Capítulo XXXVIII: The Family Jewels.
Masao había sentido el fracaso una y otra vez golpeando su puerta, intentando entrar a la fuerza a su vida, sentirse derrotada no estaba en sus planes de vida, así que golpeaba y pateaba con fuerza al fracaso de su vida hasta ese momento. Fue cómo estar dormida y despertar con un golpe en la cabeza de lo que estaba pasando y haciendo.
Había tantas cosas que quería decir antes de partir a la casa familiar.
Pero no tenía ni la cara ni el coraje para volver a ver a su madre después de que la encontrará en esa clínica con su padre, verla tan angustiada y casi al desmayarse cuándo le revelaron que le habían apuñalado durante la pelea era algo imperdonable que nunca podría compensar, cómo se le aferraba a la puerta conteniendo esas lagrimas hasta caer de rodillas en la cama donde descansaba. Ver a su mamá, su mayor heroína caer de rodillas y agradecerle al cielo por que una hija tan problemática y malcriada cómo ella estaba viva.
¿Cómo se supone que podía verla ahora?.
¿Qué mal estaba pagando su madre por tenerla?.
━━ Es mi castigo. Tengo que aceptarlo a cómo de lugar. -Se dijo una vez acabada la segunda maleta estaba lista, un hombre vestido de traje y corbata apareció por la puerta, dos toques en ella, Masao hizo una señal con la cabeza para que la llevaran al auto que la esperaba debajo.- ━━ Llévalo con cuidado hay pesas ahí dentro, si alguna se pierde no tendré ninguna consideración. -Pasando al lado de hombre Masao se dirigió a la cocina, dónde su madre le daba la espalda, moviendo uno que otro utensilio.
Apretó los puños, alguien quién no temía de encarar a los mayores ahora sentía una profunda pena de ver a su propia madre, las palabras aunque estuvieran ansiosas por salir, tanto su corazón y su boca permanecen cerrados por el miedo a que pudieran ser rechazados. Sin saber que podía decir o hacer que rompiera el hielo.
━━ Ya me voy.
Eso era todo, no quería una despedida demasiado sentimental, probablemente su madre estaba enojada con ella, desde que había llegado a casa supo que la cago en grande cuándo al llegar a casa con su padre, su madre sólo se sentó en la sala de su casa mientras la mandaba a su habitación en silencio, su padre por otro lado, le sonreía con demasiada tranquilidad que debía admitir que temía de lo que fuera a pasar con ellos dos, intentó estar cerca de la puerta, pero ellos solo murmuraban entre y de un momento a otro.
El secretismo con el que las cosas eran llevadas era una tortura, y por eso lo hacían, sabían que ella eventualmente estaría escuchando, se fue furiosa a la cama, no estaba para que sus padres le hicieran berrear de esa manera luego de tener que afrontar la muerte de una persona de frente. Honestamente Masao se pregunto que estaba mal que esperara algún tipo de consuelo por parte de ambos. Era lógico.
Aunque ese razonamiento se fue esfumando tan pronto cómo sus parpados caían pesadamente sobre sus ojos hinchados.
Ellos no eran una familia. Así que no tenía porque esperar nada de esas cosas.
Por qué para Masao, cosas cómo la unión familiar y todo lo que consistían y formaban un núcleo sólo existían en la televisión, siempre que pasaba un problema la dejaban de lado y cuchicheaban entre ellos, debatiendo que pasaría a continuación. Podría buscar la perfección en ella, pero estaba claro que en su "familia" nunca habría algo cómo tal, por lo que era mejor dejar de esperar que cosas así pasarán.
Y este horrible silencio era una de esas cosas que debían pasar. Con la cara por los suelos con una que otra curita o parche estaba lista para irse. Sus pies estaban aferrándose al grito de su pecho que imploraba a su madre que la volviera a ver, su cerebro rompió dichas esperanzas con unas cuántas palabras.
Cómo era habitual en ella, la ira reemplazaba fácil y sencillamente a la tristeza, el huracán de resentimiento que se hacía en su pecho zangoloteaba todo a su alrededor desde lo profundo sacando viejos problemas, y por un momento juró que lo mejor para ambas sería no volver a verse.
¿Por qué siempre tienes que ser así? ¿Por qué me tienes que tratar con cariño y amor cuándo estoy tranquila? ¡Pero si me porto mal, entonces ni siquiera quieres hablarme!. ¡Siempre es lo mismo contigo, simplemente no puedo soportarlo más!.
