Sugar Mommy
Holaaaaa 7u7
Una disculpa por haber demorado tanto en publicar esta historia, lo que pasa es que estaba pensando en hacerla un fanfic, así chido con capítulos, pero la neta ya no se me ocurrió nada jsjs
Espero que les guste esta pequeña historia. Los quiero mucho a cada uno de ustedes, gracias por el apoyo y ya saben, viva el chaesoo, el chaesoo es vida ❤❤
Atención esta historia incluye contenido g!p si este no es tu agrado te invito a retirarte. Gracias.
Jisoo se encontraba sentada sobre la cama, mientras observaba a su esposa cepillarse el cabello frente al espejo.
- Seulgi ya hablé con nuestro abogado.- Habló. - Me dijo que en un par de semanas tendrá listos los papeles de nuestro divorcio
- Gracias por avisarme Jisoo
- ¿Estas segura de esto? - Preguntó.- Aún estamos a tiempo, podemos tal vez revivir este amor...- Fue interrumpida
- Yo ya no te amo y se que tu también ya no lo haces
- Pero... - Nuevamente fue interrumpida
- Pero nada Jisoo, ya no hay nada que hacer, este matrimonio está roto desde hace años. - Caminó hacia ella y se sentó a su lado. - Quiero pasar lo mucho o lo poco que me quede de vida con alguien a quien ame. - Tomó su mano.- Y creo que deberías hacer lo mismo, date esa oportunidad
- Esta bien, si eso es lo que quieres, se feliz
- A pesar de lo que te estoy diciendo, déjame decirte que te quiero mucho, tienes un lugar en mi corazón, me diste dos hermosas hijas
- Jennie y Lisa son lo mejor que nos ha pasado ¿no crees?
- Claro que sí, amo a nuestras hijas, ya son todas unas mujeres, entenderán nuestra decisión
***
- Hola hija. - Saludó Jisoo. - ¿cómo estás?
- Hola mami buen día.- Dijo Jennie acercándose a su madre y así darle un beso y un abrazo.- Todo bien
- ¿Y Lisa? - Preguntó
- ¡Aquí estoy! - Entró corriendo al comedor. - Hola
- ¿Emocionadas por su último año de universidad? - Les preguntó
- Sí, por supuesto. - Respondieron al unísono con una sonrisa
- Entonces desayunamos y nos vamos, rápido. - Habló la mayor
- Mamá. - Habló Jennie. - Antes de irnos nos gustaría hablar contigo
- Díganme ¿de qué se trata?
- Es sobre tú y mamá.- Habló nerviosa. - Ayer, te juro que fue sin querer que las escuché hablando sobre el divorcio.- Dijo Jennie
- ¿Por qué se van a separar? - Preguntó Lisa. - ¿Que está pasando? ¿Por qué no nos han dicho nada?
- De hecho hoy por la noche íbamos a hablar con ustedes. - Contestó la mayor. - Su madre fue quien me pidió el divorcio, las cosas entre ella y yo ya no son las mismas, quiere darse una oportunidad, estoy segura de que su madre tiene a alguien más y quiere hacer las cosas bien, hay que apoyarla, no tiene nada de malo
- Entendemos mamá. - Contestó Jennie
- Bueno de todas formas en la noche hablaremos todas ¿esta bien?
- Si ma. - Respondieron
Ya era un poco tarde, salieron las tres de la casa, Jisoo dejaría a sus hijas en la universidad y después se iría a trabajar a la oficina.
- ¡Oigan chicas! - Jisoo llamó a sus hijas. - En la tarde a paso por ustedes, quiero llevarlas a comer a su restaurante favorito
- ¡Ay sí! - Dijo Lisa entusiasmada. - Muchas gracias
- Gracias mamá, nos vemos más tarde. - Se despidieron. - Bueno Lisa nos vemos, me tengo que ir a clases. - Dijo la castaña
- Yo también, te veo después Jenn. - Lisa caminaba por los pasillos de la universidad, a lo lejos observó a una chica, rubia, alta, parecía perdida, así que se acercó para ayudarla. - Hola ¿puedo ayudarte?
