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l'tour suicide: la torre suicida.
⊱﹝死体パーティー﹞
¡Terrible! Oh, qué nefasto día pintaba ser éste en la calle Rue Morgue, los horrores cometidos en ésta zona han sido incalculables que ni la misma policía ha podido descifrar, que exactamente sucedía en esa zona. A lo largo de los años, a través de siglos, festividades, cumpleaños, y cualquier evento que ocurrió en el período de vida del mundo; la calle Rue Morgue se ha considerado una muy popular en el gentilicio de América del Norte. Asesinatos, desapariciones, magia negra, individuos extraños, entre otras cosas más se encontraban en los alrededores de esa calle. A la vuelta de la esquina, se encontraba un local que era dirigido por una extraña mujer pelirroja, muchos murmuraban y la señalaban puesto que ella; se había divorciado de su esposo y éste ese mismo día, desapareció de la nada. Apuntaban que ella tenía a un amante como criminal y había pedido que lo asesinara para arrojarle al río, donde la evidencia no la culparia pero claro; estos eran solo rumores y un rumor no se hacía realidad con chasquear los dedos.
El local que mantenía la joven dama era ni más ni menos, que uno donde vendían desde productos muy antiguos y usados hasta nuevos y renovados, ella promocionaba cada día cosas nuevas, haciendo que muchos visitantes de la misma calle o incluso turistas; se emocionaran y compraran lo que tenía en su inventario. Aunque eso fue hace mucho, cuando turistas nuevos llegaban a la calle Morgue y eran inconscientes del montón de casos que sucedieron en esa zona tan fúnebre. Ahora su local se convirtió en uno común, donde regularmente cruzaba uno que otro visitante pero no para comprar; sino a saludarla e incluso tomar el almuerzo con ella. Esté era un día de esos, la muchacha suspiraba con exhaustación al aburrimiento, anhelando de algún cliente que la sacara de su constante monotonía, alguien lo suficientemente interesante para poder hablarle sobre sus viejos cachivaches.
Un suspiro dejó soltar la pelirroja, su mano estaba posada en la mejilla sosteniendo su cabeza mientras miraba hacia el viejo reloj marrón, minutos pasaban y éstos se transformaron en horas hasta que llegó la hora de cerrar. De nuevo; nadie hizo acto de presencia y no tenía ganancias. La fémina recogió sus cosas y apagó las luces del local para después salir por la puerta principal, cuando la cerró y sacó la llave metálica; escuchó un llamado y sus orbes se posaron en aquél ruido. A la distancia y haciendo un esfuerzo para ver, la mujer adulta pudo ver unos cabellos negros, tan oscuros como la misma noche. La altura era el doble que la suya y portaba de un extraño traje, ¿era militar? Oh no, ¡qué fatídico! ¡Ella tenía malas experiencias con personas de la milicia! Se apresuró a cerrar pero entonces el masculino llegó hasta ella y la tomó de la muñeca, ella se asustó y trató de no pensar lo peor.
El hombre quien estaba agitado, hizo un esfuerzo para pronunciar ciertas palabras que transformaron su final del día; en uno bueno.
━ ¡Por favor, es urgente. Abra de nuevo su local! ¡¿Vende batutas?! ¡N-Necesito una urgente!━ Exclamó con la voz entrecortada debido a que corrió demasiado.
━ Si vendo pero... Ya cerramos, lo sien-━
━ ¡Por favor, hoy tengo mi primera presentación en mi nuevo puesto de trabajo y se me ha roto la mía! ¿No puede hacer una excepción? ¡Tengo dinero, puedo pagarle incluso el doble por haber abierto de nuevo su local después del toque de queda!━ volvió a hacer exclamaciones, su tono era exasperante y demandante, insistente... Interesante. En todos sus estando en ese local vendiendo y hablando de su mercancía, jamás se le había dado una situación como esa; que alguien llegara de después de haber cerrado y demande que ella re-abriera el local.
Una sonrisa surcó en los labios de ella, asintió sin darle respuesta, abrió la puerta principal y volvió a entrar a su local para luego encender las luces de su establecimiento. A los ojos del azabache pudo notar lo pulcro del lugar pero aún así, pudo ver que no era muy concurrido. Ciertos objetos le llamaron la atención, como espejos rotos, objetos puntiagudos, ojos en un envase de vidrio, la cantidad de relojes viejos, entre otras cosas. Cuando llegó al mostrador, la mujer alzó su dedo indicándole que la esperara, seguidamente su figura delgada se desvaneció entre las sombras donde no se fue a buscar lo pedido. Él esperó cierto tiempo y su vista pausó cuando la fémina llegó con un estuche.
