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Hola otra vez

Aquí voy a aclarar cositas del capítulo anterior y así.

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Desde lo sucedido con la amiga de Flampe, no había podido sacarse a esa niña de la cabeza, su perfil tan hermoso, su forma de golpear tan precisa, sus piernas finas y esa voz madura, pero más que otra cosa, no podía dejar de pensar en la elegancia de su cabello al caer por sus hombros, enmarcando su fino rostro y finalizando en la mitad de su espalda, moviéndose junto con ella en el preciso segundo en el que pudo observar fugazmente su ropa interior, sin duda una combinación letal para cualquier hombre, o quizás así la veía y eso lo hacía glorificar tanto su imagen, pero lo malo de ello, era pensar en su edad, era solo una adolescente, y él un hombre a mediados de los cuarenta, en resumen, un enfermo.

Debía curarse, sí eso, iría al psicólogo, a rezar, vería otras mujeres, trabajaría hasta el cansancio, no importa que tuviera que hacer siempre que pudiera dejar de pensar en ella ¿Como pudo pasar algo así? Solo la había visto dos veces en un mismo día y ya estaba pensando demás, no debía hacerlo, sin dudas que quería pero estaba mal, era como si se fijará en sus... Hermanas. Allí sintió que se le prendía el foco, si la veía como una hermana más, estaría Miles de veces mejor, se sentía lo suficientemente enfermo para poner los ojos en una menor de edad pero en su propia familia, sí, eso funcionaría.

- ¡Cracker! -Al escuchar a su hermana Smoothie alzar la voz se sobresaltó, casi tirando su taza de café.

- Ah... He... S-Smoothie... ¿Qué necesitas? -La albina lo miró con una ceja alzada, antes de dejarle una carpeta en su escritorio.

- Son las nuevas recetas que Mama quiere implementar en el sector de galletas.

- Bueno, me encargaré de eso ahora...

- Te ves disperso, trata de relajarte, sabes que a Mama no le gustaría que seas deficiente -Finalizó antes de irse.

No respondió nada, permaneciendo en silencio, simplemente tomó la carpeta dando un pesado suspiro, comenzando a revisarla, había ideas interesantes, otras no tan buenas y algunas hasta daban un poco de asco, quizás era mejor idea empezar a ponerlas en algún público específico, a ver cómo resultaba, ya tenían anotados los ingredientes como tipo de harina, si llevaban algún relleno y demás cosas, aunque aquello era un poco obvio, debían dar todo tipo de detalles para entregar el producto. Anotó las ideas que llegaron a parecerle más interesantes, mandando a qué se hiciera de inmediato una tanda de prueba, así como la noticia a su madre de las recetas que se pondrían a la venta en el mercado para ver cómo resultaba, mientras tanto... Ya vería que cosa podría hacer, aún no se le hacía la hora para buscar a sus hermanas esa semana, así que por una vez en su vida, deseó tener papeleo, no quería ponerse a divagar porque había a dónde lo llevaría eso, y no tenía ganas de hacerle mención otra vez, no quería seguir pensando en ella.

Y tal como si el mismísimo Dios lo hubiera escuchado, comenzaron a llegarle documentos por revisar y para firmar, así como un par de llamadas por parte de otras compañías ya fuese por ofertas de negocios o por alguna otra razón respecto a sus productos, nunca antes de había sentido tan agradecido de tener que trabajar mucho.

Mientras que por otro lado, un par de chicas morenas ya se encontraban saliendo de clases, apenas habían visto un par de horas, pero lamentablemente para los profesores, estos habían tenido una reunión de desayuno, en la que todos o al menos la mayoría se había intoxicado por comida mal preparada, por lo que las clases se habían suspendido ese día y quizás los siguientes también.

- Bueno, volvamos a casa, puedo aprovechar de seguir durmiendo -Dijo la mayor mientras se estiraba- Ya luego iré al trabajo.

Pero lamentablemente sus planes de esfumaron al escuchar la voz de su amiga Flampe- ¡Ginger hoy es el día! Vayamos al Karaoke y a comer hamburguesas -Insistió la menor mientras le sujetaba el brazo.

- Flampe, no sé si... Ya sabes el dinero y... -La voz de su hermana la interrumpió.

- Tengo suficiente dinero para ambas, me fué bien trabajando estos días -Ante su declaración vió a la mayor mirarla mal, lo tachaba de su venganza por haberla asustado tanto la noche anterior.

- Está bien, vayamos, aún es temprano -Respondió totalmente resignada, mientras las menores alzaban sus manos en señal de victoria.

Se arrepentía del día en el que había logrado que se hicieran amigas.