- Oh...hola, si. - La chica le entregó una hoja. - Estoy buscando este salón
- Oh que coincidencia, yo voy para allá. - Sonrío. - Estamos en la misma carrera, vamos. - Juntas caminaron. - Me llamo Lisa ¿y tú? - Preguntó
- Me llamo Roseanne Park. - Respondió la rubia. - Soy de Australia, estoy aquí de intercambio este último año
- Pues bienvenida Roseanne, te aseguro que te encantará estar aquí. - Le dijo Lisa con una sonrisa
Más tarde
- Muchas gracias por ayudarme y acompañarme este día Lisa. - Agradeció Rosé
- No es nada, cualquier cosa aquí me tienes. - Contestó sonriendo. - Por cierto, se me ha olvidado presentarte a mi hermana, se llama Jennie, hoy mi mamá pasará por nosotras e iremos juntas a comer, si quieres puedes venir
- Claro que sí, me encantaría. - Dijo entusiasmada
- Se supone que Jennie ya debería estar aquí, seguramente esta en las canchas. - Lisa se levantó de su asiento. - Espérame aquí, iré a buscarla. - Rosé asintió y observó a Lisa salir del aula
Jisoo aguardaba afuera de la escuela esperando a sus hijas, observo su celular, era tarde, ya deberían de estar ahí.
- No se porque tienen celular si no van a contestar. - Dijo bajando de su auto dirigiéndose dentro de la escuela. Caminó por los pasillos hasta llegar al salón de una de sus hijas. - Hola. - Saludó a una chica rubia que se encontraba ahí dentro. - Estoy buscando a Lisa
- Ah tu debes de ser su hermana Jennie. - Le dijo caminando hacia ella
- Oh no...- Sonrió. - Yo soy su...- Fue interrumpida
- Hola mamá. - Dijo Lisa llegando junto con Jennie
- Yo eh...- Habló nerviosa Rosé. - Le pido una disculpa señora, pensé que era, bueno...usted era. - Miró a Lisa. - Pensé que era tu hermana Jennie
- Si, muchos las confunden. - Fue hacia su madre y la abrazó. - Es que a mi mamá no se le notan los años que tiene
- Sí, señora usted se ve muy joven. - Confesó
- No se preocupe señorita. - Le sonrió
- Mamá ella es mi amiga. - Habló Lisa
- Mucho gusto. - Extendió su mano para saludar. - Soy Kim Jisoo
- Igualmente es un gusto. - Estrecharon sus manos.- Me llamo Roseanne Park
- Oigan llevo más de quince minutos esperando y no llegan
- Perdón mamá, estaba con mis amigos. - Jennie se disculpó
- Mamá ¿crees que Rosé pueda venir con nosotras a comer? - Preguntó Lisa a su madre
- Claro que sí, vamos rápido que se nos hace tarde y tengo que regresar a la oficina
***
- La comida estuvo deliciosa. - Dijo Rosé. - Muchas gracias por invitarme
- No es nada. - Lisa le sonrió
- Bueno chicas, es hora de irnos. - Jisoo se levantó. - Iré a pagar
Las hermanas Kim se habían comportado muy bien con ella, la ayudaron en su primer día en una universidad donde no conocía a prácticamente nadie. Las dos eran muy amables con ella. Ahora tenía a dos grandes amigas.
Mientras hablaban, esperando fuera del auto, observó que la señora Kim estaba un poco en apuros. Fue hacia ella para ayudarla con las bebidas que traía. Pero accidentalmente derramó una de éstas en su blusa.
- Que torpe. - Dijo Jisoo. - Discúlpame no te vi
- No, la torpe soy yo. - Dijo tratando de limpiarse. - Una disculpa señora Kim
- Perdón, arruine tu blusa. - Le entregó una servilleta
- No se preocupe. - Decía mientras se limpiaba. - Está bien
- Si tu lo dices. - Le dijo sonriendo. - Te llevaremos a casa
Minutos más tarde, ya estaban fuera del departamento donde se hospedaba Rosé, ésta agradeció las atenciones brindadas por parte de las Kim y entró a su departamento.
