Gaara...Ah...Espe-ra..Y-o..¡Ahh!-

Él pelirrojo sonrió, sintiendo como ella desviaba su mirada hacia un costado, avergonzada, apretando sus piernas mientras intentaba ignorar lo sucedido.

-Eres una sumisa muy Tonta. Acabas de venirte y yo ni siquiera una mamada e recibido, tendré que castigarte-

Sólo se levantó con tranquilidad y con sus fieles garras la voltearon, dejando su trasero alzado para su disfruté. Ella se removió incómoda, diciendo cosas que sinceramente ignoró, con sus propias manos extrajo sus pantalones en conjuntó con sus mojadas bragas, mirando lujurioso cada gota que se resbalaba por sus muslos.

-Te ves tan deleitable-

No tardó mucho en bajarse los pantalones y rozar su hombría contra sus piernas, haciéndola temblar, haciéndola sentir como su pene ensuciaba aún más sus piernas.

-Quiero romperte -

Mencionó tetricamente, ebosando una sonrisa cínica que se amplió cuando separó sus nalgas con receló. La escuchó decirle qué no la lastimara pero ya era muy tarde, la bestia que habitaba en él se había despertado, y solamente para romperla a su gusto y antojó.

-No llores pequeña, luego de qué pierdas él juicio todo sera más divertido -

Continuará