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Capítulo V: The Hermit Frog.

¿No solía ser amable?. ¡Nunca se imagino que su mente fuera sucia!.

No, no, no.
¿Es cierto que los doctores le hicieron sentir el diablo por dentro?. ¡Fue tan estúpida esa declaración!.

Nadie le dice a los niños que se corazón era un globo de cristal que explota si dejas que vuele demasiado alto.

Esa maldita habitación...Y esa maldita mujer que quiso deshacerse de ella, entonces si pudo sentir al demonio susurrando su pequeño oído. Descansando en su pequeña cabeza.

Rompió su globo de cristal.

━━ Huh, ¿Qué?.

Menos mal, había despertado antes que el tren pasara su estación y hubiera tenido que regresar a casa caminando.

De pronto se sintió cómo si hubiese despertado de un sueño.

━━ Veamos, "Hanagaki Takemichi."

Por suerte había guardado su dirección de correo antes de irse, lo cito a hablar a solas, pero desistió, por lo absurdamente conveniente que fue ese encuentro.

Cómo de costumbre llego a su casa, se quitó lo zapatos, doblo su abrigo y antes de irse a saludar a su madre, encontró a esta en la cocina recostada en el refrigerador con una mirada que ya reconocía.

Un dolor punzante en su cabeza se hizo presente, apretando al quijada en forma de protesta, pero de cualquier modo, negociar no era opción. Cada vez que él está cerca sentía como payasos bajaban y ponían una careta tonta.

━━ Oiga mi China, que la llama su Papá. -Dijo la mujer en su idioma, ya que de esa manera, el hombre no le entendería.

━━¿Y que cosa quiere el Cucho Gomelo este?. -Respondió haciendo mala cara. Y dejando su morral en el suelo.

━━ Ay mija, si yo supiera. Anda, no le voy a negar que te llame, y deja de hacer caretas.

Masao agarro de malas el teléfono mientras sobaba su sien con fuerza, al otro lado de la linea escucho la voz de aquel que se presento cómo su padre a los siete años.

Pero Masao lo detestaba por mas que el señor Bushida intentara llevarse bien con ella.

━━ "¿Masao?".

Al otro lado de la linea, se oía la voz de un hombre mayor y autoritario, que intentaba ablandar su voz para que su única hija mujer no pensara que estaba enfadado con ella por no invitarlo a la ceremonia de bienvenida del instituto. El señor no entendía porque su hija era tan fría con él.

━━ Hola.

La oyó decir secamente.

━━ "Hola, ¿cómo esta yéndote en el nuevo instituto?."

━━ Bien, pero tengo mucha tarea que hacer.

Esa excusa ya la conocía, llevaba tres años oyéndola.

━━" Tu madre me había dicho que ibas a participar en un concurso de atletismo, ¿todavía estoy a tiempo de ir a verte?. Podríamos ir a tomar una helado luego del concurso." -Realmente tenia muchas ganas de ver a su hija, a veces pensaba que era despreciado y alejado por ella y no por su madre.

No,Ella siempre hacia un esfuerzo para que ellos dos se hablaran. Era una mujer de carácter duro. Que Masao fuera así de ruda no era del todo su culpa, los tres tenían temperamento fuerte.

Del otro lado, Masao podía ver a su madre desde la cocina haciéndole señas de que fuera cooperativa, y otras que no podía descifrar.

━━ Aja, y si te digo que vengas vas a llevar a la otra con sus culicagados encima. -Escucho un gruñido al otro lado de la bocina, si, a veces olvida que hay palabras que el "Cucho" entendía.

━━ "Te prometo que no, creo que es una buena oportunidad de que pasemos tiempo de padre e hija, iré a la ciudad por negocios la próxima semana, tal vez puedes acompañarme..."

━━ No, tu trabajo es aburrido. Adiós. -Azoto el teléfono contra el sofá, luego se dio cuenta que no era el suyo y su cuerpo quedo congelado sintiendo la mirada amenazadora de su madre.

