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☁️ ꒱ única parte.

꒰ᐢ. .ᐢ꒱₊˚⊹

resubido: 19/O4/2O24


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❝TaeHyung andaba en las nubes cada vez que lo veía.❞

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♡ ꒱ one shot (capítulo único) con contenido soft, fluff & romance.

♡ ꒱ utilización de diminutivos, términos omegaverse y cositas empalagosas.

♡ ꒱ fanfic homosexual (kooktae).

♡ ꒱ publicado: O7♡12♡2O22

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Ꮺ ‣ kim taehyung ♡︎

♡ ꒱ tete: omega/bottom.

♡ ꒱ edad actual: 17 años.

♡ ꒱ estatura promedio : 1,61 cm.

♡ ꒱ color cabello: rojizo clarito.

♡ ꒱ aroma: chocolate y fresas.


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Ꮺ ‣ jeon jungkook ♡︎

♡ ꒱ kook: alfa/top.

♡ ꒱ edad actual: 18 años.

♡ ꒱ estatura promedio : 1,70 cm.

♡ ꒱ color cabello: negro azabache.

♡ ꒱ aroma: vino y chocolate amargo.


꒰ᐢ. .ᐢ꒱₊˚⊹


El omeguita de cabello rojizo se queda embobado ante la imagen que presencia sus pequeños ojitos. Y es que, ¿quién no?

Si ver a Jeon JungKook era simplemente una bendición.

O eso era lo que creía TaeHyung, quien no dejaba de ver a aquel azabache, con su boquita y sus labiecitos entreabiertos por lo hermoso que era aquel alfa. Trata de recuperar su posición habitual al visualizar que JungKook se levantaba de su asiento, para poder dirigirse a la dirección contraria de aquella cafetería.

TaeHyung suspira al verlo alejándose de él, y desea, en lo más profundo de su corazón, que por lo menos el contrario supiese de sus sentimientos.

—Si tan solo fuéramos algo más que "amigos" —susurra bajito, mientras apoya su mentón en su manita derecha, y suspira entristecido.

Era obvio que ya lo había intentado, y en todos esos "intentos", falló. Enormemente.

Porque, siempre que trataba de hablar con él, su timidez lo consumía. Se consideraba su amigo porque, en las veces que ambos habían salido juntos, hablaban de temas triviales y tan únicos.

"Únicos".

Se repite en su cabecita el omeguita. Y vuelve a suspirar.

Eso era lo que le había enamorado de JungKook, su hyung, siempre que entablaban alguna conversación, eran únicas sus preguntas y las respuestas que él daba. Tenía una mente de niñito, y eso TaeHyung amaba grandemente. Era tan inocente, considerado y siempre atento con respecto a su persona.

Un aroma dulzón comenzó a desprenderse del omega, a lo que se dio cuenta de inmediato el pelirojo. Era producto de sus pensamientos y de su corazón revoltoso. Olía a omega enamorado.

Rápidamente salió de allí, y al terminar de salir por las puertas de aquella cafetería, suspiró. Volteó a cada uno de sus lados, para ver si algún alfa u omega se había dado cuenta de aquel olor suyo, pero como siempre, nadie le hizo caso alguno.

Y es que era verdad, él tenía un aroma no tan "llamativo", por así decirlo. Hasta tratándose de él, sabía que nadie le haría caso. Puesto que TaeHyung pasaba desapercibido, de todas las formas posibles en las que se podría decir.

Siendo un omeguita con contextura y silueta delicada y pequeña, jamás pudo sobresalir en tamaño, y tampoco en lo sociable por su timidez.

Siempre fue aislado, o considerado "alguien más del montón".

Y eso lo entristecía, debilitaba a su lobito interior, quien ahora se encontraba desde lo más profundo de él rogando que "su" alfa lo consuele. Y eso, lo entristeció aún más.

Calculó el tiempo que aún disponía, y se dio cuenta que tenía unos minutos prudenciales de la hora del almuerzo para él. Era suficiente para poder desahogarse. Porque su corazoncito se sentía tan apretujado ante la soledad que sentía su lobito; sin alguien que lo consuele, sin alguien que lo mime, sin alguien que le hable con dulzura, sin alguien que le brinde su amor y ternura. Sin alguien...

Y aquello fue dejado al aire al darse cuenta que aún seguía en medio del pasillo de aquel Instituto. Corrió a un lugar en donde nadie lograría verlo llorar a él y a su lobito. Quería sentirse protegido y refugiado... Quería ir a su lugar favorito.

Corrió, no sabe con que fuerzas logró hacerlo, puesto que se sentía demasiado débil, pero lo logró. Sus pisadas eran fuertes, y sonaban por todo el pasillo. Pero nadie, como siempre, hizo caso al omega que pasaba corriendo, dejando entrever lágrimas cayendo estrepitosamente por sus mejillas. Nadie se preocupaba por el estado del pelirojo, pero eso era lo de menos. Porque TaeHyung sentía que aquello era tan monótono y tan habitual, que era hasta fácil predecir que nadie lo ayudaría en aquella situación de tristeza y soledad abrumadora que se había alojado en su corazón.

Y al llegar a su destino, se detuvo, con el aire casi ahogando sus pulmones por el esfuerzo recién impuesto. Inhaló y exhaló repetidas veces, hasta que finalmente tragó saliva y su respiración se tranquilizó de a poco.

Visualizó aquella puerta al frente suyo; era un salón en desuso, y nadie iba allí más que él. Era su lugar favorito por el silencio, la paz y la tranquilidad que le daba al estar ahí. Era el lugar en donde él se refugiaba y donde podía sollozar todo lo que él quería, porque nadie lo escucharía ni le preguntaría la razón de aquello. Porque TaeHyung no necesitaba que lo regañasen por llorar, él necesitaba que lo escuchasen y que le dijesen que "todo iba a estar bien".

Suspiró de nuevo, y dejó su mano en la manija de la puerta para, posteriormente, girar de ella y entreabrir la puerta. Lentamente lo hizo, mientras de apoco fue entrando a aquel salón solitario que él tanto amaba. Al terminar de entrar, cerró la puerta tras de sí, y se apoyó del respaldo de la misma, para poder deslizar su cuerpecito hacia el suelo. Y sin percatarse de cómo y cuándo, comenzó a sollozar quedito, desde su lugar. Sin darse cuenta de la presencia del alfa de allí.

Se hizo un ovillo, mientras ambos brazos rodeaban su rodillitas. Realizó un mohín en sus rosaditos labios, a la vez que sus ojitos brillaban por las lágrimas que se acumulaban en sus orbes. El color de sus ojos almendrados se dejó de visualizar por la mirada apagada llena de tristeza que el pelirojo emanaba. Y sus lamentos no tardaron en salir.

¿Acaso era difícil pedir que alguien se preocupase de él? ¿Ser omega tenía sus desventajas? ¿Cómo lograría que alguien lo amase? ¿Cómo lograría acabar con todo aquello que le abrumaba? Cuando le ignoraban... Cuando pasaba desapercibido... Cuando simplemente sentía que era solo él...

Y sintió en sus fosas nasales un aroma peculiar, un aroma que reconocería en cualquier lugar. Un olor a vino tinto con una mezcla sutil a chocolate amargo. Un aroma que tanto amaba y que jamás se olvidaría de él.

Y cuando alzó su cabecita de lo recogida que estaba en sus rodillas, visualizó las facciones del alfa contrario que tanto amaba al frente suyo.

Y por un momento, ya no sentía que era solo él. Ahora sentía que eran solo ellos dos.

—J-JungKook... ¿Qué h-hace aquí? —susurró el omega, mientras rápidamente limpiaba con brusquedad las lágrimas que caían de sus mejillitas.

El contrario, que se encontraba en aquel momento arrodillado al frente del omega, frenó los movimientos del pelirojo. Y sonrió, mientras depositaba sus pulgares en las mejillitas del contrario, y procedió a limpiarlas con ternura.

—No es bueno que te hagas daño, ¿te acuerdas que te lo dije? —preguntó, mientras sonreía hacia el menor.

—¿C-Cómo sabe de este lugar, hyung? —pregunta en un susurro, mientras agacha su mirada hacia otro punto.

—Siempre te veía entrar aquí, así que me dio curiosidad de saber cómo era este lugar. Y he quedado maravillado, es un lugar apartado del ruido, y deja una paz que uno ni se imaginaba —dice aquello, mientras comienza a acariciar los cabellos rojizos del menor, con una sonrisita impregnada en sus labios. Formando una diminuta sonrisa de conejo.

Acto el cual, sin pensarlo, hace que el lobito del omega chille en su interior. Se sentía cálido ese sentimiento, no quería que jamás se acabase aquello que sentía en su pequeño corazón.

—Entiendo... —dice el menor, en un susurro casi imperceptible.

—Y dime TaeHyung, ¿por qué llorabas? —la pregunta resuena en aquel salón, y el omega no sabe cómo responder a aquello—. Claro, solo si te sientes cómodo, puedes decírmelo —y sus orbes crean contacto con los del menor, haciendo que su corazoncito comience a latir con frenesí.

No sabe cuál fue la razón, pero se sentía tranquilo en todo su ser. No sabe si fue los ojos color miel del alfa, si tal vez fue el aroma tan cautivador que emanaba, o si simplemente fue la presencia de JungKook.

Quiere expresarle todo su sentir, quiere decirle que se sentía tan abrumado por toda la soledad que lo consumía, quiere decirle que solo necesitaba de su presencia para poder sentirse un poquito mejor... Quiere decirle absolutamente todo, pero el alfa frente a él se le adelanta.

—¿Es por lo de siempre, verdad? —lanza aquella pregunta, y TaeHyung no objeta, solo asiente—. TaeHyung, tú no estás solo, no debes sentirte así. Me tienes a mí o ¿acaso no me consideras tu amigo?

La palabra "amigo" duele escucharla, y realiza otro mohín en sus labiecitos. Por lo que, frenéticamente, niega con su cabecita.

JungKook se sorprende ante su reacción, y su corazón duele un poco. Entonces, ¿cómo le consideraba TaeHyung? ¿solo un conocido?

Pero antes de preguntar la razón de su negación, el menor se abalanza hacia adelante, rodeando sus bracitos en el cuello del alfa, por lo que se sorprende en demasía ante la acción del menor.

—Yo no quiero ser su amigo, hyung —dice aquello, mientras un tono entristecido se percibe—. Porque yo... ¡Y-Yo lo amo hyung!

JungKook se queda estático ante aquella confesión, y quiere separarse del menor para verlo a los ojos y confirmar que no está bromeando, pero el pelirojo no le deja, y aferra aún más sus brazos en su cuello.

—TaeHyungnie... Lo que me estás diciendo, ¿no es una broma, verdad? —pregunta el alfa, mientras ruega que aquello sea verdad. Porque siente que su corazón se desbordará en cualquier momento por aquella repentina e inesperada confesión suya.

—N-No alfa, no es una broma —dice el pelirojo, mientras siente su corazón desbocarse ante tal emoción tan nueva y única.

Siente que su corazón se ha desbordado por completo, y el alfa no tiene razón de ser en aquel momento, puesto que su lobo aulló feliz al ser correspondido por su lindo omega.

Porque, sí, JungKook también sentía lo mismo por el menor desde el primer momento que lo vio. Y no sabe cómo más sentirse ante lo que ahora le estaba sucediendo. Aquel sentimiento era tan cálido, que lo emocionaba en demasía y no sabía que hacer.

Por lo que, sin pensarlo dos veces, se separó del abrazo del pelirojo un poco, y antes que el omega protestase, el alfa ya había depositado sus labios en los del contrario. Creando una mezcla sutil y armoniosa entre alfa y omega.

TaeHyung se sorprendió en demasía ante aquel acto, y sus mejillitas se tiñeron de color carmín, al igual que su naricita. Estaba tan feliz, que su lobo interior comenzó a mover su colita demasiado emocionado al estar con su alfa destinado.

El alfa comenzó a mover sus labios sobre los suyos de manera parsimoniosa, mientras depositaba sus manos en la cintura del menor. Realizó leves vaivenes en aquella zona, mientras el beso seguía su curso. TaeHyung estaba más que emocionado, por lo que, rápidamente, depositó sus manos en la cabellera azabache del mayor.

El beso era tan cautivador y tan lento, que dejaba la apertura de jadeos por parte de aquellos dos. El pelirojo se acomodó de mejor manera, y se sentó sobre el alfa; causando que el mayor mordiese sus labios ante aquella cercanía. Por lo que comenzó a acariciar aquella pequeña cintura del menor sobre la ropa. Eran sentimientos tan nuevos para ambos, que deseaban que aquello jamás se acabase. Un cálido y embriagador sentimiento se instaló en ambos, mientras JungKook se separó lentamente del beso, para poder ver aquellos ojitos del menor que tanto amaba.

El salón queda inundado de ambos aromas, de fresas con chocolate y vino tinto. Mientras que los lobos internos de ambos, aullan felices ante aquella mezcla y sutil cercanía.

JungKook visualiza al omega frente a él, y besa una vez más sus labiecitos con ternura.

—Yo también te amo —termina por decir el mayor, mientras sonríe con sus ojitos y sus labios.

TaeHyung queda embobado ante aquella imagen, y chilla en su interior por lo bello que era su hyung. Y es que, él siempre se encontraba en sus pensamientos y en las nubes, cada vez que veía su lindo JungKook.

Fin.

ggukcotton | 2O24

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