¿Es tanta tu rabia por el hombre ese que cualquier mal comportamiento mío te recuerda a él?.
La puerta se azotó, intencional o no, aparentemente eso ya no importaba más. Aún si eran unos días, unas semanas lo que fuese que fuera a durar ese castigo, no sabía cómo sería la relación con su madre luego de este trágico acontecimiento en sus vidas pero definitivamente no volvería a ser el mismo. Quizá no.
Quería irse cuánto antes, se movía de prisa con los puños cerrados y la vista de frente, era su manera de hacer cómo si las cosas no importarán más allá de ella, que todo pasaba frente de sus ojos sin más, ni penas ni glorias, esa era La Gran Bushida Masao.
━━¿Ma-Kun, A dónde vas?. -Esa dulce voz fue una brisa para sus oídos humeantes, la expresión severa en su rostro se flexionó casi al instantes para demostrar su neutralidad ante todo, Hinata seguramente había salido por el alboroto, era de esperarse en alguien cómo ella. Tan tranquila y refinada, quién siempre parecía llegar a los problemas cómo una especie de santidad.- ━━¿Quiénes son esos hombres detrás de ti?.
Su pequeña voz llena de confusión y miedo, el lunar tan tierno que la así verse cómo una muñequita de porcelana moldeable, su presencia que no la alteraba. Masao tuvo que respirar unos segundos antes de contestar.
━━ Son unos conocidos de mi viejo, pasaré un tiempo las fiestas con él aparentemente. Quizá nos veamos en algún momento. -Quería cortar la conversación lo antes posible, de repente sus piernas se sentían tan juguetonas que querían salir huyendo, Hinata no pareció convencida ante tal asunto, siguió presionando con su amabilidad.
━━¿Estás segura con eso?. -Masao le miró arqueando una ceja, vagamente le preguntó que se refería con eso. Pero Hinata siendo la chica más decidida, y probablemente la más valiente de todas la que ha conocido se le acercó sin miedo alguno.
Plantándose cara a cara con Masao, quién sólo podía verla con la incógnita de saber que estaba cruzando por la cabeza de Tachibana, desde la primera vez que pudo verla en acción, es decir cuándo ella abofeteó al Gran y Temible Mikey, la veía cómo alguien demasiado imprudente y tonta por hacer cosas de la nada sin un fin determinado.
Pero eso era lo bello de Tachibana Hinata. Su espontaneidad.
Dio una mirada rápida a esos dos, la respuesta a eso era tan simple que las palabras estaban de más.
━━ No estoy pensando justo ahora lo que hago. Es extraño pero me siento cómo si mi cuerpo y mente no estuvieran coordinándose. Creo que ahora si fue una gran paliza, descansaré y volveré pronto.
Tampoco compro esa, de verdad estaba esperando que Hina le diera una bofetada para que le hiciera despertar de ese maldito sueño andante con el que sus pies se columpiaban en el pavimento, respuestas de práctica saliendo de su boca. Otra vez6t43, ese malestar en el estómago que le daban ganas de ir al baño.
Al intentar una vez más irse, Hina nuevamente y sin apuros le sujeto de la mano, no era una agarrada de mano firme ni menos de eso, no que va, fácilmente se puede deshacer de ella con un pequeño y ligero empujón. Cómo el de un lazo de ceda, sencillo.
Pero si ni así podía soltarse. Entonces para que irse.
Vagos recuerdos de su niñez pasaron fugazmente ante sus ojos, revolviendo su cabeza de un lado a otro intentando no pensar en ello, lo menos que quería era amargarse más por ello, que sentido tenía, ninguno. Lo hecho hecho ya estaba, para que llorar si los muertos no regresaban.
¡Por eso no quiso ir al funeral en primer lugar!.
No soportaba ver a la gente llorarle a una caja con un cuerpo allí dentro que ni los escuchará, no saldrá de ella para abrazarlos y decirles lo bella que es la muerte, que hay un cielo piadoso o un horrible infierno al otro lado de la tenue luz que todos ven al morir y la cuál olvidan al nacer. Llorar a lo que no existe, a la conciencia. ¡No tenía ningún sentido!.
¿Qué se suponía que tenía que hacer?. ¿Por qué la muerte era tan fría y cruel?.
¿Por que no podía simplemente quedarse con lo bueno de haber vivido?. Así los recordaría en sus buenos momentos, y no en un saco negro.