Se fueron juntas, siendo el grupo de hermanas las primeras en dar su próxima ubicación, se fueron caminando, entre bromas, comentarios, risas y demás, afortunadamente la plaza comercial quedaba medianamente cerca de la institución por lo que apenas llegar a dicha zona fueron al local de comida rápida, puesto que en el horario del Karaoke abrirían más tarde por lo que irían a comer primero, eran alrededor de las diez, casi las once, por lo que tenían tiempo de sobra.

Para su suerte tenían ofertas ese día, por lo que no hubo mucho problema con gastar el dinero que la menor tenía contado, aún después de eso aún alcanzaba para pagarse una bebida cada una en el Karaoke, además de que contaban con algunas monedas por si querían ir a un Arcade, ah se sentía bien poder gastar un poco en el ocio, ya que Ginger se había encargado del dinero que había ganado por las horas extra, gracias a ello pudo pagar ese mes de internet y cable, claro que aún faltaba pagar ese mes de agua, pero ¿El gas? Pagados un par de tanques que ciertamente aunque fuesen un poco caros eran más duraderos, ¿La luz? Pagada, claro que en caso de emergencia, agradecía que su padre hubiese comprado un sistema de paneles solares, por lo que estaban muy bien preparadas en caso de alguna emergencia ¿Por qué no usarlos antes? Prefería que fuese estrictamente necesario, después de todo, no tenían más.

Pero bueno, volviendo al entretenimiento, se tomaron su tiempo para divertirse mientras comían, siendo el foco de atracción de más de uno, después de todo, era un grupo de más de seis chicas que se considerarían bastante atractivas, las encantadoras hermanas Chocolatt y apenas algunas de las hermanas Charlotte, además de Flampe en el grupo estaban Pudding y las quintillizas meg, Allmeg, Nutmeg, Akimeg, Harumeg y Fuyumeg, a quien nadie se le podía negar que eran un grupo de chicas muy lindas.

Al momento de salir más de un grupo de chicos mayores había intentado invadir el espacio de las jóvenes, claro que todo sin ningún resultado positivo gracias al obvio rechazo colectivo de las chicas, querían divertirse no lidiar con retrasados, tal como Flampe le había dejado en claro a más de uno de los que tan divertido les parecía invadir su espacio y molestarlas. Fueron en dirección al Karaoke que para su suerte ya estaba abierto, pidieron una sala grande que por supuesto era más costosa pero por veredicto de las hermanas Charlotte, estas lo pagarían sin problemas, después de todo, cargaban con dinero suficiente para pagarse hasta cuatro salas iguales entre todas, a pesar de la protesta de sus compañeras, estás simplemente les dijeron que como las habían invitado eso iba por su cuenta, aunque era obvio que lo hacían para que no gastasen más de la cuenta; al momento de ingresar a la sala esta tenía dos sofás grandes y era lo suficientemente espaciosa como para moverse con total libertad, además de una mesa de centro y los equipos de sonido, no tardaron en irse a sentar y comenzar a escoger las canciones, después de escoger decidieron los turnos por orden de edad, esto dejaba a las quintillizas primero, después Ginger, Pudding, Flampe y Butsu de última.

Mientras que ellas daban comienzo a su diversión, el tiempo pasaba alegremente para las jóvenes entre canciones y algunas bebidas, obviamente sin ser algo más que jugos o algunos refrescos, después de todo, no se atreverían a volver a comer pesado, por lo que se conformaban con algunos servicios de papas fritas o nachos con queso. Mientras que por otro lado, en la oficina del sector de galletas de la compañía Charlotte, se encontraba el hombre pelimorado sentado sobre su escritorio, con una taza de chocolate caliente en su mano izquierda mientras que en la derecha se encontraba una tableta la cual indicaba su horario recién organizado, no había más planes para ese día mientras que lo más cercano a algo importante sería un desayuno a la mañana siguiente en una cafetería debido a nuevos interesados en ofrecer los productos Charlotte en sus tiendas, el éxito de su compañía era innegable ¿Y qué mejor que vender productos de la compañía de alimentos más famosa del país? Claro que eso sería algo que casi todos hacían, precisamente porque sus productos no podían faltar en ninguna tienda.

