Después de contemplarse mutuamente, ambos se dirigieron a su paseo diario por los jardines del palacio, luego se fueron a uno de los templos de Horus; donde todos los días la princesa acudía ahí para realizar sus rezos y plegarias desde hace 2 años.

El Sumo Sacerdote, sabía muy bien el horario de rezos de la princesa, la esperaba siempre listo dentro del templo. Luego de los rezos y de hablar un poco con el Sumo Sacerdote, ambos se marcharon y se dirigieron a su destino, El Nilo.

La princesa se detuvo a las orillas del Nilo a contemplar un momento de la magnífica vista que tenía, luego movió su cabeza a ambos lados observando y cerciorándose de que no hubiera nadie a su alrededor; y como vio que no hubo nadie, giro su cuerpo quedando frente a frente de Amenhopt; no soportando un instante más corrió hacia su amado y se abalanzo sobre el cuerpo del joven guerrero el cual lo abrazo si fuera la última vez que lo hacía.

Amenhopt al verla y sentir a su amada princesa en sus brazos, inmediatamente correspondió al abrazo con la misma intensidad, ternura y amor que la princesa lo hacía.

Isis al sentir el calor del soldado recostó su cabeza en el fornido pecho de su amado; él por su parte recostó su mejilla en la cabeza de la princesa.

-- ¡Te amo!, .... ¡Te amo tanto que me da miedo perderte!, .... ¡Prométeme que siempre estarás a mi lado cuidándome y amándome!, .... Prométemelo Amenhopt _ Con mi rostro aun apoyado en su cuerpo le hice mi petición.

-- ¡Sabes que te amo!, .... ¡También que mi corazón solo late para amarte!; .... Y sabes que no existe un amor y un corazón más terco que el mío, .... Te amo mi princesa y nunca me apartare de ti, .... Te lo prometo mi pequeña princesa, mi dulce Isis _ Le respondí desde el fondo de mi corazón, mientras la apegaba más a mi cuerpo en un abrazo sobreprotector, y darle un dejar un beso en su frente.

Les gustaba mucho pasar a solas, él sabía que la amaba, que ella era su mundo; pero a su vez Amenhopt estaba muy consciente de que no podía amarla libremente, porque se trataba de la princesa heredera al trono, ya que después de la muerte de su hermano, ella paso a ser la futura soberana del alto Egipto y él solo era un simple esclavo que ascendió a ser uno de los 6 soldados que cuida a la princesa. Pero, aunque tuviera ese gran cargo, seguía siendo un simple esclavo.

Luego de estar abrazados; Isis decide soltar aquel abrazo e ir en dirección al Nilo a refrescarse. Le dice a su amado que la siga para que ambos vayan a refrescarse en el río; como siempre lo hacen cada vez que están su autodenominado paraíso terrenal.

Ambos comenzaron a despojarse de sus ropas, como siempre Amenhopt ayuda a la princesa a desabrocharse y quitarse el vestido junto con sus joyas, una vez concluido la tarea, guarda la ropa de ambos en un lugar secreto, previniendo que el aire no se los lleve o puedan ensuciarse con la arena.

Una vez acabado su propósito, ambos se agarraron de las manos y se meten al Nilo.

Ya ahí dentro prosiguieron con su intercambio de caricias corporales; ambos están tan concentrados, tan embriagados en examinar minuciosamente el cuerpo del otro; a través de sus caricias, sus miradas y besos llenos de pasión y amor.

Cada una de estas demostraciones son prolongadas.

Ella, recorría sus manos por todo el dorso desnudo de Amenhopt, mientras ladeaba para un costado su cabeza, con esa simple acción Isis le permitió el acceso a su cuello a Amenhopt para que en ese instante haga un camino de besos desde su cuello hasta su pecho, donde ambos se perdían en un sinfín de sentimientos.

Mientras Amenhopt la besaba, las manos de este estaban acariciando la cintura de ella.

Y conforme se profundizaba el beso, Amenhopt comenzó a recostar a la princesa en la suave arenar, Isis al sentir los húmedos y suaves besos que su amado le daba en sus senos, comenzó a arquearse para así profundizar más el contacto. Entre suspiros y gemidos estuvieron un buen rato los 2 amantes.

Amenhopt; sabía muy bien que no podía poseerla, no podía convertir a su amada princesa en su mujer, ya que si lo hacia su amada princesa estaría en serio problemas con la familia real. Por eso, aunque le frustraba, tenía que poner límites.

Pero ese detalle a ella no le importaba en lo más mínimo; por el contrario, Isis quería ser solamente de Amenhopt, quería pertenecerle en cuerpo y alma, y se lo hacía saber a cada instante, con cada caricia, beso, mirada, etc; que se daban ambos amantes cuando estaban solos.

Amenhopt tenía que hacer un esfuerzo sobrehumano para ponerse bajo control y no acceder a sus impulsos de poseerla como suya a cada momento, sabía que no podía ofrecerle nada más a Isis por la condición actual de ambos.

Por eso solo la besaba con toda la pasión, lujuria y la locura que sentía, y lo tenía guardado en lo más profundo de su ser.

No se cansaba de llenarla de múltiples caricias cargadas de deseo, lujuria, pasión, amor y ternura; que solo la princesa le producía.

--¿Me amas?

--Te amo más que a mi propia vida, ... ¿Tú me amas princesa?

--¡Ni te imaginas cuanto te amo!, .... Mi amor por ti no tiene ni conoce límites, .... Es tan grande que ni el amor de los Dioses Osiris e Isis se podría igualar, ... Te amo tanto Amenhopt.

Ambos estaban recostados cuando se dijeron esas palabras, Isis tenía la cabeza recostada en el pecho de Amenhopt, a la altura de su corazón, su mano izquierda hacía pequeños círculos en los abdominales de su amado, mientras que él la abrazaba con la mano izquierda por la cintura y con la mano derecha le propinaba caricias en todo su rostro y cuello de la misma.

En el rostro de ambos solo se podía reflejar un amor puro, verdadero y maravilloso, que con solo observar las miradas que ambos se intercambiaban, se podía entender el amor puro, sincero y verdadero que se tenían.

--Princesa, es hora de irnos; si llega tarde a palacio, su padre se preocupará, .... Mañana podemos volver ¿Le parece bien?

--Hm, .... Está bien, .... Pero .... Amenohpt; ... Hm, Puedes ayudarme a ponerme el vestido _ Mi tono de voz se volvió dulce mientras le pedía al final que me ayudara con mi ropa; vi que en su rostro se dibujó una sonrisa.

--Sabes por un instante creí que no me lo pedirías, .... Adoro ayudarte _ Entonces sin esperar mucho tiempo me dirigí al lugar donde estaba escondido nuestras ropas, me vestí lo más posible. Una vez acabado mi tarea, me dirigí hasta donde se encontraba, la ayudé a vestirse.

Amenopht, adoraba el poder vestir a la princesa; sabía muy bien que solamente las damas de la Corte Real podían ayudarla a vestir a la Princesa Isis y si algún hombre que no sea su esposo o miembro de la Familia Real se atrevía a tocarla, este individuo recibía la pena de muerte y aun sabiendo el riesgo que corría, el disfrutaba el poder acariciar la piel de la princesa mientras la ayudaba a cambiarse secretamente o cuando ambos intercambiaban sus pasionales caricias.

Ya vestidos; Amenopht la abraza por la espalda poniendo sus brazos alrededor de la cintura; la atrajo hacia su pecho y comenzó a dejarle un pequeño camino de besos que comenzó en sus hombros, luego recorrió por su cuello para luego llegar al lóbulo de su oreja derecha; mientras que Isis solo le limitaba a disfrutar.

-- Ya es hora de regresar princesa; se hace de noche y si nos alcanza no contaremos con la protección de Ra y los Dioses.

-- ¡No quiero!, ... Quiero quedarme aquí a tu lado para siempre, y si por ello tengo que estar sin la protección de Ra y los Dioses pues la acepto, no me importa; con tal de estar a tu lado soy capaz de hacer cualquier cosa.

-- Sabes que yo también quiero lo mismo; pero no podemos y no puedo exponerte a los peligros de la noche; no quiero que nada malo te pase; .... Entiéndeme por favor, eres mi vida, mi luz, mi camino, mi mundo, mi todo Princesa.

Aun haciendo sus típicas rabietas y berrinches propios de su edad, la Princesa acepta irse con su custodio personal.

Al llegar al palacio ambos se dirigieron a los aposentos de la princesa, Amenopht la acompaño hasta la puerta del mismo y una vez asegurándose que todo estuviera en orden se retiró hacia el campo de entrenamiento a ver a sus compañeros.

Ellos sabían del romance prohibido entre la Princesa y su amigo, pero como estaban en deuda con la Princesa Isis por todo lo que había hecho por ellos, juraron proteger a los enamorados y su romance con su vida.

Por su parte la princesa, se encontraba sentada en la mesa en donde se encontraba sus alhajas y maquillaje personal.

Estaban contemplando los múltiples regalos que su hermano el Príncipe Amón le había dado cuando se encontraba con vida, luego en un acto reflejo cogió su espejo y contemplo su reflejo en él.

Luego de contemplarse por uno segundo, puso el objeto en su lugar y luego cogió una cajita con ambas manos, en donde su mirada se volvió triste al tocarlo.

-- ¡Te extraño Amón!, .... ¿Porque tuviste que dar tu vida por mí?, .... Si tan solo te hubiera hecho caso hermano, .... Y ya son 2 años desde que decidiste partir hacia el Mundo de Los muertos, .... Y yo, .... Yo, .... Yo aún no me hago la idea de que no estas más a mi lado Amón. _ Aún tenía entre sus manos la linda cajita de oro; que en su interior se encontraba el último regalo que su hermano le había hecho; se trataba de un hermoso anillo labrado de oro con un hermoso zafiro blanco en el medio de este.

Isis cada vez que tomaba aquella cajita entre sus manos, su rostro siempre se reflejaba el dolor de los recuerdos felices que vivió junto a su hermano y que esos momentos jamás volverían.

La Princesa Isis a pesar del tiempo, no podía superar el estar presente en el momento de la muerte de su hermano el Príncipe Amón, en manos de su difunto ex Prometido, el Príncipe Tut.

Toda aquella tragedia había paso porque Amón en un intento de salvar a su hermana la Princesa Isis, tuvo un enfrentamiento mortal contra el Príncipe Tut, que como consecuencia trajo la muerte de ambos individuos.

A raíz de ese acontecimiento y la muerte repentina del Príncipe Heredero del Trono de Alto Egipto, el Príncipe Amón; la Princesa Isis se convirtió en la única heredera y sucesora al trono.

En aquel momento ella acepto asumir tal cargo sin objeción alguna, pero ahora que había pasado 2 años y varios acontecimientos.

La princesa se arrepentía de no haber mostrado objeción cuando pudo.

Ella pensaba que, si las cosas fueran diferentes y su hermano aun estuviera con vida, el Príncipe Amón la hubiera entendido y la habría ayudado a poder vivir su amor plenamente con Amenopht.

Mientras tanto en otra habitación del palacio, Amenopht llegaba a sus aposentos, cuando llego se fue directo a recostarse en su cama con la mirada fija en el techo y comenzó a revivir en su memoria lo que horas antes vivió al lado de su amada Isis.

Sus amigos al verlo acostado en su cama y con la mirada fija en el techo, sabían que estaba pensando en la Princesa Isis.

No solo compartían aposentos sino también compartían labores.

Todos pertenecían a la escolta personal de la Princesa Heredera al Trono del Alto Egipto y también sabían del amor prohibido entre su amigo Amenopht y la Princesa Isis.

Paso unos minutos recostado y luego Amenopht comenzó a ser víctima del cansancio y sueño.

Por su parte, la Princesa Isis hacía lo propio en su habitación; mientras sus damas la ayudaban a quitarse el vestido, las joyas y maquillaje; y la preparaban para que se fuera a descansar ese día.

Una vez ya sola y lista para dormir se recostó en su cama, sus pensamientos iban hacia unas horas atrás, en su rostro se comenzó a dibujar una tierna sonrisa y en sus ojos se podía reflejar un brillo nunca antes visto, solo al recordar lo que vivió junto a Amenopht.

--Levántate As, Levántate AS .... _ Sonó el despertador.

-- ¿Qué significa lo que vi?, .... Yo, .... El, .... ¿Quiénes son? .... Porque lo vi en mi sueño, no es el mismo de mis sueños anteriores, .... ¿Quién será, y que significaran estos sueños? _ Se preguntaba sobre quienes podrían ser, ya que ese sueño la había perturbado más que el anterior.

En este nuevo sueño vio a la misma Princesa, pero estaba con otro joven, cuando comenzó a recordar algunas escenas de su sueño su rostro tomo un ligero tono color carmesí en momento.

En otro lugar de la cuidad, se encontraba un joven perturbado por el reciente sueño que acababa de tener.

-- Pero qué demonios fue eso; .... ¿Quién era esa chica? Y ¿Por qué le decía mi amor?, .... Creo que ya me volví loco de tanto trabajar; .... Aunque era muy bonita y tenía un buen cuerpo para ser sincero _ Comento en voz alta el joven.

Mientras en la Mansión Cross, AS sabía muy bien que ese domingo sería el inicio de unos días muy largos y sobretodo muy estresantes.

Se levantó de su cama y se fue hacia la cocina, no le importo cambiarse su poco discreto pijama, que solo consistía en un pequeño short semi holgado de color rosado y un polo a tiras de color blanco que también era un poco suelto.

En la cocina se encontró a Ely preparando el desayuno.

La mayor se sorprendió muchísimo el ver a AS despierta un domingo temprano.

--Ely bueno días, .... Deja todo eso que estás haciendo por favor _ Hablo somnolienta AS.

--Bueno días AS, ¿Dime que sucede?; .... ¿Por qué te levantaste tan temprano?, ¿Acaso estas mal? _ Ely preocupada le comenzó a cuestionar sobre la hora en que había despertado, ya que normalmente los fines de Semana AS se despertaba sobre el medio día, y no como ese día que era las 5:30 am.

-- Ely .... Primero deja eso que estás haciendo, y prepara 2 habitaciones; uno de ellos es el cuarto de mi hermano Sergio y el otro para nuestro huésped, ambos se quedaran unos días por acá; luego puedes seguir con el desayuno por favor, .... Ya sabes que el vuelo de mi abuelo es a las 10:00 y él debe salir de acá a las 9:00 y no volverá hasta dentro de 3 semanas, así que quiero desayunar con él, .... Ah lo olvidaba también prepara desayuno para, .... Hm .... Déjame ver, .... ¡9 personas más! _ AS empezó a decirle a Ely lo que tenía que hacer para ese día, sorprendida al final por el número de personas que estarían ahí.

-- Está bien AS _ Respondió Ely, antes de partir hacia el segundo piso.

En otra parte de la ciudad, se encontraba aun un joven confundido.

Pero aquel estado rápidamente fue interrumpido por el sonido de un celular, indicando una llamada.

-- ¡Alo Buenos Días!; .... Si ya tengo listo, ¿Dónde nos encontraremos para ir?; .... ¡Vendrá a mi casa!, .... No, no; no es eso, .... Es solo que yo creía que nos encontraríamos en algún lugar; .... Está bien entonces dentro de unos minutos se lo enviare, .... Nos vemos entonces en 30 minutos, gracias _ Yener no podía creer lo que estaba pasando.

Ya que hace unos momentos, estaba hablando con la mano derecha de la Familia Cross, y le comunico que iría a recogerlo a su casa, y a eso se tenía que sumar el sueño extraño que había tenido esa noche.

Yener aun con el celular en la mano, procedió a mandar su dirección a Sergio, luego de enviarlo dejo su celular en su mesa de noche.

Con un poco de pereza se fue a la ducha, pensó que al sentir el agua recorriendo por su cuerpo podría bajar un poco la tensión, para así relajarse y poder pensar mejor las cosas.

Con ese propósito en mente se metió a la ducha, abrió la llave de agua y esta a su vez comenzó a recorrer todo su bien fornido y trabajo cuerpo; se perdió por unos instantes dentro del placer que el agua le provocaba al rozar cada célula de la piel de su cuerpo.

Después de unos minutos, Yener salió de la ducha, con una toalla amarrado a la cintura y con el cuerpo cubierto aun con pequeñas gotas de agua; se fue a cambiarse y alistar algunas cosas de último momento para su emprender su nueva aventura.

En otro lado de la ciudad, en un pequeño apartamento de la ciudad de un barrio tranquilo, se encontraba una joven de 19 años con los ojos hinchados y rojos; con grandes rastros de haber llorado toda la noche.

Se encontraba acostada en su cama en posición fetal.

La joven no podía comprender el hecho de que, a pesar de haber compartido su cama, su cuerpo y momentos íntimos con un compañero de trabajo desde el primer momento que lo conoció; este joven no le daba el lugar que según ella le correspondía.

Rita lloro por ese joven que desde que llego a su vida llamo su atención, se metió en su cama y también en su corazón.

Lloro nuevamente por Yener, ya que la noche anterior antes de salir de la edificación de su trabajo; cuando se encontraba en el estacionamiento del edificio; escucho la conversación de 2 compañeras de trabajo.

En esa platica, una de ella le contaba a la otra, la maravillosa y magnifica noche de pasión que había tenido con Yener, después de haber de salido de la fiesta de la semana pasada; que en la cual habían ido muchos de los trabajadores.

Pero que Rita no había podido ir, por motivos de salud.

Al escuchar aquella platica, no sabía cómo reaccionar, si debía hablar, llorar, correr o simplemente hacer lo que hizo en ese momento, quedarse ahí a escuchar todo lo que hablaban sin hacer presente su presencia y después hacerse la de los odios sordos, si notaban su presencia.

No supo llego a su departamento, ni como manejo su auto y mucho menos como fue que logro subir y entrar a su departamento ubicado en el piso 15 de edificio; lo único que sabia y estaba segura era que está completamente destrozada, humillada; se permitió llorar nuevamente por su mala suerte, por su desdicha y por su amor obsesivo hacia Yener.

Y a pesar de sufrir y llorar toda esa noche y muchas otras, Rita estaba muy segura de una sola cosa; nunca pero nunca dejaría a Yener, porque si no es de ella, no será de nadie.

Le perdonaba todas y cada una de las infidelidades, porque al final según ella, Yener siempre volvía a sus brazos, a su lado a su verdadero amor que era ella

En una de las habitaciones de un edificio muy sofisticado, un joven se encontraba revisando una vez más la hora en su movil, para luego proceder a guardarlo en su bolsillo derecho de su casaca del conjunto deportivo que vestida ese día.

Sergio sabía que los días al lado de AS iban a ser muy pesados, pero aun así eso no le importaba en lo más mínimo, haría cualquier cosa por esa adolescente, que era como si se tratara de su propia hermana.

Apoya a AS, aunque ella no le diga que necesitaba su ayuda. Sabía todo lo que había pasado desde que era un bebe y que, debido a eso, ella se convirtió en lo que es ahora una persona que la mayoría del tiempo era fría, déspota, insensible y enemiga de las injusticias. Pero algunas pocas veces era todo lo contrario, cariñosa amable y de un corazón noble.

Sergio agarro su maleta y comenzó a caminar hacia la salida de su departamento. Unos segundos después se dirigió hacia el elevador que lo lleva hacia el estacionamiento.

El sonido de un mensaje nuevo le hizo sacar el celular de su bolsillo y con un gesto de sorpresa en su rostro contemplo lo que decía.

Al salir del elevador, se fue hacia su auto desactivo la alarma del mismo, abrió la puerta del asiento trasero, deposito ahí su maleta luego cerro y se dirigió hacia la puerta del piloto, una vez abierta y cómodo en la silla inserto las llaves del auto y lo puso en marcha.

Luego de estar casi 30 minutos manejando Sergio llego a su destino.

Observo por unos segundos la modesta casa de 3 pisos que tenía en frente, en donde se encontraba la razón por el cual es estaba ahí.

Luego de contemplarla unos segundos dentro de su auto, hizo sonar el claxon, espero unos pocos segundos, cuando observo que la puerta comenzaba a abrirse y de ella salió una niña de casi la misma edad de AS, la menor al verlo le regalo una sonrisa, que sorprendió a Sergio.

Luego de que la niña se haga a un lado, Yener salió en un traje sastre color gris, con una camisa color blanco y un maletín grande en mano.

Sergio al verlo vestido así se sorprendió mucho, pero no le dijo nada, solo se limitó a hacerle una señal con su cabeza indicándole que suba rápido al auto; eran las 7:10 am y debían apurarse.

Ya que el abogado no quería llegar tarde a la Mansión Cross; Yener captando el mensaje se subió rápidamente al auto ocupando el asiento del copiloto, dejando su maleta en el asiento trasero junto con la maleta de Sergio.

Una vez asegurándose que todo estuviera en orden, Sergio emprendió la marcha hacia la Mansión Cross.

Al costado de la Mansión Cross, un joven se encontraba saliendo de la habitación de un hombre mayor, entre sus manos llevaba una charola que tenía un vaso vacío con pequeños rastros de agua, un pequeño frasco de pastillas y un tensiómetro.

Esa era su rutina diaria de todas las mañanas de Nilson, había aprendido a manejar el tensiómetro más por necesidad que por vocación.

Al joven no le importaba cumplir las labores de un enfermero particular para Dante Pave, su padre, con tal de garantizar el bienestar de su progenitor.

Nilson saliendo de aquella habitación, se dirigió hacia la cocina que estaba en el primer piso, en donde se encontraba su nana y le entrego las cosas que tenía en manos para que lo guardará.

Hasta el prox. Cap, espero les guste.

Vibras positivasss, muxosss exitosss y abrazossss de conejitossss Mere Dostys