Ahora estaba en el sillón, con una camiseta grande negro y calcetines, y para decorar, un enorme chichón en la cabeza cortesía de su madre. En el espejo de la sala, la señora se preparaba para salir a trabajar en el turno nocturno de esa noche.

━━ Mija, ¿Y usted hasta cuándo va a seguir enojada con su Papá?. -Dijo con notable preocupación, ya eran 8 años desde que lo vio en persona y ni esa alejamiento sirvió de nada. Masao era terca cómo una mula.

━━ Me dijiste que no debía sentirme obligada a quererlo. -Hablo en defensa cambiando los canales nacionales. Apretaba muy fuerte los botones del control, hubo un peso en el sofá. Salome la abrazo cómo consuelo.

Su instinto de madre le decía que lo necesitaba.

━━ Masao, se que no es tu intención ser dura con él. No fue culpa tuya lo que paso, de hecho, nada de lo que paso después de ti fue tu culpa. Ambos debimos protegerte, nunca debí permitirte que el malparido ese te trajera a Japón sin mi.

Masao giro su vista a un porta retrato de la mesa, una foto de cuándo su madre la tuvo en brazos por primera vez en un hospital en Colombia, para ese entonces, su madre recién cumplía 19 años. Y al otro lado en una parte recortada, había un hombre de traje negro, acariciando la cabeza de Masao bebe.

Su padre, que para aquel entonces tenia 33 años.

Repugnante, repugnante, eso era.

━━ No se de que hablas Mamá. Sólo tengo recuerdos de casa en los barrios de Bogotá. - Recordaba el infierno de casa donde la llevo su progenitor. Pero, siempre los reemplazo con los de la vieja casa de los señores, las arepas y los perros ladrándole en la entrada cuando regresaba del colegio. Y el maldito calor de la zona.

El barrio de Bogotá y las casa pintorescas, las carreras que hacia con otros niños, y los libros de texto rompiéndole la columna.

━━ Adivina que te hice de comer. -Trato de cambiar el tema, Masao dejo de ver la tele un rato para verla fijamente. - ━━ Te preparé Arepas de queso.

Pareciera cómo si sus ojos se iluminaran en segundos, al mismo que corría a la cocina y verificaba en el microondas, la señora Salomé miro con alegría lo rápido que se le subía el animo a su hija cuando mencionaba su plato favorito.

Sin embargo, la mujer estaba preocupada por la relación padre e hija que se deteriora con el pasar de los años, los padres de Salomé al ser latinos siempre le insistieron que no importa lo que pase la familia es lo mas importante, pero ahora.

Estaba dudando de que siempre fuera así. Reconoció el esfuerzo que ese sujeto hacia por ganársela, no cualquiera hace eso, menos teniendo una niña tan obstinada y que le contesta de maneras evasivas, pero tampoco podía obligar a que algo pasara.

━━¿Vas a salir hoy en la noche?. -Pregunto con bastante monotonía, confiaba en su hija, confiaba en la fuerza de Masao y su ingenio.

━━ No lo creo, hoy tuve un día aburrido que solo quiero estar en casa.

Cuándo su madre la dejo sola, Masao se dispuso a solo una cosa, y fue la charla que tuvo con Takemichi, Oh bueno, eso quería hacer, pero por algún motivo desistió de hacerlo, se estaba apresurando demasiado y se dejo llevar por el coraje del chico.

El coraje no era suficiente si seguías siendo un llorón. Masao pensó.

Hoy tuvo la oportunidad de ver a Sano Manjiro por breves minutos, los rumores eran ciertos, era alguien aterrador si su sola aura detonaba tal poder con solo una pisada, junto al otro tipo eran un dúo monstruoso.

Escucho un maullido.

━━ Ah cierto, tenemos un gato. -Rápidamente se levanto y abrió la puerta, campantemente entro el animal de esponjoso pelo negro a la casa, Masao lo miro con indignación, pues llevaba como tres días sin aparecer y venia como si nada.- ━━ En esta casa no se aceptan vagabundos.

El gato solo la miro de reojo, cómo si su mirada le dijera lo poco que le importaba su represaría. Masao le gustaba el gato, pero era muy narcisista para dejarse querer.

Cuándo iba a servirle se percato que el tarro con la comida del gato estaba casi vacía, reviso la despensa, tampoco había nada.

Era hora de salir al super de la esquina, bueno ni tan a la esquina. En menos de un minuto se puso una camiseta negra floja, y un pantalón que le quedaba algo grande, por ultimo tenis blancos.

Fue a la tienda, normal como siempre, pero tan pronto cómo estaba por salir, nuevamente estaba un sentimiento de incertidumbre de si esperar unos segundos o no en salir una vez, pero no lo decidió cuando ya estuvo a punto de salir en la tienda.

No paso nada,y solo se fue a casa, sin esperar que el día de mañana fuera otra aventura poco prevista.

Sin embargo, desde el punto de vista del narrador, les puede asegurar que no estaba del todo sola, desde un rincón del super mercado, uno encima del otro observando al ser andrógino que salio de la tienda.

━━ No puedo creerlo. -Dijo uno de ellos mirando atentamente.- ━━ ¿Estás seguro que ese es el tipo que golpeo a Pah-chin, Pe-yan?. Es algo enano.

Sinceramente, a Mitsuya le costaba asimilar que Pah-Chin perdiera una pelea con un oponente delgado y pequeño. Lo mas probable es que sea una confusión.

━━ Deberíamos atacarlo por la espalda para comprobar si es cierto.

━━ Es un poco arriesgado si no sabemos quién es, nunca había visto a un delincuente cómo ese, al menos no en mi escuela.

━━ Hasta no verlo, no creerlo. Mañana haremos una pequeña visita a su salón, y veremos que tan fuerte es esta persona contra uno de nosotros. -Sentencio uno tipo alto de rostro aterrador, a su lado otro tipo de pelo esponjoso asintió sin dejar su sonrisa.

━━¡De solo imaginar que Pah fue derrotado por alguien tan flaco me hace reír!.



La mañana paso tan lento que sintió que podría suicidarse afilando su lápiz y clavarlo en la yugular.

Le costaba estar en alerta durante matemáticas, la voz del profesor era tan monótona y gris que sus ojos rogaban cerrarse, con los ojos en blanco trato de estar despierta de forma sobrehumana, pero era imposible.

Cuando la campana sonó de golpe, se percato que había babeado su cuaderno en toda la clase, y no había copiado ni una sola cosa que estaba en el pizarrón.

Pero todo era muy diferente en educación física. Masao era el favorito del equipo de atletismo, y también de el entrenador, durante una carrera de calentamiento fue la primera en llegar contra sus compañeras, y también el primer lugar contra sus compañeros.

Gracias a las rutinas de ejercicio que realizo su condición era muy buena, y estaba emocionada por la competición.

Oh eso era antes de recibir la llamada de ese señor.

━━¡JuicyJuice!. ¡Tenemos un problema!.

Repentinamente, un de los chicos con quienes vio la pelea de ayer se presento de imprevisto al entrenamiento, por su cara, Masao pudo imaginar que no era nada bueno lo que venia a decir, se limpio rápidamente el sudor y se dirigió a la salida de la escuela, donde como se espero, varios de sus compañeros yacían en el piso.

Y en medio de ellos dos chicos con el uniforme de la ToMan.

━━¿Eres Bushida Masao?. -Dijo uno de ellos con el cabello plateado, y de su lado, un tipo de pelo rubio con ojos de gato.

Nota: Heyy, lamento no actualizar, pero me he enfermado de imprevisto, y para colmo estoy en finales de semestre

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