Habían pasado un par de días desde que Tails cayó en la madriguera del conejo. Buscó en muchos sitios web y foros dedicados a chicos travestis. Incluso reunió el coraje para hacerles preguntas. Sorprendentemente, eran una comunidad muy solidaria. Dándole a Tails, un aspirante a travesti que aún no ha dado el paso definitivo, todo tipo de consejos. Finalmente, su corazón estaba listo y compró sus primeros conjuntos en línea.

Empezó con prendas sencillas. Ropa de chica normal. Nada sexy, solo algo bonito. Bragas normales, faldas largas, blusas y otros accesorios. También empezó a aprender a usar maquillaje, por supuesto, lo primero que aprendió fue lo caro que era. Sin embargo, siguió adelante. Con el tiempo, se animó y compró algunas cosas atrevidas. Ropa que mostraba más piel. Lencería. Etc.

Cuando Tails finalmente pensó que sus habilidades con el maquillaje eran lo suficientemente buenas, consideró publicar su primera foto. Optó por algo simple, no estaba listo para que la gente viera sus partes íntimas todavía, y eligió un suéter con los hombros descubiertos. Era lo suficientemente largo como para cubrir su entrepierna, así que decidió no usar pantalones, solo bragas, siempre y cuando mantuviera los ángulos correctos. Y, por supuesto, una prenda de vestir muy popular, medias altas. Tantos travestis las usaban, que bien podría unirse a la moda.

Por supuesto, el toque final fue una máscara. Aunque dudaba que alguno de sus amigos navegara por este sitio, quería tener cuidado. Tails incluso hizo un esfuerzo adicional y se puso una máscara que decía: PERRA. Lo hizo sentir travieso, pero eso era lo que buscaba.

Se puso frente al espejo, mostró su trasero y la protuberancia de sus pequeñas bolas escondidas detrás de unas bragas de rayas, se aseguró de obtener un buen ángulo de sus hombros desnudos y tomó su primera foto. Ya había tomado varias fotos más, pero esta sería la primera para los foros.

Tails tomó un par más y los publicó en línea. Con el corazón acelerado, su mente intentó degradarlo. Le dijo que no era lo suficientemente lindo para hacer esto. Que la gente lo encontraría feo, repulsivo y pervertido. Que esto era un error.

Lo siguiente que supo fue que debajo de sus fotos aparecieron comentarios que le decían lo hermoso que era. Aparecieron números junto al botón de aprobación. Y por primera vez en la vida de Tails, no se avergonzaba de su figura femenina.

Al ver el amor, decidió arriesgarlo todo. Bueno, no todo, todo, solo un poco más. Se arrodilló frente al espejo y se levantó el suéter para mostrar su diminuto pene. Lo frotó suavemente, dejando que la sangre fluyera, hasta que un pene de cinco centímetros se erigió y estiró sus bragas.

Tails también se bajó el cuello para revelar un solo pezón. No llevaba sujetador, por supuesto que no hacía falta. Con esa pose, lo único que podía pensar era que era perfecto.