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Capítulo 15: Celos.

Katsuki estaba terminando un trabajo en su computadora cuando escuchó su celular sonar, rápidamente lo recogió para mirarlo. Un mensaje con el "Deku" brillaba en su pantalla, leyó el texto y sonrió, sabía que aún tenía el fin de semana para terminar su trabajo y estudiar para un examen.

"
Deku:

Estoy en casa, te estoy esperando,
Baby~ ♥

"

Eso podría esperarse, su tierno y bello mommy le aguardaba. Tenía que darse prisa, así que dejó todo, se cambió la ropa y salió para tomar un taxi. Fueron unos casi treinta minutos de viaje antes de Katsuki estuviera dentro del elevador presionando el botón del piso en el que se encontraba el Omega mayor.

Cuando estuvo al frente de la puerta que daba a su apartamento, tocó el timbre y esperó, Katsuki sintió que habían pasado horas antes de que al fin la puerta fuera abierta. Todo saludo y palabra que iba a decir murió en el fondo de su garganta cuando observó lo que Izuku tenía puesto, o básicamente.

Lo que NO tenía puesto, lo único que cubría su piel era unas diminutas bragas y el resto de su cuerpo estaba desnudo. Katsuki pudo sentir como su polla se endurecía rápidamente entre sus pantalones de solo verlo así y lo peor era que el descarado solo le sonrió.

—¡Oh, creí que no vendrías, Kacchan! Tardabas tanto y ni siquiera me enviaste un mensaje de vuelta. —el pecoso hizo un puchero fingiendo estar molesto, agitó sus pestañas de manera inocente y miró al alfa con sus ojos grandes—. ¡Pero ya estás aquí! La noche aún es joven y se puede disfrutar.

Izuku se inclinó hacia el costado de la puerta, sosteniendo con una mano la perilla y esperando la reacción del alfa. El rubio tenía una mirada ilegible en su rostro, dio unos cuantos pasos al interior dejando que el Omega cerrará la puerta suavemente detrás de él una vez cruzó el umbral.

El pecoso quiso abrazar a su baby para besarlo; sin embargo, no anticipó que el rubio le tomaría las manos y lo pegaría a la pared manteniéndolo prisionero. El menor se agachó levemente para meter su cabeza en el cuello pecoso, besándolo y llenándose con su delicioso aroma.

También gruñía por lo bajo de vez en cuando; pero, aún así encontró forma para frotar su erección vestida contra el coño apenas tapado del pecoso. Izuku gimió tembloroso, el aroma del rubio era denso y posesivo que quería marcarlo e impregnarlo. Izuku pudo identificar eso como acciones de un alfa celoso, pero, ¿De qué?

—Hay un rastro de alfa en ti, lo voy a borrar —esas palabras fue todo lo que Izuku necesitó para saber, era obvio el aroma pues estuvo toda la tarde con Kai, tal vez debió darse Ian ducha—, creo que tendré que enseñarle a mommy una lección.

Katsuki encajó sus dientes en el hombro pecoso, saboreó el hierro en su boca pero no se apartó, Izuku tembló más, varios escalofríos llenaron su espalda y gimió; no obstante, el Omega no se quejó en lo absoluto, se dejó ser y separó un poco sus piernas cuando sintió como la mano libre del alfa llegó a sus muslos internos.

—K-kacchan. —gimió el pecoso cuando la mano de Katsuki se metió entre su ropa interior y comenzó a tocar su coño, frotando desde su entrada húmeda hasta su botón sensible.

—Tengo que enseñarte a quién perteneces ¿No? —un instinto primordial se desató en Katsuki, al verlo antes en la puerta se excitó cuando lo notó casi desnudo por completo, pero, eso cambió cuando olfateó ese aroma algo denso en su pequeño cuerpo.

Ah, la excitación y los celos podrían ser una combinación bastante peligrosa.
Estaba poseído por ellos, Katsuki no quería que Izuku tuviera a otro alfa en su vida, él quería ser su único Baby, la única persona que lo hiciera gemir y llorar de placer y si tenía que hacerle entender eso al Omega pecoso por las malas, lo haría.

El mismo alfa fue quien cargó al pecoso por el departamento y lo llevó a su propia habitación, Izuku solo pudo chillar cuando sus manos fueron soltadas y los brazos fuertes de Katsuki lo rodearon para elevarlo por su trasero. El pecoso rodeó a su pareja con las piernas y los brazos, mirando como era llevado a su cama y después se dejaron caer en ella.

