Los días próximos a los exámenes Chunnin Sakura sentía que alguien la observaba, después de la primera fase del examente, sentía aquel peso mas profundo..

Sin embargó sabia quien era, sabia que él estaría observándola, viéndola y buscando él momento exacto de volverla a tomar.

En estos momentos estaba acostada, sintiendo como aquel ser la hostigaba, recordando él inicio se su travesía.

Sus piernas flaqueron al verlo frente a ella, con una mirada fría, gélida sobre sus amigos y en especial en ella. Mordió sus labios ante la impotencia y deseo con todo su ser que alguien la ayudase, pero nadie apareció.

-Te diré un secreto para que no te maté a ti ni a tus amigos.-.

Se acercó a paso lento, sintió su cuerpo temblar y antes de poder soltar él aire de sus pulmones él propuso aquella repugnante propuesta.

-Conviertete en mi sumisa. Y nadie saldrá herido-.

Se levantó de su comoda colcha y camino hasta su ropero, al ser más de medianoche debería estar durmiendo, sin embargó esa noche debería desmotrar su Sumisión ante aquella bestia de Sunagakure.

-Esto es por ustedes-.

Camino despacio ante la atenta mirada aguamarina de aquel muchacho. Pudo observar su cabello en medio de la oscuridad, también noto aquellas gotas de sangre que caían de esta y manchaban su perfecto rostro, también él como la miraba lujurioso entre sus ojos vacíos.

-Ahora, ¿Seras una obediente sumisa?-.

Preguntó cínico Mientras estiraba su mano para que ella la tomase, así fue, y él la obligó a arrodillarse frente a él.

-Si-.

Gaara sonrió, acarició su cabello rosado y lo desacomodo.

-¿Como se dice? -.

Sakura se tragó su orgullo de mujer y levantó la mirada, jade contra verdeagua, sin titubear se animo a llevar todo él pesó en secreto.

-Sere su Sumisa, Gaara-sama, usted podrá hacer lo que quiera conmigo y no tendré objeción alguna. Así que, Gaara-sama, por favor tomeme-

Continuará.