Estamos en una de las tiendas que me gustan, busco todo tipo de ropa para él, playeras, camisas, pantalones, bóxer, todo lo que un jovencito necesita, él está algo tímido al ver que le compro muchas cosas.

—Señora, no debería gastar tanto en mí, con la comida que me dio es suficiente.

¡Ay cosí!

—José en primera no me digas señora me haces sentir viejita solo dime Artemisa y en segunda te compro todo eso porque serás un miembro más de la familia no dejare que vuelvas a vivir en un árbol, vivirás en mi casa y yo te daré todo lo que necesites, educación, hogar, todo.

—¿Por qué hace todo eso por mí? ¿Por qué es tan buena conmigo?

—Lo hago porque si mi padre te hubiera encontrado él no te hubiera dejado y soy buena contigo porque yo sé lo que es venir desde abajo, todo lo que tengo ahora se lo debo a mi esfuerzo a mi trabajo y de que sirve tener tanto si no lo compartes, ahora dejemos las preguntas y vamos por unos cuantos pares de zapatos.


Pasamos el día de compras, al terminar compramos un helado, hablamos de él, de mí, quiero que me conozca más, que confié en mí, ha pasado por mucho. Cuando llegamos al rancho lo llevo hasta su habitación y pongo todo el closet.

—Esta es tu habitación, mi hermano y yo dormimos arriba, cualquier cosas que necesites le dices a Jorge o mi ¿De acuerdo?

—Si Artemisa, muchas gracias por todo, pero quiero poder pagarle, ¿Habrá algo que pueda hacer un su rancho?

—No hay necesidad de eso pero si tú quieres, mañana lo hablamos, ahora descansa date un baño, y si quieres podemos dar un tour por el lugar.

—Está bien.

Al salir de la habitación llamo Alexander para ponerlo al tanto de las cosas quiero saber su opinión, quedamos en que en la noche nos vemos aquí, estaré ansiosa de verlo, suena raro pero lo extraño mucho aunque lo haya visto en la mañana, también llamo Andrea, para saber cómo va todo y Henri pues esta como loco con nueva conquista, me gusta que sea feliz, pero no me gustaría que ese hombre rompiera su corazón.

Subo a mi habitación, y me doy un baño, al salir me pongo un vestido rojo, con la espalda descubierta y escote en V en la parte del busto ajustado hasta la cintura y la falda suelta, me pongo unos zapatos de piso color beige y dejo puestos mis aretes, no me voy a maquillar porque en unas hora pues ya estaré durmiendo, pero en lo que llega Alex estoy presentable, mi cabello sigue igual que esta mañana.

Estoy revisando todas mis cuentas de red social y veo un mensaje directo en Instagram. No puedo creer lo que veo, esto tiene que ser una broma ¡Esto no puede ser posible! Lo leo una y otra vez asimilándolo todo, porque tanto odio hacia a mí y mi familia.

Toc, toc.

—Pase.

—Señorita, el joven Alexander ha llegado.

—Gracias Gloria dile que en un momento bajo — tengo que calmarme.

Al bajar esta esté guapo veterinario, de espalda viendo por la ventana, lo miro por unos minutos, tiene los brazos cruzados por la espalda, vestido como siempre bien planchado, me acerco a él y rodeo su cintura con mis brazos.

—Hola, hueles tan bien.

—Hola ojitos, me gusta este recibimiento.

Su voz es tan sexy en estos momentos, se da la vuelta me toma por la cintura y me acerca el con su otra mano toma mi rostro y me besa, me siento como en una nube de algodón de azúcar, es tan dulce que quiero más del siempre.

Escuchamos que alguien carraspea, me doy la vuelta y mi hermano nos está mirando con una sonrisa pícara en sus rostros.
Entramos los tres en la biblioteca y hablamos sobre la situación de José.

—Yo te apoyo, pero tenemos que investigar todo sobre el no sabemos si tiene algún familiar y él no lo sabe, nos meteríamos en un problema, todo lo que queramos hacer será con cuidado — dice Jorge muy serio — hable con el abogado y ya está buscando todo sobre, pero necesita un huella, para saber si aparece en el sistema donde están los registros de cada ciudadano, no tiene apellido y no sabemos si ese es su verdadero nombre.


Después de hablar dos horas respecto al tema, minutos después Alex se va y yo a dormir, pero antes de hacerlo paso a la habitación del joven, lo veo en la cama y le cómodo el edredón, lo miro por unos minutos y voy a mi cuarto.
Saco mi ropa de dormir, me quito el sostén y un sueño profundo entra en mí………



Al despertar, me quedo mirando el techo y recuerdo que no hable con Alex sobre el viaje que tengo que hacer, le daré una sorpresa de ir a su casa sin que lo espere eso seguro que le gustara. Voy hacia el armario y busco uno de mis pantalones favoritos de cuero café, una blusa roja maga larga, saco mis botas cafés de diez centímetros y lo dejo todo en la cama. Pienso en el mensaje directo que me mandaron en Instagram, y no puedo dejar de pensar en ello. Sé que Alex me quiere, me lo ha dicho y me ha hecho sentir especial no puedo dejar que un simple mensaje me haga sentir insegura.

Entro en el baño lavo mi cabello y enjabono todo mi cuerpo, depilo mis piernas, axilas etc. al cabo de unos minutos he acabado. Pongo crema en mis piernas y brazos, mi conjunto es rojos con encaje y algunas transparencias. Me visto rápidamente, me he lavado los dientes antes de salir, esa nueva pasta dental los está dejando muy blancos, ya estoy vestida, me maquillo al igual que siempre que estoy en el rancho, me pongo mis botas y tomo mi sombrero rojo.
Hoy tengo mucho trabajo, tenemos que bañar a las vacas, por las garrapatas y tenemos que marcar a tres becerros.

A las dos de la tarde hemos terminado, aun no tengo noticia de Henri con lo que le pedí, esto no puede estar pasando, una mujer que dice estar esperando un bebé de mi hermano, un mensaje que dice que Alex me engaña y un joven all cual le he dado hogar y del que no se nada más que su supuesto nombre y si fuera poco tengo un viaje a New York del que Alex aún no sabe, ya se me agota el tiempo me queda un mes y no he tenido la oportunidad de hacerlo.

Estoy cansada estamos en la hora de comer, todo estamos en el comedor de la cocina cuando alguien toca el timbre.

—Señorita la buscan, hay una mujer esperándola.

—¿Quién es?

—No me ha dicho mi nombre.

—Gracias ahora voy, termino el agua de limón.

Camino hasta la sala hay una mujer de espalda como estuvo Alex anoche en la ventana.

—Buenas tardes.

Y mis buenas tarde se van al ver a Mónica ¿Qué coño querrá ahora? Eso no hace falta decirlo, lo único que quiere es fregar a los demás y justo que me siento cansada tengo tantas cosas en las que pensar y hacer.

—No eres bienvenida en mi casa retírate.

—¡Ay pero que agresividad! No hace falta que seas tan grosera vengo en son de paz — su maldita sonrisa me choca, toda ella me choca.

—Esparce el veneno que quieras, ya se me tu discurso, me da flojera — digo sentándome — adelante di lo mismo de siempre — juego con mi teléfono y llega una idea, grabare todo lo que hablemos —  a que debo tu visita Mónica.

—Veras que hoy no te daré el mismo discurso que dices, solo vengo a decirte, que aunque estés con Alexander tu no podrás separarlo de lo que yo sí puedo darle.

—¿Así? No me digas y que vas a ser estoy tan ansiosa por saberlo — mi sarcasmo no se hace esperar siempre he sido muy expresiva.

—Una insípida como tú no puede arrebatarme lo que es mío querida eres tan poca cosa, mírate, no le puedes dar mucho y yo sí, mírame soy la perfección, un cuerpo insípido como el tuyo, nada tiene que ver con el mío.

—Claro que no tiene nada que ver, tienes toda la razón, yo no ando abriendo las piernas como una cualquiera, yo no soy la puta del pueblo, tus discursos baratos me tienen sin cuidado ahora si sabes lo que te conviene vete de mi casa no eres bienvenida en mi rancho.

—Valla estas muy segura, ya me lo dirás en unas semanas, tus amenazas no me asustan — las rayas que tiene por cejas le llegan hasta la raíz del cabello.

—Tómalo como quieras, si Alexander quisiera tener algo usado, ten por seguro que te buscaría pero no es así, querida hasta un favor ten un poco de dignidad y respeto que buena falta te hace y me disculpas yo si tengo algo productivo que hacer — tengo una amplia sonrisa en mi rostro, aunque solo sea una fachada si me quedo un minuto más aquí esta acaba desfigurada.

—Gloria por favor saca a esta mujer y por favor tiene prohibida la entrada, no queremos cosas fáciles aquí.

Me retiro como si fuera una modelo, y muevo mis caderas al caminar, entro en la cocina y lo primero que hago es tomar un vaso y lo arrojo contra la pared cuando Mónica se va, obvio no dejaría que viera lo mucho que me afecta. Tomo otro vaso y también lo arrojo contra la pared ¡Odio esa mujer! Sé que solo lo hace para molestar pero no la soporto, desde que estuve en el bar con Jorge me odia y ahora veo el motivo, ella quiere tener Alexander perfecto pero no seré yo quien se lo entregue, el será quien tome esa decisión.
Respiro agitadamente Gloria esta parada en la entrada de la cocina. Si Alexander la elije estaré perdida, le he entregado mi corazón y no soportaría eso, mi sueño fugas se habrá acabado y no puedo dejar que eso suceda. Pero la decisión es de él.