Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

☪...4

La luz entraba perfecta y hermosamente por la ventana, a pesar de ser un baño, la vista que daba aquel escenario era bastante lindo.

Pero ese no era el caso de Moe, ella no se encontraba tan tranquila como se estaba en la mayoría de lugares de esa escuela. Contra la ventana de aquel sitio, sin formas de escapar, con los nervios de punta y el corazón a mil.

Era encarcelada por los brazos de Hanako, ambos estaban bastante cerca. Aquella expresión seria pero con ojos brillosos le hacia sonrojar a la Sugar.

— Sugar... —Habló de una manera que hizo latir más rápido el corazón de la chica. — Sé que soy un fantasma y que no debería hacer esto, pero, los sentimientos que te tengo desde que te ví se han estado fortaleciendo. Quiero que estés conmigo, porque tú... Me gustas.

Los ojos lila de la alta se abrieron en sorpresa, su rostro no podía estar más caliente. Error, su estado empeoró al sentir la mano del de sombrero acariciar su brazo y el otro viajar hasta la barbilla de la otra y así poder atraerla.

Su cara se acercaba con la amenaza de rozar esos suaves y rosas labios, con la intención de robar la pureza del primer beso de la castaña. Los ojos miel miraban a los lilas, y luego a aquellas almohadillas que profanaría.

— Hanako... —Susurró la castaña. — Tu... —Sus labios estaban por tocar— Me... —Ya sentían las respiraciones del otro— Gus--...

Se despertó sudando frío, tubo la preocupada mirada de Yashiro quien, por alguna extraña razón, la observaba dormir en su pupitre. Esta la sostuvo del hombro para tranquilizarla.

— ¿Moe-chan, estás bien? —Preguntó viendo a los ojos a la interrogada.

— Y-yo... Sí, sí, seguro... Eh... Pronto toca jardinería, tenemos que prepararnos. —Comentó desviando el tema.

— Mmm... Bueno... —Dijo desconfiada.

El sol relucía e iluminaba calurosamente pero de una forma que a todos les era agradable. Esa clase era ee Jardinería por lo que todos se encontraban en el patio dando mantenimiento a la flora que la escuela poseía.

Moe se encargaba de regar o acomodar las plantas. Con una mini espátula abría el pozo en que fue inicialmente plantado aquella flora y después la volvía a poder y acomodar con más tierra.

Con sus manos daba forma a la parte inferior de aquel rosal. Vió como una gota de agua resbalaba por un pétalo de esas flores.

— Necesita más agua. —Se susurró a sí misma. Caminó con la regadera entre sus manos hasta llegar a una llave y abrirla para comenzar a tomar agua. — Hace casí un mes desde que conozco a Hanako, de hecho, no le he contado a Yashiro sobre eso. Mejor así, no quiero que se preocupe por esto, probablemente se culpe a ella, ¡pero no es su culpa!, es mía por ser tan insistente y comer esas tontas escamas. —Una pequeña gota de agua llegó a la mano de la chica, produciendo escamas— Gracias a esa estupidez ahora estoy encadenada a un tonto y pervertido fantasma, ¡dios!, ¡es demasiado fastidioso!. ¡Guapo y fastidioso!... —Un sonrojo invadió las mejillas de la castaña por ese pensamiento— ¡¿Eh?! —Estampó su frente contra el concreto que tenía cerca para intentar desaparecer ese pensamiento. — ¡No, no, no!, ¡¿qué demonios fue eso?!, ¡¿Guapo?!, ¡Aah!, ¡¿por qué me pongo así, ya sabía que él era guapo, pero por qué de repente me pone histérica pensar en él?!. ¡Todo es su culpa! Si no me hubiera besado o fuera como es conmigo siempre estaría de lo más normal, ¡¿qué acaso le gusto?!... —Sus ojos se abrieron exageradamente y su sonrojo volvió— ¡¿EH?! —Gritó en voz alta poniéndose en cuclillas para resguardarse consigo misma, su mente estaba dando vueltas como loca.