Ya más tarde, por la noche, terminó de darse una ducha, antes de ir a dormir, tomó su celular y observó las notificaciones. Tenía ya solicitudes de Lisa y Jennie en sus redes sociales.
Entró a cada uno de sus perfiles y comenzó a mirar sus fotografías, unas en especial.
La señora Kim
- ¿Por qué no dejo de pensar en ella? - Se preguntaba. - Es tan...- Cerró sus ojos fuertemente. - Ni lo digas Roseanne Park, la señora Kim es una mujer casada, tiene dos hijas de tu edad, o sea podría ser mi mamá. - Entró al perfil de Jisoo y comenzó a ver sus fotografías
- Pero es que de verdad no aparenta los años que tiene. - Seguía mirando su perfil. - Se ve que se cuida mucho. Se ve muy...¿sexy? Sí, lo es. - Se quedó por varios minutos pensando si la seguía o no. - No tiene nada de malo seguirla ¿o sí? - Pensó. - La voy a seguir. - Sin más, dio click en el botón se seguir
Varios días después
- Rosé. - Habló Jennie. - Ven con nosotras
- Nuestra madre nos invitó a comer. - Dijo Lisa. - Obviamente tu también lo estás, vamos
- Claro que voy con ustedes. - Respondió de inmediato pues eso significaba ver de nuevo a la señora Kim
Al llegar a la casa, observó todo a su alrededor; era una casa bastante grande, muy bonita, tenía un lindo jardín.
- Su casa es muy linda. - Confesó
- Bueno nosotras no vivimos aquí. - Dijo Lisa. - Aquí vive nuestra madre Seulgi
- ¿Cómo? No entiendo - Preguntó confundida
- Lo que pasa es que nuestras madres se divorciaron. -Explicó Jennie. - Nosotras vivimos con Jisoo, Seulgi tiene su propia casa
- Oh...chicas lo siento mucho. - Les dijo al verlas un poco tristes por la situación. - No sabia, perdón, yo pensé que sus madres estaban bien
- No te preocupes Rosé. - Entraron a la casa. - Fue mutuo acuerdo, ellas se llevan muy bien, nada de peleas
- Eso es bueno. - Les dijo
Ese día conoció a la ex esposa de la señora Kim; una mujer muy linda, era bastante amable. Al parecer la amabilidad distinguía a esta familia. Agradecía mucho eso, pues si Lisa no la hubiera ayudado aquel día, no sabía que sería de ella ahora mismo.
Ese mismo día, Jennie y Lisa la habían invitado a una fiesta, pero Rosé no tenía muchas ganas de asistir. Así que terminando, esa tarde, la llevaron a su departamento.
Ya más tarde, estando en su departamento, estaba por entrar a la ducha y darse un baño cuando tocaron la puerta. Abrió y se llevó una gran sorpresa y de inmediato comenzó a sentirse nerviosa.
