Fernando y Georgina
Me fui a un bar, para distraerme antes que mi hijo viniera a visitar, así que me puse muy bonita ya que es el bar de Matías.
-Un vino tinto por favor.
-Como usted ordene señor.
Pedí un vino tinto, y de allí estuve bebiendo que jode como si no hubiera un mañana, a la hora estaba toda borracha, pero debía que ir al baño, cuando me levante para ir al baño fui y en la salida me acorralaron unos hombres, reaccione y me acorde mi pasado.
-Aléjense de mi.
Los hombres seguían riéndose de mí, me empezaron a manosear, yo en mi mente recordaba lo que ocurrió, trate de zafar, me, pero esos hombres me tenían contra la pared, cerré mis ojos, pensaba que me iban a violar, pero escuche una voz reconocida.
-Grita-NI SE ATREVAN A TOCARLA.
No se porque, pero su voz grave y varonil todo dominante hizo que se mojaba mis bragas.
-Pero señor es una puta cualquiera.
-Grita-PUTA TUS COJONES.
En cuestión de segundos se escucharon los hombres pidiendo perdón, me dio curiosidad y cuando los vi estaban en el piso retorciendo del dolor, y estaba pegado de Fernando Romanov, amigo de William de Matías.
-Grita-Y NO LA VUELVAN A TOCAR MAS NUNCA.
Realmente me sentí sonrojada, realmente Fernando actuó más amigo, que los amigos de mi ex, que nunca defendieron a sus parejas.
-Vámonos.
Me fui con él, durante el camino no lo podía dejar de ver, así que me levanté a besarlo, el me devuelve el beso con la misma pasión, hizo que mis 5 sentidos se desaparecieran, así estuvimos todo el recorrido, llegamos a su casa, el mar carga directo a su habitación, no desvestimos exponiéndonos nuestros cuerpos en el aire.
Sin braguitas y abierta de piernas, él jugaba lentamente con su clítoris. Ella jadeaba y se movía casi al compás del roce del dedo con su pequeño punto de placer, soltando de vez en cuando un pequeño quejido casi imperceptible.stán
Me acerqué, le besé en la boca y empecé a manosearle suavemente sus pequeños pechos y su pezones rectos y duros, seguimos así un buen rato, aprovechando de vez en cuando para besarle cada pezón. Fernando se acercaba, le besaba y lamía un pecho y a la vez, yo lo hacía con el otro, su pene estaba totalmente húmedo y ella tenía ganas de ser follada, pero aún teníamos que jugar mucho más.
Yo empezó a tocarle su pene Fernando se sentó en un sillón, él me dijo para ser sumisa y yo accedí hacer su sumisa, me pongo de rodillas agarre su pene en la boca y ella la lamía gustosamente por todos sus recovecos. Con los labios, subía y bajaba alrededor del glande y con la lengua la recorría de arriba a abajo.
Fernando me agarra la cabeza, y me ayudo a meter su pene en la boca, mientras lamia su pene, yo palabra siguió lamiendo por un buen rato mientras yo disfrutaba lamer su pene grandota de unos 16 mc, Fernando me penetraba con uno o dos dedos, en mi culito, el pene en mi boca , subía y bajaba ,la recorría en toda su extensión, lamiendo el glande, enroscando su lengua alrededor de él, haciendo que mi polla estuviera tan recta que hasta me dolía de placer, sacó unas esposas con tela alrededor y le ató las manos a la espalda, mientras yo seguía lamiéndome la polla, pero esta vez no tenía donde apoyarse.
Yo estaba muy húmeda, luego de venirme dentro de mi boca, Fernando me voltea, el me penetra salvajemente y yo estaba jadeando de placer, empezó su embestidura, su cuerpo se movía hacia detrás y hacia delante.
Al poco, un gritito sordo y una serie de espasmos nos indicaban que nos corrimos, Fernando y yo nos dimos unas cuantas embestidas más.
Al rato tomamos unas copas, charlamos un poco, sentados los tres desnudos en la cama de Fernando, mientras, aún algo cansada pero muy húmeda, nos tocaba con suavidad a los dos, entre sorbo y sorbo de las copas que ambos tomábamos.
Así estuvimos un rato, luego de eso seguimos follando toda la noche.
Fin.
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