Lentamente y con cuidado, Nene se acercó a su amiga preocupada. ¿Qué le pasaba? Ella no solía ser así, Moe era bastante tranquila y pacífica, no hacía alboroto ni gritaba cuando pensaba... ¿Acaso ella...?.

— ¡Moe-chan! —Ante la llamada, la mencionada giró la vista encontrándose con su querida amiga. Se levantó y corrió hacia ella.

— ¡Nene! —Ambas se abrazaron cuando estuvieron lo suficientemente cerca.

— ¡Tenemos que hablar! —Hablaron al unísono.

El trío de chicas estaba en una mesa, hablando y aconsejando a la castaña del grupo, bueno, Aoi daba consejos y Nene intentaba apoyar en algo (La mirada tenía más experiencia, y Nene... Bueno, un poco).

— Eso quiere decir que le gustas. —Concluyó Aoi después de analizar la situación de la azucarada.

— ¡Le gustas! ¡Le gustas! —Chilló emocionada la plateada por su amiga, era la primera vez que veía un interés romántico (que Moe se diera cuenta de este) de la castaña.

— ¿De verdad? Yo... —Las mejillas de la chica se ruborizaron al imaginar que el joven de sombrero estuviera enamorado de ella. Por alguna extraña razón, no le disgustaba del todo esa idea.

— Sí, no te hubiera besado por que sí de la nada. —Habló Aoi.

— ¡¿Y cómo es?! ¿Cómo es? —Preguntó entusiasmada Yashiro, mirando de forma brillosa a Sugar.

— Bueno, él... —Se tensó un poco, tenía que buscar una forma de describirlo pero que Nene no lo reconozca, sería incómodo si se dan cuenta de que es Hanako del baño. — Sus ojos son de color miel, bastante grandes; tiene el cabello castaño oscuro, y es más bajito que yo. —Describió brevemente. — También, cuando estoy en aprietos, vá y me salva.

— Uh, si te ayuda, debe ser muy inteligente. Después de todo, no siempre necesitas ayuda en tus tareas. —Eso le interesó a Yashiro.

— Sí... Inteligente... —Una gota salió de si cien. Dudaba que fuera inteligente siendo tan infantil. — Bueno, es bastante fuerte y atletico.

— ¡Se parece mucho a tí! ¡Como dos gotas de agua!. —Nene estaba muy emociada.

Lo último que quisiera es que me comparen con él. —Hizo una cara de desagrado ante esta idea. Ella no era como un mosquito fastidiado todo el día. — Sí, bueno... ¿Qué haré si se me declara? Tal vez sea muy apresurado, nunca he llevado ese tipo de relación.

— Deberías mentalizarte para ello. Salir antes con él es buena idea. —Aconsejó Aoi.

— Es una fortuna tenerte en estos momentos, A-chan. —Agradeció la plateada, sonriendole a la mencionada.

— Gracias por ayudarme, Akane. —Se unió Moe.

— No tienes que agradecer, me gusta ayudar. Ahora, tienes que prepararte, a este paso él se declarará pronto.

— ¡¿Eh?! ¡¿Tan rápido?! —Preguntó nerviosa la castaña.

— En este tiempo todos confiesan su amor. —Habló Yashiro.

— Bajo el Árbol de Confesiones. —Aoi miró por la ventana para después señalar un gran árbol en el patio de la escuela. — Dicen que el Dios del amor lo plantó, quien se confiese bajo este seguramente sea aceptado.

— ¡Oh~! ¡Hay alguien ahí! —Se exaltó la plateada.

— ¿En serio? —La más alta miró por la ventana como las otras dos, observando aquel árbol. — ¿Ese árbol siempre estuvo ahí? Nunca lo había notado...

El trío de chicas vió a Akane Aoi, el chico que estaba perdidamente enamorado de Aoi. Él estaba junto a su compañero de clase Lemon.

