Si había algo que Yoongi amaba era la manzana dulce, la fruta hervida en agua azucarada hasta que pudiera partirla en trozos y sentir el caramelo en su lengua. Sin embargo, la manzana más dulce que alguna vez había tenido el honor de disfrutar, era en el aroma de Jimin.

Siempre había tenido curiosidad como de todos los aromas que portaba el omega, era específicamente ese acaramelado rojizo que nadie más que él podía oler, una vez casi peleó con Jungkook cuando el chico sorprendió a Jimin lanzándose a su cuello en busca de lo que tanto presumía Yoongi, pero sólo frunció el ceño cuando encontró, aunque igual de exquisito, un suave aroma a durazno fuerte, chocolate mentolado, un vino atrayente y ciruela madura.

Incluso tuvo que dejar de mencionarlo cuando Taehyung y un curioso Hoseok intentaron buscar también el famoso aroma, pero no consiguieron más que un Jimin enojado con las mejillas tan rojas como su suéter hablando de lo groseros que eran y sobre la importancia de los permisos a la hora de olfatear a una persona.

Aún así, el alfa no dejó de describírselo a Jimin, justo como en esos momentos.

Había salido de su largo baño para encontrar al omega en su habitación, con la recamara oliendo a que había sido limpiada recientemente, y con un improvisado nido en su cama, Jimin sonrió mientras dejaba una bandeja con comida.

En uno de los tazones metálicos, trozos de manzana acaramelados lo miraban tentadores.

—Esta bien si no me crees —murmuró Yoongi cuando metió algo del delicioso postre a su boca—, pero es un aroma tan... bueno.

Jimin se acercó con ojos soñadores, mirándolo con atención mientras su aroma se volvía cada vez más dulce, Yoongi no podía saber si era su nariz o su lengua disfrutando del sabor amanzanado.

—Te creo, hyung, ¿Qué más?

—Es... es así, pero también... tiene una esencia que me hace recordar navidad, ¿sabes? creo que, porque es el recuerdo feliz y caluroso, algo tibio, dulce pero suave, como... como algo que necesitarías para abrazar frente al fuego mientras escuchas las mismas historias de tu abuelo, algo... doméstico, algo para guardar en tu memoria para siempre.

Masticó el último pedazo y miró a Jimin, el omega lucia bastante relajado, con una sonrisa pequeña pero bastante sincera, se veía también soñoliento, incluso Yoongi se atrevió a lanzar un par de feromonas reconfortantes para el omega, sus mejillas tiñéndose de rojo cuando Jimin murmuró un pequeño gracias y se dejó caer en el nido.

—¿necesitas que lo diga de nuevo? Siempre te encanta escuchar como describo tu aroma...

—Eres la única persona que lo ha descrito de esa forma, desde que presente sólo escucho que tengo un buen aroma, pero sólo eso, a veces es simplemente demasiado dulce para las personas, o simplemente... como cualquier aroma de omega.

Yoongi asintió para si mismo en respuesta, entendía los estigmas por los que pasaban los omegas desde la perspectiva de Jimin. Muchas veces gruñó a las estilistas que intentaban enmascarar el aroma de Jimin por uno más superficial, o simplemente insinuaban que debería usar un aerosol neutralizador; aquello haciéndolo enojar, el aroma de una persona era tan íntimo, nadie tenía porque opinar sobre los aromas ajenos, era demasiado personal para siquiera pensar en hacerlo.

Además, al pensar en despertar un día y no poder oler a Jimin, su corazón se hacía pequeño con la tristeza de perder un placer tan grande en su vida.

Comenzó a comer algo de arroz y verduras al vapor, Jimin siempre le había hecho varias cosas con la idea de que necesitaba recuperarse y no perder energías para no enfermar tan pronto saliera de su rutina.

—Tu aroma también es bueno, ¿me permites hablar de él, hyung?

El alfa alzó sus cejas, inocente, asintiendo con anticipación.

Jimin sonrió, sus ojos cerrados, mientras abrazaba una almohada y escondía su rostro levemente entre las sábanas, su voz apenas siendo audible pero exacta para la desarrollada audición del mayor.

—Hueles a sándalo, madreselva, y también a lavanda —Yoongi asintió con ligereza, su madre cuando llegaba a verlo en vacaciones, siempre decía que había extrañado a su jardín favorito, especialmente por el fuerte aroma a sándalo que era el más dominante.

Jimin continuó: —Pero sobre todo... es tu aroma a petricor lo que me cautiva, es... como el respiro que necesito después de un día cansado, es un perfume tan fresco, tan... libre, me hace pensar en la lluvia y en como me gustan los días nublados, me hace sentir como si estuviese en la cima de una montaña y tuviera el control de mi independencia, mi autonomía justamente en las palmas de mi vida.

Yoongi bebió de su refresco con lentitud, no queriendo interrumpir al omega de su relato, lucia tan pacifico y tranquilo en sus sabanas, como si perteneciera ahí, como si ese nido fuera justamente al lugar al que ambos estaban destinados.

:—Tu aroma es nada más que la esencia de la libertad que tanto deseo.

La preocupación comenzó a envainarse a través del alfa—Minnie... ¿no te sientes libre?

Abriendo sus ojos por fin, Jimin le miró con una sonrisa—por supuesto que lo hago, pero eso no quita el hecho de que tenga responsabilidades como todos en esta vida... y al menos, contigo hyung, todo es más ameno, y me gusta, me gusta eso.

Casi pudo observar a su alfa dentro de su cabeza levantar las orejas cual cachorro atento.

—¿Sabes que significa eso?

Jimin ladeó su cabeza—¿Perdón?

—Significa que debes casarte conmigo, por supuesto, eso es, es nuestra señal —aclaró Yoongi mientras comía lo último de su gran tazón.

Jimin lo miró en silencio unos segundos antes de reír con alegría, volviendo a caer sobre el nido y rodando entre su risa.

—Por supuesto que sí, hyung, es más, cuando puedas comprarme una isla entera, ahí iremos de vacaciones, siempre quise una luna de miel en el mar.

Yoongi se giró a mirarlo al instante, la determinación pintando todo su rostro—¿Dónde exactamente?, ¿Cuándo?, ¿en que estación?, ¿te interesaría una extensión de territorio en Jeju? Puedo mover algunos contactos y-

Las risas nuevamente abundaron en el ambiente, Yoongi fue golpeado con suavidad con una felpuda almohada, Jimin se levantó solo para mover la pequeña mesilla de madera lejos y volver al nido con rapidez.

—Ven, vamos a tomar una siesta antes de que tenga que irme, ¿crees que tu rutina comience esta noche, hyung? —Jimin se quitó los calcetines y revolvió las grandes y acolchadas sabanas para meterse dentro, Yoongi pronto lo siguió mientras soltaba un suspiro placentero al sentir la calidez del omega en sus brazos.

Se abrazaron por minutos hasta que el mayor encontró voz para responder.

—Puede ser, ¿tienes que irte? ¿por qué te iras si de todas formas nos vamos a casar? ¡ouch!

Jimin pinchó la nariz del alfa con diversión—que descarado es usted, señor, ¿qué esta tratando de decirme?

Yoongi se movió, abrazando al omega vigorosamente contra su pecho, su nariz buscando el punto de unión para poder soñar con la dulzura frutal del rubio.

—Está bien, está bien, sólo... quedémonos así, por favor... un momento más.

Y ambos lo sabían muy dentro de su mente, Yoongi estaba consciente que especialmente hoy Jimin estaba siendo bastante permisivo, más allá de lo que una amistad normal pudiera permitirse, el alfa trataba de ser sensato de la intima posición y lo personal que era el olfatear al menor, pero estaba seguro de que Jimin igual lo pensaba, no había visto al chico hacer lo mismo con los demás, incluso Jimin solía irse por algunos días cuando las rutinas de los demás llegaban, con la excusa de que sus aromas fuertes hacían que no pudiera parar de estornudar o simplemente por preocupación, pero entonces aquí estaba Jimin, atento a lo que sucedía, y sobre todo, complaciente ante lo que sea que fueran...

—Pero en serio, conozco a alguien que vende departamentos en Jeju...

Una risa vibró desde lo más profundo del nido de almohadas y cobijas, Jimin se escuchaba divertido.

—Sólo duerme hyung, dueles sueños...

—Dulces sueños, Minnie. 

TT como mencioné en otra actualización, enferme y sí, pasó mucho tiempo, pero en realidad soy muy enfermiza, eso más el hecho de que mis actualizaciones no son tan continuas en general, sin embargo aprecio muchísimo el amor y apoyo que le dan a todos mis trabajos, y nuevamente espero estar aquí con ustedes ahora más que nunca, ¡Gracias por leer!

-susy