Mentiras a medias
Por aquí les dejo el conjunto de la cita:
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Después de la pequeña reunión que habían tenido el mayor dejó a la joven cerca de su casa, más que nada por petición propia de ella, se despidió de manera informal, sin apresurarse mucho en caminar hasta la entrada, debía actuar natural, tampoco quería quedar como una niña muerta de la emoción por abrir un juguete nuevo, si se dejaba llevar, se vería como un blanco fácil, y ella no lo sería para nadie, sin importar cuan adinerado, alto y guapo pudiera ser.
Al cruzar la esquina y llegar a la reja de entrada, el primer vistazo la sorprendió, el exterior había sido pintado, tapando por completo cualquier rastro de los grafitis, ventanas nuevas y el césped estaba perfectamente cortado. Se apresuró a entrar y allí estaba su hermana menor, completamente sorprendida, todo estaba impecable, y los sofás parecían como nuevos, y oh Dios santo la tele nueva, era el modelo más reciente que se había sacado, en alta definición compatible con teléfonos inteligentes ¿Cuánto costaría? Ni tenía idea pero seguro que en esa situación, mínimo tendrían que vender un órgano cada una para comprarla, por lo que recordó lo que Cracker le había dicho "Ve tu nueva tele y hasta más", sabía que los Charlotte tenían un buen dinero por separado ¿Pero tanto? Bueno, tenían tantas ganancias que era difícil saber cuánto y quién sabe que más.
- Ginger ¿Qué es todo esto? De repente llego y todo está más que perfecto y arreglado, y dudo que haya sido Smoker porque no hay notas y estoy segura de que no se compraría esa tele ni para si mismo... ¿No es nada ilegal cierto?
- No es solo que... -Tal vez, torcer un poco la verdad sería menos escandaloso- Un chico de otra escuela me pidió salir con él, frecuentaba el café y hablábamos de vez en cuando, no quise ya que parecería interesada... Pero hoy nos vimos y cuando me dijo de todo esto me dió algo de pena y... Acepté salir con él.
- ¿Cómo sabe dónde vives? -Bien, ya lo había empezado no quedaba de otra.
- Un amigo suyo vive cerca y cuando volvía me lo encontré un par de veces, entre charla y charla le dije que vivía aquí -La menor la miró con los ojos entrecerrados, se oía creíble, pero sentía algo más.
- Así que aceptaste salir con él para pagar la deuda... Suena a algo que harías, al menos si no es mala persona -Decidió creerle, al menos por el momento- ¿Qué pasó con el café? Volviste temprano.
- Oh eso... Cerraron por motivos personales, firmamos la renuncia y nos dieron nuestro último pago -Sacó el sobre de su bolso, el cual tenía nombre y sello del lugar- Me extraña que no fuera un cheque, pero no falta dinero.
- Ya veo... -Dijo algo apenada, aunque rápidamente recordó otro detalle- También ven a ver esto -Se apresuró a abrir el refrigerador, estaba lleno- Hay de todo, frutas, mermelada, jugos, soda, vegetales, salsa, huevos, leche... -Seguido de esto abrió el congelador- Helados, carne de res, pollo, pescado...
- Y cuánto más... -Se apresuró a abrir las despensas, oh vaya- Aquí hay de todo... Esto no me lo dijo.
- Pues sí que se inspiró -Dijo mientras cerraba el refrigerador- No sé quién sea, pero solo espero que realmente no se aproveche de ti.
- .... No creo que lo haga -Cerró la puerta de la despensa, bien, la había sorprendido bastante- No lo logrará.
Suspiró, sabía que era una chica dura- Siempre me preocupas.
- Tú tranquila yo nerviosa, es más veamos algo en la tele a ver qué tal -Aunque esta era más bien una excusa para no comer, tenía el estómago lleno, cosa que le hacía sentir algo culpable.
Logró distraerla lo suficiente hasta que el sueño y una cena caliente hicieron de las suyas, por lo que después de una ducha se fueron a sus habitaciones a dormir plácidamente, o al menos eso era lo que la menor había hecho, la mayor se encontraba sentada en el mueble de su ventana, sosteniendo una conversación con el Charlotte pelimorado.