Sin nada más que hacer durante el día, dejó el aparato a un lado mientras bebía un par de tragos de su taza antes de revisar la hora, ya era hora de ir por sus hermanas a la escuela; tomó su teléfono dispuesto a escribirle a alguna de ellas pero un mensaje de Pudding le explicó dónde y con quiénes estaban, le avisó que saldría por ellas en unos minutos por lo que les indicaba que no se fueran muy lejos del lugar, dejó la taza ahora vacía sobre su escritorio antes de tomar sus cosas y dirigirse a la puerta, pasando frente a su algo vieja secretaria, dándole el aviso de que probablemente no volvería a menos que fuese necesario, por lo que salió del edificio en dirección a la camioneta que conducía ese día, debía llevar esa si le tocaba buscar a las quintillizas además de Pudding y Flampe, sin duda lo había pensado bien porque probablemente estas le pedirían dejar a sus amigas en su casa.

Arrancó en dirección a la plaza comercial, dejando el vehículo correctamente estacionado a un lado de la calle, antes de bajar marcó al número de Allmeg, sin recibir respuesta, por lo que igualmente marcó a los de las otras cuatro, recibiendo respuesta de Akimeg quien le avisó que al terminar la última canción saldrían del lugar, guardó el teléfono antes de bajar de la espaciosa camioneta, atrayendo las miradas de distintas personas que allí se encontraban, asombradas, interesadas y una que otra de envidia, después de todo era un hombre alto, guapo y elegante bajando de un vehículo lujoso, así sea por pura curiosidad, llamaría la atención. Se tomó su tiempo mientras revisaba su teléfono, al momento en el que las voces de sus hermanas lo alertaron, guardó el aparato y subió la vista, encontrándose con la persona que menos esperaba en ese momento; allí estaba ella, con una sonrisa radiante mientras conversaba con Flampe y otra chica con el mismo uniforme que la Charlotte menor, de todas las amigas que podía tener, tenía que ser la que mentalmente lo estaba torturando hace rato.

Pasó saliva, al ver cómo la joven al verlo abría los ojos sorprendida, hizo una tos falsa para recuperar la compostura- Bueno, suban es hora de irnos.

- Cracker-nii-san ¿Podemos llevar a nuestras amigas por favor? -El pedido de Harumeg lo hizo suspirar.

- Está bien, suban y yo las llevo.

- He yo tengo que ir al trabajo, no puedo irme a casa -Antes de cualquier excusa Flampe la interrumpió.

- ¿Y podemos llevarla a su trabajo?

- N-no quiero ser una molestia de verdad, es más tomaré el transporte.

- De eso ni hablar -Volvió a interrumpir Flampe- ¿Podemos dejarla así sea cerca? Por favor, por favor, por favor -Entrelazó sus propias manos, con ojitos suplicantes al igual que sus otras seis hermanas.

El pelimorado pasó saliva con fuerza, bueno solo era dejarla cerca de su trabajo ¿No? Al igual que la otra solo debía dejarla en su casa- Está bien, suban las dejaré en dónde debe ser.

Sus hermanas lo abrazaron felices, mientras que las jóvenes ajenas hicieron una ligera reverencia dándole las gracias, subieron al vehículo una vez estuviesen todas acomodadas, arrancando apenas la puerta se cerró; el camino al trabajo de la joven fué silencioso, nada más allá de pedir una dirección, si bien ella le había dado el hombre del lugar, no estaba muy seguro de dónde era, no fué hasta una cierta calle que esta le pidió detenerse, logró pararse a un lado de la calle primero, a lo que la joven morena se bajó no sin antes despedirse de los presentes y volver a agradecer la ayuda, dándose media vuelta y caminar el trayecto faltante.

Apenas la perdieron de vista, el mayor arrancó, dejándola atrás.

Solo le faltaba que el desayuno del día siguiente fuera en ese lugar.

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Buenas amores, me gustaría decir que quiero ir publicando capítulos uno y uno en mis fanfics, jeju.

Em a diferencia del otro, aquí no aplicaré la de poner un outfit a menos que sea necesario, por lo que la mayoría del capítulo se sobre entiende que casi siempre están con el uniforme de la escuela y así.

Respecto a Cracker, los "ministros" en este caso se ve que son jefes en sectores de fábrica, como para que los procesos de todo sean súper cuidadosos y por eso salen tan buenos y se venden tanto ejue.

Estoy seriamente pensando si ponerle o no colmillos a Katakuri, porque con Butsu como no la voy a profundizar tanto, la dejo usando cubrebocas, solo que aquí se lo quita para comer sin miedo.

El horario de trabajo que le puse a Ginger fué el horario de la tarde pero como los profesores están enfermos habrá uno o dos capítulos sin clases.

Y... Bueno es todo por ahora, añadiré a Katakuri pronto pero tampoco voy a señalarlo demasiado porque ajá el fanfic no trata de él.

PERO, pero, pero, sí será una pieza importante.

Se me cuidan corazones.

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