- Hola Rosé. - Saludó. - Buenas noches
- Señora Kim. - Habló nerviosa. - Buenas noches
- ¿Puedo pasar? - Preguntó
- Sí, claro que sí. - Se hizo a un lado haciendo que la mayor pasara. - Siéntese por favor
- Gracias. - Se sentó frente a ella. - Bueno vine a darte esto. - Le entregó una bolsa de regalo. - Es una blusa, espero que te guste
- Oh muchas gracias señora Kim. - Abrió aquella bolsa y sacó la blusa. - No se hubiera molestado
- Me sentía un poco mal por lo de la otra vez, arruine tu blusa
- Pero eso se le quitó lavandola. - Sonrió. - Pero muchas gracias por el detalle
- Pensé que no te encontraría, supuse que estabas con mis hijas en aquella fiesta
- La verdad no me siento muy bien. - Confesó
- ¿Estás enferma? - Se alarmó un poco. - Puedo llevarte al doctor si quieres
- No, no es eso. - Sonrió. - Solo que...bueno, extraño a mi familia. - Agacho la mirada. - Esto a sido muy difícil para mí, estar lejos de mi familia y amigos, me siento sola, pero se que aquí estoy mejor, tendré mejores oportunidades
- No estás sola. - Jisoo se levantó y fue hacia ella sentándose a su lado pasando una de sus manos alrededor abrazandola. - Tienes a Lisa y a Jennie, les diré que insistan más para salir de fiesta contigo, ir a más lugares. - Trataba de consolarla. - También si tu quieres, me tienes a mi, cualquier cosa que necesites puedes hablar conmigo. - Le regaló una sonrisa y después entregó una tarjeta donde venía su número . - Confía, todo estará bien
- Muchas gracias señora Kim. - Limpió un par de lágrimas. - Perdón por esto, de verdad, no quería, disculpe
- No te preocupes, es bueno desahogarse. - Jisoo se levantó. - Me tengo que ir, tal vez después nos veamos Rosé, buenas noches
- Buenas noches señora Kim. - Abrió la puerta y se fue de ahí
Por la mañana, estrenó la blusa que le había regalado la señora Kim. Se le veía muy bien, se tomó una fotografía frente al espejo. Estaba pensando en mandarsela.
- ¿Me veré muy atrevida si lo hago? - Se preguntó. - No, de todas formas ella es una mujer libre, puedo hacer eso
Me encantó la blusa que me regaló
Te queda genial, te ves muy bien Rosie
Muchas gracias señora Kim
Llámame Jisoo, me haces sentir más vieja
Pero si usted se ve muy joven
¿Tu lo crees?
Claro que que sí, no aparenta los años que tiene, se lo digo de verdad
Me da gusto que te haya gustado
Me tengo que ir al trabajo, buen día Rosé ❤
Jisoo guardó su telefóno celular en uno de sus bolsillos, pero de inmediatolo sacó de nuevo para observar la fotografía de Rosé. Ahora tenía un pequeño problema entre sus piernas. Aquella fotografía que le había mandado Rosé la había hecho encenderse un poco.
- Que atrevida es esa chica. - Decía mirando la imagen. - Es muy hermosa
- ¡Mamá ya es tarde! - Lisa entró a su habitación. - ¿Si nos vas a llevar o nos vamos solas?
- Váyanse ustedes, toma las llaves de la camioneta. - Dijo tratando de ocultar la gran erección que tenía. - Yo me llevaré el coche, maneja con cuidado
- Nos vemos después ma. - Se despidió y sin más Jisoo entró al baño para bajar aquello un poco
Casi un mes había pasado. Durante todos estos días, Jisoo y Rosé seguían comunicándose. Hablaban todos los días y salían de vez en cuando a comer o cenar a algún restaurante. A las dos les encantaba la compañía de la otra, les gustaba mucho estar juntas. Para Rosé, la mayor le parecía una mujer muy interesante e inteligente, con un gran sentido del humor, a pesar de que Jisoo aparentaba ser una mujer fría, con el tiempo se dio cuenta que es una gran persona.
- Creo que bebiste demasiado. - Jisoo abrió la puerta de su auto para ayudar a Rosé y bajar. - Con cuidado
- Perdón Jisoo. - Se reía sin ningún sentido. - Te ves muy guapa
Entraron al departamento, Jisoo dejó a la menor sobre el sillón
- No quiero dejarte así. - La tomó de nuevo. - Tienes que darte una ducha fría para que se te baje un poco. - Siguió caminando hasta llegar al cuarto de baño
- Me vas a tener que ayudar. - Sonrió pícara la menor
- Claro. - Le devolvió la sonrisa. Se acercó a ella cuando rápidamente Rosé la tomó y comenzó a besarla
- No sabes las ganas que tenía de besarte. - Se apartó solo para decir eso y continuó besando sus labios
- Me encantas. - Dijo la mayor mientras acariciaba su cabello. - Pero de verdad tienes que darte esa ducha, estas muy mal
- Lo que tu digas. - Jisoo la ayudó a desnudarse. La verdad es que no sabe de donde sacó tanta fuerza de voluntad para aguantar las ganas de hacerla suya. Pero ella era una mujer respetuosa, no podía hacerlo, mucho menos estando en ese estado.
- Iré a prepararte un café. - Dejó a Rosé en la habitación para que se cambiara
- Quédate conmigo esta noche. - Dijo Rosé cuando la mayor entró a su habitación. - No te vayas
- No me voy a ir. - Le entregó la taza de café. - Quiero quedarme aquí contigo
- Vamos a dormir ya. - Hizo a un lado las sábanas y se acostó. - Puedes tomar una de mis pijamas, están por ahí. - Señaló. Jisoo fue y tomó una, quitó su ropa y puso la pijama. - Te ves muy bien, ven conmigo. - Jisoo subió a la cama y se colocó detrás de ella abrazandola por la cintura
- Buenas noches. - Le dijo al oído
- Buenas noches. - Contestó sonriendo
Hace mucho que la mayor no experimentaba esta sensación. ¿Estaba enamorada? Definitivamente sí, en tan poco tiempo esta chica había robado su corazón, con su forma de ser, su carisma, todo en ella era perfecto.
***
Jisoo esperaba afuera de la universidad a que Rosé saliera. Necesitaba hablar con ella.
- Rosie ven. - Le habló discretamente
- ¿Qué pasa? - Preguntó confusa
- Sube al auto. - Hizo caso y Jisoo condujo
- ¿Que pasa? ¿Estas enojada? - Dijo al ver cómo Jisoo no le dirigía la palabra
- ¿Por qué no contestas mis mensajes? - Preguntó. - Desde hace días que no me contestas ninguna llamada, te mandé cientos de mensajes y ninguno me respondiste
- El fin de semana fui a una fiesta y accidentalmente mi celular cayó a la alberca, obviamente ya no funciona. - Explicó. - No tengo dinero para comprar otro
- ¿Por qué no me avistaste? - Seguía reclamando
- ¿Que querías que hiciera? Que fuera a tu casa, donde están tus hijas ¿Que les digo? Oigan vengo a ver a su madre, con la cual he estado saliendo desde hace más de un mes y...- La mayor ya no quería seguir escuchando, así que la calló con un beso. - La cual es el amor de mi vida. - Dijo al separarse de aquel tan delicioso beso mirándola fijamente
- Perdón. - Se disculpó por sus acciones. - Pero me haces mucha falta, extrañaba tus mensajes, escuchar tu voz y yo estaba ocupada y no tenía tiempo para ir a verte
- Ya estamos juntas, disfrutemos esta tarde. - Dejó un beso en su mejilla
Se dirigieron al centro comercial.
- ¿A que vinimos aquí? Pensé que iríamos a comer. - Preguntó
- Escoge el celular que tu quieras, no importa cuánto cueste, lo necesitas, no solo para hablar conmigo, también con tu familia. - Afirmó. - Después vamos a comer y demás cosas, lo que tu quieras. - La tomó de la cintura. - Quiero compararte ropa ¿quieres?
- Lo que tu quieras regalarme, muchas gracias. - La abrazó
Días después
- ¿Cómo les fue en la fiesta? - Preguntó Jisoo a sus hijas
- Bien. - Respondieron. - Subí unas fotografías
- Sí, de hecho las estoy viendo. - Revisaba aquellas fotografías, en especial dos que llamaron su atención. En ellas, aparecía Rosé abrazando a un chico, se veían muy cariñosos. - ¿Quién es él? - No lo pensó dos veces y preguntó
- Oh es el Jungkook. - Respondió Jennie. - Es nuestro amigo ¿Por qué?
