Jungkook juraba por su vida que en cualquier momento en la puerta de su apartamento, nuevo, iban a aparecer gente del gobierno para arrestarlo y llevarlo a una cárcel especial y pudrirse en ella.

Todo parecía una treta de algún farsante, sin embargo, cuando sacó dinero de la tarjeta pagó deudas del banco, medicina para su padre y además buscó un nuevo apartamento mejor que estaba más cerca de la universidad, siempre habían disponibles para los estudiantes que quisieran mudarse allí, pero era algo caro.

El rubio le había dicho a su padre que se había ganado una lotería por lo que ahora no era necesario que estuviera trabajando, JungSeok estuvo muy sorprendido y lloró bastante, también estuvo feliz de que Jungkook pudiera concentrarse más en sus estudios sin tener que preocuparse por cosas externas.

Jungkook sólo pudo asentir a todo de manera forzada y deseando que su nariz no fuera crecer cual Pinocho, fue por una razón noble, no le podía decir a su padre que se cogió a un Omega rico por dinero, estaba seguro que le daría un ataque al corazón al pobre.

Así que solo por ese día, el alfa tuvo que mentir a su padre para verlo feliz, al terminar el día se fue a su nuevo apartamento, era solo un poco más grande que el anterior, no buscaba algo más extravagante, solo necesitaba un poco de más comodidad.

El sitio era bueno, también estaba algo cerca del apartamento compartido de Yoongi y Lisa. No lo iba admitir, pero se sentía bien tenerlos cerca, aunque fueran un dolor de cabeza, ellos le habían ayudado con su mudanza para que se pudiera hacer todo en una tarde.

De todas formas no era como si Jungkook tuviera demasiadas cosas. No puede negar que disfrutó ver la cara sorprendida de su antigua casera cuando le pagó y le dijo que se iba, era algo que iba a guardar en su mente para toda la vida.

Después de un par de días de estudio y sacar tiempo para acomodar bien las cosas en su nuevo hogar, Jungkook pudo sentarse en su sofá con una taza de té en la noche, le parecía extraño que fuera martes en la noche y no estaba taladrando su cabeza con cosas del trabajo y sus deudas.

Recibió algunos mensajes del Omega mayor en esos días, por la mañana dándoles los buenos días, comentando cualquier cosa y recordándole que sí necesitaba algo que le dijera. Era algo gracioso, el rubio de alguna manera se sentía como si fuera el Omega en la relación, Taehyung era quien buscaba cuidarlo más que él mismo.

Entendía que no podría darle nada nuevo al castaño por más que quisiera, ¿Qué se le podía dar a una persona que tenía todo?, Era un dilema, pero al menos podía disfrutar de un buen rato con el milf, el rubio de ese fruto maduro y quería volver hacerlo. Y habiendo pensado en el rey de Roma, el teléfono de Jungkook vibró con la llegada de un nuevo mensaje.

"V:

¡Buenas noches Jungkook !

No quisiera molestarte pero, ¿Tienes tiempo mañana por la noche? Si no tiene exámenes pronto o algún inconveniente puedes decirme, te enviaré la dirección de nuestro encuentro en cuanto aceptes. 😘"

El rubio sonrió sin poder evitarlo, Taehyung parecía actuar de una forma juvenil y tierno, al principio creyó que sería alguien bastante resguardado y serio por su edad, pero fue todo lo contrario, siempre le escribía como una colegiala enamorada.

Aunque también estaba la posibilidad de que hacía eso solo para caerle bien y darle una buena impresión, pero dejando eso de lado y pensando en la pregunta que le había hecho el Omega, Jungkook tenía cierto tiempo libre, no tenía trabajo, la temporada de exámenes había terminado.

Al final aceptó la propuesta del castaño , fue a dormir temprano como de costumbre, cuando obviamente no tenía nada por hacer al otro día para la Universidad. El día transcurrió de manera normal entre clases y gritos a sus amigos fastidiosos.

En la noche se arregló lo mejor que pudo y salió en dirección de su encuentro, era un parque, estaba algo solitario al ser de noche pero todas las lámparas iluminaban bien el sitio, además, se miraba tranquilo y pacifico al estar oscuro.

—Jungkook —la voz dulce detrás suyo le hizo voltear, a pasos tranquilos y suaves se acercaba el castaño .

Su cuerpo estaba protegido del frío por una gabardina manga larga que le llegaba casi a las rodillas, pantalones oscuros y zapatillas rojas. La tela que abrazaba como una segunda piel su cuerpo no dejaba su curvas a la imaginación.

—V... —murmuró el rubio embelesado, el Omega le sonrió y acercó más para tomar sus manos cálidas entre las suyas.

—Puedes decirme Taehyung , no seas tímido —Taehyung se abrazó al rubio, Jungkook se sintió avergonzado y no sabía qué hacer, ese omega lo ponía más nervioso que ninguna otra persona en el planeta.

—C-creo que es mejor V, te queda el apodo —murmuró como respuesta al final escuchando la risilla del Omega mayor, el rubio se dejó llevar por el parque, la manos de Taehyung apretaban suavemente su brazo mientras lo guiaba.—Entonces yo también quiero ponerte un apodo, no creo que te guste que te llame "Mr. International Playboy " ¿Verdad? —el rostro de Jungkook se puso rojo por lo dicho del castaño, y éste solo se rió—, bien, bien, no pagar esa cara, que tal... hummm, Jung... Kook... kook, ¡Kookie!

—¿¡Ah!? Eso suena cursi y algo empalagoso —Jungkook exclamó avergonzado, no iba admitir que le pareció lindo el apodo, tampoco iba admitir que le gustó mucho escucharlo decir de la dulce voz del castaño.

—Muy tarde, eres Kookie para mí, ya te he bautizado —el castaño chilló con alegría—, bien, vamos a cenar, hay un buen restaurante cerca en donde hacen un delicioso ramen picoso.

Jungkook solo pudo suspirar, no sabía que el castaño lo había llamado solamente para salir a pasear y comer en un sitio barato, el local solo era un restaurante callejero, sus puestos en la barra tenía cupo solo para tres personas y una mesa al frente con otro cuatros puestos.

Sin embargo, la comida era buena, le gustó ver que el Omega ricachón trataba con amabilidad a las personas que atendían el pequeño local. También parecía que el señor mayor dueño del sitio lo conocía y lo saludó con confianza, la cena fue tranquila, al rubio no le pareció nada incómodo y por la sonrisa del castaño supo que también estaba disfrutando.

Después de comer, Taehyung agradeció y pagó por la cena, salieron de nuevo caminando por la calle y Taehyung sostenía del brazo al rubio. Estuvo bien, como una buena cita, pero claro, las citas a veces pueden terminar con algo aún mejor.

—Oye, Kookie. ¿Vamos a un sitio que he reservado? —preguntó el castaño en un murmullo mientras paseaba su dedo por el antebrazo del rubio.

—¿Reservaste? Ya veo —habló el rubio y una media sonrisa se pintó en su rostro, Jungkook se agachó un poco para poder alcanzar su oído—, ¿Así que mi mommy está necesitando? ¿Te has vuelto adicto tan pronto a tu Baby?

Murmuró el rubio con sorna, bien, si Taehyung lo quería, se lo iba a dar, pues si en su perfil había puesto que era un dominante con quién sabe qué mierda más le ha la puesto Yoongi, lo haría, sabía que al castaño le gustaba ese tipo de cosas. Y verlo sonrojarse mientras soltaba un suspiro tembloroso le hizo saber que había hecho lo correcto.

—B-bueno, ayer y hoy estuve bastante estresado por un gran encargo, entonces creí que tú podrías ayudarme —Taehyung miró con sus ojos brillantes al rubio, tenía que alzar la cabeza para poder hacerlo, a veces su genética era una ventaja.

—No me estoy quejando para nada, yo estoy a tus órdenes, ¿Recuerdas? Ahora, llévame a ese sitio para que yo pueda 'drenar' tu estrés —el rubio hizo énfasis en la palabra haciendo dilatar un poco los ojos del pecoso, estaba desbordando de deseo.

En menos de diez minutos, estaban en un motel y el rubio tenía sus dedos metidos profundamente en el coño del castaño, también apretaba con fuerza sus pezones que ya estaban poniéndose hinchados y rojos. Taehyung se había vuelto en poco tiempo un desastre mojado y babeante.

Jungkook había tomado notas mentales de los sitios en los que el castaño era más sensible, su polla presionaba duro contra la tela de sus boxers y le dolía un poco, pero quería atender más a Taehyung para hacerlo sentir bien.

—¡O-h!, ¡Kookie!~ —el castaño gimió arqueando su espalda, apretó por reflejo su entrada húmeda estrujando los dedos que estaban en su interior.—Tan necesitado, ¿Estás hambriento por la polla de tu Baby, eh? —Jungkook apretó el botón rosado e hinchado del pecoso con algo de fuerza, Taehyung tembló y gimió algo que no pudo entender con claridad.

El castaño gimió con fuerza una última vez que Jungkook volvió apretar su botoncito dolorido, se corrió quedando con la respiración agitada a terminar. El rubio aún estaba allí mirándolo fijamente con sus ojos oscuros, la tienda de campaña húmeda en su ropa interior.

Taehyung quiso hacerle sentir bien también, no solo dejar al alfa hacer todo, después iban a probar aquellos juguetes que había comprado. En ese momento, el castaño también quería probar, así que se movió con sus piernas temblorosas y se sentó en la cama, empujó al rubio para hacerlo acostar boca arriba.

—Déjame ayudarte con esto~ —Taehyung ronroneó jalando con sus dedos el elástico de la ropa interior hacía abajo, un suspiro salió del rubio cuando su polla estuvo libre al aire frío de la habitación—, eres tan grande, me encanta.

El castaño adoraba esa polla, solo la había tenido una vez dentro de su coño y ya la amaba. Era grande, gruesa, caliente y dura. Paseó su dedo desde la parte de abajo hacia arriba, su uña limpia, pintada con algo de brillo y recortada ayuda a recoger el presemen que resbalaba de la punta.

Taehyung acarició el glande de la polla con su dedo antes de llevarlo a su boca para saborear ese agridulce líquido viscoso. Tenía un rastro de sabor parecido al olor del alfa, también amaba ese aroma, ese sabor y apenas lo había probado.

—Dime, Baby. ¿Quieres qué mommy te chupe la polla? —murmuró el castaño la pregunta con media sonrisa, su vergüenza se había ido y ahora su lado pervertido estaba teniendo por completo el control.

Por su parte, Jungkook estaba embelesado, ver al Omega actuar de manera tan atrevida era caliente. Quería ver lo que era capaz de hacer con su polla y al pensar solamente en cómo se sentirían esos labios alrededor de su extensión hizo su polla palpitar con anticipación.

—Veo que te gusta la idea —Taehyung rió por lo bajo, se acomodó mejor entre las piernas del alfa y masturbó con su mano la base del miembro viril—, vamos, dime lo que quieres, Baby, dile a mommy lo que necesitas en este momento.

Jungkook sabía que el pecoso jugaba sucio, sus dedos delgados apenas y apretaban algo su polla, pero aún así, no le podía negar nada, no cuando le excitaba que también le exigiera ese tipo de cosas, le gustaba de cierta forma ser dominado por el Omega mayor.

—Quiero que mommy me chupe la polla y se trague mi semilla —el rubio contestó con una sonrisa depredadora y miró como el castaño se lamió el labio inferior con deseo—. Quiero sentir como mommy mete mi polla hasta su garganta.

Taehyung sintió como su mancha resbalaba a montones por sus muslos, era excitante que el alfa le diera exactamente lo que quería y Taehyung no se iba a negar, después de todo estaba ansioso por probar ese semen espeso y tragarlo.

—Bien, mommy tiene que cumplir los caprichos de su Baby —Taehyung se agachó hasta quedar tan cerca de esa enorme polla que la podía oler, tomó una respiración profunda antes de agacharse más y abrir su boca.

Tomó el glande entre sus labios, chupó y saboreó utilizando su lengua para pasarla por toda la punta. Jungkook dejó salir un gemido ronco, la boca del Omega era cálida y cada vez llegaba a más profundo. El castaño utilizó su tiempo de experiencia y bajó hasta que la polla de Jungkook quedó completamente dentro de su boca.