━ ¿Cuál es tú nombre niño? No te ves de estos lares. ━ ante la pregunta, el chico de mordió su labio y bajó su mirada tratando de no hacer contacto visual con la pelirroja quién lo observaba curiosa.
━ O-Oh bueno, en eso tiene razón uhm...━ una de las manos del azabache se posó en su propia mano, donde rascó con nerviosismo su muñeca. ━ Edgar Allan Poe, vengo a Boston... P-Puede decirme Poe. ━
Al oír su nombre asintió. Vaya lejanía. Sinceramente Boston era mejor lugar que vivir en la calle Rue Morgue, se hubiera quedado allí. ¿Por qué no lo hizo? Vaya chico extraño.
━ Me agrada el nombre. Soy Lucy Montgomery, la dueña y vendedora de éste pequeño sitio. ━ se presentó la pelirroja. ━ Escúchame bien hombre, ésta es la única batuta que tengo, la quiero devuelta para mañana. ¿Si? Es una especial.
━ ¿E-Especial? ¡Ah, no se preocupe! No la voy a romper o algo... ¡Mañana por la mañana voy a comprar una nueva! E-Ésta la voy ya tomar prestada. ━ asintió varias veces con tono nervioso, la mujer carcajeó ante ello.
━ No debes de sonar tan formal conmigo, acabo de cumplir 28. ━ otra Risotada soltó. ━ ¡Disculpa! Es que me causa gracia que suenes como una oveja.
El apodo provocó que Edgar se avergonzara, los cabellos que seguían en su frente tapando de sus ojos; acomodó en un acto de incomodidad para distraerse e intentar fingir neutralidad.
━ Aunque hablo en serio niño, esta batuta es muy especial. ¿Quieres saber qué secreto esconde?━ una mirada astuta y ladina le dedicó Montgomery, sus manos se posaron en sus mejillas observando ladinamente a Poe. Él asintió y tomó asiento en la silla que había al lado de él. ━ A mediados de la Gran Depresión que tuvo éste país, hubo una banda marchante llamada Fields of Death; ésta banda recaudó muchos fondos para el país. Gente de todas partes del mundo, sólo venían para verlos a ellos. Niños, mujeres, hombres, adolescentes... ¡Mucha gente venía!━ la fémina hizo una pausa para abrir el estuche y mostrarle la batuta. Era como cualquier otra. Negra. Solo que era en forma de espada. ━ Sin embargo, antes de que acabara la Gran depresión y el país se recuperara; la cabeza líder de la banda tuvo una fractura en la mano en un concierto. Intentó recuperarse porque le gustaba la música que tocaba, al oír que lo reemplazaron se enojó tanto; que tomó ésta batuta, por la noche se escabulló en el dormitorio y mató a toda la banda solo con su batuta. Mucho antes de que la policía se diera cuenta, él mismo se suicidó utilizando su batuta, clavando está en su corazón, dejando una nota de suicidio que decía; "Mi corazón siempre andará marchante y será el único oído", desde allí... La tragedia de la banda se hizo tan viral, que incluso sacaron una película.
La historia contada por Lucy, la vendedora de aquél establecimiento, hizo que Edgar dudara un poco. Si bien no creía en cuentos fantasmas o en historias rurales. No era algo de lo que debía temer pero aún así, desconfianza sentía hacia la mujer de hebras rojas que trataba —a su parecer— de venderle un producto maldito. Era muy fácil cancelar el show que tenía pendiente pero eso costaba caro, y por caro; sería despedido.
Y nunca más... Volvería a ver a la persona la cuál sostenía una fuerte obsesión actualmente.
━ ... ¿Cuánto es?━ terminó cediendo aunque mantenía una firme esperanza, de que solo fuera un invento de la mujer. Sólo un mero capricho por asustar a los inquilinos nuevos de la calle Rue Morgue.
━ Cincuenta y un dólares pero como me hiciste abrir nuevamente la tienda; serían casi sesenta dólares. ━ respondió la joven. Edgar suspiró y sacó su billetera, sacó cincuenta dólares y dos billetes de cinco para alcanzar al monto especificado.