Izuku quedó debajo del rubio quien se separó un poco para poder quitarse la ropa, fueron apenas sesenta segundos antes de que Katsuki estuviera como los dioses lo había enviado al mundo, su larga y chorreante erección estaba lista para la acción. El alfa se inclinó de nuevo sobre Izuku para besarlo con agresividad.

Los pobres labios del mayor estaban siendo masacrados por los del rubio, que incluso usó sus dientes para morder la parte inferior y dejarlo rojo. El Omega apenas podía respirar, pues el alfa no le dejaba tregua, peor fue cuando una mano del rubio se enredó en su cabello y tiró de él hacía arriba dejando al descubierto su cuello.

—E-espera Kacchan~ ¡Ngh!~ —no pudo evitarlo por más que intentó, el omega gimió cuando sintió otra mordida en su cuello, por la parte de enfrente y sobre su pequeña nuez de Adán.

Katsuki no se detuvo, abrió con su mano libre sus piernas y alzó una hasta casi llevarla sobre su ancho hombro. Izuku gimió de manera ahogada cuando la verga del alfa se frotó sobre su coño aún vestido. La mano que el rubio tenía en su cabello se soltó y bajó llegando a sus pequeños pechos con pezones duros debido a su excitación.

Y sin vacilación ni titubeos, esa mano lo comenzó a pellizcar y amasar con fuerza. Izuku se sentía como si hubiera sido atrapado coqueteando con alguien, si ese alfa era así con solo sentir un poco de aroma sobre él, aún sabiendo que solo le hizo un favor a alguien, no quería imaginar lo pasaría si por casualidad de la vida lo fuera a encontrar en una situación verdaderamente comprometedora.

—Mommy necesita su lección —el rubio habló con una voz profunda estremeciendo al pecoso—, debe de aprender que solo necesita de su único Baby.

Los ojos vidriosos del Omega observaron como el rubio se apartó de él y se acomodó mejor entre sus piernas, sacó de un tirón sus bragas, dejando al descubierto su coño rosado y brillante por todo el lubricante que dejaba salir. La mirada de Katsuki sobre su cuerpo era oscura, pero había un brillo posesivo en sus ojos rubí que daba algo de miedo.

Para hacer aún peor ese caso, a Izuku le encantaba, nunca un alfa había hecho o sido así de posesivo con el. Katsuki cada vez le demostraba más que era su pareja ideal, lo cuidaba, lo adoraba a su manera, lo quería solo para él y tenía una deliciosa polla que lo hacía delirar. Izuku no pudo evitar sonreír y llevar sus manos a su coño para abrirlo, presentándolo perfectamente a su querido baby.

—Muestrame a quién pertenece este coño, Kacchan —Izuku sonrió con sus mejillas sonrojadas y sus labios temblorosos, estaba tan feliz, lleno de éxtasis como si tuviera algún tipo de droga en su sistema.

Katsuki pareció complacido con eso, gruñó y alineó su polla contra la entrada húmeda del pecoso, presionó entrando poco a poco, dejó que las paredes cálidas lo envolviera lento, pero deliciosamente, gimió ronco cuando al fin estuvo dentro por completo, era tan apretado y pegajoso, algo de lo que nunca se iba a cansar.

—Este coño solo me pertenece a mí, es mío. —con un gruñido, Katsuki se inclinó sobre el pecoso para quedar cerca de sus maltratados labios—, cualquiera que intente estar aquí dentro tendrá que hacerlo sobre mi cadáver.

Izuku gimió tembloroso ante sus palabras pesadas con la promesa que hizo, solamente eso le hizo apretarse más y chorrear como si estuviera en pleno celo.
Después de Katsuki decidió que era el momento de moverse, empezó con las embestidas fuertes y sin piedad.

El pecoso arqueó su espalda por reflejo, apretando con fuerza las sábanas a sus lados, la polla del alfa golpeaba profundamente su coño, frotando sin esfuerzo alguno sus puntos dulces, aunque, pueda que Katsuki ya sepa enndodme estaban todos y por eso no le costaba ningún trabajo encontrarlos.

Katsuki tomó del cuello al peliverde, inclinando su cabeza a un lado para besarlo y dejar chupones por todas partes, mientras que Izuku solo le abría más las piernas, el omega llevó una de sus manos a la espalda del alfa dejándole rasguños por lo fuerte que se sostenía de el.

