Mis mejillas están demasiado rojas, lo se por el calor que se expande por mi cara. Mis manos sudan, y están apoyadas contra su pecho. Siento su agarre en mi cintura. Mis piernas están temblando ligeramente y hago lo que puedo para que no se note. Después de decirle que me gusta, mi mirada se va a mis manos. Me oculto, me siento avergonzada. Porque dije eso, estúpida me repito.

-______-me susurra Tom.

Lentamente levanto mi vista. También esta algo sonrojado, pero tiene una sonrisa, de esas que me dejan sin aliento. Es tan lindo y sexy. Intento pensar con claridad. Esto no significa que podamos estar juntos, ni nada por el estilo. El dijo que quería una aventura, quizás yo soy otra más de sus aventuras.

-Escucha-le digo en hilo de voz, ya que no estoy segura de que mi voz no tiemble mientras hablo.- Yo se que quieres que me deje llevar, pero tienes que ver la realidad. Esto no significa nada.

-¿Nada?-me dice frunciendo el ceño, su sonrisa desaparece.- Significa todo.

-¿Puedes dejar de soñar por 5 minutos?-le pregunto exasperada. El agarre a mi cintura se afloja y nos distanciamos un poco, aunque aun estamos cerca.

-No estoy soñando-me dice.

-¿Qué parte de "vivo al otro lado del mundo" no entiendes?-pregunto.

-Porque tienes que pensar tan radicalmente-me dice rodando los ojos y sacude la cabeza.

-Porque es la realidad-le digo exasperándome.

-Dijiste que no ibas a tener miedo-me recrimina. Suelta sus manos de mi cintura y yo me cruzo de brazos.

-¿Cómo quieres que no tenga miedo?-le pregunto. Estoy enojada, frustrada y desesperada.- Esto era lo que quería evitar-digo señalándonos con una mano.

-¿Querías evitar que me gustaras?-me pregunta.

-¡Quería evitar sufrir!-le grito despacio. Cierro mis ojos y aprieto mis labios. Dejo caer mis brazos a mi lado.

-¿Por qué ibas a sufrir?-me pregunta suavemente mientras se cerca y me hace cariño en los brazos. Abro los ojos y lo miro.

-Porque voy a estar lejos de ti, porque somos de mundos diferentes-le digo. Tengo ganas de llorar, pero no lo haré. Demonios pienso.

-Se que es difícil-me dice. Agarra mi cintura nuevamente y yo coloco mis manos en su pecho instintivamente. Me abraza, escondo mi cabeza en su cuello y apoya su barbilla en mi coronilla.- Pero por eso mismo aprovechemos el tiempo que tenemos ahora.

Me separa un poco y levanto mi cabeza para mirarlo. Una de sus manos sube hasta mi cabello. Miro sus labios, y entonces, antes de que yo pueda pensarlo mas, él se inclina y me besa. Primero es un toque, un pequeño toque que hace que me recorran pequeños choques eléctricos por todo mi cuerpo, y que un hormigueo aparezca en mi pecho. Nos separamos levemente juntando nuestras frentes, sin abrir los ojos.

Esta vez me inclino yo para besarlo, colocándome de puntillas, y Tom pone sus dos manos en mi cintura mientras yo rodeo su cuello con mis brazos, profundizando el beso. Ha sido automático, y no puedo parar. No quiero parar. nuestras bocas se mueven lentamente.y sin embargo siento que no es suficiente, que necesito mas. El sonido de mi celular nos interrumpe y hace que nos separemos. Sin mirarlo saco el celular del bolsillo de mi pantalón y lo miro, es un mensaje de mi madre. Siempre me habla cuando despierta, deseándome los buenos días.

Tecleo rápidamente mintiéndole que estoy durmiendo aun y guardo el celular en mi bolsillo. Me muerdo el labio y levanto mi mirada hacia Tom, que esta sonriendo. Avergonzada, miro hacia otro lado.

-Creo que ya es hora de irme a mi habitación-le digo jugando con el borde del sweater que llevo puesto, su sweater.

-Claro-me dice. Lo miro, esta con su sonrisa de suficiencia.

-Iré a despertar a Martin-le digo girándome para caminar hacia el ventanal, y su mano agarra la mía impidiendo que camine.

-Te veo al desayuno-me dice, y se acerca para darme un beso en la mejilla, esta jugando conmigo.

-Gracias, p-por ayudarme con lo de, ya sabes, Ha-Harrison-le digo tartamudeando sin atreverme a mirarlo, y camino rápidamente antes de que me sonroje mas.

Me alejo y salgo por la puerta, y veo como Tom esta mirándome desde la terraza con una sonrisa burlona. Me voy inmediatamente, supongo que Martin tocara la puerta cuando quiera ir a la habitación. Camino por el pasillo y al entrar a mi habitación cierro la puerta tras de mi y apoyo mi espalda en ella.

Mi mente da vueltas a mil por hora, acabo de besar a Tom Holland.