- ¿Hasta hiciste las compras? Que considerado.
- Sorpresa, es uno de los adelantos, si vamos a estar en esto lo mejor es que no te enfermes.
- Bien, bien tiene sentido ¿Hay alguna fecha que deba anotar?
- Mañana en la noche iré a la boda de un amigo, ponte algo bonito pero de color oscuro.
- Bien buscaré algo formal, tengo ropa para eso.
- Pasaré por ti mañana a las 8:30.
- De acuerdo.
En cuanto envió el último mensaje dejó escapar un pesado suspiro, bueno, no era nada muy serio, simplemente estaría sentada esperando una rebanada de pastel, eso era todo... O al menos eso esperaba, no quería terminar envuelta en conversaciones incómodas sobre su vida, porque sí que le había pasado más de una vez y era de lo peor, se levantó y abrió su armario, con la ropa que se habían llevado para buscar pruebas no le quedaba mucho que escoger, bufó molesta al no encontrar mucho, y su ropa sería retenida hasta encontrar algo acerca de los culpables, por lo que le tocaría hacer algo que preferiría evitar pero no le quedaba de otra, a menos que quisiera endeudarse más. Salió sigilosamente de su habitación, poniendo un zapato en el marco de la puerta para evitar el ruido, con pasos sigilosos se dirigió a la habitación de sus padres, cerrando la puerta tras de si con cuidado de no hacer ruido, encendió la luz y comenzó a buscar en un baúl en el que su madre guardaba los vestidos formales, no le llamaba mucho la idea, pero tampoco pensaba hacer algo malo con ellos, solo era una fiesta tranquila, buscó entre los del fondo, encontrándose uno que de seguro le quedaría bien, solo tenía que desempolvarlo y estaría perfecto, acomodó las cosas, volvió a cerrar el baúl y salió de la habitación satisfecha con el resultado, seguro sería suficiente para el evento.
Pasó la noche y llegó la mañana, ambas jóvenes se alistaron para la escuela, tomaron un desayuno ligero con algo para más tarde, así que una vez listas salieron mientras conversaban un poco durante el trayecto, claro que sin querer darle tantas vueltas al asunto de la casa, aunque una seguía con ciertas dudas encima mientras que la otra esperaba no cometer alguna metida de pata que comprometiera la situación.
Pasaron su día de una forma perfectamente normal, la mayor conversando con algunas de las chicas Charlotte de vez en cuando, anotando las clases o simplemente descansando sobre su asiento, en cambio la más joven era casi lo mismo, claro que en lugar de descansar en su sitio, recibía la indeseada atención de "Doffy" como el chico le había pedido llamarlo, aunque había parecido más a un permiso que a una petición. Sin más cosas interesantes que añadir, se les pasó el día, y la hora de salida llegó, afortunadamente no alcanzaron a ser atrapadas por su grupo de amigas por lo que aprovecharon de apresurarse en ir a casa, además de tarea, la mayor tenía una boda a la que asistir esa noche.
Llegaron a casa y primero se estiraron un poco, yendo a sus habitaciones a cambiarse, no hablaron mucho, simplemente se fueron a atender sus propios asuntos, claro que una de ellas estuvo un rato encargándose del vestido, por suerte no necesitó más que un lavado en agua fría con algo de jabón, así que lo dejó colgado, y en lo que se secaba fué a atender sus deberes.
Por otro lado, lejos de allí, el hombre pelimorado se encontraba en su armario que también era un vestidor, revisando entre todos sus trajes ¿Cuál debería llevar? Estaba indeciso entre azul marino y gris oscuro ¿Qué se pondría ella? No era su intención ir en combinación pero tampoco quería que sus atuendos chocaran tanto, estuvo tentado a preguntarle pero tampoco quería parecer desesperado, por lo que prefirió seguir el camino de la vieja confiable, un traje negro y listo, no es como si le hubieran pedido algo más que su presencia y la de un acompañante.