- Nada, solo se me hacía conocido, creo es hijo de uno de mis amigos, si no me equivoco. - Mintió
- Rosé y Jungkook hablaron toda esa tarde. - Lisa le comentó a Jennie. - Al parecer se gustan
- ¿De verdad? - Dijo sonriendo la castaña. - Pues enhorabuena por Rosé, Jungkook es un chico muy lindo. - La mayor seguía escuchando aquella conversación entre sus hijas y su sangre estaba que hervía del coraje
Esa misma mañana, al dejar a Jennie y Lisa en la universidad, se quedó por un momento esperando a ese tal Jungkook. Le preguntó a varios chicos que estaban ahí, hasta que por fin dio con el.
- ¿Usted me busca? - Dijo el chico. - ¿En qué puedo ayudarla?
- Quiero que te alejes de Rosé. - Soltó sin más
- ¿Qué? - Preguntó confuso. - ¿Y usted quién es para exigir algo así?
- Yo estoy saliendo con ella. - Cuando dijo esto, el chico se echó a reír
- ¿Rosé esta saliendo con usted? - Seguía riéndose
- Sí, como lo escuchas, no quiero verte cerca de ella ¿entendido?
- No. - Contestó. - Ella y yo nos llevamos muy bien, hemos estado saliendo también. Mejor póngase a pensar, Rosé es una chica muy joven como para andar saliendo con una señora de cuarenta o más años como usted, dígame una cosa ¿Rosé la quiere a usted o a su dinero? - Jisoo no respondía nada, pues las palabras de aquel chico le estaban afectando. - Ahora ya se de donde saca toda esa ropa y joyas que presume, ese celular tan costoso, todo se lo compra usted. Es mejor que se aleje señora. - Dijo eso último y el chico se fue
Tal vez ese chico tenía razón y Rosé solo la estaba utilizando, fue tan absurdo pensar que una chica como ella se fijara en una mujer como Jisoo. Lo mejor es alejarse. Pensó la mayor. Aparte nuestra relación nunca sería aceptada, ella es una de las mejores amigas de mis dos hijas, nunca lo aceptarían. Lo mejor será dejar todo eso atrás.
***
Era de noche, Jisoo estaba por irse a dormir, estaba en su laptop revisando un par de correos. Habían pasado varios días desde que habló con aquel chico. Seguía recibiendo mensajes a diario de Rosé, pero la mayor no contestaba ninguno.
Jisoo se que estás ahí, contesta por favor
¿Que pasa? Hace días que no nos vemos, te extraño por favor
Te estoy marcando, contesta por favor
Dime que fue lo que sucedió ¿Lisa y Jennie se enteraron de lo nuestro?
Puedo hablar con ellas, seguro entenderán
Jisoo por favor responde ¿qué sucedió?
Me tengo ir a dormir, en cuanto puedas responde mis mensajes, quiero pensar que estás ocupada con tu trabajo y por eso no contestas. Buenas noches, descansa ❤
Por la mañana, era ya un poco tarde, Jennie y Lisa se fueron juntas a la universidad. Jisoo se quedó y se arregló rápidamente e irse a la oficina. Justo cuando estaba por salir, tocaron a la puerta.
- Hola Jisoo. - Era Rosé. - ¿Puedo entrar? - Preguntó, a lo que Jisoo asintió y la hizo pasar
- Se supone que deberías estar en la escuela. - Le dijo. - ¿Que haces aquí?
- ¿Que que hago aquí? - Dijo un poco enfadada. - Hace días que no me contestas, ni mis mensajes ni mis llamadas ¿que sucede?
- Sucede que ya no quiero nada contigo, déjame en paz
- ¿Cómo? Pero si... - Estaba confundida. - No te entiendo
- Solamente me querías para que te diera dinero, te comprara todo lo que querías, solo me veías de esa manera
- ¡No! Jisoo yo te quiero de verdad, te lo juro, no se quien te metió esas ideas en la cabeza, pero miente
- Jungkook. - Soltó de pronto. - Ese chico de la fiesta, me lo dijo todo
- Él es un idiota, lo he rechazado muchas veces, solo por ti. - Se acercó a ella y la abrazó fuertemente. - Te amo
- ¿Me amas? - Preguntó
- Lo hago, no sabes cuánto. - Seguía aferrada a la mayor. - No me interesa tu dinero, me enamoré de ti, te amo a ti. - Unieron sus labios, había extrañado mucho sus dulces besos. - Déjame demostrarte cuanto te amo
- ¿Qué? - Preguntó. Pero sabía perfectamente a lo que se refería. Tomó sus labios nuevamente, besándo de una forma más agresiva. La mayor se sentó sobre el sillón y Rosé sobre ella. - También te amo. - Rosé mandaba en esta ocasión. Comenzó por quitar la blusa de la mayor y después la suya. Jisoo no lo dudó ni un segundo y comenzó a tocar sus pechos, esto excitaba mucho a la menor. Se levantó un poco para poder quitar los pantalones de ambas y volvió a sentarse sobre la pelinegra
- Quiero ser tuya. - Dijo mientras se besaban. - Hazme el amor, por favor
- Lo que tu me pidas, te lo voy a dar. - Se levantó con ella en brazos y juntas subieron las escaleras hasta llegar a su habitación. La dejó sobre la cama y comenzó a besarla de pies a cabeza. Quitó las prendas restantes de la menor y posicionó una de sus manos sobre su intimidad acariciando un poco. No dejaba de besarla, seguía dejando rastros de besos por todo su cuerpo, bajando cada vez más, quedando frente a su femineidad donde comenzó a besar.
- Oh...me encanta, sigue así. - Decía la menor ante las acciones de la mayor. - Ah Jisoo. - Tomaba su cabello para que no parara de hacer aquello. - Te necesito. - Detuvo lo que estaba haciendo e hizo caso a lo que pedía la menor, se levantó de la cama y fue hacia un cajón donde sacó un condón. - Ven yo te lo quiero poner. - Cada vez está chica la sorprendía más, era tan atrevida. No lo pensó mucho, fue hacia ella, quitó las prendas restantes y su erección fue liberada. - Delicioso
- Tómalo. - Le dijo Jisoo, a lo que la menor hizo caso, lo tomó entre sus manos y comenzó a acariciar y llevar su manos de arriba a abajo. Se detuvo un momento y abrió el pequeño sobre, tomó el condón y se lo colocó
- Quiero sentirte. - Rosé la tomó y la acostó sobre la cama posicionándose sobre ella. - Me encantas. - Tomó el miembro de la mayor y comenzó a introducirlo en su cavidad hasta quedar dentro por completo. Soltó un leve gemido, al igual que la mayor, pues esta sensación era inigualable. Estando lista, comenzó a moverse lentamente, mientras, Jisoo aprovechaba aquella imagen que tenía frente a ella, era increíble verla de esa manera.
- Eres fantástica. - Jisoo hizo cambiar las posiciones ahora ella estaba arriba. - Te amo. - Sin más volvió a penetrarla. Estaban por llegar, podía sentirlo, así que acelero aún más sus embestidas haciendo que las dos alcanzaran el tan ansiado orgasmo
- Fue increíble. – Le dijo Rosé tratando de regular su respiración. – Te amo. – Jisoo se acomodó detrás de ella y seguía basándola. – Gracias por creerme y aceptarme de nuevo en ti vida. – Se quedaron así hasta quedarse dormidas
Más tarde
– ¿Qué pasa aquí? – Preguntó Lisa confusa al ver ropa tirada en la sala de la casa
– Es de mamá. – Dijo Jennie
– ¿Y esto de quién es? – Al decir esto rápidamente las dos subieron las escaleras hasta llegar a la habitación de su madre, llevándose una gran sorpresa, no por la situación en la que estaba, si no con la persona que la acompañaba.
– ¿¡Mamá que está pasando aquí!? – Gritó enojada Jennie
– A ver tranquilas por favor. – Se cubrió y salió de la cama. – Podemos explicar
– ¡Eres una zorra! – Se dirigió a Rosé. – ¿Como pudiste hacer esto? ¿Por qué con nuestra madre? ¿Qué te pasa?
– ¡Chicas tranquilas por favor! – Habló Jisoo
– Lisa, Jennie, yo iba a hablar con ustedes pero...
– ¡Cállate! – Gritó Lisa. – Seguramente tu arruinaste el matrimonio de mi mamá, eres una cualquiera
– ¡No! Eso no pasó, tu madre y yo tomamos esa decisión desde mucho antes de que yo la conociera. – Trató de explicar. – No te permito que le hables de esa manera
– Seguramente es una interesada. – Soltó Jennie. – Te quiere por dinero
– ¡No! – Dijo Rosé. – Chicas yo de verdad amo a su madre, me enamoré de ella
– ¡No te creemos nada maldita interesada! – Dijeron esto último y salieron de ahí
– Tenía que haber hablado con ellas, no que nos encontraran de esta manera. – Dijo Jisoo acercándose a Rosé abrazandola. – No te preocupes cariño, todo estará bien, ellas deben entender que soy feliz a tu lado, que te amo
– Gracias por defenderme. – Siguió entre sus brazos
***
– Eso fue lo que pasó mamá. – Explicó Jennie a su madre Seulgi. – Nuestra supuesta amiga se metió con nuestra madre ¿qué le pasa?
– ¿Que le pasa a mamá también? – Preguntó Lisa. – Rosé podría ser su hija, tiene nuestra edad
– Pero no es su hija. – Se sorprendieron ante la respuesta de Seulgi. – Chicas para el amor no hay edad, ahora yo tengo a alguien ocho años menor que yo y soy muy feliz, que más da si hay una diferencia de veinte años
– Pero mamá por Dios ¿en serio la apoyas?
– Claro que sí, chicas si su madre es feliz con Rosé pues deberían de sentirse felices por ella, por su madre que les ha dado tanto a lo largo de sus vidas. – Explicaba Seulgi. – Acepten eso, dejen que Jisoo sea feliz con la persona que ama por lo poco o mucho que le quede de vida por favor
Un año después
Las cosas ahora estaban bien. Lisa y Jennie habían aceptado la relación de su madre, Seulgi tenía razón, ella merecía ser feliz al lado de la persona que ama y es cierto, la edad no era una barrera para el amor. Durante estos últimos meses habían pasado varias cosas; Rosé junto con Lisa y Jennie habían concluido sus estudios universitarios. Jisoo no quería a Rosé con ella por el resto denso vida, así que le propuso matrimonio y a los pocos meses se casaron. Tenían una linda casa en la ciudad de Seúl, eran muy felices. Ahora mismo tenían una linda cena de navidad, estaba toda la familia reunida.
– Mi amor. – Habló Rosé. – Ven conmigo. – La tomó de la mano. – Oigan familia tengo un anuncio muy importante que hacer
– ¿Qué pasa mi amor? – Preguntó Jisoo
– Toma tu regalo. – Le entregó una pequeña caja. – Abrela. – Jisoo hizo caso a lo que dijo y abrió la pequeña caja. Se sorprendió ante lo que vio ahí dentro
– No puede ser. – Dijo Jisoo al sacar lo que había dentro. – ¿De verdad mi amor? – Lo que había visto era una prueba de embarazo positiva
– Si cariño, seremos madres, estoy embarazada. – Jisoo la abrazó fuertemente. – Es un niño
– No sabes lo feliz que me haces. – Estaba al borde de las lágrimas. – Te amo, te amo demasiado
– ¡Ay felicidades a las dos! – Les dijo Jennie. – Me siento feliz por las dos enhorabuena, felicidades
– ¡Jennie y yo siempre quisimos un hermano pequeño! – Dijo Lisa. – Felicidades
– Me haces tan feliz, nunca pensé que tendría la dicha de ser madre otra vez. – Comentó Jisoo
– No sabes lo feliz que estoy, siempre soñé con formar una familia, tener hijos con la persona a quien amo. – Dejo un tierno beso sobre sus labios. – Te amo
– La edad es solo un número. – Siguió acariciando su rostro. – Te amo Rosé
Gracias a todos ustedes por leer esta historia. Los amo❤
Nos vemos después. Hasta la proximaaaaaaa
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro