Epilogo
Residencia Lawton. 245 W Jameson St, Gotham City.
Floyd Lawton llamó a la puerta del apartamento de su ex esposa. Pensó que seria bueno para Zoe enterarse de que su padre estaba bien y que "trabajaba" para el gobierno. El novio de Susie; Will Kavanagh, respondió a la puerta.
-Oh, Floyd. ¿Cómo estás?
-Bastante bien, Will – Lawton estrechó la mano de Will – ¿Susie esta en casa?
-Sí, sí – Will abrió la puerta por completo para dejarlo entrar –
-¡Papá! – Zoe salió chillando de la cocina a los brazos de su padre – ¿Terminaste con tu trabajo, papá?
-Solo por el fin de semana. Me mantengo muy ocupado – Lawton sonrió mientras abrazaba a su hija – ¿Estás lista para divertirte mucho hoy?
-¡Si!
En ese momento, Susie salió de la cocina y se quedó boquiabierta al ver a Floyd en su hogar, ahora bastante despreocupado y verdaderamente en paz.
-Ummm, hola Floyd. ¿Puedo hablar contigo? – le pregunto Susie –
Lawton asintió y la siguió con Will detrás de él. Se apoyó contra un mostrador.
-Está bien, sé lo que estás pensando – le dijo Floyd a su ex esposa –
-¡No, de verdad que no! – Susie estaba enfadada – ¿Qué diablos estás pensando? Batman te atrapo. Eres un supervillano convicto...
-Está bien, sé que se ve mal – Lawton levantó las manos – Pero lo tengo todo bajo control. Estoy tratando de reformarme, pero aún sigo siendo el mejor tirador del mundo.
-¿Por qué debería confiar en ti?
-Porque soy el padre de tu hija. Y porque en todo lo que hice, luché por ella.
Susie se relajó lentamente. De alguna forma, quería creerle a Floyd, y no por el recuerdo de lo que alguna vez habían compartido; si no mas bien por su hija y por lo que el decía que había hecho por ella.
-De acuerdo.
-De acuerdo – Lawton volvió a salir a la sala de estar y le sonrió a su hija –
1 hora después
Floyd y Zoe estaban jugando y platicando en la sala cuando llamaron a la puerta. Will abrió de nuevo al indicarle a Floyd que no se levantara de su sillón, ya que no quería interrumpirlo.
-¿Hola?
Rick Flag estaba parado allí vestido de civil. Pero ahora parecía mas relajado y con un rostro mas amigable.
-Hola, ¿está Floyd Lawton aquí?
-Si... ¿Por que?
-Soy del gobierno. El Sr. Lawton debe volver conmigo. Su hora de visita ha terminado. Por favor, infórmele que salga.
-Oye, Floyd, aquí hay un trajeado que dice que tienes que irte – le dijo Will volteando a verlo –
-¿Ya? De acuerdo, espera – Lawton besó a Zoe en la cabeza –Volveré el próximo fin de semana si el tiempo me lo permite.
-Está bien, papá – ella lo abrazó – Te extrañaré.
-Yo también te extrañaré.
Lawton y Flag salieron por la puerta. Mientras miraba hacia la calle, Floyd maldijo un poco. Aun quería quedarse un poco más con su hija y disfrutar el simple hecho de estar con ella, pero el deber y la condena llamaban de nuevo.
Al menos le recordaba por que peleaba y que algún día se ganaría su libertad.
Susie, Will y Zoe llegaron a la puerta. Afuera había una limusina y a su alrededor, estaba el Escuadrón Suicida.
Ya más relajados, todos estaban en ropa casual. Incluso Boomerang estaba en jeans y una camiseta. Zoe llegó al lado de su padre, sintiendo curiosidad ante los presentes,
-Papá, ¿estas personas están aquí para lastimarte? – le pregunto ella con algo de temor –
-No, cariño – Lawton le dedico una pequeña sonrisa mientras bajaba las escaleras y entraba en la limusina, aceptando su destino y su nuevo propósito – Estos son los amigos de papá.
***
Una lancha se acercaba velozmente al lujoso yate que navegaba por los mares de la costa de Metropolis. Su único ocupante era un hombre musculoso enmascarado, que subió momentos después al barco y se encontró con su empleador, que estaba fuertemente custodiado por varios elementos de seguridad con armas de grueso calibre.
Lex Luthor estaba sentado en un cómodo sillón bebiéndose un whisky, todo mientras veía las noticias actuales donde había una fuerte movilización de las tropas estadounidenses en Bialya.
-Bienvenido, Sr. Wilson – saludó Lex Luthor, sonriendo. Iba vestido con un traje de negocios. Dos chicas bonitas observaban atentamente a su jefe en silencio desde un rincón. Llevaban pistolas debajo sus ropas, demostrando que su belleza solo era un señuelo. Estaban armadas y dispuestas a defender a su jefe con su vida – Pase, pase. Lo estaba esperando. ¿Desea tomar algo? Tenemos de todo aquí: Vodka, Whisky, Ron... Daiquiris... Prácticamente, lo que quiera. Me alegro que haya sobrevivido a ese país arenoso, aunque... después de todo, si los perros de ataque de Waller no hubieran triunfado, ahora el ejército no hubiera entrado y mis acciones en el petróleo no se hubieran disparado por los aires... Que magnifico es el capitalismo, ¿No cree?
-Creí que estabas en juicio por haber creado a la Legion of Doom con los fenómenos – le pregunto Deathstroke en modo desafiante, casi sonriendo –
-Mis abogados e investigadores están alegando que Gorilla Grodd me lavo el cerebro con sus dispositivos. Y créeme que les estoy pagando muy bien – respondió Luthor levantando su vaso de whisky –
-Déjate de tonterías, Luthor – dijo de muy mala gana Deathstroke –
-Veo que está muy hiperactivo, Sr. Wilson... ahora, dices que te ofreces a destruir al murciélago; sin costo – recalco el calvo – ¿Por qué el trabajo gratis?
-Es personal...
-No me digas... – Luthor tomo un trago de su bebida y sonrió – ¿Ojo por ojo?
A Deathstroke no le gusto el comentario del millonario; no solo porque era cierto, sino también porque Lex se estaba burlando de él. Pero aun así, se aguantó las ganas de matarlo ahí mismo y siguió con la reunión.
-Dices que tienes algo que quiero, así que no me hagas perder el tiempo.
-¿Y desatar su ira, Sr. Wilson? No... tengo mucho por que vivir y cosas más importantes que hacer. Pero si quieres a Batman, tengo algo que puede ayudarte. Después de todo, usted es un capitalista al igual que yo y el lenguaje del capitalismo es el pago – y entonces en ese momento, ambos vieron desde Metropolis como desde el otro lado de la bahía en Gotham City se encendía la Batiseñal. Pero a diferencia de los criminales de esa ciudad, Luthor y Deathstroke en lugar de tenerle miedo a Batman, solo se burlaron de el – Mi amigo Edward Nygma, me dijo que su nombre... es Bruce Wayne.
Luthor señaló a un periódico colocado sobre una pequeña mesa. Tenía en su portada una foto del CEO de Wayne Industries con la reportera Vicky Vale, pareciendo muy feliz y despreocupado sin saber lo que se venía para él.
-Ahora que lo dices... – Deathstroke hizo una mueca de disgusto, pero miró a Luthor y sonrió – Creo que si hay algo que celebrar.
Y entonces Slade se quitó su máscara de Deathstroke y tomo una copa de champaña, alzándola en lo alto y brindando junto al millonario corrupto que estaba junto a él.
Y el motivo de su festejo era el principio del fin del reinado de Batman.
Después de todo, Slade Wilson era un cazador... y Bruce Wayne se había convertido en su presa.
CONTINUARA...
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