Las horas pasaron lo suficientemente rápido como para desesperarse un poco, pero no tanto, con un pesado suspiro el Charlotte tomó sus llaves y salió de su apartamento en dirección a su auto, apenas llegó y subió, miró el asiento vacío a su lado, había estado ocupado varias veces por distintas mujeres, por lo que trataba de mentalizarse de ese modo, aunque en parte le costaba, ninguna le había gustado tanto como ella, en parte le hacía sentirse raro, pero al mismo su carácter fuerte y aura confiable le hacía sentirse sumamente atraído, esa chica era un imán para su atención. Arrancó en dirección a la casa, esperaba que hubiera hecho caso a su recomendación, la novia de su amigo no era muy tolerable cuando contradecían sus indicaciones; siguió el camino en silencio, esperaba llegar para llamarla, a sabiendas que la menor estaría ahí y probablemente lo mejor sería subirse y arrancar, por suerte la calle estaba decentemente despejada y pudo llegar en poco tiempo, paró cerca de la puerta, sin llegar a quedar en todo el frente.
Marcó su número, recibiendo una respuesta al instante- Estoy afuera en la esquina ¿Estás lista?
- Sí, ya salgo -Colgó la llamada, tomó su bolso y los tacones, bajando apresurada- Butsu voy a salir con este chico, no me esperes despierta -Estando en la puerta se puso los zapatos.
Desvió la vista de la tele al notar su apuro- ¿A dónde va...? -No alcanzó a terminar, en ese momento la puerta se cerró.
Le vió salir, oh vaya, estaba radiante, le abrió de inmediato, dejándola subir- Hola que tal.
- Hola que tal -Cerró la puerta al subirse, él arrancó- Ah... Casi me sigue.
- ¿Tu hermana no sabe?
- Si lo supiera haría lo posible por no dejarme salir -Suspiró con pesadez mientras se abrochaba el cinturón- Y no hablo de regaños.
- ¿Acaso te va a someter con una llave o algo así? -Rió ante esa idea, volteando a verla un segundo, su expresión lo decía todo- Oh...
- Ella practicó Taekwondo -La expresión sorprendida de Cracker le hizo reír- Así que tiene probabilidad de someter a más de uno.
- Entonces sí -Paró frente a un semáforo, la calle estaba llena- ... A todo esto, te ves muy bien.
- Gracias... -Sonrió ligeramente, mirando unos momentos por la ventana- ¿Hay alguna regla que deba seguir?
- Cualquier pregunta, tienes más de veinte.
- ¿No me veo muy joven?
- Si las personas no estuvieran tan empeñadas en verse siempre jóvenes, sería más fácil sospechar.
- Es entendible.
Después de un par de minutos más conduciendo, llegaron al lugar, la boda sería en un hotel y luego darían la fiesta en otro salón del mismo lugar. Desde allí era Cracker quien tenía la palabra, claro que si solo vas compañía, esta claro que es mejor que hablara otra persona, se dirigieron al salón indicado, y como era de esperarse se encontraron un par de invitados en el camino, en ese momento la joven solo se limitó a sonreír y saludar con cierta formalidad, tratando de no hacer nada más que saludar, fueron a sentarse, escogiendo un par de asientos atrás, sí también sería mejor idea que no vieran tanto con quién estaba, más que nada por precaución.
La ceremonia pasó con total tranquilidad, aunque había algo raro, algo raro de explicar, aunque era mejor dejar eso de lado, por lo que una vez la pareja fué oficialmente casada, los invitados fueron en dirección al salón de la fiesta, siendo la pareja principal los guías durante el camino, una vez en el salón todos se ubicaron en las mesas asignadas, siendo el Charlotte y su invitada a quienes les tocaba sentarse en una de las mesas cercanas al centro, bueno tampoco era como para entrar en pánico, se hizo el brindis, les llevaron la comida y después de un cierto rato se cortó el pastel, se sirvió el postre y finalmente se le dió comienzo a la fiesta como tal, el plan era quedarse lo suficiente como para que no parecieran desesperados por irse.
- Iré a conversar un momento, si gustas dar una vuelta no te alejes tanto, no todos son precisamente tratables -El mayor se levantó, yendo con un grupo de hombres y un par de mujeres que le hacían señas.