La mujer lo tomó y lo metió en su bolso café, uno bastante viejo... Y eso que el siglo era bastante moderno como para hacerse cargo de una tienda de antigüedades. Poe tomó del estuche y se despidió de la vieja habitante de esa calle. Ella al ver como se retiró completamente el joven, decidió por quedarse un poco más en su establecimiento. Un nuevo rostro de aburrimiento portó en su faz pero en su mente, estaba alegre por haber vendido al menos un producto hoy.
Quizás... Un producto que causaría una tragedia ahora mismo.
⊱﹝間奏﹞
Bullicio, luces parpadeando por doquier, risas y sobretodo; mucho ruido. Sus nervios no se calmaba incluso tras bastidores, detrás del gran telón con colores vivos y ardiente, detrás de toda la magia había una persona nerviosa quién sostenía del objeto para dirigir a sus compañeros a una actuación espectacular. Mordía constantemente de sus labios y uñas, provocando que estas se rompieran y crearán una imagen desastrosa en sus manos.
Su trabajo constaba en dirigir justamente a una banda marchante, incluso vestía ya de su gorro que tenía una pluma blanca. Su atuendo constaba de un chaleco negro con botones dorados destellantes, en el cuello sostenía de una cadena de ese mismo color mientras que los bordes destellantes e iluminados de ese mismo color, tan resaltante y hermoso; hacían presencia en su uniforme de milicia. De niño se le hacia estético ese tipo de disfraces, no entendía el porqué, si bien era un trabajo duro de hombre pero desde que su padre lo llevó a la ciudad, para ver a una banda marchante y tras haberse fijado mucho en el líder que sostenía la batuta; la música de ese rango comenzó a gustarle, surgiendo así su lado más virtuoso.
━ Inhala... Exhala... Inhala... Exhala. ━ Murmuró para sí mismo mientras reposaba su cabeza en el mango se su batuta. Sus compañeros de banda lo miraron extrañado, solo uno de ellos se acercó a hacer el intento para calmarlo. Al tocar su hombro, Edgar se sobresaltó. ━ M-Mark me asustaste..."
El ajeno esbozó una sonrisa, también vestía de un uniforme parecido al suyo.
━ No fue intención pero, venga hombre, ¡no estés tan nervioso! Es nuestra primera presentación, ¡deberías estar un poquito más feliz! ¿Crees que habrá chicas hermosas después de la presentación, eh~?━ el masculino cuestionó, dedicándole un codazo cómplice.
━ N-No estoy interesado en eso... Estoy mucho más interesado en hacerlo b-bien e...
━ Impresionar al equilibrista, ¿no? Creo que te está ganando un buen número de personas, también son nuevas como tú en ésto.
━ ¿A qué te refieres?━ abrió sus ojos anonadado por lo que dijo Mark. Él asintió y abrió su boca otra vez para pronunciar otro vocablo;
━ Se inscribieron el mismo día que tú solo por Ranpo, ¿qué tiene ese niño? ¡No le entiendo!━ suspiró el pelirrojo.
Aquello le preocupó a Poe, ¿y si no lo lograba? ¿Y si sus años de estudio no valieron la pena? Quizás... Solo quizás si tuviera oportunidad, aunque sea un poco de chance de ganar el corazón de su amado. Aquél chico que hacía tanta magia y revuelo, con tan solo cruzar la cuerda floja; causaba en que lo más profundo de su corazón, picara de amor pero de dolor al mismo tiempo. Ver a ese ángel en el cielo el cómo cruzaba... Fue lo mejor que pudo ver tan solo una vez, en su visita al circo The Guild, cuando se dio cuenta que estaban contratando gente; fue a alistarse de inmediato. ¡Lo mejor es que obtuvo el puesto de presentación única! Ah... Qué dicha.
Se levantó de su asiento. Tenía algo en mente y era desearle buena suerte a Ranpo, el problema era que... Posiblemente sus palabras se quedarían atascadas en la garganta y comience a balbucear incoherencias, como comentó Lucy hace una hora;, parecía una oveja tartamuda. Pasos dirigió hasta el camerino especial del castaño de ojos rasgados. Entre la multitud de hombre e incluso dos mujeres; pudo observar el nombre de su amado equilibrista en una placa. Sonrió y su mano formó un puño que golpeó la madera de la puerta, Poe escuchó la suave voz asiática del joven y se ruborizó fuertemente. La seguridad no le duró mucho y tristemente, su 'yo' tímido volvió a él. Quiso hacer una retirada pero cuando su pie derecho se fue para atrás, la puerta del camerino se abrió y el azabache se quedó helado. Parecía un cubo de hielo rojo, estaba ruborizado hasta las orejas.
El chico de cabellos oscuros se dedicó a observar su vestimenta. Aún no mostraba todo su cuerpo desnudo como se le era indicado que debía presentarse, claro; para hacerlo visible al público infantil debía usar una malla del color de su piel. El tragó grueso y se fijó en algo que no fuera él.
━ E-Eh... ¡H-Hola! Quizás no me conozcas pero realmente a-admiro tu trabajo, el como puedes cruzar por una cuerda y b-bueno...━ formuló algunos vocablos, su tono era el común; nervioso con bastante tartamudeo en su voz. ━ ¡Soy E-Edgar Allan Poe! Yo... Seré el último del show, presentando una banda marchante" lo último, pudo sentir como su voz se desvaneció, así como su rostro que fue bajado hacia sus pies.
A los ojos del oriental que vestía de un kimono cómodo, le parecía extraño pero... No era como otros tipos que tocaban a su puerta, que le enviaban flores, le decían palabras bonitas o le invitaban a cenas que por supuesto no ocurrían porque se negaba. Aquella muestra de amor y afecto no existía, en los dos años que ha trabajo para ese circo, en esos dos años los cuales él sufrió los insanos accidentes de compañeros que también estaban enamorados de su persona; por primera vez le pareció que ese chico era sincero con lo que decía.
Sin darse cuenta una sonrisa esbozó en sus belfos, sus ojos finos haciendo juego con su faz asiática; se cerraron. Ante esa imagen enfrente de Edgar, sintió enrojecer aún más, quizás... Le dio fiebre.
━ ¡Muchas gracias Poe! Entonces espero verte allí afuera y por favor, ten cuidado de que algo te pase, ¿si? Esté circo...━ pausó un momento para después sentir cierta paranoia en el área. Ladeó su cabeza hacia ambos lados y sintiéndose con más confianza, acercó al músico hacía a él. Sus labios rozaron su oreja al igual que su aliento, Poe juraba que estaba incluso más rojo que el pelo de Twain y Lucy juntos. ━ En éste circo la gente muere y no quiero que te pase eso a ti, por favor ten cuidado y no hagas nada estúpido...
La confesión lo dejó atónito pero no pudo hablar más, debido a que comenzaron a murmurar en la zona. Ranpo cerró la puerta sin decirle adiós y Edgar se quedó congelado nuevamente allí por lo que había dicho, intentando analizar bien la discusión.
━ ¿Eh?
⊱﹝間奏﹞
━ ¡Damas y caballeros! ¡Niños y niñas! Hoy The guild les trae nuevos actos, muchas gracias a ustedes por asistir hoy en ésta noche tan gloriosa. Por supuesto, yo, vuestro presentador y dirigente, Francis Scott Fitzgerald, les guiaré en éste viaje mágico y espléndido. ━ animó a la audiencia quien comenzó a aplaudir y a gritar como loca.
Un circo tan famoso como The Guild, debía de tener a un presentador apuesto y apunto de cumplir sus cincuenta, pero no sólo el presentador del circo era tan llamativo o el nombre, había otra razón la cuál el circo había ganado tanta popularidad.
━ ¡Nuestro acto de apertura será mi amado amigo y fiel subordinado, Edogawa Ranpo. El equilibrista oriental!━ el rubio exclamó y con su bastón, dirigió la mirada a los espectadores hacia arriba donde se encontraba el chico de cabellos castaños oscuros.
Y por supuesto, su atracción principal; era el pobre joven atrapado en la torre ficticia hecha de mentiras.
Los hombres y mujeres aplaudieron, muchos murmuraban acerca de la belleza que portaba él niño de ojos verdes, ante los orbes del joven chico; se ocultaba cierta incomodidad al ser el centro de atención. Detrás del telón, cierto pelinegro observaba con fascinación el esbelto cuerpo de su amado, algunos de sus compañeros también estaban detrás del telón mirando con los mismos ojos de Edgar al japonés. Cuando Edogawa sintió que era hora de actuar, tomó con sus manos el palo de madera y sus pies procedieron a abandonar el suelo metálico y dedicarse a tocar la fina cuerda floja que comenzó a moverse. Muchos pensarían que no lo iría a lograr, que el joven era un suicida pero él tenía mucha experiencia en equilibrarse. Constaba de sentirse ligero como una pluma, no tenerle miedo a las alturas y sentir la cuerda como si fuera un suelo normal. De puntas incluso se atrevía a cruzar hasta la otra punta.
Un breve silencio se oyó en toda la audiencia, el presentador mismo hasta de quedó callado causando suspenso en la atmósfera, todos abrieron la boca al darse cuenta que Ranpo ya estaba a la mitad de la soga. ¡Qué interesante y espléndido! No se podían creer lo que estaba viendo, el cómo el joven chico de hebras avellanas y orbes tan oscuros como un jade; ¡cruzaba algo tan delgado! Atónitos se quedaron, aquel factor sorpresa que sostenía el dueño del circo le hacían ver que era un circo de calidad.
Ranpo después de cruzar la cuerda floja, hizo una reverencia ante la audiencia, agradeciendo por su atención y los aplausos. Detrás de toda la función, los compañeros de Poe aplaudieron y suspiraron como adolescentes enamorados, muchos determinados a pedir su mano en matrimonio cueste lo que cueste.
Incluso si la muerte acechaba.
━ ¿Alucinante la actuación de mi empleado estrella, verdad? ¡No se preocupen! Éste no será el único acto de ésta forma" la sonrisa del rubio se anchó, fué de oreja a oreja. ━ ¡Denle un gran aplauso al motociclista, John Steinbeck!"
Tras decir aquello, el gran estruendo del motor de la motocicleta se escuchó para después hacerse presente en el lugar. El otro rubio sólo que un poco más joven, dio varias vueltas en la arena circular causando el furor de la gente y la excitación del público. Cuando se detuvo justo a un lado de Scott, una sonrisa encantadora esbozó en sus belfos pero principalmente; el chico de ojos azules le dedicó esa imagen al equilibrista que se había sentado en el metálico.
━ Éste chico, a pesar de ser tan solo 16 años, tiene experiencia manejando motos y es incluso acróbata. ¡¿Quieres ver cómo cruza el gran campo mortal se obstaculos en diez segundos, amigos?! ¡Pues aquí lo tienen, John Steinbeck puede manejar a mucho más de 15 kilómetros por hora en un campo tan estrecho como éste!━ el presentador volvió a alzar la voz con energía y ánimo.
Steinbeck se posó de su casco y lo ajustó por seguridad. Francis se alejó del círculo de arena y con un botón, el área circular comenzó a cambiar a una carrera de obstáculos. Entre tantos obstáculos se pudo visualizar aquel aro de fuego que pronunció, sin embargo era sólo un aro común, aún no estaba en llamas. No hasta que el presentador chasqueó sus dedos y gente del staff vestida de payaso fue hacia el aro, donde uno de ellos derramó aceite para autos con un pañuelo. Al hacerlo, la segunda persona con un chisquero encendió el aro. El público ya sabía que iba a suceder, el hombre iría a cruzar con su moto a través del aro de fuego y saldría a salvo.
Pero había algo que el circo ocultaba y de eso, Poe había sido advertido.
No sólo el nombre del circo se delataba así mismo por ser literalmente culpable de las muertes de las cuales habló Edogawa sino que también; tenía ese elemento de giro de tuerca que todos se esperaban.
Donde una vida se perdía en un circo.
Y nadie se sorprendía.
El chico de hebras claras giró el manubrio de su motocicleta y se dedicó por avanzar a toda velocidad. El campo no era tan dificultoso, el problema estaba en pasar por el aro... Él no lo ha podido lograr desde que comenzó a practicar pero estaba confiado que el primer día de su presentación, iba a lograrlo. No había marcha atrás, se encontraba en la necesidad de impresionar al joven equilibrista de arriba que lo observaba. Con facilidad pudo saltar los obstáculos a la velocidad que había enunciado su jefe, cuando sintió la rampa y dedujo que era momento de saltar en aquél aro en llamas, sonrió ampliamente al poder olfatear muy cerca su victoria.
Pero entonces otra sonrisa se visualizó en el lugar, una muy alejada y escondida, aquella sonrisa ladina y con aires macabros; provenía del Francis Scott Fitzgerald. No se supo bien que hizo sin embargo, justo en el momento que el vehículo del rubio se había alzado por los aires dirigiéndose hacia el aro en llamas, el fuego enérgico se izó y en llamas el aro puso, causando el grito grave de Steinbeck se oyera por todo el lugar. La motocicleta cayó y su conductor también, cayó a la arena retorciéndose en el fuego, el pobre adolescente intentó apagarlo moviéndose de lado a lado e incluso intentando el levantar de su cuerpo. Muchas personas abrieron su boca de asombro pero entonces, Fitzgerald se posó delante de la figura en llamas de John con una sonrisa amable.
━ ¡Damas y caballeros! ¡Ese fue John Steinbeck cruzando el aro de fuego! ¿Les ha gustado cierto? No se preocupen por él, estos son efectos especiales por ende; nada aquí es realidad. ━ cerró sus ojos aún con aquella sonrisa tan amable, las personas del público se miraron entre sí para luego aplaudir y volver a la atmósfera animada de antes.
Por otra parte, el chico se dejó de retorcer y aquello le indicó a Fitzgerald que ya había muerto. Chasqueó nuevamente sus dedos y de nuevo las dos personas vestidas de payasos llegaron y con baldes de agua, se dedicaron a echarle al cadáver que aún seguía humeando y alrededor del fuego. El hombre de cabellos rubios sonrió y murmuró algo audible para ellos, después de eso; los personajes circenses se llevaron el cadáver rostizado y con quemaduras leves de John.
En los orbes oscuros de Poe, la escena que fatídica que vio; provocó que casi cayera de rodillas sin poder caer en la realidad. La voz del presentador se escuchó nuevamente y está vez llamó fue a la mujer de cabellos castaños. Nada podía salir de su garganta, se sentía asfixiado, su cabeza había quedado en blanco. De la impotencia, sus puños apretó y su mirada gélida se había tornado hacia el rostro del rubio presentador. Incluso sus compañeros creyeron en sus palabra su el público en su hechizo, en su falso teatro construido. Su quijada apretó de igual manera que sus puños. ¿Cómo se atrevía a matar a adolescente de esa manera? ¡¿Incluso podía atreverse a matar a una mujer?! Ese hombre tintada sus manos estaban de sangre, ya entendía porque siempre contrataba gente nueva sin experiencia. Eran presas fáciles para ganarse el dinero.
El hecho de tan solo pensar cuánto ha sufrido Ranpo, le hervía la sangre.
Debía contarle a las autoridades de las atrocidades que ocurrían en ese circo sin embargo, estaba encarcelado, el hombre rubio si que era inteligente y precavido, habían guardias en la entrada principal y en la entrada para empleados lo que significaba; que nadie podía salir de ese infierno.
Otro grito pudo escuchar solo que ésta vez femenino, sus ojos gélidos volvieron a los de costumbre, cuando sus orbes se fijaron en la escena; quiso vomitar.
La fémina estaba luchando entre la vida y la muerte, intentando quitarse de encima al tigre blanco que trató de domar; pero que sin embargo los roles se invirtieron y ahora él felino enorme, con sus dientes rasgaba de la piel de la mujer. No podía dejar de observar esa atroz escena, el cómo los dientes enormes del tigre albino le fracturaron el brazo a la bella fémina; le dieron náuseas. Su vista intentó fijar hacia otra parte pero lo que lo hizo sentir más enfermo fue que la mujer lo había visto en el agujero abierto del telón rojo, intentó alzar la mano dándole la orden que lo salvara y sollozando de dolor.
━ ¡Por favor niño, ayúdame! ¡Duele, duele demasiado! ¡Sólo quería ganar un poco de dinero para mi familia, por favor, ayúdame! ¡Estira tú mano y acaba con éste reino tirano! ¡Ayúdame por favor!━ gritó exasperada la mujer, aquello le bastó a Poe para caer de rodillas y posarse las manos en su boca. Haciendo el esfuerzo por no vomitar al ver el montón de sangre.
Por más que gritara de dolor, nadie del público o detrás del telón iba a ayudarle. Pero Poe tenía una determinación oculta bajo todo ese disgusto, por eso es que lentamente y con temor, sus rodillas se movieron intentando alcanzar la mano extendida de la fémina para salvarla de ése dolor.
Sin embargo fue demasiado tarde.
Los dientes del tigre se habían clavado en el rostro la mujer rasgando de una la piel de su cara, un grito más fuerte se oyó, un grito de rabia y desesperación. La faz del azabache se había manchado de ese líquido carmesí que salpicó del cadáver puesto a la notable cercanía que tenía con la fémina, al fin y al cabo; después de ese grito la mujer ya no decía nada y aquello le indicó a Poe y al presentador tirano; que estaba muerta y su cadáver estaba siendo devorado por los dientes del animal salvaje.
La jaula fue llevada nuevamente por los empleados más cercanos de Francis hacia otra parte, él sonrió con ánimo y alegría al escuchar al público tan alegre como él. Pero Edgar no estaba muy feliz. Su rostro estaba demacrado, su mirada era oscura, sus pensamientos eran desordenados pero tenían un nombre; Ranpo.
Sino lo sacaba de allí, él iba a morir solo. Poe sabía que aún quedaban más participantes y cada uno de ellos iba a morir esa misma noche de una manera brutal pero obviamente que el presentador lo hará parecer como un espectáculo más.
Decidido, se levantó y siguió a los payasos que se llevaban el cadáver de la castaña.
Esa noche iba a vengar a cada alma en pena que fue asesinada por Scott.
⊱﹝間奏﹞
━ ¡Y ésa fue nuestra penúltima presentación de ésta noche!━ Exclamó el presentador de circo con euforia, el público excitado como anteriormente estaban; gritó cuando vieron que el próximo acto iba a ser el último pero que mucho antes de ése; el joven de cabellos avellanas iba a volver a cruzar la cuerda floja para bajar de lo más alto. ━ Me tomaré un receso de dos minutos, ¡mientras tanto, mi querido Ranpo les mostrará una vez más lo alucinante del equilibrio!
Todo iba acorde al plan.
Se dedicó a salir un minuto del lugar, tal parecía que los guardias no custodiaban la parte de la salida de los subordinados de Fitzgerald así que le fue fácil poder congeniar con ellos. Su tono de voz está vez no era nervioso o sonaba como una oveja temerosa, era determinado, incluso se paró recto. Los ayudantes no hicieron algún gesto en su contra, simplemente se asustaron por su altura bastante alta. Recordó sus palabras en ése momento... Los subordinados del presentador iban a girarse en su contra y eso le daría chance para sacar a Ranpo de allí. Lo sacaría por la puerta de salida de los payasos ayudantes del hombre mayor.
El plan iba perfecto, Poe haría tiempo para poder escaparse con su amado... Haría mucho tiempo para poder correr lejos y poder vivir una vida, lejos de las atrocidades de ese circo donde ambos estarían libres. Donde él sería el único que podría ver esos orbes color jade que poseía, tan hipnóticos y tan caros que le desnudaba el alma con tan sólo fijarse en ellos.
El pelinegro estaba tras el telón, asegurándose de que todo iría en orden, esperaba su turno mientras Francis estaba en un receso. Lo que él le había pedido a los subordinados del coordinador, era que sacaran a Ranpo de la torre la cuál estaba cruzando por la cuerda floja. Suspiraba con tranquilidad confiado de que Fitzgerald no vería al joven equilibrista nunca más. Al observar que el mayor había salido de su camerino, cruzó justo al lado de él con esa misma sonrisa en su rostro y esos ojos tan diabólicos que portaba él. Escuchó al público que no emitió algún día debido al shock. ¡Aquello era una señal de que Ranpo ya no estaba! Sintió que era su turno y la banda salió del telón, al escuchar la voz de Scott llamarlos; no era animada pero le daba la sensación de que estaba triste porque su empleado se había exiliado, con una sonrisa llena de euforia; la banda marchante y él hicieron acto de presencia. Pero el público no les dedicó un gran aplauso o gritos de ánimo. Ellos se quedaron callados y dos descolocó a Edgar. Cuando sus orbes fueron a parar en el suelo por el nerviosismo, pudo mirar cómo había sangre en el suelo...
━ Damas y caballeros... En honor a está terrible tragedia que ha ocurrido hoy, nuestra nueva banda marchante; tocará un tema en honor a mi querido Ranpo quién ha dejado éste mundo...━ la voz decaída de Fitzgerald sonó y chasqueando los dedos, hizo que la banda comenzará a tocar pero Poe no hizo algún movimiento como líder.
De sus ojos muertos no cayeron lágrimas.
De sus ojos muertos no cayeron destellos de luz rebosando de alegría.
¡De sus ojos muertos, cayó sangre! ¡Sangre de proveniente de su amado quién colgado en la cuerda floja estaba! ¡Sangre! ¡Litros y galones de ella!
El pelirrojo arqueó una ceja preocupado por su líder, iba a preguntar algo pero se había mordido la lengua causando que dejara de tocar, su instrumento cayó al suelo y se tocó la garganta. Sus orbes abrió como platos al no poder respirar. No sólo se había mordido la lengua sino que se la había tragado y aquello le estaba provocando asfixia, golpeaba con su puño el suelo. Poe no le dedicó atención puesto que estaba consumido en un río desbordante de pensamientos confusos y de emociones de ira y decepción, un sentimiento de desasosiego le hizo doler tanto la cabeza que de sus ojos seguían sin poder llorar lágrimas de verdad. Está vez lloraban lágrimas de sangre, que aún seguía cayendo del cadáver del joven asiático muerto.
La batuta había caído al igual que su quijada. Detrás de él pudo escuchar varias quejas de sus compañeros los cuales, la muerte se los había llevado. Mark murió de asfixia pero los demás conocieron distintos destinos. Uno de ellos que tocaba la tuba, se había quejado porque de ésta salieron insectos los cuales navegaron con sus diminutas patas hacia su boca. Murió de infección y asfixia también. Otros intentaron huir pero gracias a la mala suerte del lugar, uno que otro había sido asesinado por lo flojo que las luces estaban puestas arriba. El último de pie era él... Quien seguía fijando su mirada en Ranpo.
La torre lo había asesinado, aquellos hombres que pensó que lo iban a ayudar; se giraron en su contra y trataron de no hacer nada. Sin embargo el forcejeó de Ranpo puesto que quería escapar, para poder probar la libertad negada; lo había matado.
Poe había matado el único rastro de esperanza y vida que vieron sus ojos por primera vez.
Y aquel campo de flores blanca, salpicaba sangre como si de comezón se tratara.
━ Tenemos a un asesino entre nosotros, ¿verdad público?━ la audiencia asintió, visualizando a Edgar con ojos acusadores él nervioso intentó ocultar su rostro pero Fitzgerald lo tomó de las hebras obligando a que mirara más cerca el cuerpo de Edogawa. Los brazos estaban dislocados y sangrantes, en cualquier momento su cadáver iba a caer y sus hombros iban a salirse del torso. ━ ¡Edgar Allan Poe! ¿Te crees muy listo, no? Nunca juzgues la fidelidad de mis subordinados, a veces la mejor traición que puedes hacer es; traicionar al que te intenta traicionar.
La sonrisa del presentador se anchó y sus manos se retiraron de las hebras del azabache que cayó al suelo, viendo como el líquido carmesí seguía escurriéndose en gotas hasta el suelo. Él tembló de miedo.
━ ¿Qué debería de hacer contigo? Ah... Eres muy desobediente, tal vez debamos de enseñarle una lección, ¿o no público?
━ ¡Silla eléctrica!
━ ¡Ahorcamiento!
━ ¡Estiramiento!
━ ¡Fusilamiento!
━ Todas suenan buenas opciones mi querido público... Sin embargo, ¿qué tal si lo hacemos el nuevo acto principal, uh?━ Cuestionó el americano quien volvía hacia Poe para posarlo enfrente suyo y con sus manos gruesas tomó de su barbilla para obligar a que observara hacia el público. Su mano se fue hasta su cuello seguidamente y lo estraguló levemente. ━ ¿No es precioso mi nuevo acto? Vengan mis queridos amigos, mírenlo. ¡Será la atracción más alucinante nunca antes vista! ¡Edgar Allan Poe, el conductor de banda más alucinante de todo The guild!━ Exclamó animado y con una sonrisa plasmada en sus belfos. ━ En honor a nuestro amado Ranpo, él será... La corona de la calle Rue Morgue.
Al terminar el discurso, todo el público comenzó a ponerse loco. Se levantaron de sus asientos y saltando, exclamando el nombre de Poe y aplaudiendo. El presentador miró ladinamente por un ojo al azabache y nuevamente abrió su boca para dedicarle unas palabras.
━ Felicidades, señor asesino. Haz logrado ser el reemplazo del hombre a quien amabas.
⊱﹝終わり﹞
[Nota(s) del autor]
Tiempo no publico algo angst y sin final feliz... En éste caso es un intento de horror malo.
Si han leído hasta acá, sepan que lo escribí en miseria y en un estado de locura parecido a estar ebrio.
Últimamente no me he sentido bien. Siendo sincero, no espero mucho de este escrito, fue escrito como los demás; siendo yo mismo miserable y volviéndome más paranoico... Se ve que no he dormido o comido bien estos días, solo me alimento de fics míos de rarepairs.
Pero en fin, se les quiere, gracias por leer.
━ The King Of Despair.
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