Le iba a dolor la mandíbula después por lo grande que era, sin embargo, no le importaba. Comenzó a mover su cabeza de arriba abajo, podía sentir en sus dedos como la saliva caía un montón sobre ellos, los sonidos húmedos y succiones llenaban el aire acompañados de gemidos roncos y ahogados.

Jungkook cerró los ojos con fuerza y echó su cabeza hacia atrás, esa mamada era buena y quería agarrar los cabellos castaños con fuerza para mover la cabeza con rapidez y fuerza contra su polla, pero, también quería dejar al Omega en vía libre para ver qué tanto podía hacer.

Por lo que estaba pasando en ese momento, el rubio podía asegurar que el castaño tenía más de un as bajo la manga para volverlo loco. Maldición, y se suponía que a él era quién le estaban pagando para hacer eso. No podía quejarse, ni aunque quisiera, solo podía disfrutar de la mamada de su vida.

—V-V... —Jungkook gruñó y miró hacia abajo, los ojos verdes del castaño vieron directamente a su rostro, estaban vidriosos por lágrimas y un sonrojo lo cubría hasta las orejas.

Aún así, con ese rostro inocente como el de un ángel, tragaba su polla como si fuera una simple paleta, ni siquiera parecía pestañear cuando lo hacía. Gemía y lamía toda su extensión cuando la sacaba de su boca, era un Omega lascivo, amaba esa faceta del castaño.

—Kookie, Baby. Córrete en mi garganta, lléname con tu semen, vamos —Taehyung paseó su lengua por la punta de la polla que tenía entre sus dedos y bajó por ella hasta llegar a la unión con sus bolas cargadas.

Volvió a subir tragando todo rastro de su saliva mezclada con lubricante y engulló de nuevo la polla del alfa en su boca, iba hacer el mismo vaivén con su cabeza. Sin embargo, una mano grande y algo callosa se enredó en su cabello y lo empujó de nuevo hacia abajo.

El tirón en su pelo y la forma desordenada en la que Jungkook movía sus caderas contra su boca hacían que Taehyung rodara los ojos hacia arriba lleno de placer. El castaño llevó una de sus manos hacia su entrepierna, apretó y masajeó de nuevo su botoncito rosado e hinchado, pero sobre todo mojado, buscando una última liberación esa noche.

No tomó cuenta de cuantas embestidas fueron contra su boca, pero su respiración se cortó por completo cuando Jungkook presionó su rostro contra su pelvis, haciendo que todo ese miembro viril estuviera dentro y llegando a su garganta.

Gruesos hilos de semen caliente y viscoso llenaron aún más allá de lo que pensó, sintió cómo su estómago se iba poniendo cálido y su boca llena. Taehyung apretó sus piernas llegando a su propia liberación con un gemido ahogado. Fue mucho mejor de lo que pensó, cuando Jungkook sacó lentamente la polla de su boca, Taehyung tragó y tomó un poco de aire, lamió sus manos y recogió con sus dedos el resto que se había resbalado por la extensión del rubio.

De alguna manera adoraba ese sabor, pocas veces antes le había pasado algo como eso, pero era que ese alfa tenía cosas que lo volvían adictivo a él, el castaño creía fielmente que Jungkook le había hecho algún tipo de amarre para que ocurriera eso.

—¿Te gustó beber mi leche, Mommy? —preguntó el rubio con morbo y atrajo al Omega a su pecho, la respiración del alfa aún no estaba regular, pero eso era lo de menos, ahora solo quería sentir al castaño contra su piel.

—Quisiera volverlo a repetir —contestó el castaño lamiendo una última vez sus dedos y miró al rubio con sus ojos grandes—, el domingo en su hogar, ¿Sabes? He comprado una correa de cuero, ya estoy deseando que me azotes~

Taehyung abrazó al rubio y frotó su rostro contra su pecho, Jungkook acarició su cabello revoltoso y sonrió débilmente hacia la nada, iba a tener que guardar bastante energías esa semana.