- Claro -Le vió alejarse, siendo sincera, tenía un buen porte- Y ahora que hago... -Miró a su alrededor, hasta que se le prendió el foco- Supongo que... Buscaré en los aperitivos -Dicho esto se levantó, aprovecharía que había poca gente.
Mientras que por otro lado, el Charlotte se encontraba con su grupo de amigos- Y eso es todo, no hay más que decir.
Los cercanos rieron ligeramente, hasta que una de las mujeres tomó la palabra- Oye Cracker ¿Quién es esa mujer que viene contigo?
- Ah ella... -Ante su respuesta todos le miraron intrigados- Es... Es complicado, empezamos a salir pero nada formal... Por ahora.
- Se ve bastante joven.
- Tiene más de veinte ¿O acaso yo aparento más de cuarenta? -Salvado, terminaron dándole la razón.
Después de esto logró desviar el tema, aunque cerca de la mesa de los aperitivos, sucedía una cosa nueva, que ciertamente sorprendió a más de uno.
Allí estaba ella, con un plato en el que había variedad de cosas- Ah, tienen de todo -Estaba dispuesta a volver a sentarse, cuando una voz le llamó la atención.
- ¿Hanabira? -Ante este llamado de atención la menor se volteó, efectivamente, conocía a la novia- ¿No eres...?
- ¿Profesora Mizu? -La mujer dejó salir un chillido de emoción antes de abrazarla, bajo la mirada atónita de más de un invitado- ¿Conoció a mi mamá?
- ¿Conocerla? ¡Incluso éramos amigas! -Le tocó el rostro, la miró de arriba a abajo, he inclusive le dió la vuelta- Entonces eres Ginger, ah la última vez que te ví tenías cinco años y dormías con pijama de dinosaurio rosa.
Antes de poder seguir con su emoción, un chico se les acercó- Disculpe señora, pero tenemos un problema, nuestro vocalista tuvo un accidente de camino aquí y se está yendo al hospital.
- ¿Qué? -Casi como si si felicidad se hubiera esfumado, su expresión cambió- ¿No hay quien lo pueda sustituir? Necesito que alguien cante.
- Lamento decirle que no, nuestro bajista podría pero se quedó afónico.
- Ay no... -Se llevó una mano al rostro, aunque por suerte no lo pensó mucho, sujetó el brazo de la joven, esperanzada- ¿Puedes cantar?
- Yo... Sí, creo que sí -Había un detalle, no era la vergüenza sino que ¿Qué demonios podía cantar en una boda?
- ¿Conoces estas? -El chico le pasó un papel, a lo que ella dejó salir un suspiro de alivio.
- Hem sí, lo suficiente para no equivocarme.
- ¡Entonces no hay tiempo que perder! -Y nuevamente feliz, empujó a la joven en dirección a las escaleras del escenario que tenía aquel salón.
- ¡Ah! -Se apresuró a seguir al chico que la guiaba con el resto- ¿Cuánto van a tocar? -Preguntó mientras se paraba tras el micrófono.
- No te preocupes, solo son esas tres, el resto es puro ambiente -Dicho esto comenzaron a tocar, captando la atención de todos.
- Oye Cracker ¿Esa no es tu cita? -El nombrado volteó ante la pregunta de una de las mujeres, abriendo los ojos sorprendido.
- Sí lo es... -Finalmente, su voz resonó en todo el lugar, sorprendiendo a más de uno.
Half past twelve
Watchin' the late show
In my flat all alone
How i hate yo spend the evening on my own
Autumn winds blowin' outside the window
As i look around the room
And it makes me so depressed to see the gloom
There's not a soul out there
No one to hear my prayer
Gimme, gimme, gimme a man after midnight
Won't somebody help me
Chase the shadows away
Gimme, gimme gimme a man after midnight
Take me through the darkness
To the break of the day...
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Hey~ por fin, después de siglos.
No me complicaré mucho y por aquí les dejo la canción que usé.
Nos vemos ¡Bye bye~!
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