Esa mano, aquella tierna e inocente mano que ahora el agarre se puso firme y seguro, cómo una señal de Hina en decir que no estaba sola en aquel entonces, que sin importa cuán dura intentara parecer la realidad de todo tarde o temprano saldría a la luz de forma bochornosa.
Sin embargo, Masao se empeñó en romper eso.
━━ Tachibana-San, suéltame. -No se digno a verle, Hinata negó feroz con un claro y fuerte no. Masao se calentó, la cabeza y los nervios se desconcertaron ciertamente para mal. Levantando el puño cómo un corazón, alzándolo amenazadoramente frente a Hinata. Y por un momento en serio que tuvo la intención de estrellárselo con todas sus fuerzas en la cara. Directamente al lunar que adorna su precioso labio.
Pero nuevamente, Masao se estaba mintiendo de que ella era realmente capaz de hacer algo cómo eso. Por eso, Hina al ni siquiera sentirse amenazada ni con la vista de una persona trastornada de si misma acabo por vencerla. Sin mover ningún músculo o tener una reacción.
Amargamente se burló, no de ella, sino de toda esa mierda. Sujetándose la cara con ambas manos cómo si le ardiera respirar, Hina gentilmente la acunó en brazos cómo Masao esperó que alguien hiciera por él, daba lástima, estaba dando su peor momento y en frente de los hombres de su padre que siempre dice que su hija es una persona ruda y madura.
Por Dios, sólo tiene 15 años.
━━¡Ja!. -Espetó desde la más amarga visera de su cuerpo. Escupido cómo veneno negro.
Era igual a una cadena, una pesada y ostentosa cadena de plata cubriendo su cuerpo entero, por mas que intentará desenredarla, romperla, escaparse, sabía de antemano que nada de aquello se haría a menos que fuera al inicio de esta misma, si, ese maldito lugar donde todo empezó a salir mal. Sus raíces que sentía más cómo un peso que una bendición.
Si, esto era un castigo.
Miró una última vez el complejo de apartamentos, un hermoso y tranquilo edificio en una zona segura y sin problemas más allá de lo cotidiano. Más sin embargo, sabía que esto no era ningún adiós, seguía siendo una despedida.
━━ Sube la ventana y vamos a la maldita casa de mi maldito viejo. Si lo que quiere es desatar el infierno, perfecto. Le mostraré mi infierno.
Y así se fue, vio con el corazón hecho trizas cómo un lujo auto de color negro que ella conocía a la perfección se desplazaba lejos de su pequeño hogar, con el pulso a mil y una comida empacada en sus manos con mucho cuidado para que nada se saliera, dulces y deliciosos empanada de maduro frito que ya no serían degustados por su mayor consumidor. No en un buen tiempo.
La madre orgullosa, era tan orgullosa que ni su tan incondicional amor eterno por su hija fue capaz de derribar esa barrera entre ellas. Su lenguaje de amor, la cocina. Se enfriaba en sus manos temblorosas, cayendo de rodillas al cerrar la puerta de la casa y romperse en llanto aún con el paquete que había preparado para que Masao comiera en el camino. Ahora estaba arruinado con las lágrimas de una tonta y orgullosa mujer.
Verdaderamente. Era la joya de la familia.
Bushida Masanori nunca se retrato a él mismo cómo un hombre pegado a su familia en Japón, la familia que normalmente tenía que presentar para mostrar su buena imagen y toda la mierda era un bonito retrato que mostrar a hombres anticuados para levantar la cara y el apellido, todo lo que conllevaba el peso cómo el único de los hijos de su anciano padre. Mejor descrito; El único hijo legítimo de su padre.
Un hombre a quién ni siquiera le importaba su propia sangre.
En retrospectiva, Masanori podría hacer alarde de lo dura que fue su niñez con padres que no le prestaban la mínima atención y toda esa melodramática e incómoda situación en la que no habría porque entrar en detalles.
Al contrario, el venir de un entorno tan hostil y lejos del afecto humano lo hizo quién era ahora. Masanori miraba su desgracia cómo una prueba de su fuerza de voluntad, porque ser desdichado era su privilegio, así nunca tendría que tocarse el corazón por nada ni por nadie. Rodeado de todas las mujeres que el pidiera, podía usarlas y tirarlas a su antojo cuántas veces el deseara, los mejores cocteles y la mejor ropa. Toda esa ostentosa vida de un rico podrido en plata, su cabeza daba vueltas en todas las direcciones posibles de dicho estilo de vida.
No obstante, más adelante se le abriría un nuevo camino que pondría su vida de cabeza.
━━ Eso es todo lo que tengo para decir. -Hablaba en un tono carismático, sonrisa emperlada y brillante cómo los anillos en sus dedos adornando la vista del típico hombre de negocios.- ━━ Confieso que no estaba del todo convencido de prestar sus servicios a personas cómo ustedes, pero entenderán que no es fácil para alguien tan anticuado confiar en la juventud de ahora. Especialmente cuándo es sobre estos temas.
━━ Es entendible. De ser sincero con usted, esta solicitud no es del tipo de cosas de las cuales estamos acostumbrados a ver. -Crujían los papeles en manos del corpulento hombre, ojeando con mucho cuidado cada una de estás, el tipo lo miraba con seriedad. Si era honesto, hubiera rechazado la petición de este tipo tan raro.- ━━ Bastante inusual.
Taiju miró una vez más la hoja en su mano, adjuntando otra fotografía de la persona a que el extraño hombre no dejaba de ver con detenimiento. Shiba sonrió divertido, después de todo su inútil hermano finalmente había hecho lo que pedía.
━━¿Qué es tan gracioso?. -Dijo con severidad Masanori, casi lanzando una mirada de muerte fría. aún si Taiju no se inmutaba ante nada, menos contra un viejo raro cómo este. Sin embargo Koko tenía razón en decir que era buen dinero por un trabajo tan sencillo. Era una molestia para él tratar con hombres así.
━━ Es sólo una chiquilla. No veo por que hace tanto problema, ¿O es que acaso sus hombres no pueden con ella?. -Taiju lanzó casi con desdén la foto que Masanori le había dado, la foto de Masao en su uniforme escolar de cuerpo completo donde saltaba a relucir su suéter rojo, Masanori siguió el movimiento de la hoja con sus ojos, luego viendo detenidamente al impertinente muchacho.
Resopló exhausto de la situación, y principalmente estaba maquinando en su cabeza alguna forma de no mandar todo a la mierda con esos delincuentes, pero dada a las circunstancias y de lo poco eficiente que sus hombres habían resultado tomó una decisión bastante desesperada a su parecer, y sólo lo hizo únicamente por recomendaciones de unos conocidos que ya habían tratado con esto nefastos autodenominados Black Dragons. Se levantó de la silla muy a su comodidad.
━━ Me gustaría no tener que recurrir a pandillas del bajo mundo para esto, pero no puedo permitir que siga actuando cómo lo ha hecho. Especialmente cuándo son más de los suyos que hacen que mi hija se meta en problemas. -Cruzaba sus manos en su espalda y caminaba por el amplió salón en una sola dirección, un cuadro de exhibición.- ━━ Ella es mejor que esto. -Dijo señalando una fotografía, una foto donde estaba Masao peleando con el uniforme de la Tokyo Manji en el deposito.- ━━¿Comprende?.
La misma cara, la misma joven de la fotografía. Diferentes ángulos.
Taiju podía comprender lo que aquel excéntrico y extraño padre trataba de decir. Pero para él le daba exactamente igual, le daba razón en una cosa. Eran mejores que una pandilla de mocosos sin propósito.
━━ Entendido. ¿Hay alguna otra cosa que deba saber antes de terminar nuestra pequeña charla? Señor Bushida. -Se estaba cansando de ser visto por debajo, incluso ahora estaban cerrando un trato bastante jugoso ese hombre sonreía cómo un idiota a su celular. La paciencia se le estaba agotando.
Si, Masanori lo hacía de forma deliberada. Camino al lado de Taiju, y si Taiju era alto, Masanori le rebasaba por insignificantes 6cm de más. Nuevamente, una manera directa de recordarle con quién estaba hablando, y otra demostración de ello fue cuándo Masanori quién harto de su condescendencia sin ningún esfuerzo o señal de ello, rompió su teléfono con una sola mano hasta hacerlo trizas, y una vez que los restos cayeron al escritorio, de un puñetazo partió la parte frontal del mueble.
Taiju quedó en silencio.
━━ Recuerda una cosa para mantenerte vivo hasta que el contrato se aplace; Mi primogénita es un diamante, es limpia y dura de romper, sin embargo si veo un rasguño alguna mancha o un cabello suyo fuera de lugar mientras este bajo su cuidado, el trato se cancela y toda tu pandilla pagará las consecuencias, ¿Entiendes?. -Masanori no espero una respuesta de Taiju, el trato había sido concretado, y entonces habrían perdido tiempo para nada. Masanori palmeó su hombro con fuerza, manteniendo la calma y un rostro apacible desplazándose hasta la puerta, dando un último adiós.- ━━ Siéntete libre de volver mañana a la dirección que le dimos ese asistente tuyo, es probable que mañana tengas mucho trabajo que hacer.
Su cara decía muchas cosas con solo un ceño tan fruncido cómo podía ser el suyo, fastidio por tener que hacer de niñero de una maldita niña mimada, enojo de que un anciano cómo este le estuviera hablando cómo si fuera un empleaducho cualquiera, efectivamente eso era en su mente. Si trabajas para alguien eres su empleado. La autonomía pasaba a segundo plano.
El impacto seguía ahí.
━━¿Quién mierda se supone que es este anciano?. -Quedó claro una cosa, no es un hombre de simples amenazas, respetaba eso a gran medida incluso si era un viejo bastante extraño con ese tema de la hija que se desvía del camino de la rectitud.
Durante las largas dos horas de carretera, Masao había despertado con el sonido de su celular repicando, dudando por momentos en contestar pensando quién podría ser, si se trataba de Tenjiku ella prefería que sólo le mandarán un mensaje que oírlo, aún Izana era muy insistente con lo que le pidió. Tampoco se molestó en ver quién era cuándo el sonido de su voz chistosa golpeo su tímpano.
━━-"¡¿Ma-Kun, Es cierto que te mudarás?!. ¡Hina-Chan vio hombres salir y entrar a tu casa!." -Indiscutiblemente era Takemichi del otro lado de la línea, a Masao le hacía un poco de gracia que ahora la voz de ese chico le trajera cierto confortamiento ante tal desastre. Cómo un premio de consolación. Antes de contestar oyó un pequeño forcejeo del otro lado, una segunda voz que le arrebataba el teléfono.- ━━"¡Dame eso! ¿¡Qué es eso que te estás mudando de casa?! Nunca nos dijiste algo cómo eso."
━━ Nunca dije eso. -Maldición, se dijo prestando atención al frente mirando en el retrovisor, los hombres de su padre podían oír la conversación si se adelantaba. Y el tipo al costado ya era lo suficientemente molesto.- ━━ Mi padre. -Dios sabe cuánto le peso decirlo.- ━━ Quiere que este en su casa hasta que me recupere del todo, la herida en mi estómago aunque no fue mortal fui muy descuidada y me sobre exigí, sólo será por un tiempo que me recupere y entonces volveré al apartamento.
━━"Takemichi y yo queríamos ir a verte, pero tu madre nos dijo que estabas descansando y aparte en serios problemas. En verdad, lo sentimos."
━━ Olvídenlo. Por eso vine acá, este es uno de mis problemas. Seguiremos la conversación en algún momento. Tengo que irme en seguida.
━━"A guarda un segundo, Ma-kun. ¿Si estás con tu padre significa que ya no podrás estar en la ToMan? ¿No nos volveremos a ver?." -Pregunto Takemichi preocupado al conseguir su teléfono de vuelta, las razones que tenía el chico para preguntar tal cosa y tener miedo de la respuesta eran claras, terminaría muerto en poco tiempo si hacía eso el solo. Debía pensar mejor las cosas a partir de ese punto.
Y lo primero que debía hacer, era cortarlo.
━━ Nunca estuve dentro, ¿recuerdas?. Obtuve lo que quería de ustedes y mira cómo termine. Cómo las cosas acabaron para todos. ¿Piensas que me quedare en un grupo de niños jugando a ser adultos? No me hagas reír. -A este punto probablemente Takemichi tendría una cara de asombro concreta, quizá estaría decepcionado. Ese era su silencio, luego oyó el insulto que Chifuyu lanzó en su contra. Estaba siendo despiadada.- ━━ Ha este paso lo único que será de nosotros son cadáveres. ¿Piensas seguir jugando al héroe?.
Takemichi quedó petrificado, no respondió y su rostro paso del asombro a uno atento.
Esa era la señal de Ma-Kun.
━━ Hay piedras dentro de mis zapatos, no puedo ni pensar a gusto de lo fastidiosos que son. Deberías revisar por ti mismo. -Lanzó una ojeada mas al frente, los ojos del conductor no se desvían del camino, pero la retina era obvio el movimiento para la parte trasera del vehículo donde Masao tenía la conversación, también cómo el otro la miraba de reojo.
━━"Entiendo. No te molestaremos más."
Cortó, por fin había cortado. Ahora podía ir relajándose en la ventana cómo si nada. Y esperar con ansiedad el momento en que tenga que volver a pisar cada maldito pedazo de tierra de esa casa, y especialmente.
Volver a ver a esa mujer.
En todo caso, Masao ya no era una niña que simplemente estaría allí sin hacer nada, de hecho ni de pequeña había dejado descansar a esa tipa en paz, lo más sencillo de lidiar era ese anciano ya que su demandante trabajo no le permitía estar mucho tiempo en casa, Masao tomaría unas vacaciones de todo se decía, unas tediosas pero divertidas si se trataba de hacerle la vida a la esposa de su padre un infierno.
Y en serio que necesitaba desquitarse con alguien, ese maldita pelea en el depósito había dejado secuelas tanto en su cuerpo cómo en su mente, y cómo anteriormente supuso que pasaría; No podría borrar eso.
━━ Ahora tengo una horrible cicatriz, una fea cicatriz. Aún si el tiempo pasa nunca voy a poder curarla. -Se decía a si misma mientras se tocaba con suavidad la venda debajo de la ropa. El hombre a su lado, le aclaró que no necesariamente tendría que vivir con esa marca, que si ella deseaba podían averiguar cómo esconderla. Masao declinó la oferta, puesto que ella nunca se preocupo por la cicatriz de su cuerpo.
Su cuerpo, inciertamente curaría la cicatriz que ese chico tigre le hizo desaparecería conforme pasara el tiempo, si era más optimista se haría de un buen cosmético o lo que fuera para hacerla menos visible.
No obstante, la cicatriz a la que se refería era mucho más que una simple abertura física.
Por supuesto que algo así nunca sería borrado con tanta facilidad, siempre lo recordaría con esa sonrisa llena de arrogancia, esa era la forma en la que seguramente Baji prefería que lo recordaran.
━━ Estoy cansada, despiértenme cuándo lleguemos.
Takemichi quedó poco más de un minuto mirando su celular luego de cortar la llamada, sentía sus manos tan frías para ponerlas en su nuca en un momento así, en cambio miró a su amigo Chifuyu que parecía estar más que cabreado por la situación, el chico no se tomo un respiro cuándo su boca empezó con una lluvia ácida de palabras.
━━¿"Un juego de niño" dijo?. ¡No me joda esa maldita! Sabía que no era una persona confiable pero esto, esto ya aborda a lo cínico. ¿¡Siquiera le importo la causa por la que peleamos en el depósito!?. -Quizá todo ese compañerismo era una fantasía, quizá de verdad Masao estaba pretendiendo.
Las heridas seguían frescas después de todo y era comprensible que Chifuyu siguiera sensible respecto al asunto de Baji, todos lo estaban desde ese día hasta ahora no habían tenido tanto contacto cómo antes, Mikey parecía estar reclusión estando un tiempo lejos de la supervisión de Draken algo que a Takemichi le angustiaba de sobre manera, y sus razones eran más que claras. Si, lograron de cierto modo cambiar el rumbo de las cosas antes que Kisaki ganará la batalla, si también es cierto que las cosas serían complicadas con Masao lejos y Kisaki estando todavía dentro del círculo de la ToMan.
Chifuyu se secaba las lágrimas violentamente con la manga de su camisa, y entonces volteó a ver a su compañero, quién al igual que él no estaba del todo bien. Y se supone que era un adulto en el cuerpo de un niño, y sin embargo seguía comportándose cómo tal.
━━ Te equivocas Chifuyu, Ma-kun está sufriendo por la muerte de Baji al igual que todos. Pero ahora ella se encuentra atadas de manos.
━━ Tú si que le tienes fe, que acaso no oíste cómo te hablo y la forma que se expresó de nosotros.
━━ Ma-kun dijo; Hay piedras en mis zapatos. No hace mucho Ma-kun me dijo que si quería ayudarme lo haría de forma algo limitada por si algo pasaba en el trayecto sería una buena idea tener frases de seguridad, la frase piedras en los zapatos es que alguien esta ahí y no puede hablar libremente. Si ese es el caso, y Masao esta en casa de su padre. No sé cuándo la volveremos a ver.
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