14 - Caos, miedo y oscuridad
Notas del cap:
¡Puta madre!! ¬¬ hasta que me dejan volver para publicar haarrgg!!!! Llevo desde la mañana ocupada!!! Ok ok ok... tratare de calmarme y traer este capítulo y algo especial y divertido... pero bueno... volviendo con el capítulo de hoy ¬u¬ podría decirse que el "capitulo introductorio" al caos, se acaba aquí, pero bueno, los problemas apenas están comenzando ¬u¬
¡A leer!
14 - Caos, miedo y oscuridad
-¡México!- escucho a lo lejos algunas voces llamándolo, pero él siguió corriendo, con el terror recorriendo su cuerpo, con el miedo calando en sus extremidades al grado de ya no moverse bien y chocar cada tanto con las personas. Logro entrar a una habitación de personal autorizado, mirándose por unos segundos que estaba en una especie de baño para la gente que ahí trabajaba; encuentra su rostro y ropas manchadas de sangre, se mira entonces, sin la necesidad del espejo, notando sus manos semi limpias siendo sus palmas lo único limpio, mientras que sus puños, mas especialmente sus nudillos se encuentran manchados del carmesí de la sangre de USA
Se abraza entonces, aterrado de lo que ve... ¿Qué había pasado? Está bien que México a veces no soportaba a USA, era cierto que a veces se llegaban a meter a golpes pero ¡Mierda! ¡Jamás habían llegado hasta el punto de hoy! Porque... mierda... USA era... USA era...
USA era algo así como un amigo enemigo, como ese tipo de amigos que no soportas pero que, de algún modo, en los momentos jamás importantes, ahí estaban para ti... México jamás había pensado en hacerle daño de verdad ¡Mierda! ¡No sentía eso en su corazón! ¡No había razón para atacarlo de ese modo! Entonces ¿Qué había pasado?
México solo recuerda que USA había insultado a su madre... algo sobre la muerte y perros... algo sobre la calle. Niega repentinamente pasando sus manchadas manos a su cabeza para cubrir sus oídos ¡No quiere recordarlo! Se dice casi gritando, notando que los gritos que claman por su nombre se hacen más fuertes, como si lo estuvieran siguiendo. México entra en pánico...
Si había lastimado de ese modo tan inhumano a USA ¿Qué sería capaz de hacerle a sus amigos?... no quiere ni pensarlo; porque no está huyendo de sus responsabilidades, no huye de la policía... huye de la posibilidad de lastimar a sus seres queridos en estos extraños momentos de su vida... así que sale corriendo rápidamente por otra puerta que encuentra de milagro, sigue corriendo, entre pasillos, cursándose a lo lejos con Brasil y Jamaica que estaban divirtiéndose entre ellos mientras Argentina y Chile se peleaban entre ellos a palabras, México choca con Brasil y luego con Argentina, ambos lo llaman pero él no se detiene, solo sigue corriendo aterrado
Por fin logra desviarse a otro lado, saliendo finalmente del museo por la parte trasera, justo en un callejón que da a un pequeño terreno semi baldío donde no hay nada más que carpas ocultas, al parecer, en la zona se iba a hacer una nueva construcción o es lo que puede imaginar el latino apenas sale. Asustado, continua corriendo, mirando a todos lados, escapando de las miradas de todos los demás que le rodeaban en el mundo
¿A que le tenía miedo el mexicano? Fácil, a lastimar a alguien igual que como había hecho a USA. De corazón rogaba por que no le pasara nada, pero ahora, debido a su estupidez, lo más seguro es que las cosas jamás vuelvan a ser igual... ruega al menos para que el americano pueda ver un nuevo amanecer. A la mierda si no lo disculpaba después de eso. El solo rogaba a dios por que viviera otro día mas y que su vida no acabara con apenas 16 años...
Siguió corriendo, notando que el día lleno de luz de sol ahora se encuentra oscurecido por pesadas nubes de lluvia, sigue corriendo mirando por momentos tanto al cielo como al camino, corriendo entre callejuelas y callejones, sigue corriendo, jadeando con desesperación, temiendo que, a cada persona que mira, lo esté persiguiendo para atacarlo. Mira hacia el frente, por primera vez, huyendo de la vida que él conocía, logrando llegar después de algunos minutos de correr con desesperación, llegar a un terreno baldío, ligeramente alejado de las personas, donde solo había grandes caminos de tierra suelta y maquinas. México por fin cree poder detenerse, jadeando y apoyándose de sus rodillas, el sudor ataca a sus ojos impidiéndole el poder avanzar, escucha a lo lejos una voz, cree que lo están llamando y, asustado, continua corriendo, llegando a otro callejón y encontrando que su camino lleno de tierra o de concreto, cambia a un camino rocoso que parecía tradicional como aquellos de las épocas coloniales, México parpadea curioso, la lluvia comienza a caer suavemente aunque, rápidamente humedeciendo todo a su alrededor
México, quien se encontraba mirando al suelo para recuperar aire, mira curioso esto último, pues, por un segundo, un flash en su mente le acosa, junto al relámpago y el trueno, cree recordar un camino similar al que mira justo ahora bajo sus pies, siendo golpeado cruelmente por lluvia y tormenta agresiva, cree recordar un momento de frio, las gotas de la lluvia golpeándolo con tal violencia que le duele en la espalda. Se siente mareado y cuando vuelve a pestañear se encuentra aun en donde había estado hace poco, mirando sus manos y nudillos manchados de sangre apoyandos sobre su rodillas. México eleva la mirada hacia el frente, puede ver ahora una plaza que rápidamente comienza a perder gente que huye del resto del mundo
Vuelve a parpadear de nuevo. El conocía bien su hogar, mejor que nadie, mejor aun que cualquiera de sus amigos latinos. El había vivido ahí toda su vida, conocía cada calle de aquella ciudad, conocía perfectamente cada esquina, cada tienda, cada negocio... y ese lugar, nunca lo había visto
Era una especie de plaza, viéndose a lo lejos, podía ver un gran reloj como aquel que había visto alguna vez uno de sus libros de geografía... "El bigben"? o... era algo así, se dice el latino al ver un reloj similar, parpadea, la lluvia comienza a caer con más fuerza, niega unos segundos avanzando entre los arboles puestos en forma decorativa, viendo que todo el mundo continua corriendo. La lluvia incrementa permitiendo que la sangre se quite de sus nudillos y de su rostro pero manchando su ropa ya sucia
El latino sigue avanzando, confundido como curioso de lo que cree observar, talla, sus ojos no creyendo lo que observa, mira a todos lados, por un segundo, a cada relámpago que escucha con demasiada insistencia y frecuencia, cree reconocer de algún lado el lugar, busca con la mirada algún tipo de explicación, trata de encontrar algo que le diga de que cree que reconocer el lugar, mira de nuevo, no importa cuánto lo haga o cuanto trate... hay algo que le dice que cree conocer aquel lugar, hay algo, en su corazón, que le dice que ese lugar es, tal vez importante para el...
-¿Dónde estoy?- pregunta suavemente, sin embargo, siente que ha chocado contra alguien, ha caído de trasero al suelo, que extraño... no siente sus pantalones mojados, mira hacia arriba, encontrando a un hombre de traje negro elegante pero militar, ocultando su rostro suavemente por una boina negra con un agila como escudo de plata, México parpadea confundido, notando por fin un rostro carmesí, con un centro blanco y una cruz esvástica... sus ojos se abren sorprendido
-¿Usted?- pregunta suavemente mirando hacia el rostro que yace oculto por la boina pero que permite mostrar una sonrisa de medio lado, dejando ver una sonrisa afilada y dientes en punta como si fueran de tiburón, el latino parpadea confundido, notando que ya no hay lluvia cayendo sobre su cuerpo, sino que hay un techo y luces iluminando el lugar, ahora, nuevamente escucha a lo lejos las voces de sus amigos llamándolo, México gira la mirada asustado, notando que pareciera que se encuentra en algún tipo de bodega demasiado amplia pero cerrada para el publico... no hay nadie más que ellos dos en el lugar
*¿Qué está pasando?* se pregunta asustado, mirando sus manos, notando que su cuerpo está completamente seco, sin una sola gota de agua, mira asustado su cuerpo y una vez más, mira a todos lados tratando de reconocer donde es que se encuentra, pero, solo ve a lo lejos una especie de tablillas, como aquellas que se puede ver de los Faraones, México parpadea confundido, poniéndose de pie con trabajo, encontrando que, delante de aquellas piedras hay una fotografía puesta a blanco y negro que, entre más se acerca, se va volviendo a colores
-¿Qué esta... pasando?- pregunta asustado, notando que la fotografía a blanco y negro que se veía incluso en colores sepias por lo viejo, se ha vuelto una fotografía a colores perfectamente nítida para verla a la perfección, notando que, de no ser porque estaba protegido por una caja de cristal, México hubiera sido capaz de tomar la fotografía
-¿Mi... familia?- pregunta no creyendo comprender nada, observando que hay una fotografía que debía de estar justamente en lo que alguna vez el marco en la habitación de su madre en aquella casa que perdieron y que México no pudo recuperar...
Ahí estaba, España, Mexica y un México de apenas 6 años sonriendo radiante a la cámara mostrando todos sus dientes, mientras tanto, sus padres se miraban a los ojos con mucho amor. México parpadeo ¿Por qué esa fotografía estaba aquí en primer lugar? ¿No se suponía que era un museo? ¿Qué tenía que ver una fotografía en ese lugar?
-¿Sabes quién eres... niño?- escucha una voz; el latino ha pegado un brinco y girando hacia la única persona que había estado ahí y que había olvidado también, México da un par de pasos hacia atrás alejándose del contrario, aquel hombre, por fin levanta la mirada viendo con una media sonrisa maliciosa al menor
-¡A-A-Aléjese de mi señor! ¡S-Soy peligroso para usted!- pide el latino poniendo sus manos delante de su cuerpo y tratando de dar otro paso más hacia atrás
-¿Peligroso para mí? No chiquillo, eres todo menos peligroso para mí en estos momentos- sonríe tranquilamente el mayor, pero México odia ver otro tipo de intenciones en aquella sonrisa que no podía comprender, tal vez porque estaba asustado en ese momento o tal vez porque realmente no sabía qué era lo que estaba pasando en esos momentos de su vida, negó una vez más, dando otro paso y otro mas rápido cuando ve al hombre, aun con una pose militar, con sus manos detrás de su espalda y su cuerpo perfectamente derecho, avanzando con pasos tranquilos hacia el
-¡En serio señor! ¡Aléjese! ¡Podría lastimarlo!- grita asustado el latino, chocando con una caja y cayendo de trasero al suelo nuevamente, sin embargo, aquel hombre continua avanzando hasta estar a un paso de distancia
-Gutengtag, mi nombre es Nazi, pero todo el mundo me conoce más por "Third Reich"- saluda el hombre dando una pronunciada inclinación solo para verse mas cercas de los ojos ambos hombres, México siente su corazón golpeando con velocidad y miedo en su pecho
-¿Por qué esta aquí?- pregunta confundido, sintiendo que su cuerpo ya no le responde como desea, aquel hombre que se ha presentado con el nombre de Nazi sonríe nuevamente, irguiéndose en su lugar y chasqueando sus dedos para mostrar por unos segundos oscuridad que rápidamente es iluminada por lo que parece una cinemática que se muestra a lo lejos detrás del hombre de traje elegante militar, México desvía la mirada de Nazi hacia la pantalla curioso de todo lo que había pasado, encontrando a su padre España, apuntando con un arma a un hombre, otro country de piel blanca, mirada carmesí molesta pero que protegía con su cuerpo a un pequeño, ambos, el country de piel blanca y el pequeño se encontraban en el suelo y, por la forma de las tomas, aunque México podía percibir que el hombre abrazaba protectoramente a un infante que se escuchaba sollozar, la verdad no podía verlo, solo, el momento en que su padre aprieta por fin el gatillo y el hombre cae muerto al suelo con una bala entre los ojos
-¡No!- grita México asustado, la cinemática se apaga, la luz regresa por arte de magia y siente una suave mano sobre su hombro que lo exalta y obliga a alejarse con otro salto, notando al hombre ahora delante suyo, mirando nostálgicamente la escena que el latino había visto
-Ese, era mi amigo... su nombre era Imperio Azteca... tu padre, México- escucha con cuidado cada palabra, como, primero habla con cierto ápice de dolor en su voz, como, hay un pausa dramática y finalmente, al mencionar que era su padre, aquel hombre lo mira directamente a los ojos, México niega asustado, dando un paso mas hacia atrás tratando de tener tanta distancia puede del contrario al tiempo que niega mas confundido que asustado
-No... esto debe ser un error... E-España siempre ha sido mi padre!- anuncia con suave voz que lentamente se va volviendo mas y mas fuerte hasta acabar en un grito que trata de auto convencerse, sin embargo, Nazi no parece sorprendido ni incomodado con sus reacciones, sino que, de un modo comprensivo, asiente y se acerca de nuevo, colocando una mano en su hombro con suavidad y luego, girándolo con mucha suavidad para que vuelva la mirada a la cinemática
-Lo sé... yo sé que piensas eso... y no te culpo México, después de todo, todo esto paso cuando solo tenias apenas 5 años... es normal que no puedas recordar a tu verdadero padre...- susurra el hombre, dejando ver ahora al latino que donde antes estuvo la animatica se podía ver una gran pintura donde su padre, vestido de un extraño modo militar que más parecía el de un espía, apunta su arma hacia la frente del country de piel blanca que parece gruñir y proteger algo con su cuerpo, México parpadea sorprendido y confundido, negando suavemente
-No... esto debe estar mal... esto debe ser un error- susurra suavemente, tratando de retroceder de la pintura sin lograrlo en realidad pues el brazo de Nazi se lo impide, México continua forcejeando suavemente sin ser consciente, aunque Nazi hace uso de su peso y fuerza para empujar al latino hacia la pintura y señalarlo con su mano enguantada en un cuero negro
-Pero es la realidad... ¡ESE! Es tu padre! ¡Imperio Azteca fue asesinado por tu falso padre España!- grita Nazi señalando la pintura que por unos instantes México cree que se mueve cuando nota que el gatillo de España es jalado y una bala disparada en cámara lenta, enterrándose en la frente de aquel country y dejándose caer para poco después, dejar ver a un niño pequeño que mira aterrado la escena... México ahora puede ver a ese niño pequeño que el otro protegía con su cuerpo...
Era un pequeño niño tricolor en verde, blanco y rojo con un escudo de agila, que, llorando, coloca sus puños en su boca mirando con terror al hombre que ahora yace muerto en el suelo, México siente un terrible dolor en su cabeza, tiene que quitar la mirada del a pintura y agarrar su cabeza con ambas manos, sintiendo que es sujetado por el otro hombre para no caer
-Lo sé... debe ser difícil, después de todo, un evento tan traumático como este no es algo que alguien quera recordar con felicidad... lo sé... es difícil recordar algo que no quieres... pero ya es hora de que despiertes a la realidad pequeño México- escucha sus suaves palabras al tiempo que siente suaves caricias en su espalda y parte de su lastimada cabeza
-No... alto... ¡Me duele! ¡Basta!- grita el latino, cayendo por fin de rodillas al suelo, sujetando y agarrando con demasiada fuerza su adolorida cabeza, comienza a rasgarla con sus uñas, cerrando y abriendo sus ojos, creyendo que está viendo un lugar atacado por la lluvia, creyendo que ve delante suyo el cuerpo ahora sin vida de un hombre de piel blanca y pocas ropas que esta bañado por la lluvia y cambiando la sangre con el agua, puede jurar que escucha a lo lejos pasos después del ensordecedor sonido de un disparo lanzado, mira hacia atrás, viendo solo un par de pies acercándose lentamente hacia él, una mano roja estirándose hacia él y tomándolo de uno de sus brazos para jalarlo y alejarlo del cadáver del que lo había protegido
-Déjalo fluir México... los verdaderos recuerdos de tu padre... como te protegió hasta su último aliento... como fue asesinado por aquel al que has llamado padre todos estos años... como, le has dado tu amor honesto al asesino más cruel y despiadado del mundo entero- susurra Nazi en su oído suavemente, notando que México convulsiona y que se retuerce, pegando por fin su frente en el frio concreto y casi queriendo golpearse mentalmente o de verdad, estrellar su cabeza contra el suelo
-¡No! ¡Mentiras! ¡Mi padre no haría algo así! ¡Mi padre es... mi padre es...- jadea nervioso, abriendo sus ojos, prefiere ver el suelo y no ver lo que él cree, son recuerdos que comienzan a llegar tan bruscamente que lo están asfixiando
-Tu padre es Imperio Azteca, pequeño México... ya es hora de que lo recuerdes y que sepas cual es la verdad que se te ha estado ocultado desde hace mas de 10 años- escucha por fin la voz de Nazi, haciéndose paso de entre todo el grito que hay en su mente, México levanta lentamente la mirada, notando que los gritos de niños pequeños, la sangre que creía oler y la tierra mojada desaparecen lentamente para dar paso a la imagen de una mano enguantada en cuero negro siendo extendida para él. Al subir la mirada muy lentamente, siguiendo aquella mano, encuentra a Nazi, con una rodilla en el suelo y sujetándose de la otra, pero, encontrando al adulto dándole una sonrisa de seguridad, una mirada demasiado seria pero con un gesto que trata de ser una sonrisa de confianza... México lo mira unos segundos, sintiendo que ha derramado lagrimas que no se había dado cuenta de su presencia hasta ahora
-¿La verdad... ocultándome... diez años...- susurra, queriendo hacer una pregunta que no acaba, Nazi asiente, moviendo suavemente su mano y luego estirándola mas allá para tomar una de las manos del latino y poder jalarlo para que ambos se pongan en pie, aun cuando dura poco tiempo pues el latino parece a punto de caer en la inconsciencia
-Así es... es hora de que sepas la verdad hijo...- susurra Nazi, cargando ahora con el cuerpo del adolescente de un modo nupcial y girando sobre sus pasos para ir en dirección de la salida
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-¡México! ¡México! ¡México! ¡México!- corría por los pasillos de aquel museo Urss, buscando con desespero al joven tricolor que se había perdido desde hacía poco. El de piel carmesí se diente, notando una pequeña mancha de sangre seguida de una marca en una de las puertas semi abiertas, al entrar por la misma puerta, suponiendo que tal vez por ahí ha pasado el joven latino, encuentra solo una bodega semi vacía con cajas rotas, con algún humo apestando en color morado toxico y finalmente, otra puerta abierta sin el cuidado de haberla cerrando, cuando Urss pasa por la ultima puerta, puede ver a lo lejos un vehículo negro donde con cuidado es depositado un cuerp, Urss parpadea sorprendido, notando como poco después, alguien se endereza sobresaliendo del carro
-¿Nazi?- pregunta sorprendió Urss antes de notar cómo el contrario sube a la parte delantera del carro y este rápidamente arranca, aun cuando sabe, que ambos se han mirado solo por una fracción de segundo, Urss no tarda nada en comprender que le joven que ha dejado en el vehículo era México...
-¡¡¡¡MÉXICO!!!!- grita en cuanto ve el carro arrancar alejando al tricolor de su lado... ahora, una fuerte tormenta se desata... una tormenta tan similar a la que ocurrió hace ya 10 años atrás, que le trae un amargo sabor de boca a su memoria y un estrujón a su corazón...
Notas finales:
Okey... mucho que explicar... aquí vamos...
Primero que nada. Aquí comienzan los verdaderos problemas y comenzaremos con lo bueno de la historia... claro, esto aun no es ni por asomo el climax... pero ya no veremos más romance por el momento...
Datos extras:
(Sonara extraño pero espero explicarlo al siguiente cap)
*México NUNCA salió del museo
*México no huye por temor a la policía o a las represalias; huye por miedo a lastimar a alguien más del mismo modo que hizo con USA
*En estos momentos ya no importa pero USA tiene 16 años XD
*ammm no... Nazi no es padre de México (Es que al final le dice "hijo" pero no, nada tiene que ver)
*Hay algo de verdad en las palabras de Nazi, mas no todo
*(haaaaaa... tenia uno importante y se me acaba de olvidar DX haaaaa)
Bueno, por ahora es todo
¿Les ha gustado?
Que tengan lindo día
¡Comenten!
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