Al parecer Akane ensayaba para declararse a Aoi bajo el árbol de confesiones. Así es como el rubio terminó siendo golpeado por el delegado de la clase por su incompetencia.

— Je. Dejando eso de lado, ¿no creen que hay muchas parejas en nuestra clase últimamente? —Preguntó al aire la pelimorada.

— Ahora que lo dices... —Moe recorrió aquel invernadero con la vista, observando los noviazgos que había en su clase.

— ¡Que lindo, yo también quiero! —Se acostó en la mesa la plateada, decaída por su soltería.

— Muchos se unieron después de confesarse bajo el árbol. Pronto puede que te cite ahí, Sugar-chan. —Juntó sus manos emocionada Aoi.

La castaña se sonrojó al pensar en eso, bajando la vista para ver sus manos que temblaban nerviosas. El solo pensar en Hanako sonriendo como siempre hacía que su corazón latiera.

¿Esto que siento es...

— Oye, Sugar... Mañana después de la escuela, ¿te importaría ir al gran árbol en el jardín?

— ¿Árbol?... ¡Oh! ¿El árbol de confesiones? —Se quedó pensando con el nombre, algo en su mente había hecho click. (Cabe mencionar que Moe es un poco olvidadiza).

— Ah, lo conoces, eso apresura las cosas. Cuento contigo. —Susurró flotando a un lado de ella para después salir de los baños.

— Entonces, él... De verdad... —Sus pulsaciones subieron de ritmo.

Tomó sus mejillas sonrojadas para calmar su corazón. Ese chico la hacia temblar con solo hablar.

Caminaba tranquilamente por los pasillos, pensando en lo del día anterior con Hanako, aún no podía creer todo eso, realmente le ponía muy nerviosa todo ese asunto.

Entró a su aula y observó a Nene consolando a Aoi por una razón que desconocía. Se acercó a ambas curiosa.

— Nene, Akane. —Las llamó, a Bas voltearon y notó los ojos de la morada llorosos. — ¿Uh? ¿Qué pasa?...

— Eso... —Habló de manera temblorosa señalando a aquella multitud.

Entre esta podía verse al delegado de la clase cargando de una manera extraña a su buen amigo.

— Yamabuki. —Habló de manera profunda el de lentes.

— Basta, Aoi. Nos están observando... —Habló suave el mencionado.

— ¿Qué demonios?

— Desde que me ayudaste con mi confesión de amor ayer, he despertado sentimientos hacia tí, Yamabuki. —Con un sonrojo, el delegado se confesó frente todo el salón.

— Yo también... Así que...

— ¡Decidimos que somos una pareja ahora! —Declararon haciendo un corazón con sus manos.

— Akane-kun, siempre decía que me amaba, y ahora esto. —Habló con miedo la morada.

— ¿Te gusta Aoi, Akane? —Preguntó la castaña.

— No, solo somos Buenos amigos de la infancia. Además, si nos casarnos, mi nombre y apellidos serían los mismos, sería raro.

Es una razón muy tonta. —Pensó la castaña.

— Pero, no puedo creer que sea con Yamabuki-kun. —Habló decaída.

— Que raro.

Con todo lo que pasó olvidé pedir consejos, ¿qué tengo que decir? —Pensó en su trayectoria hacia el árbol. — ¿Deberia rechazarlo? Hanako no me desagrada del todo, es atractivo realmente... Aunque, bueno, si fuera un poco más alto ó de mi mismo tamaño tampoco estaría mal.

Estrujó su bolso entre sus brazos, a pesar de no mostrar su nerviosismo realmente lo estaba, dentro de ella moría por salir corriendo y resguardarse en su cama. Tener una pareja que la quiera de una forma distinta a la de un amigo, ¿cómo sería?, ¿cóml sería ese tipo de amor?...

Al llegar lo observó, viendo hacia cualquier otro lugar dándole la espalda la chica. El viento y la luz del atardecer daban una hermosa vista para la joven.