—¡T-tan bueno! ¡Es muy bueno, K-kacchan!  —Izuku jadeó y gimió perdido en su placer, el calor de su vientre se extendía por todas partes de su cuerpo y hacía que sus piernas temblaran.

El pecoso estaba por correrse y Katsuki lo sabía por la forma en que su polla era apretada más de lo normal, además de como los gemidos de Izuku se volvieron más desornedado que antes. El rubio salió de ese interior apretado y no dijo más que un gruñido cuando le dio la vuelta a su amante.

Acomodó al pecoso boca abajo y alzó su trasero acomodando ese delicioso cuerpo en bandeja de plata para él. Katsuki amasó ese delicioso trasero con sus dedos sintiendo como la carne esponjosa se hundía, una de sus manos picó por darle una abofetada y el alfa no se quedó con la ganas.

El pecoso gimió cuando lo sintió, era frustrante saber que no lo dejarían correrse tan pronto, aunque el dolor y la excitación era increíble, de verdad quería correrse en ese momento, entonces trató de usar sus armas. Volteó su rostro hacia el alfa y lo miró con sus ojos llorosos.

—Por favor Kacchan, baby. Me quiero correr, hazme correr sobre tu polla. —el pecoso lloró mientras movía sus caderas para tentar al alfa y pareció funcionar, pues el rubio se volvió a adentrar en su coño lo tomó de las caderas con fuerza.

—Bien mommy, te daré todos los orgasmos que quieras, pero debes de gemir el nombre de tu alfa. —Katsuki gruñó/gimió comenzando a moverse, sus dedos se enterraban entre la piel suave de esas gordas caderas y su polla aparecía y desaparecía entre esas pieles del paraíso—. Dilo, ¿¡Quién es tu alfa!? ¿A quien perteneces?

—¡A Kacchan! —el pecoso gimoteó con su lengua colgando, sus ojos se cruzaron cuando una mano de Katsuki rodeó su cuello y apretó levemente dejándolo sin aire—, ¡Kacchan es mi alfa! ¡Este coño de pita es tuyo!

La cabeza de Izuku se sentía tan ligera y apenas pudo decir esas palabras antes de que Katsuki apretara con algo más de fuerza el agarre de su cuello. La polla del rubio lo golpeaba sin piedad, con sus bolas chocando contra su coño cada vez que estaba enterrado profundamente en su interior.

El Omega no pudo soportarlo mucho tiempo, tembló con su coño siendo usado sin restricciones y su cabeza ligera por la falta de aire, además de la mano que soltó su cadera y fue hasta su botón sensible para frotarlo y hacerlo gemir más. Izuku se corrió con fuerza, apretando la polla de Katsuki en el proceso y poniendo sus ojos en blanco, casi mirando las estrellas de cerca.

Katsuki gruñó levemente empujando contra Izuku toda su longitud y dejando salir su semen espeso y fértil. El rubio solo soltó el cuello del peliverde cuando terminó de correrse, al hacerlo notó como el mayor jadeaba sonoramente por aire, temblando y con su visión empañada.

Entonces el rubí se acomodó a su lado, besando sus hombros con cariño y lamiendo las marcas que le había dejado. Tomó una sábana y los arropó a los dos mientras seguía cuidado del pecoso, y cuando al fin el pecoso pareció haber salido de su trance se volteó recostsndo su cabeza contra su pecho, ronroneando y satisfecho.

—Kacchan… —llamó el pecoso dibujando pequeños círculos sobre los pectorales del alfa—. Quiero un bebé tuyo, ¿Me lo das?

El rubio se congeló visiblemente, miró hacia abajo despacio notando como el pecoso batió sus pestañas mirándolo d emanera inocente como si no le hubiera dicho algo importante.

—¿Ah? —fue lo que salió de su boca por la sorpresa, sinceramente, sino estuviera acostado seguramente se hubiera desmayado.

(...)

Katsuki: *todo loco y posesivo por el pequeño rastro de Chisaki en Izuku*

Izuku: awwww😍 me das un bebé?

Yo: yo ya debería de estar durmiendo no?

También yo: nah, mejor vamos a leer chismes.

Espero que les haya gustado el capítulo de hoy uwu

Zaorycast.✨✨

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