— Ha-hanako. —Le llamó nerviosa.

— Oh, aquí estás. —Giró a verle, al observarla le regaló una sonrisa. Una sonrisa que aumentaron los nervios de la Sugar. Se acercó a ella y la tomó de los hombros. — Sé que es repentino, pero...

— D-demasiado repentino... —Cubrió parte de su cara con su mochila desviando la mirada.

— Sugar... —Ante el llamado volteó a verle. — ¡Sugar, te amo! ¡Sal conmigo!.

Su mirada tan decidida y aquellas firmes palabras hicieron que su corazón casí explotara. El calor subió a sus mejillas y sus piernas temblaron nerviosas.

¡Lo hizo! ¡Realmente lo hizo! ¡¿Así es como se siente que se te confiesen?! ¡Mi corazón late demasiado, siento que va a salirse de mi pecho? ¿T-tengo que decir que sí? Tengo que hacerlo, yo--

— ¿Sugar, qué haces? —Susurró nervioso a la chica.

— ¿Eh? ¿De que--

— Apresurate y dí "Lo siento".

— Pero--

— ¡Hazlo!

— ¡Lo siento! —Gritó cerrando los ojos.

— Oh, no, no podemos tener esto. —Una voz con eco sonó desde el árbol. — ¡Si alguien confiesa su amor, lo apropiado es aceptar!.

— Retrocede. —Ordenó el de sombrero, interponiendo su brazo frente a la chica.

— ¿Qué? —Habló extrañada, retrocediendo de a poco al ver el árbol moverse.

— ¡El amor es lo que conduce al mundo a la felicidad!, ¡Seria absurdo rechazarlo! ¡Te ayudaré a encontrar la felicidad!. —Después de eso, un rostro apareció en el tronco del árbol.

— ¿Una... Cara? Que extraño. —Habló saqueada la chica. Un grito salió de aquel árbol.

— ¡Que descortés! —La mano de aquella aparición fue en ataque hacia la castaña, un ataque bastante rápido.

Con sus brazos cubrió su cabeza, a pesar de correr rápido, ese ataque fue bastante desprevenido, no hubiera podido esquivarlo.

Lo único que llegó fue un sonido de choque cerca de ella, al abrir los ojos se encontró con una especie de campo de fuerza a su alrededor.

— ¡¿Eh? ¿Un encanto protector?! —Preguntó enojado el gran árbol.

— Ahí estás, kodoma. —Habló Hanako mientras su brazo era rodeado por una de las orbes fantasmales. — Es bueno tener una asistente, ya que solo apareces ante parejas. —Su voz salió con un tono arrogante, mientras abrazaba a Sugar ya transformado con su capa y cuchillo.

— ¡Un misterio escolar!, ¡no he hecho nada de que avergonzarme, solo trabajo para hacer a todos felices!. —Ahora lanzó un ataque hacia el de sombrero, quien esquivó el ataque y se lanzó sobre el árbol.

— ¡Eso se llama... —Empuñó su cuchillo— ser un entrometido!. —Acto seguido, corto a aquel espíritu.

Segundos después, aquella grande figura ahora sólo era un pequeño arbustito. Ambos jóvenes se acercaron para verlo de cerca.

— ¡Que desgracia! ¡Junté todo ese poder de los rumores de los estudiantes!. —Lloriqueó el árbol.

— Fomentar el amor está bien, pero exageraste.

— Uh... Hanako, ¿qué es eso?.

— Es un Kodama. Un árbol espíritu. Es la razón por el aumento desproporcionado de parejas. —La castaña soltó un "Oh~..." al caer en cuenta de eso. — De hecho, ¿no es por esto por lo que aceptas te ayudarme?.

— ¡¿Eh?! ¡S-sí, sí, por supuesto! ¡E-estaba pensando en que era demasiado raro todo lo que pasaba!. —Habló nerviosa, excusandose. — Así que era por eso que me citó, bueno, era de esperarse. No debí dejarme llevar por el momento... Bueno, no importa. Además, no creo que Hanako se haya enamorado de mí, solo soy una buena a amiga. Siempre tendré el papel de buena amiga... El amor...

— Veamos, ¿cuál será tu nuevo rumor? —Preguntó al chillón árbol para después girar la vista hacia la castaña. — Sugar. —La llamó, pero no obtuvo respuesta. — ¿Sugar? ¡Oh, ya sé! —Comenzó a acercarse a la chica hablando burlón. — Estas decepcionada porque no era una confesión real, ¿verdad?.

Rió al tomarla del hombro, al moverse un poco notó como lágrimas salían de sus ojos, sus sollozos apenas y se escuchaban. Aquella sonrisa desapareció al verla en aquel estado de tristeza.

A pesar de estar llorando, una sonrisa (más parecida a una mueca) intentaba adornar su rostro mojado.

— N-no debí hacerme falsas ideas... Na-nadie va a amarme, s-solo soy una amiga y ya. Ni siquiera e-ellos me notan. ¿P-por qué tu debías hacerlo? —Su voz era tartamuda y trataba de sonar graciosa. Sus manos secaban desesperadas el mar de lágrimas que salían de sus ojos. — N-no me quieren de esa forma, no v-va a hacerlo nadie. —Volteó a verlo, esta vez directamente y con el señor fruncido. — ¡¿Por qué me besaste aquella vez en el pasillo?! ¡Gracias a tus estúpidos y extraños tratos me dí falsas ideas! ¡Es como si jugarán con mis sentimientos! ¡¿Por qué jugaste así con mis sentimientos, Hanako?!.

— ¡Lo del pasillo era porque estabas cansada! ¡Te dí esa protección por un tiempo para que no tuvieras que lidiar con malas apariciones!. —Se acercó a ella explicando eso.

— ¡Pudiste haberlo explicado en ese momento! —Le reprochó acercándose, dispuesta a golpearle pero se contuvo. — M-me voy... —Se giró aún lagrimeando y dirigiéndose a la salida.

Estando a punto de salir, su muñeca fue tomada por alguien. Volteó la vista encontrandose con Hanako, un Hanako más alto, sin sombrero y con las mejillas un poco ruborizadas. Sus ojos se abrieron sorprendidos por la vista.

— Yo... Lamento haberte hecho llorar... Y... Jugar así con tus sentimientos, aunque no lo hice intencionalmente... —Desvío la vista avergonzado.

En ese momento, ella pudo oír y ver el arrepetentimiento de Hanako. Bajó la mirada y tomó la mano del chico, apretando el agarre.

— Yo... Por favor, dejame... Abrazarte. —Notó como se tensó, por lo que lo tomó por un "no". Mas, antes de soltarlo, recibió un jalón y unos brazos encarcelandola.

— No te dejaré ir hasta que te sientas mejor.

Ocultó su rostro en el pecho del de sello, escondiendo su sonrojo, correspondiendo al abrazo y disfrutando del momento. De ese cálido y tierno abrazo que tanto necesitaba.

Cayó en cuenta de que... Aún no conocía del todo a aquel chico, tal vez, aún lo estaba juzgando mal.

Debería saber más de él. Quiere saber más de él.


— ¿Eh~? ¿Para que quieres mi información personal? ¿Es para alguna cosa sucia? —Habló divertido mientras apretaba el hombro de Kou.

— ¡N-no hay nada de sucio en esto! ¡Nene me dijo que te hiciera este test para conocerte mejor!.

— Esto... —Ya abrumado por los minutos de discusión que habían tenido, el rubio decidio hablar. — ¿Por qué estoy en medio de ambos?.

— Porque Sugar esta siendo agresiva.

— ¡No soy agresiva! ¡Trato de rendir mi tiempo, y tu solo lo desechas!. —Se quejó pegándose más al rubio para poder encararse a Hanako. — ¡Solo es tu nombre real, tipo de sangre, estructura familiar y fecha de muerte!.

— ¿Para qué necesitas mi fecha de muerte en una prueba de compatibilidad? —Eso dejó pensando a la castaña, era una buena pregunta. — Además, tienes que hacerlo con alguien que te guste. Alguien como Minamoto senpai.

— ¿Minamoto-senpai?. —Preguntó el familiar.

— ¡Minamoto no me gusta! ¡Y si fuera el caso no lo haría por Nene! —Se levantó para quedar parada delante de ambos chicos— Sí, es guapo, inteligente, atlético y tiene todo lo que una chica quisiera tener, pero--.

— ¿Oh, de verdad? —Una voz invasora entró a los oídos de Moe dejándola helada. — Gracias por los cumplidos.

La azucarada se giró lentamente, por el rabillo del ojo vió a aquel mayor que anteriormente había alagado. Los tonos subieron a sus mejillas y retrocedió un paso avergonzada.

— Je, ¿te sorprendí? —Por reflejo salió corriendo para cubrirse detrás de Hanako, encogiendose para tapar su pena.

— ¡¿Por qué no me dijiste que estaba detrás mío?! ¡Va a creer que me gusta!—Sarandeó por la espalda al fantasma reprochandole.

— ¡Hermano! —Salió Kou frente a Teru, como saludo recibió una palmada en la cabeza.

— Hace mucho tiempo que no nos vemos, Moe-san. —Habló sonriente empujando a un lado a Hanako para quedar frente a frente con la mencionada.

— Sí... Hace bastante tiempo, Teru. —Dio énfasis en el "bastante".

— ¿Eh?/¡¿Eh?! —Ambos chicos se confundieron con esa familiaridad, hace unos segundos la castaña lo llamaba por su apellido, ¿que había pasado?.

— ¡¿Se conocen?! ¡¿Desde cuándo?! —Preguntó bastante exaltado el menor.

— Algunos años. Pero desde que entró a preparatoria ya no me habla. —Le miró un poco molesto a la castaña y esta se encogió apenada. — Y, por lo que veo, has hecho un nuevo compañero... —De reojo vió a aquel fantasma se sombrero, con una mirada que todos notaron menos Kou.

— He hecho un nuevo amigo. —Habló firme, dejando esos nervios de lado que volvieron después de que Teru le dirigiera nuevamente la mirada.

— Bueno... Gracias por cuidar a mi hermano. —Acarició la cabeza de la fémina y se encaminó hacia su hermano pequeño. — Lo robaré por un momento. —Dicho y hecho, ambos salieron de aquella azotea.

— Así que... —Hanako se acercó y apoyó su brazo en la cabeza de la chica (gracias a que flotaba) — ¿Cómo es que conoces a Minamoto?... Y de hecho, ¿por qué no se lo habías presentado a Yashiro antes?.

— Nos conocemos desde que estoy en primero de secundaria, el estaba en segundo. Fue mi tutor un tiempo después de que le pedí ayuda académicamente para impresionar a mis padres. —Se sentó donde anteriormente estaban reposando. — Le hablé hasta llegar a este año, donde Yashiro se enteró de su existencia y cayó enamorada. Yo... Dejé de hablarle cuando se hizo presidente del Consejo. Siempre está ocupado y eso... Prefiero no molestar. — Su mirada evitaba a toda costa la de Hanako, desviandola a cualquier otro lado que no fuera él.

— Hummm... ¿De verdad, es solo eso?.

— Sí, solo eso. —Afirmó rápidamente— Aunque ahora... Me pareció ver algo extraño en él. La forma en que te vió... —Volteó a verle e hicieron contacto visual.

— Bueno, soy una aparición y el un exorcista. No hay muchas buenas relaciones entre nosotros. —Le restó importancia a eso.

— Cierto. No recordaba que los Minamoto eran exorcistas.

— No sabía que eras así de olvidadiza.

— No lo era, supongo que me he estado distrayendo mucho últimamente. —Alzó la mirada al cielo mientras Hanako se sentaba a un lado de ella.

— ¿Ah~? ¿En qué te distraes? ¿Algún tipo de cosa sucia? —Habló fastidioso molestando a la castaña.

— ¡Pervertido!.

— ¡Agh! ¡No hay nada de él en estos libros! —Se quejó la castaña cubriendo su cara con un libro. — No hay nada de un chico Hanako... Tal vez debí preguntarle directamente. Ugh, pero si lo hacía seguramente me desviaría el tema molestandome. —Su cara hizo una mueca de desagrado ante la idea.

De un movimiento brusco y descuidado, su codo dió a impactar contra una de las pilas de libros a su lado haciéndolos caer.

— ¡No! ¡Ah, cielos!.

Se asustó por unos instantes pero se agachó para recogerlos y apilar los nuevamente. Una mano junto a un libro se le acercó, entregandoselo. Levantó la vista encontrandose con unas grandes esmeraldas viendola.

— Gra... cias... —Habló extrañada. No había notado ni escuchado su presencia hasta ese momento.

— ¿Tu estas... Interesada en los Siete Misterios? —Preguntó.

Aquella chica era bonita, su cabello y ojos iban a conjunto, por su apariencia dedujo que era mayor que ella (a pesar de ser alta, aquella joven verde era más alta que ella. Tal vez unos cinco centímetros más). Su voz fue suave y tranquilizadora, eso le agradó.

— Mmm... Bueno, algo así. —Contestó la pregunta abrazando los libros y cuburendo un poco su cara.

— Hanako-san. —Habló al leer la semejanza entre los libros que la castaña. — Sí. Ese chico que parece un gato.

— ¿Eh? —Inclinó su cabeza confundida. La idea de Hanako con orejas y cola de gato se cruzó por su mente. — Diablos... Que adorable. —Se sonrojó ante esa idea mental.

— Nya, nya. —Con sus manos imitó las orejas de un gato.

— ¿N-nya...? —Moe le imitó, confundida.

— Voluntario, egoísta y necesitado. ¿El tuyo es igual?.

"¿el tuyo?" —Se preguntó confundida. — ¿Hay dos Hanako? Que raro... Uh, que fastidio.

— Si quieres saber más sobre él, visita el quinto de los Misterios. —Sugirió emprendiendo su camino, pasando de largo a la menor.

— ¡E-espera! —Se levantó difícilmente con los libros entre manos, dispuesta a preguntar su nombre.

Vió como fue con un chico al que no le tomó importancia y siguió con la vista a la chica. Corrió ciegamente para terminar chocando contra algo.

— ¡Ah! —Ambos gritaron por el choque.

— O-oye. No corras en la Biblioteca. — Habló adolorido y quejándose aquel obstáculo en el trayecto se la Sugar.

— Eh, yo... —Se quedó viendo a la puerta y al sujeto sucesivamente, hasta que se decidió por seguir su camino. — ¡Oye! —Gritó al salir, pero ya no había nadie. — Diablos...

— ¿El quinto de los Siete Misterios? Sí, lo he escuchado. —Afirmó la morada, mientras limpiaba la pizarra del aula.

— ¿De verdad? ¿Podrias contarmelo?

— ¡Por supuesto! —Habló emocionada. — El quinto Misterios: La Biblioteca de las cuatro en punto. Cuentan que la biblioteca tiene un almacén especial al que solo puedes ingresar a las cuatro en punto. En los libros, están los nombres de las personas de esta Academia, además de los tiempos de esas personas. Lo que hicieron h lo que harán... El pasado y el futuro está escrito ahí. La Biblioteca tiene tres tipos de libros: negro, para los muertos; blanco, para los vivos; y rojo. Estos últimos nunca debes de leerlos...

— Nunca...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro